Partida Rol por web

Las lagrimas empiezan a asomar por el rostro de Fray Anselmo, el pobre hermano Jorge estaba colgado de la cruz, como nuestro hermano San Pedro miles de años antes en el coliseo romano. Fray Anselmo esta muy triste, y en sus labios comienzan a salir lagrimas, sin soltar dolorosos gemidos, se sienta en uno de los bancos de la iglesia, y observa como bajan el cadaver de aquel santo hombre. No tiene fuerzas para hacer ni decir nada, y el mundo se le viene mas abajo todavia si cabe cuando ve al pobre hermano savatore, colgando de la campana...por la mente se le pasa la imagen cuando aquel buen hombre le acompaño hasta su celda de recogimiento. A pesar del dolor, la fe de Anselmo no ceso. Y pidio a dios entre lagrimas que acogiese a estos dos santos hombres en el cielo.

Resquiescant in pacem...Amen...dijo en un murmullo y siguio llorando...

Afligido, miro para arriba y murmuro con los brazos abiertos:

-Oh, Señor.. ¿por qué permitiste que pasara esto?... Espero que los tengas en tu gloria

Tras quedarme inmovilizado cerrando los ojos con fuerza durante un instante y rezando por sus almas, consigo reunir fuerzas para dirigirme a colaborar en lo que pueda para bajar a los hermanos Jorge y Salvatore.

Al oir la reacción del Hermano David, levanto la vista del suelo y me levanto todo lo rápido que me permiten mis cansadas piernas, me santiguo y salgo apresuradamente de la iglesia.

Cuando vuelvo a entrar, llevo un oar de sabanas que acabo de coger - tomad hermanos, ya que mi cuerpo no me permite la clase de esfuerzos fñisicos que vos estais haciendo, al menos he traido algo para cubrir los cuerpos de nuestros hermanos - digo sin parar de santiguarme

Yo tambien os ayudare, es lo menos que puedo hacer.

Hace apenas una semana de la llegada del novicio Adso al monasterio que le dio apellido...
... Y la sucesión de desagradables sucesos ha oscurecido lo que para él era un feliz retorno al monasterio de la comarca que le vió nacer...
Con apenas 18 años, el pobre joven, angelical e inexperto novicio se encuentra terrorificamente conmocionado por los acontecimientos acaecidos recientemente...
Tras el sacrificio de la supuesta bruja y toda la sarta de improperios emitida por esa boca del diablo, Adso siguió a la comitiva de monjes al monasterio. Una vez cerradas las puertas, se sintió menos nervioso, estar en la casa del señor y el amparo y amabilidad del resto de hermanos le causaba paz y tranquilidad. Se limitó a hacer sus tareas, a seguir a los mas ancianos para ayudarles, todo en absoluto silencio...
Sin embargo al retirarse a su celda, el temor volvió, no pudiendo apenas pernoctar, y pensó y recordó continuamente los gritos de la bruja, y la maldición emitida...
Ni siquiera el agradable frescor de la mañana pudo suavizar ese terror, y todos sus temores se vieron reflejados al observar tal esperpentica visión al entrar en la iglesia. No pudo evitar desviar la mirada, e incluso salir de la iglesia y vomitar...
No puede ser... la bruja nos ha maldecido!!!, piensa mientras se recupera lentamente del shock y mientras el resto de monjes descuelgan a los pobre hermanos Jorge y Salvatore...
Apostado en la puerta de la iglesia, practicamente inmovilizado por el terror, observa toda la escena, viendose incapaz de ayudar...

  Fray alberto intentando mantener la compostura se alza y mirando a sus hermanos.

  -Hermanos me temo que e maligno esta entre nosotros, propongo formar un tribunal inquisiorial para poder localizarlo y expulsarlo de estas sagradas tierras. Creo que la discusión si un bruja puede o no maldecir a unos buenos y temerosos hijos de dios ya no tiene lugar...

Fray Küfer que se habia mantenido al margen evitando el tener que hacercarse para ver la triste muerte de ambos hermanos, se mantenia sentado en uno de los bancos de la entrada, rezando a su rosario por las almas de los caidos, solo cuando Fray Alberto pronuncio las palabras:

Cita:

Se levanto temeroso de su asiento.
-¿Pero como saber quien a sido el brazo ejecutor del maligno? Yo no sabria... ¿En verdad es uno de nosotros, ¿Eso piensan?

  Fray guillermo se repone como buenamente puede y añade.

  - Quien haya sido debe estar todavia en la abadia, las puertas están cerradas y puedo dar fe que no han sido abiertas en toda la noche. Lo hubiese oido, sea lo que sea que ha hecho esto debe seguir con nosotros... O ser uno de nosotros...

    Hermanos! Creo que a partir de ahora deberíamos andar por parejas, no creo que sea bueno que nadie ande solo por la abadia...pensadlo bien, así pues, si a alguien le ocurriera algo el acompañante podría dar fe de lo ocurrido al resto...De ese modo, nos sentiremos algo más seguros. Mi preocupación se hace patente en el sudor frío de mi rostro y el temblor de mis piernas, algo así no podía volver a suceder!

