Partida Rol por web

El puerto de Sevilla, bullicioso y pintoresco! Peligroso para quienes no están acostumbrados a una vida rápida, muchos oportunistas la acechan. Pero también es un orgullo de la corona española, un orgullo de la corona católica! De sus costas, parten buques y expediciones hacía el nuevo continente! Bravos misioneros que buscan evangelizar a los salvajes americanos y soldados que con honor y bravía defienden su bandera.

Hoy es el día para ti marinero, de comenzar una carrera prometedora y prospera para dicha bandera. La forma en la que accediste a tal honor, fue un accidente o una mera casualidad. Pero lo cierto es que detener a un ladrón es un acto mínimo comparado con lo que deberás hacer de ahora en mas.

Allí estas, frente al navío que puede ser tu primer paso a la gloria. Una pequeña goleta llamada Magdalena.

Por fin llegó el día en que zarparía.El sol brillaba con todo su esplendor, las aves volaban entre los gigantescos mástiles augurándoles un buen futuro.Poco a poco los tripulantes subían toda la mercancia que hiciese falta a la goleta, tanto alimentos como pólvora y utensilios para reparar el barco como para limpiarlo y mantenerlo en perfecto estado.Si, un barco cargaba consigo un gran presupuesto, sin embargo merecía la pena ya que a cambio te otorgaba nuevas tierras descubridas, las cuales poder civilizar, y convertir al catolicismo, ya que luchaban por su patria, por su rey, por su honor y por su Dios.

Había aprendido muchas cosas a lo largo de su estancia en el ejército.Alguna de ellas le habían terminado de formar como hombre, otorgándole madurez, fuerza y responsabilidad.Portaba su uniforme reglamentario, y observaba el horizonte del mar, imaginándose aquellas tierras por descubrir llenas de tesoros y de interminables aventuras.Una tierra que pasaba de ser plana a redonda, y esto significaba que podrían existir nuevas tierras en el otro lado del globo.Presentía que algo grande se acercaba, así pues se ajusta su casco y se encamina al interior de la goleta ayudando también humildemente a llevar alguna mercancia al interior de esta.

-Vamos chicos, ¡buen trabajo!- vitoreó a sus compañeros mientras les ayudaba,