Partida Rol por web

Con los dos cazas destruidos, la tranquilidad aparece por primera vez en la nave durante escasos segundos, antes de que de nuevo las alarmas suenen por toda la nave. La nueva oleada parecía más numerosa que la anterior, 6 cazas en dos grupos de tres se acercaban a todo lo que sus motores permitían. Lowhhrick y Oskara apuntan esperando a que lleguen al alcance de sus armas, mientras Pash y 41-Vex casi no tienen tiempo ni para respirar o procesar.

Es en ese instante cuando un indicador verde se enciende en el panel de mando. En un momento y con una pasmosa velocidad Pash traza un rumbo de salto válido y justo cuando comenzáis a escuchar el sonido de los disparos de las naves enemigas veis como por las ventanas de la nave el universo comienza a plegarse e iluminarse...

Oskara quitó los cascos, y se bajó del puesto de artilleria, para salir corriendo al pasillo. Allí se encontró y abrazó con Lowhhrick: -Bravo peludo, lo hemos conseguido, no me lo puedo creer, vayamos a junto de los demás.

Corriendo con la respiración alterada por la emoción, llegó a donde estaban Pash y Vex: -Chicos que alegría, lo hicimos, dejamos atrás Mos Shuuta, y es más de lo que muchos pueden decir. Enhorabuena a todos. Ha sido impresionante, una hazaña para contar en las tabernas.

Se sentó en la cabina para relajarse. - Vex te debo una bolsa de piruletas ¿verdad?.-dijo con una enorme sonrisa.

-Una última cosa, antes de poder echar una cabezada, ahora que vamos a hacer...

Lowhrick aplasta se abraza a Oskara y entra riendo en la cabina.

- AURRGHHHHHH!!!! [Gozar de la libertad] - contesta mirando a Oshkara - RGGGGHHHHHHH [Saber que mañana no tengo que luchar otra vez por mi vida en la arena.] - mientras mira de reojo a Vex con cara de esperar una piruleta.

Algo más calmado añade:

- ROUUUURRRGGG AHHHRRRRR!!! [Creo que para mi es hora de volver a ver mi familia]

Todos celebran haber saltado al Hiperespacio y, con ello, haber escapado de la segunda oleada de cazas y de la vida de ese planeta desierto. Va a necesitar reparaciones; el viaje es largo y habrá tiempo para ello. Sin embargo, 41-Vex sigue concentrado en la consola.

Repentinamente palmea con su mano de metal la consola.

- ¡La encontré! - dice triunfante -. ¡Tiene que ser ésta!. ¡La tecla "Enter"!.