Partida Rol por web

Desde luego es una sorpresa verte aquí Bastet, temía que hubieras sido una de las tantas víctimas del asesino, o los asesinos de dioses. Me alegra saber que no estaba en lo cierto.

Aunque te advierto que la situación aquí es un tanto delicada, justo antes de tu llegada acaban de morir varios de nuestros compañeros y nosotros desconfiamos los unos de los otros.

Tal vez tú puedas ayudarnos a esclarecer la situación con tu sabiduría.

-Agradesco a todos su bienvenida- saludó el pequeño aún en su forma infantil - bueno ha servido algo eso de morir me ha aclarado dos cosas, pero eso es algo que iremos discutiendo con calma-el joven zorro se ruborizó al escuchar las palabras de bienvenida y aliento de lso demas dioses -aún ignoró la manera de por que he muerto o quien ha sido mi verdugo o si ha sido culpa mía, bueno no es importante por el momento - el zorro se dejo cargar por el dios serpiente.

-Wow desde aquí puedo ver mi casa, que moe- sopnmrió el jovencito  con toda tranquilidad  - en mi breve instancia en el reino del amo Anubis pude conocer a algunas personas y mi conversación con ellos fue placenterá, pero vendre a lo que me atañé, me alegra aun poder estar vivo entre ustedes y jugar de nuevo, aunque por ahora me tomaré las cosas mas enserio- el zorro busco en su bolsillo y extrajó una lata con zumo de uva.

-El buen dionisio no me ha atragantado con sus uvas y yo pondría las manos al fuego por él, y muchos deberían hacerlo- el zorro sorbió de manera infantil - por otro lado como me he perdido un poco en ese lapso de tiempo quisiera saber que cuentan los vivos, de seguro para msi asesinos mi vuelta debió ser algo malo.

Miró al recien llegado dios, de vuelta de los reinos de Anubis y sonrió, viendo como un dios volvía de allí.

-Bien, creo q podríamos ver que tiene que decir Hathor sobre su muerte y todo esto, quizás viese algo antes de morir- cerró los ojos

¿Quien es Hathor?- preguntó el dios confundido - diosa neko yo soy Inari,  no soy Hathor y mientras estuve muerto solo ví a la dios Collach, Colage, Caillech, algo así y por cierto les manda saludos a todos.

Estoy asombrado, sin palabras ante la resurrección de Inari. Pero... como... es posible!!!. Digo con total incredulidad. Tras la incredulidad viene la alegría de tener otra vez al juguetón entre nosotros.

Y si aún no fuera suficiente, aparece una nueva diosa egipcia, Bastet... A ella la conozco por ser el equivalente egipcio de mi tía  Artemisa; pero no se más de ella. ¿Por qué no habrá venido antes? ¿Significa que hay más dioses con vida? Puede que Apolo, Zeus y otros tantos que no han venido sigan con vida!!!!. Empiezo a esperanzarme y a levantarse mi ánimo.

Entonces oigo las palabras de Inari, me giro hacia él y le digo: Me alegra que vuelvas a estar con nosotros joven dios. Pero antes de contarte lo que te has perdido, necesitamos saber que te dijo esa diosa sin duda alguna Caillech en el reino de Anubis entonces me giro para mirar al recién nombrado ¿Vos sabéis algo de lo que está contando? ¿Sois el responsable de su resurreción, señor de la necrópolis? En tal caso, es para agradecérselo... pero entonces ¿por qué no dijo nada?.

Pero antes de que pueda contestarme ni Inari ni Anubis, oigo a la recién llegada y giro la cabeza bruscamente hacia ella. ¿Cooomo hasss dichooo, Bastet? Aguardo impaciente su respuesta

-Wow, he dicho que estaba en los reinos de Anubis, al asociarlo con la muerte, pero igual el termino se aplica para Hades, y otros dioses del inframundo, por lo que converse con ella se puede sintetizar en investigaciones sobre mi llegada a esos reinos y sobre que ella es una caja de sorpresas solo eso, aunque no dijo mucho, - el pequeño termino de beber su zumo y lo arrojó a la basura en la sección de reciclaje de metal.

