Partida Rol por web

Cementerio

Aquí descansan las almas de las caídas en la lucha contra los espectros y los espectros a los que dieron caza...

Día 1: Muerte entre las ruinas sagradas

No hubo sueño provocado pero las claymores allí presentes se sintieron como si estuvieran soñando o más bien teniendo una horrible pesadilla...

Eran demasiado rápidos nadie pudo saber de donde venían. En los ojos de todas las presentes no eran más que sombras desplazándose a toda velocidad pero estaba claro que eran ellos. Tal como había anunciado el hombre de la organización los espectros venían para atacarlas.

Uno de ellos aterrizó en mitad del círculo donde estaban protegiendo a las que aún no habían despertado. Ninguna de las presentes pudo reaccionar antes de que cogiera el cuerpo inconsciente de Tabitha y se la llevara corriendo. Después del shock inicial el grupo salió corriendo para rescatar a su compañera. Pero ese fue su error...

Otro espectro apareció detrás de ellas y se llevó a Ofelia que seguía dormida. Para después correr en dirección contraria. El grupo se quedó dividido sin saber a quien rescatar pero en ese momento aparecieron Undine y las suyas. Esta gritó:

- !Cómo habéis podido ser tan torpes! Id a por Ofelia yo mataré al que se llevó a Tabitha.

- !Salva a Tabitha! - gritó Miria mientras organizaba a toda velocidad a su grupo y se lanzaban tras el espectro.- !No arriesgues su vida por matar al espectro!

Pero Undine se limitó a sonreír mientras su grupo iniciaba también la persecución:

- Lo siento, "líder" pero ese no es mi estilo.

El grupo de Miria salió disparado tras el espectro y durante varios minutos fueron recortando las distancias hasta tenerlo a escasos metros y entonces arrojó el cuerpo de Ofelia que se perdió entre las ruinas y acto seguido desapareció.

Todas se quedaron extrañadas pero entonces la voz de Miria se alzó:

- !Que dos se queden buscando a Ofelia! !El resto debemos volver, hay que apoyar al grupo A!

Mientras Undine había dejado atrás a las lentas de sus compañeras y estaba a punto de alcanzar al espectro. En ese instante el monstruo se dio la vuelta, arrojó a Tabitha contra el muro de una casa que se derrumbó como si fuera papel y se abalanzó sobre Undine. Esta sonrió y se preparó para atacar al espectro pero entonces lo que parecían un millón de sombras se abalanzaron sobre ella.

Antes de poder reaccionar estaba herida de muerte y los espectros habían desaparecido.

Cuando el grupo de Miria llegó se encontraron al grupo A destrozadas mirando el cuerpo de Undine. Miria se acercó al cuerpo de la claymore y le cerró los ojos.

En ese instante los suyos se llenaron de lágrimas, la líder se llevó la mano al pecho y con un grito amargo cayó muerta al lado de su compañera.

Observaba a la muerte sin inmutarse.
-Dime Undine, que tu muerte sirva de algo, ¿Has visto a tu asesina? ¿Puedes acusar a alguna de nosotras sin miedo a equivocarte? Es importante que me lo digas, pues si hay mas muertes, las traeré aquí contigo. Y con ello me refiero a tu alma, aunque tu cuerpo se pierda al menos conservare tu alma y las de las siguientes, para que nos ayuden a decubrir a las culpables.

-Debo saberlo Undine. ¿Fuiste tu quien dio muerte a Miria? Estoy arriesgando mi pellejo inútilmente de ser asi.

Yaciendo boca arriba siento escapar rápidamente todas las fuerzas. Me siento pesada, débil y fría pero sobretodo furiosa conmigo misma por no haber estado a la altura. Miria yace a mi lado y ciertas compañeras han sido heridas durante el ataque, sin darme cuenta me encuentro llorando al coger su mano.
He fracasado y ella ha muerto por mi culpa.

Oigo unos pasos que vienen a terminar el trabajo o peor aún, es amiga.