Los monjes se acercaron al campanario y bajaron el cadaver del hermano Salvatore sin ninguna dificultad, gracias a todos los que fueron a descolgarlo la tarea se falicitó enormemente. Lo dejaron al lado del cuerpo del fray Jorge. Luego, David se acercó donde el hermano Celestino y tomó las sábanas, -Con permiso, hermano.-. Las llevó donde yacían los pobres difuntos y tapó el cuerpo de Salvatore, después le ofreció un par al hermano Mateo, -Hermano, si usted me hace el favor de cubrir al hermano Jorge...-. En seguida de haberselas entregado, se paró y escuchó a los otros monjes, -Pero, hermanos... No creen que fue uno de nosotros, los fieles seguidores de Dios, ¿no?-. A él, por lo menos, la idea le parecía descabellada, todos creían en todos, ¿por qué irían a desconfiar?

Es cierto, Fray David, parece increíble, pero más increíble aún me parecería que el espíritu de la bruja esa hubiera hecho esta atrocidad. Esto parece a todas luces obra de manos humanas, y por ello no me queda más que pensar que el diablo maldito ha penetrado en esta santa abadía, y que deberá ser nuestra misión el encontrarlo y expulsarlo de nuevo de este lugar.
Sin embargo, antes que nada, creo que es nuestro deber dar cristiana sepultura a nuestros caros hermanos y rezar una misa por sus almas.

  Con los cuerpos de vuestros hermanos Jorge y Salvatore, ya descolgados y amortajados, es el momento de darles una digna sepltura y decidir que vais a hacer. El dia va avanzando imparable y pronto volverá a caer la noche...

Tomo las mantras que me ofrece David...Gracias hermano... Cubro el cuerpo del Padre JOrge, y luego con el cuerpo en brazos me dirijo al resto de los hermanos alli presentes...  El Tribunal, y la busqueda del culpable deben esperar... Dios nos protegera a aquellos que confiamos en el, y nos ayudara a encontrar a los culpables... Pero lo importante ahora es darle una sepultura a los dos hermanos muertos... 

Es cierto que debemos dar sepultura a nuestros hermanos, pero no por eso no debemos buscar al responsable o los responsables dentro de nosotros, si como dicen las puertas de la abadia no se han abierto , aquel que cometio estos actos ,estas aberraciones deben estar aca, me parece muy dificil pensar que solo uno de nosotros es el culpable, subir al hermano hasta el ampanario no parece tarea de uno, si ahora necesitamos a 3 para bajarlo

Que Dios nos libre-dice persinandose, las fuerzas le iban avandonando, estaba aterrado y haber hablado de esa manera ocupo gran parte de su energia

   Teneis razón hermano de la Vera, debe haber más de un culpable en la abadía, pero ya se sabe que el diablo puede manifestarse al igual que dios de cualquir forma...Ahora debemos orar por nuestros hermanos, y al término deberíamos reunirnos y decidir ´qué hacer...

   Tras unos segundos, empiezo a orar por las almas de los desaparecidos, y por la mia propia, por no acabar como ellos...

-Yo le ayudare hermano Mateo.-Dijo acercandose a los cuerpos para transportalos y dar sepultura.

-¿Mas de uno dicen? Tal vez eso es lo que el maligno desea que pensemos, aunque no comprendo como podria hacer tal cosa unicamente una persona... no se ve polea alguna para izarlos.- Dijo mientras ayudaba a mover los cuerpos de sus pobres hermanos.

-¿Y que piensan de las palabras de Alberto? Es justo justiciar a alguien, si ¿Ni siquiera sabemos si es uno o varios?

No pronuncion palabra mientras llevamos a cabo lo ritos para darle al los hermanos jorge y Salvatore cristiana sepultura... Luego de mis oraciones, respiro onod... Lo que pase a continuacion sera sin duda dificil, pues por delante queda mucho... Hay alguien entre los hermanos que ha sucumbido a la tentacion de satan, y a caido bajo su influencia, y era deber de todos los que aun quedaban vivos en la abadia encontrar a los culpables...

Es cierto que no sabemos cuantos pueden ser y que no contamos con suficientes pistas, pero debemos copnfiar en dios... LAs ultimas palabras del hermano jorge se referian justamente a que solo creyendo en dios podiamos proteger nuestras almas... Estoy seguro de que el ahora descansa en paz, junto nuestro Dios, pero entre nosostros hay quienes le dieron la espalda, por ser debiles de fe, y es a esas personas a las que debemos hallar, pues la abadia debe quedar libre de la influencia del maligno una vez mas...

Yo tambien creo, queridos hermanos, que esto es obra de mas de uno - digo en un tono grave, mientras recojo con esfuerzo los restos de las sabanas que han hecho de mortaja de los dos hermanos - de todos modos creo que lo mas importante ahora mismo es darle cristiana sepultura a los cuerpos de estos dos inocenes ...

Miro a los cadáveres de los dos hermanos, me santiguo y salgo de la sala mientras digo - voy a buscar mis cosas para realizar este acto, si ninguno tiene inconveniente, al ser yo el más anciano de la congregación - bajo la cabeza triste - ya que no les puedo ayudar con mis manos, me gustaria oficiar a mi el funeral.

   Fray alberto observa la escena, todavia un poco impactado por todo lo ocurrido en el dia de hoy...

   -Hermanos oremos pues por el alma de nuestros amigos, luego veremos como podemos localizar al causante. Esperemos que el señor pueda guiar nuestro juicio y pronto solventemos esta situación.

Teneis razon hermanos, no debemos dejar que la ira nos ciegue hasta que no demos cristiana sepultura a nuestros hermanos.  Luego buscaremos a los culpables y les daremos el castigo que se merecen.- en su rostro aun se puede observar la preocupacion y elmiedo que sintio al ver los cadaveres