-Ahora con lo referente a ustedes ¿Qué cuentan?- el zorro miro con inocencia mediante su único ojo bueno.

¿Estás seguro que no recuerdas nada más, Inari? Es muy importante. Acto seguido me giro hacia Anubis. Perdona si he podido ser un poco brusco, pero creía que te había visto directamente donde quisiera que estuviere. Termino bajando la vista e inclinando levemente la cabeza.

LA vuelta del zorro no le perturbo lo mas minimo, el era un dios distinto a los que conocia y no importaba si vivia o moria, pero ahora que estaba de regreso tal vez podia responder a una pregunta.

-¿NO viste nada, ni tampoco causaste la muerte de ninguna de las otras dos diosas? Fuiste encontrado junto al cadáver de Caillech, si fue así admítelo, puede que eso nos ayude mas adelante.-La lengua sanguinolenta fue tajante y directa, como con sus victimas.

-Yo no tuve nada que ver... no altero el orden y el destino, las almas fallecidas las guardo en mi necrópolis y allí vagan eternamente. No permito que nadie huya. -Anubis respondió ligeramente molesto al ver como Inari resucitaba, hecho que para él no tenía cabida, que debería seguir muerto para no alterar el orden del destino, de los juicios justos... -No es que no me alegre, pero me ciño a mis creencias. Es difícil resucitar del reino de los muertos, me pregunto quien te ayudó, ¿o es usted, pequeño, quien tiene tal poder? El mundo de los muertos es un reino colosal, donde cada entidad tiene su... parcela particular. Inari puede haber caido en la mía, aunque lo más probable es que su mundo particular de los muertos fuera la de su propia religión. Ahí yo no tengo autoridad alguna... siento no poder ayudaros más.

El papel de Anubis es proteger a los muertos, de hecho es en el ser yo mas confío, por ahora.

Kali adopta la forma de una curvilinea muchacha. - Tampoco estoy impresionada ante vuestro poder... Pero puedo decir que me entristece el no tener información de alguien que para mi era clave en esta situación, uno de los asesinados... Además de Atenea que tampoco puede darnos nombres de sus descubrimientos, eso me entristece, me enfurece y me causa sospecha.

-Puedo ser muchas cosas, pero no un asesino ni un traidor, yo tambien estaba muerto, solo que he algo me hizo volver, pero puedo decir que tampoco se mucho de la diosa, solo lo que ella misma ha dicho, que es una caja de sorpresas- el joven chasqueó lso dedos y en su mano había una nueva lata de zumo solo  que ahora de manzana.

Anubis giró su cabeza de chacal hacia la bellísima Atenea, debía reconocer que aunque fuera de una cultura y religión muy distinta a la suya, tenía una simple belleza atrayente. -Gracias señorita Atenea. Como bien ha dicho ella, mi labor es cuidar de los muertos y otorgarles el camino hacia un mundo mejor. 

Me aburro con tanta historia, nada útil, todos hablando del reino de los muertos y nadie da una informacion que aporte nada nuevo sobre las muertes.

Bienvenido Inari, es mentira por mi parte pero queda bonito. Todo lo que puedes decir de tu visita por el reino de los muertos es que Solo has visto a Cailech y nada mas, y de como acabaste muerto podrás aclarar algo mas, seria muy sospechoso volver de los muertos y no saber nada de tu muerte. Miro a Atenea con una sonrisa. Hermanita, Atenea, después de tanto tiempo y de quien mas te fías es de Anubis y te olvidas de tu amado hermano. Se me parte el corazón. La ironía se apodera de Ares con las palabras a Atenea. Fruto quizás de tanta perdida de tiempo o una combinación de motivos.

Ahora sólo espero que no olvidéis las palabras de Dioniso antes de la resurrección de Inari... - comenta la serpiente emplumada.

-¿Que quieres decir Quetzalcoatl, con tus palabras sobre Dionisio? -Anubis se apartó ligeramente de Atenea para unirse al dragón de mar, donde escucharía sus palabras, posiblemente, por primera vez.

Dioniso dijo algo ante la resurrección? Dice kali dandose la vuelta para mirar a la serpiente voladora.