-¡Vete!-

Desoyendo mis gritos y protestas poco puedo hacer aparte de contraer el dolor por lo que rápidamente me resigno en mi miserable situación. Deneve aun vive y tiene razón. Lamentablemente ni siquiera en un ultimátum creo poder ser de alguna ayuda.

-¿Mi alma?- murmuro tras un estertor -Ofelia y Tabitha...están heridas. A menos que los yoma sean tan retorcidos de atacarse entre ellos para despistar deberían quedar descartadas-.

Trato de hacer memoria, una cara, una marca o una pista acerca de la criatura que me ha herido de muerte. Podría ser cualquiera.

-Son como sombras... - Mientras intento darle un nombre la acusación por la muerte de Miria me llena de odio y amargura aunque no pueda explicar muy bien a que se debe.

-¡Estúpida! Cuando la vi erguirse como líder supe que estaríamos juntas hasta el final, por eso debía protegerla. Supuse que al atraer la atención de los yoma seria más sencillo desenmascararles y protegeros... pero fallé, ya ves, y Miria ha muerto por el vinculo que compartimos lo que significa que ninguna de las dos era un espectro-.

El error nos ha salido demasiado caro a todas y justo ha empezado para gente como Deneve, que aun deberá continuar luchando.

-¿Y qué hay de ti? ¿A caso no viste nada? ¿Cómo has llegado aquí de repente? No te vi por ningún lado y apareces sin un arañazo. -

-Mmmm...-Escucho sus palabras y sopeso la situación.

-He de entender que Miria fue muerta, por un vinculo que ya no compartís, pues ella a vuelto a la vida. Así pues, han acabado contigo y con ello intentaron hacer lo mismo con Miria, al menos una de las dos continua en pie. Espero no equivocarme y que no sea una de los espectros, no noto diferencia en su yoma pero...-Volvio a quedarse pensativa antes de ofrecerle la mano a Undine.

-Levántate, necesito que seas fuerte.-Observa su cuerpo.-Ahora entiendo parte de su comportamiento... Y respondiendo a tu pregunta, soy un enlace entre las muertas y las vivas. De esa manera puedo preguntaros a vosotras y poner al dia al resto por si teneis algo importante que decir.-Tuvo una idea.

-Tu me ayudaras, preguntaras como yo a las siguientes que lleguen, pues me temo que este es el principio. Entre las dos sacaremos la verdad de las siguientes, ¿Estas dispuesta?

Escucho atentamente las palabras de Deneve, aunque cuando me revela que Miria ha resucitado siento que gran parte del peso se me quita de encima.

-Compartíamos el mismo destino, y en caso que estuviéramos en bandos diferentes deberíamos sobrevivir hasta resolverlo a solas nosotras dos, ese era el vinculo. ¿Alguien la ha resucitado?-

Me cuesta creer que alguna de las otras tenga semejante poder, pues la vi caer fulminada a mi lado, sostuve su mano. A todas luces estaba muerta. Si nadie ha interferido en este vinculo podría ser...

-Deberéis vigilarla. Tanto para protegerla del centro de los ataques como para descartarla-

Sin embargo Deneve aquí presente puede hablar con las caídas, así que todo adopta una dimensión mucho más compleja de lo que creí en un principio. Puede que alguna de nosotras tenga el poder de detener a la muerte.

-Lo estoy-

La llegada de Deneve se me antoja un respiro en la agonía que me invadía, incluso derrotada por los espectros se me presenta la oportunidad de seguir luchando desde este lugar y hacerlo mejor esta vez para protegerlas a todas.

-¿Hay sospechas de alguien después del ataque?-

-Yo desconfió de Galatea por su forma de suponer que tu misma le diste muerte a Miria. E desmentido el echo pero mi caracter, no me ayuda a que el resto me crea. El frente esta claro entre yo o Galatea. Seria una sorpresa para mi si esta noche no somos alguna de las dos la que cae al cementerio.

Me temo que me he expuesto demasiado, pero hay algo bueno, ya saben que tu voz la escucho y puedo hablar en tu nombre. Y mientras continue convida, todas las que lleguen aquí seguirán teniendo peso entre las vivas, pues yo sere el enlace.

