Partida Rol por web

Klee profirió una maldición en su lengua metálica que sonó casi al entrechocar de dos llaves de tubo. Pero no solo era una maldición o un exabrupto. Había también una risa solapada allí adentro, en ese sonido que solo un rodiano podría haber interpretado.

—No tan deprisa, cara puerco... —aclaró ya de forma más inteligible para cuántos se encontraban a corta distancia. 

El blaster del piloto abrió fuego casi a quemarropa sobre el cuerpo del orondo contendiente sin ningún tipo de misericordia. Deseaba dejarlo seco antes de que pudiera arrearle un buen porrazo.

Golpear a un woockiee no era una idea muy buena, ni siquiera aunque fueses un gamorreano hecho de puro músculo verde. Fayynchawlienga cambió de arma, dejó el báster a un lado y llevó la mano a sus nudilleras metálicas, apuntó al mentón del gamorreano y le colocó un directo en la mandíbula que lo dejó completamente fuera de sentido. Uno de los prominentes colmillos de aquel ser salió volando por la cantina y el suelo retumbó al recibir el cuerpo inconsciente del esbirro de Teemo. Kallia'star volvió a disparar desde el escenario e impactó al gamorreano que se encontraba junto al droide. El disparo fue certero aunque no tan letal como el anterior.

Coldo, que se había topado con uno de los gamorreanos de bruces y había recibido e impacto de un doloroso ataque, se movió para ganar algo de espacio y le propinó un duro puñetazo a la mandíbula que mandó directamente al suelo a su rival con un chasquido de su mandíbula rota. Había sido un golpe tan duro como el de la woockiee, solo que Coldo sintió inmediatamente en el dolor de su mano que golpear una cabeza tan dura como aquella no había sido buena idea. Afortunadamente no se había roto nada, pero el dolor le duraría un rato.

Entre tanto, Kaled retrocedió lo justo para poder disparar al gamorreano que lo acosaba, el disparo fue efectivo, pero no logró eliminar al gamorreano que se lanzó nuevamente sobre él con otro porrazo. Eso pareció darle moral al gamorreano que luchaba contra UK-47, el droide quedó perplejo ante los movimientos de su rival y eso le sacó del combate y distrajo su mente cibernética durante unos instantes, en los que para colmo se llevó un duro golpe que debió dañarle algún circuito interno. 

Cerca de las mesas de los reservados Klee disparaba de nuevo al gamorreano que se le venía encima, pero en esta ocasión su puntería no fue tan buena como anteriormente, aunque era comprensible ante la cercanía de aquella masa de músculos porcinos. El disparo golpeó en el techo e hizo añicos una de las lámparas de la cantina. Klee se preparó para lo inevitable, contrayendo su cuerpo para intentar evitar el golpe o recibirlo de la mejor manera posible. Lo cual fue una maniobra acertada, porque logró contener el ataque de aquel gorrino. 

Kaled dio un paso hacia atrás de nuevo y volvió a disparar al gamorreano con éxito.

Sabía que estaba muy débil, a punto de caer y la situación en la cantina no era la más optimista. ¿Ese sería su final? Esperaba que no. Había navegado toda su vida en aguas turbulentas y en aquella ocasión saldría también de ahí vivo.

—¡Ayudadme! ¡Por favor! —pidió a sus compañeros haciendo gestos, mirando hacia donde estaba el wookie y también Coldo. Pero entonces vio que el gamorreano había caído por sus disparos y sonrió con satisfacción.

Entonces echó un vistazo alrededor para hacerse una idea de la situación.

—¡Eh!—le gritó al rodiano.—¡A tu derecha!—le indicó para ayudarle.

¿Los gamorreanos llevaban implantes cibernéticos o UK-47 se había descuidado mucho en la pelea cuerpo a cuerpo? Sin duda les estaban dando una paliza increíble. Y eso que sólo eran seis, si hubiera intentado entrometerse en la guarida del Hutt le hubiera salido todo un ejército que le habría despiezado de manera literal.

Y allí estaba UK-47, delante de un porcino que le arreaba con su porra y que por cierto tenía una puntería endiabladamente certera. En otras circunstancias, habría sido UK-47 el que le estaría golpeando pero igual sus circuitos se habían vuelto obsoletos para que aquella bestia parda le estuviera dando semejante correctivo.

