Beh, immagino che faresti meglio ad avere aiuto. Essere d'accordo.
Si les va bien, puedo ocuparme del mantenimiento de la sua maquina e tutto sus enviados.
Luigi comprendió que no podía negarse. La oferta era buena. No se les estaba regalando nada que no fuera la oportunidad. Oportunidad que otros no iban a tener. Con ella debían de demostrar su valía y compromiso, y aunque era un juego peligroso, Luigi sabía que quien no arriesga no gana.
Si todo aquello servía para que sus 2 hermanos pudieran tener mejor vida, y que su madre pudiera vivir mas desahogada, valía la pena. Total, el peligro ya había llamado a su puerta desde que aceptó ayudar a Roberto Massería.
Don Giuseppe, si está pensando en adquirir un nuevo auto, le aconsejo el recién aparecido Cadillac LaSalle 303, es un lujo de coche, fiable, buen motor, robusto. Elegante para alguien de su posición.
El modelo La Salle Serie 303 (1927) fue el primer auto americano disponible comercialmente que diseñó un estilista y marcó el inicio de la reputación de Cadillac como un vehículo de diseño superior, futurista e innovador. La Salle era diferente, el radiador estrecho y la sección delantera muy fina, daba la imagen de un auto más refinado que los corpulentos carros americanos de la época.
Mirando alternativamente al Don y a Luigi, Salvatore asentía repetidamente, satisfecho e impaciente. Ardía en deseos de saber lo que Masseria tenía pensado para ellos.
Filippo sonrió cuando Bacoli habló del LaSalle. Había oído hablar de esos trastos, pero no había visto ninguno. En cualquier caso, sintió que debía decir algo.
-Señor, trabajo como aprendiz de carnicero y repartidor en la carnicería de Andretti y sé conducir, así que el trabajo no será problema.
Se lo pensó dos veces antes de decir lo siguiente.
-De hecho, es posible que pueda compaginar ambos trabajos. Si habla con Andretti estoy seguro que estará de acuerdo.
Obviamente, lo que le insinuaba es que quizá pudiera utilizar el negocio de Andretti como tapadera para esos "recadillos".
Enzo asintió visiblemente cuando Don Giuseppe dijo
…piano, piano…
Reclinado, observaba con detenimiento los detalles del traje del siciliano, menos lujoso de lo que esperaba pero con un reloj de mano que valía tanto como la tienda de Andretti. Y el de Charlie, mejor, elegante, el tiro moderno y la tela mucho más cara. Corbata fina de seda, gemelos en X… bhaaa eco, eco…
…reaccionó al oír como ofrecían al Capo el negocio de Bacoli como el taller para toda la familia Masseria en Nueva York ¡ja! no pudo menos que apoyar el codo en el reposadero derecho de su silla y mirar a la izquierda. La cara de incomprensión duró un segundo. Cuando el chaval continuó… Enzo ya se reclinaba mordiendo el labio inferior. La mirada del cafe a Charlie, al Don. Sonreía mientras negaba levemente con la cabeza. No saben con quien hablan.
-Bene. Charlie se encargará de los detalles. - El Don se puso en pie y se despidió de ellos.
Rehusó los ofrecimientos de los negocios mencionados con la cortesía propia de un siciliano. Aunque, quien conociera la manera de proceder de las mentes como la de Joe Masseria sabía perfectamente que si estuviera interesado en alguno de los negocios a la larga terminarían siendo de su propiedad. Muchos hombres de buena fe habían intentado hacer negocios con la mafia y habían terminado arruinados y llenos de deudas, por lo que era mejor que los tipos como Masseria no posaran sus afiladas garras en ellos.
Lamento la tardanza, estos días estuve liado a tope.
-Mi despacho está aquí. - Dijo Charlie sin dilación en cuanto el Boss se fue de la mesa. -Cuando os necesite mandaré a uno de los chicos a llamaros. Las reuniones en persona, nada de teléfonos. Se os pagará al concluir el trabajo y solo si lo hacéis bien. ¿Capisci?
Los ojos entornados de Charlie Luciano se pasearon de manera que cruzó miradas con los cuatro.
-Sed buenos chicos y podréis llegar a ser alguien en este mundo.
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Cambiamos de escena.