Hubo una cosa que le preocupo y se lo pregunto sin demora.
-Sobre Miria, ¿No estas segura de que sea inocente? ¿Tu que fuiste su amante dudas de su lealtad?

Nuevamente, el hecho de que quede autorizada como la asesina de Miria atormenta mi espíritu. Peor aún, que ella llegue a creerlo así me llena de rabia, si es que no recuerda nada de mí o de nuestro vinculo.

-¿Es que a caso Miria no recuerda nada del vinculo que nos unía? ¿No recuerda caer sin más al verme? Ella puede aclarar que intenté salvaros como lo intento ahora. Esa malnacida de Galatea...tendré unas palabras con ella muy pronto-

Puede que sea mi imaginación, pero al hacer memoria empiezo a encontrar motivos por acusarla de traidora. No quiero caer en calumnias infundadas por lo que solo revelo lo que me parece razonable señalar.

-Recuerdo a Galatea, en sus últimas palabras al anochecer, antes del ataque se interesó por el modo en que la hermana Hilda aseguraba que se podía reconocer a las hermanas infectadas por ciertas influencias. Aseguró que tendemos a reconocer y juzgar virtudes "diferentes" como "malas" aunque por fortuna Hilda no llegó a revelar los síntomas de la corrupción de los yomas por entonces. Si no lo ha hecho ya, dile que lo mantenga en secreto. Los espectros podrían aprender que aspectos esconder y seria mas difícil detectarlos si dichas hermanas tienen desarrollado ese tipo de habilidades.-

El asunto de la resurrección de Miria, porque estoy segura que murió, me sigue preocupando en muchos aspectos.

-No dudo de su lealtad. El vinculo actuó como estaba previsto. Ella murió al estar su vida atada a la mía y eso demuestra su inocencia. Si fuera un yoma simplemente no habría sucedido nada, creo. Algo o alguien tuvo que devolverle la vida, aunque lamentablemente parece ser que nuestro vinculo no funciona en sentido inverso, por lo que su resurrección no me ha devuelto también a mí. Eso es todo.-

-Veo que muchas de vosotras tenéis habilidades y poderes que desafían toda comprensión. Busca a la hermana que tiene el poder de resucitarnos y mantén su identidad a salvo del enemigo. Tal vez creas que ahora que revelaste que puedes escuchar las que estamos aquí no te ejecuten, pero dicha revelación es una espada de doble hoja, pues si te salva en la votación de esta noche debes saber que te has convertido en un blanco primordial para los espectros que muy seguramente vayan a por ti luego-

-Si descuida, pues ella a dejado claro que mantenía con vos un romance y la causa de su muerte de esa manera también refuto mi inocencia.-Respondió tan pronto como le permitió Undine.

-Es un detalle que no tuve en cuenta, ¿Entonces dices que Hilda dice tener la capacidad de buscar a los Yoma y Galatea pareció la mas interesado en que lo confirmara? Es un detalle interesante.-Hizo una pausa.

-Si contaba con esa posibilidad, ahora estoy expuesta al peligro constante, pero no por ello temeré mi muerte, si con ello consigo algo bueno.-Deneve era dura incluso con sigo misma.

De nuevo el eco recorría con su habitual chirrido la ciudad:

- Bien chicas, ha llegado el momento de escuchar el resultado de las votaciones: Yuma, se votó a si misma, Flora recibió los votos de Verónica y Rafaela, parece que alguien está haciendo enemigos, Ofelia recibió un voto de… humm, que curioso, de Galatea y ahora vamos con nuestras finalistas: Con cuatro votos ha sido vencedora…

Se hizo un silencio eterno en el que todo el mundo aguantó la respiración en espera del veredicto:

- ¡Deneve! Y los votos han sido de: Helen, Flora y nada menos que Miria, quien lo iba a decir. Bueno chicas ahora debéis cumplir el veredicto.