Por cuestiones que no sabría explicar, el último golpe le afectó al circuito de comunicaciones con lo que, lo que pensaba y lo que comunicaba se empezó a mezclar - sí, sí, disfruta porque... cuchillo cortar ya. Brazo levantar 3/4. Rebanar cuello.

Klee se libró del porrazo del gamorreano de pura chiripa y, aún así, seguía convencido de su ventaja sobre este. Demonios... mientras que el piloto blandía un elegante blaster, el guardaespaldas llevaba una tosca (aunque potencialmente letal) porra. Si con eso no era capaz de encargarse de él probablemente merecía un buen golpe en la cabeza. Y así, con estas tribulaciones en la cabeza, por un instante perdió el control de la situación y, insisto, de pura chiripa consiguió moverse a tiempo para no ser aplastado por aquel pedazo de madera y, probablemente, metal. Y todo gracias a aquel tipo que se había unido a la lucha y la carrera previa contra los secuaces de Teemo. Sin duda su grito y su advertencia le ayudó a volver a tomar conciencia de dónde se encontraba y dl peligro inminente que corría. Otra cosa, es que el piloto llegase a reconocer jamás que esa ayuda había servido o siquiera existido.

Con un movimiento ágil, el rodiano se alejó un par de pasos de su oponente hacia la zona de las mesas. Quizá con un poco de espacio consiguiese acertarle de lleno a ese cara puerco.

Mientras el resto del grupo se enfrentaba a los gamorreanos en combate cuerpo a cuerpo, no dejó su escondite detrás del escenario. Tenía una visión privilegiada de todo el local y le dejaba fuera de la acción directa. Había uno de los gamorreanos que estaba a tiro en el centro del local.

Apuntó su arma de nuevo, esperando tener la misma habilidad que había demostrado anteriormente. Con un poco de suerte saldrían de allí de una pieza. Organizando un revuelo, eso sí, pero enteros.

Tras el golpe que dejo al gamorreano al suelo, y a su mano al infierno, Coldo sacudió la dolorida extremidad, ese tipo de golpes eran más fáciles contra humanos, el se encontraba en una situación sin enemigos, mejor ayudar a otro para tener ventaja, de frente observo al droide, seguramente su ayuda sería muy valiosa, al fin y al cabo ningún droide se cansaba o sentía dolor.

Con valentía se lanzo contra el gamorreano, esperando que estuviera lo bastante distraído como para no darse cuenta de lo que se le acercaba. 

Fay acudió a la llamada de auxilio de Kaled. Aunque ya no tenía gamorreanos encima, no era tonta. Aquel grupo estaba en una situación parecida a la suya y eran más útiles vivos que muertos, especialmente si quería librarse del acoso de un hutt.

Salió de un salto de la barra y cargó contra el gamorreano para propinarle un directo a la mandíbula con sus nudilleras. Por desgracia, su adversario se percató a tiempo y logró esquivarla. Por suerte, aunque su puñetazo no dio en el blanco, logró desequilibrarle.

Kaled disparó a la desesperada contra el gamorreano mientras se alejaba de él lo máximo que podía, la woockiee se acercó a ayudarle, pero el disparo del hombre había sido certero y el gamorreano se desplomaba en el suelo con una fea herida en el pecho. También Klee lograba librarse de su oponente con una maniobra parecida, echándose hacia atrás rápidamente para ganar distancia y, tras dispararle con la precisión de un cirujano, aquella masa de músculo verde se desplomaba en el suelo de la cantina para alivio del rodiano. 

El último gamorreano en pie era el que se enfrentaba a Uk-47, pero el droide falló su golpe. El gamorreano alzó su porra para atizar al droide pero de pronto se escuchó un chasquido y el gamorreano miró su arma sorprendido, la mitad de la porra haba desaparecido por el impacto de un bláster. Kallia'star había disparado desde el escenario y aunque no logró herirle, le había desarmado. El gamorreano todavía no había cambiado su cara de perplejidad y sorpresa cuando Coldo le atizó un golpe por la espalda que le dejó algo desorientado, pero que todavía no había logrado acabar con él. El gamorreano soltó el arma destrozada y se giró hacia Coldo para propinarle un puñetazo que el mecánico logró esquivar con facilidad. 

Ya solo quedaba un gamorreano. Fay supo que había hecho bien en confiar en que aquellos extraños supieran defenderse, pero todavía era demasiado pronto para cantar victoria.

Como una exhalación, se lanzó contra el último de los asaltantes que quedaba en pie. Por desgracia, y pese a estar rodeado, solo logró enzarzarse con el gamorreano sin llegar a conectar ningún golpe.

