EL cadáver de Cedric no se llegó a recuperar pero Victoria pudo conseguir un pequeño diario y algunos objetos personales que los esbirros de Ladanthus habían dejado en sus dependencias tras saquear el cuerpo del pobre difunto. Tuvo que contentarse con la muerte de Ladanthus pues se dio cuenta de que la muerte del viejo mago no traería a Cedric de vuelta.
Delthis cumplió lo prometido, trabajo los años de vida que le quedaron para ayudar al pueblo de Costa Tempestuosa y el pueblo volvió a florecer y ser una pequeña pero importante aldea dentro del comercio marítimo. Y la gente supo perdonar a Delthis por lo ocurrido durante aquellos meses en los que Ladanthus los aterrorizó.
Alaina trató de quedarse allí y ayudar al pueblo a recuperarse pero no consiguió mantenerse al lado del mago y notando que su espiritu aventurero podía más que ella embarcó en el primer navío que se dirigía a otras costas. Con ella marchó el enano que pese a no soportar el mar sabía que podría vender sus habilidades para defender el barco de los piratas. Además no podía dejar a sus compañeros con los que tantas aventuras había vivido. Junto con ellos viajaban Artín y Mircea. La primera por una intención parecida a la del enano y el segundo por que había decidido hacer una canción con todo lo sucedido contando la verdadera y triste historia de la Bella Liriandra, una historia que lo hizo ganarse mas de un saco de moneas y que cambió los versos de todos los trovadores y juglares del reino.
Con ellos estaban también Reithar y su prometida que partían hacia el horizonte para olvidar aquel lugar de pesadilla y tempestad. Con el tiempo Reithar le contó el secreto a Liriandra pero con tanto tacto y esmero, con tanto amor en sus palabras que la joven decidió que merecía la pena vivir la vida junto al ser amado aunque no fuese una mujer de carne y hueso. No tuvieron hijos, pero si una vida feliz.
No hace falta decir que todos ellos vivieron muchas otras aventuras como cuando derrotaron al pirata Alik el rojo o aquella otra vez en la que desentrañaron el misterio del llamado Crimen de las siete puntas como el bardo se apresuró a nombrar.
Y ya poco me queda por decir en este relato que acontece lo ocurrido en la Costa Tempestuosa. Fueron tiempos difíciles para todos ellos pero también tiempos felices.
Y ahora disculpad a este viejo narrador, debo retirarme ahora a descansar puede que otra día os cuente alguna de sus otras aventuras...si nos volvemos a encontrar.
-Fin-