Un nuevo silencio más tétrico que el anterior se apoderó de la ciudad. Mientras las tres claymores desenfundaban sus espadas Deneve habló sabiendo que serían sus últimas palabras:

- Habéis echo una mala, muy mala elección. Con mi muerte unicamente dais muerte a una inocente con un don que da palabra a los muertos, pues me comunico con ellos. Solo espero que alguien recoja mi poder en mi caída y continué con mi labor, también espero que aquella que revivió una vez a Miria lo haga de nuevo pues me temo que si yo caigo ella lo hará conmigo como lo hizo con Undine. Ella es pura y puede ayudaros mas que yo. Y antes de perder la vida una advertencia, mirar quien me ha votado, porque entre ellas al menos se oculta un Yoma, un monstruo que no parara de mentiros para conseguir su propósito. No os guardo rencor solo siento tristeza, por vosotras, Y espero que pronto os quitéis la venda de los ojos, la ignorancia es solo para las niñas y vosotras ya sois mujeres.

Otro silencio se adueñó de la ciudad entonces Helen rompió el suyo:

- Acusas a tus ejecutoras de ser espectros, esa actitud es más propia de una asesina vengativa que de una claymore. Lo siento pero no creo tus palabras.

La estocada fue certera pero no suficiente. La siguiente era Flora que mostraba un profundo pesar:
- Si te importaran de verdad la vida de tus compañeras no intentarías que mataran a ninguna inocente, solo un espectro que busca la muerte indiscriminada de claymores nos acusaría de esa forma. Además fíjate en los votos, Galatea no te ha votado y ella era tu mayor sospechosa.

Otra estocada buscando una muerte rápida que no llegaba. Entonces le tocó el turno a Miria que empuñaba su espada con los ojos cargados de lágrimas, con el aliento salpicado de sangre esta vez fue Deneve quien habló:
- ¿Por qué tú Miria?
- Lo siento, no sé como hemos llegado a esto pero no puedo evitarlo.

El último golpe robó dos almas, pues en cuanto la hoja de Miria atravesó a Deneve ambas expiraron su último aliento y mientras las almas abandonaron sus cuerpos sus manos se buscaron, unas manos que ya nunca llegarían a tocarse.

-Lo único que temo es que te he arrastrado conmigo, por intentar desenmascarar a un Yoma. Y espero que alguien haya cambiado tu voto, pues sino no lo comprendo.-Deneve no estaba triste, simplemente sentía pena por lo ciegas que estaban sus hermanas.

El próximo amanecer traerá novedades al cementerio... así que no os preocupéis vuestro papel aún no ha terminado...

 - Es evidente que no he votado por ti, Deneve.

 Lo hice por Galatea...sospecho que es posible que ella misma cambiase mi voto contra ti para jactarse, para darme un escarmiento por ponerme de tu lado. Es posible que no haya podido soportar que te apoyase a toda costa, que fuese capaz de hablar por ti dijeses lo que dijeses.

 Si Galatea tiene el poder de cambiar el voto...puede que no sea un espectro, pero es una indeseable.

 Miria negó. se había reunido con Undine y con Deneve, las compañeras que más había amado y admirado entre todas.

 - Sospecho de Yuma tanto como tu, Deneve...

 Y espero que confies en mi palabra cuando te digo que no voté por ti. Puede que parezca extraño dadas las circunstancias y los hechos, pero no deseo la muerte, ni la mia, ni menos la vuestra.

 Al llegar aquí vi que eras inocente, y traté de defenderlo.

 Los Yoma tienen la situación mejor controlada que nosotras...y me temo que es por guerreras como Galatea que nuestro tiempo se agota.

 Clavé mi espectral claymore en el suelo, y negué. Pero no derramé ni una sola lágrima. La muerte comenzaba a hacerme insensible...tal vez debiera plantearme si se daba el hecho de que alguna regresase, atacar indiscriminadamente hasta que sólo los que sabía a ciencia cierta que eran inocentes muriesen.

 - Yuma me da mala espina...

 Y sean las Diosas o cualquier otra inspiración la que me ha llevado a amaros tanto en tan poco tiempo, espero que sea algo bondadoso y no una maldición que me persiga por siempre.

 ¿Qué sentido tenía amar si tenía que morir? Tal vez...su amor podría ser eterno ahora...

 Miré a ambas guerreras.