Agradeció con un gesto la intervención del wookie y no dudó en apuntar y disparar al gamorreano que quedaba. No había tiempo para mucho más, ya tendrían la oportunidad de conocerse más adelante.

Ya sólo quedaba uno enemigo, y mejor acabar con él rápido antes de que llegara mas gente, Mos Shuuta no era el lugar mas famoso del mundo, pero si esos tipos no andaban solos...

Con presteza le arreó otro mamporro al porcino.

Desde dónde se encontraba, Klee pudo ver como los tipos que corrían junto a él, se arremolinaban en torno al gamorreano que empezaba a poner cara de beicon. Para más inri, en un movimiento de extrema comicidad la porra de este se rompió dejándolo aún más indefenso ante la maravillosamente brutal wookie, el humano y el droide. Ya casi se podía oler el aroma a cerne porcina a la barbacoa... tanto así, que el piloto a punto estuvo de dejarlo correr y permitir que aquellos fueran quienes se encargaran del malhadado esbirro de Teemo. Pero no. El ego del rodiano se interpuso y le hico alzar el brazo y apuntar con cautela a fin de eliminar al objetivo de un solo tiro. Limpia y eficazmente.

Probablemente debido a que el voluminoso cuerpo porcino de su presa estaba circundado por los tres contendientes, el haz rojizo del blaster pasó de largo sin herir a nadie. Klee podía haber visto que casi "peinó" al marrano, pero sin propiciarle ninguna herida.

—Oh, vamos... —maldijo.

Solo uno quedaba del grupo. No saldría de allí con vida ya que todos habían puesto el ojo y sus armas en él. Un último disparo para acabar con el cerdo.

Así aprendería Teemo a que no siempre se saldría con la suya. El siguiente, él.

El final de aquella pelea se precipitó de manera considerable cuando la woockie saltó sobre el gamorreano para atizarle un puñetazo sin mucho éxito, Kaled disparó al bulto fallando por poco y Klee también erró el disparo, que pasó sobre la cabeza porcina del gamorreano. Coldo le propinó un buen puñetazo que lo lanzó justo hacia donde iba el disparo de Kallia'star, que terminó por freír aquel pedazo de carne verde. 

Cuando el gamorreano cayó al suelo levantando el polvo que había sobre las baldosas que le rodeaban, la cantina se quedó en silencio unos instantes, como esperando un nuevo disparo o cualquier otro acto de violencia. Fue el par de segundos más largos que se recordaban en Mos Shuuta desde hacia mucho tiempo, pero finalmente terminaron cuando un hombre bajito salió de la mesa bajo la que se había escondido corriendo por la puerta, temiendo que le pegasen un tiro por la espalda. Otros de los clientes todavía permanecieron en sus escondrijos, temerosos de que aquello no hubiese terminado todavía. Un aplauso lento y carente de entusiasmo rompió el silencio que reinaba de nuevo en la cantina, era el camarero devaroniano que se acercaba al grupo esbozando una sonrisa forzada. 

—Supongo que estáis buscando el modo de largaros de este planeta lo antes posible. Después de cargaros a los gamorreanos de Teemo el Hutt más os valdría. La buena noticia es que sé de buena tinta que en estos momentos hay un carguero atracado en el muelle Aurek. La mala notica es que su capitán, Trex, es socio del Hutt y no os dejará subir a bordo de su nave por las buenas. La otra mala noticia es que la razón por la que sé que aún sigue en el muelle es que se le ha averiado el módulo de arranque del reactor de hipermateria, y no podrá despegar hasta que tenga un nuevo. Seguro que Vorn, el chatarrero, tiene alguno en el desguace. Y ahora —les dijo señalando hacia la puerta—, fuera de mi cantina.

Sus tiros habían sido bastante certeros y estaba contento con ello. No podría sobrevivir en aquel planeta olvidado si no era hábil con el blaster. Salió de su escondite mirando como había quedado la taberna y miró con desdén al propietario cuando los echó de allí.

Vorn has dicho, ¿no? Gracias por la información.

Mira a los gamorreanos muertos esparcidos por el suelo, lo que quedaba de alguno de ellos al menos

Siento el destrozo. Ya encontraremos al chatarrero nosotros. Sólo espero que no vengan más gamorreanos tras nosotros. Eso significará que alguien les ha dicho donde estamos.

