-A menos que sea ajusticiado en público me temo que no me podré librar de él.
Necesito que vuelvas a explicármelo: si muere, sea quién sea quién le mate, ¿morirás con él? Frunzo ligeramente mis cejas.
- Si no es ajusticiado por decisión popular, sí.
-¿Y por qué no intentar incriminarlo?, ha lanzado flechas a ciegas todo el tiempo, acusando porque sí... desde que aparecieron los cadáveres, con mis palabras le he dejado en evidencia y no ha dicho nada coherente tras ellas...podríamos aprovecharnos de eso y señalarlo para que sea ajusticiado hoy mismo-
Cuando digo hoy mismo... bueno vamos, hasta el jueves XD
-El hechizo que ha conjurado sobre mí es de servidumbre, y eso me impide atacarle ni siquiera aunque sea con palabras.
Tú no, pero el resto si... No estás solo en esto Hypnos y creo que sería útil liberarte de esa atadura, no nos conviene...
Y ahora es cuando yo suelto la bomba. Ignorando el anacronismo, me echo el pelo para atrás. Me temo que si Ares muere, yo también lo haré (lo matemos nosotros o lo mate la gente). No os pido que lo protejáis, simplemente no lancéis a la gente contra él.
Maldición... ¿Algo más que debamos saber?...
No... Creo que no. Me encojo de hombros. Por el momento, Ares confía en nosotros, Hypnos. Podríamos usarlo en contra del resto. Solo hay que mantenerse prudentes cerca de él y... Y no tendremos ningún problema, ¿no creéis?
Suspiro pesádamente.
-Eris, a eso me refería antes cuando te hablaba de Ares.
Lo sé, pero... Sonrío suavemente. A veces es mejor que te lo cuente esa persona que mostrar toda tu mano, así te aseguras de no tirarte por el acantilado cuando las olas se recogen. O esperar al momento oportuno, ¿dónde estaba el impacto, el dramatismo, si lo hubiese respondido a la primera? Lo que solo me deja una pregunta que no he hecho: ¿cómo lo supiste, Hypnos? ¿Te lo contó Ares? ¿Puedes ver... más allá?
La inocencia, qué gran virtud, ¿no creéis? Lástima que algunos carezcamos de ella. Lamentablemente para mi, no solo tengo que jugar al doble juego que jugáis vosotros, sino que tengo la oportunidad de jugar en un tercer campo. Al igual que te he preguntado a ti, Hypnos, le he preguntado a él. Lo único que él aún no ha tenido la decencia de responder.
-Permíteme guardar mis cartas cuando todavía tengo una escalera de color en mi haber.
Sonrío, mostrando demasiado mis dientes. Me gusta tu juego, Hypnos. Solo espero poder ver esa escalera de color antes de morir.
-Tranquila, es evidente que si cualquiera de nosotros cae no va dejarse caer solo.
- Es evidente que no es buena idea matar a Ares... Todavía- Por otro lado, poca gente confía en él, así que tampoco sería un controlador de masas en potencia. Como mucho un extorsionador amateur. Y en serio, ¿no os apetece probar el poder del océano?
Con respecto a las muertes que no podemos adjudicarnos, es hora de pensar en otro grupo de asesinos. Es decir,, que corremos más peligro del que pensábamos al principio.
Siempre he pensado en la posibilidad de que existan más dioses que busque el poder, pero no señalaría su existencia irrevocable sin esperar. Quiero decir... Chasqueo la lengua. A lo mejor sus muertes no están relacionadas con lo que veníamos a buscar. Quizá fue una venganza o un accidente. No hay que descartar a nada ni a nadie.
-Quizás tan solo tratan de cazar al cazador.
-El hijo pródigo ha vuelto de entre los muertos...-
Volver de entre los muertos nunca ha sido buena señal. Caerá pronto, no os preocupéis.
Artemis, parece que nos han descubierto demasiado pronto. Solo quedamos tú y yo... juguemos bien nuestras cartas.