 - Las tres somos inocentes.

 Han jugado con nosotras desde un principio.

 Si hay algo que podamos hacer desde aquí.

 Debemos hacerlo.

 Lideró, pero parecía cansada de la situación. Miria se sentó con la espalda apoyada en el plano de la espada, flexionó las rodillas y dejó su diestra caer por su propio peso con el brazo sobre la rodilla.

 Observó la nada, sosegada.

 ¿Quienes.....?

Día 2: Sangre sobre la piedra

Los gritos de una claymore despiertan a todas las presentes, el sonido es aún lejano pero se vuelve más desgarrador conforme se acerca. Las miradas se fijan en una figura que viene corriendo a la plaza mientras grita algo con toda la fuerza de sus pulmones.

Entonces se hace un brusco silencio mientras una sombra tan rápida como un parpadeo envuelve a la claymore en unas tinieblas más densas que las de la misma noche.

Un golpe seco y un grito desgarrador lo inundan todo. Echáis a correr hacia ella con las espadas desenvainadas para tratar de ayudarla pero en cuanto llegáis os dais cuenta que es demasiado tarde.

Yuma yace en el suelo con la garganta cortada para silenciar sus gritos, la vida se escapa a borbotones de su cuerpo pero en un último esfuerzo os enseña la palma de su mano.  Un largo corte la atraviesa de lado a lado, entonces señala las paredes de piedras.

En ese momento, os dais cuenta que la mano ensangrentada de Yuma ha ido marcándolas en su huida, varias de vosotras echáis a correr siguiendo el siniestro rastro en dirección contraria atravesando estrechos callejones y empinadas cuestas hasta llegar a la segunda planta de una casa. Allí junto a una ventana que da a un oscuro callejón se ven unas gotas de sangre y en el borde de la fría piedra escrita con la temblorosa letra de Yuma aparece una letra:

G

Y así caigo entre las caídas. Mi rostro es enormemente triste.

Lo... Siento, he fallado.

Es a duras penas lo único que soy capaz de decir. Me abrazo a mí misma, no sólo por el dolor de la muerte o de las heridas, si no por el dolor del propio fracaso, de no haber podido ayudarlas.

 - Sé como te sientes Yuma.

 Comencé, con palabras cálidas. Decirle que no habían fallado a nadie, podría ser una mentira, tal vez se hubiesen fallado a si mismas por no sobrevivir, ¿cómo saber si las demás merecían salvarse? Seguro que Yuma opinaba que merecían vivir, pero...de cualquier forma...para mi era algo muy fácil.

 - ¿Te vas a rendir ahora?

 Increpo, atacandola con mis palabras con la suavidad de una hermana, tratando de sacar la tristeza de su ser y convertirla en algo...más, en algo útil.

 - Yo creo que esto no ha hecho nada más que comenzar. - en mis ojos plateados, brillantes, podía verse mi determinación.

 Avancé, en pie hacia ella, me coloqué despacio, a su lado, pero no la consolé con un abrazo o palabras de disculpa, sólo con el látigo de la responsabilidad que ella esgrimía juzgandose como una fracasada.

 Mis labios inmóviles esperaron que brotaran palabras que transmitiesen fuerza.

 - Ahora estamos más cerca de entender. Es necesario que todas compartamos lo que hemos aprendido con nuestra muerte para poder transmitirlo.

 Puede que solas hayamos muerto. Pero seguimos confiando en las que están ahí, en algún lugar parecido al infierno luchando por sus vidas.

 No sé si estamos perdidas, pero si con nuestro último hálito en el cuerpo podemos hacer algo por ellas, ¿no deberíamos almenos intentarlo?

 Expuse sin alteración alguna, siquiera en el semblante.

 - Alguien ha conseguido acceder a los votos y cambiarlos. - Añadí como prueba de las cosas que podíamos encajar en aquel rompecabezas.

 Luego esperé a que Yuma reuniese suficientes fuerzas como para aportar su granito de arena. La muerte era una muestra de inocencia, al menos...lo era por el momento.

Escucho las severas palabras de Miria y la miro. Cierro los ojos haciendo acopio de mi propio fortaleza.