Había sonado a amenaza y eso es lo que pretendía. No se iba a arriesgar a tener que enfrentarse a más de esos cara-gorrinos en espacio abierto. Salió del local, esquivando los restos de gamorreano y demás destrozos que había esparcidos por el suelo, suponiendo que el resto vendría detrás. Todos estaban en la misma situación y convendría que colaboraran al menos temporalmente en ese asunto. Cómo entarían cinco extraños por sólo un módulo de arranque ya sería otra cosa de la que preocuparse después.

Fayynchawlienga le gruñó al devaroniano a modo de despedida y agradecimiento. Chatarrero y nave, mejor imposible. Mientras hubiese una mínima opción de huir de aquella bola de polvo, se aferraría a cualquier clavo ardiendo.

Antes de salir de la cantina, respiró hondo mientras echaba un último vistazo a los inconscientes gamorreanos. No era la primera vez que colaboraba con desconocidos, pero aquella vida le había enseñado a no fiarse de nadie. Por suerte, existen pocas personas en la galaxia que se atreverían a enfadar a un wookie.

—¿Arrrh, grrrrrn, arrrr?* —preguntó al grupo de fugitivos.

Coldo se froto la dolorida mano tras la pelea, se le daba mejor cacharrear que dar golpes, pero ahora como había dicho el devaroiano, era mejor salir a toda velocidad  del planeta antes de que teemo viniera a por nosotros.

- Mucha información de una avería tan específica, pero no será ningún problema arreglarlo si me pongo a ello, pero primero hay que encontrar el módulo de arranque, si eso nos quedamos en tierra.

Su cabeza ya le daba vueltas a todo lo que tendría que ajustar para es avería, aunque primero tendría que saber que modelo de carguero era, cada uno tenía sus propios problemas, ya empezaba a desarrollar un árbol de opciones que como no se pusieran en movimiento rápido, continuaría creciendo hasta el infinito.

Pero lo que lo saco de su mundo fue que el droide se pusiera en su campo de visión, la verdad es que le habían golpeado de lo lindo, con premura sacó sus herramientas y se puso manos a la obra.

- Un segundo, creo que este cable puedo colocarlo, recolocar esta placa... ¿Siempre has tenido este circuito aquí? Da igual así esta mejor.

Noto un pequeño cortocircuito dentro de mi CPU.

¡Ey, que necesito eso! Maldito trozo de carne...

Al parecer Uk-47 estaba arreglado pero su mal genio seguía igual que siempre.

Coldo tuvo que lidiar con UK-47 para poder solucionar el problema que le había causado el porrazo del gamorreano, el droide no paraba quieto y su programación mostraba un mal genio incomparable. Finalmente, logró reparar la avería que presentaba en el módulo frontal, pero no fue el mejor de los arreglos que Coldo hubiera hecho en su vida. Al menos funcionaría por un tiempo. Además el devaroniano no les permitió más tiempo en la cantina, y tuvo que actuar rápido.

Una vez fuera, el grupo cruzó por los estrechos callejones de Mos Shuuta para evitar ser vistos por los gamorreanos de Teemo el Hutt, que patrullaban las calles buscándolos. Tal vez se hubieran cargado a seis de ellos tras hacerles la encerrona en la cantina, pero cargarse a todo el batallón de cerdos que tenía aquella babosa a su disposición era una cosa muy diferente. Lo mejor era ser discreto, moverse por calles poco concurridas y dirigirse hacia la chatarrería de Vorn, que por fortuna no estaba muy lejos de allí, conseguir el módulo de arranque y ver después cómo podrían hacerse con la nave de la que les había hablado el camarero para huir del planeta, o al menos dejar atrás Mos Shuuta y alejarse de las garras de Teemo el Hutt. 

La chatarrería era un edificio bajo de argamasa situado junto a un desguace, su fachada era blanca, como la de la mayoría de edificios del planeta, aunque el color se había vuelto amarillento por culpa de la suciedad y la arena. Al entrar, lo primero que les llamó la atención fue un mostrador sepultado bajo montones de piezas de droides y máquinas diversas. Jamás habían visto tal colección de chatarra apilada sobre el mismo lugar. Prácticamente oculto tras el mostrador, se encontraba un humano viejo y encorvado trabajando en una pieza mecánica. Al percatarse de su presencia, levantó la mirada hacia ellos y se volvió hacia una unidad R5 con forma de cubo de basura para echarle la bronca.