Flora los cambió. Flora es la nueva líder.

Digo con sencillez. Miro hacia arriba.

Conseguí que volviesen a unirse, aunque me ha costado la vida, Galatea abogaba por la separación. Galatea es culpable, y así intenté gastar mi último hálito en poner su nombre, aunque tan sólo pude poner la inicial... Espero que comprendan el mensaje.

Sonrío levemente.

Hilda confiaba en mí. Y yo he muerto. Tras mi discusión con Galatea. Espero que sean pruebas... Suficientes. Creían que te enamoraste de una traidora.

Digo a Miria con sencillez mientras le miro a los ojos.

Y querían subestimarte como líder.

Aprieto mis puños.

¡Hasta increparon mi voto en mi propia contra entre Galatea y Verónica!

- Sospechabamos de ti.

 Pero nuestras principales sospechas estaban centradas en Galatea y Verónica. - Dijo, sin contenerse, no le importaba que yuma supiese la verdad, al contrario, prefería que fuese así.

 - Pero los actos hablan por si solos. - Y se refería, ante todo, a que Yuma se había puesto en riesgo para protegerlas a todas y mantenerlas unidas. - Me ha ocurrido algo fuera de mi propia voluntad, algo hermoso pero doloroso a la vez.

 He amado con todas mis fuerzas a Undine, y he visto como se hundía en la muerte sólo para seguirla con la mía.

 Después...tras volver a la vida, sufrí otra sacudida, demasiado fuerte como para resistirla. Puede que fuera al verla aquí, como un ángel en la oscuridad más temible, el amor brotó teniendo por objeto a Deneve.

 Aún así, Deneve era y es inocente.

 Ella estaba aquí, como una conexión entre nosotras y Undine.

 Si Flora cambió el voto, si estás segura de eso...no sé si está de nuestra parte. - Negó, ¿podía haber sido tan inocente como para dejarse convencer por Verónica y Galatea? Tal vez simplemente no estuviese de su lado, sino del de aquellos monstruosos yoma.

 - Jamás podría haber votado por Deneve. - Expliqué, era algo que no entraba dentro de mis capacidades. - Por otro lado, mis previsiones con Ofelia y Tabitha fueron acertadas, ¿no es cierto?

 Aunque era pesado admitirlo, no se vanagloriaba, sólo consideraba toda la información.

 - Verónica arremetió contra Deneve con demasiada facilidad, y Galatea se vio demasiado presionada como para seguir en su contra abiertamente.

 Pero en sus palabras había un odio irracional.

 Hiciste muy bien en dejar esa señal. Sabrán interpretarla, y estoy segura de que pronto enviarán a Galatea para que responda junto a nosotras.

 Asiento, convencida, y miró fijamente a Yuma.

 Bien hecho, Yuma.

Gr-gracias... En eso mismo me escudé. Dijo que tú habías votado a Deneve... Pero yo no podría votar a quien amo. No... No tiene sentido. Pensé que habían manipulado los votos, y mientras ponía a todas en mi contra... Flora dijo la verdad. Dijo que sospechó de vosotras por la facilidad que atacasteis a Galatea como si fuese un yoma, y entonces tuvo que callar. Luego dijo... Dijo que no confiaba en nadie, salvo en ella, pero entonces Verónica le retiró el voto de confianza, yo le pregunté que si en mí, quien había elegido como líder al principio, tampoco. Reconozco que me dolió, pero lo entendí... Ella era un yoma y quería ponerlas en mi contra. Ellas... Ellas me escuchaban, posiblemente por tus palabras, yo era el principal peligro para ella... Y por eso me mató.

Digo sencillamente.

El amor es bonito... Me... Me hubiese gustado poder sentirlo. Pero perder en el mismo día a las dos personas que has amado con todo tu corazón...

Mi rostro entristece soberanamente.

Y sí... Ofelia y Tabithia murieron, pero... Ofelia era una traidora. Lo sé.

Digo, sin ocultarlo en absoluto.

Espero con todo mi corazón que vean el mal en Galatea como yo misma lo ví.