Hacia una semana que llovía sin parar en Port Royal y el de hoy no sería la excepción. El cielo permanecía oscuro y solo se iluminaba cuando un rayo descargaba su ira y distintas ramas se desprendían de el.
Tu como un día cualquiera te encontrabas inmerso en tus labores y tu concentración solo fue interrumpida por unos ligeros golpes en la puerta. Una silueta se encontraba allí pero no permaneció mucho tiempo, deslizo un sobre hacía dentro y luego se marchó.
|Port Royal - "LB&Co. Taxidermistas"|
Todo el entresuelo estaba iluminado únicamente con una lámpara de aceite que pendía sobre mi mesa de trabajo. Las sombras que dibujaban las materias primas de mi trabajo: Desde una colección de picos de águilas a una enorme tortuga marina disecada, pasando por varios cuervos colgando del techo y todo ello aderezado con el reflejo ámbar de los botes de formol de las estanterías. Un ambiente encantador. Las paredes de ladrillo se comenzaban a aproximar a partir del metro de altura, generando varias bóvedas que hacian que cualquier ruido se tornara en una inquietante presencia. Cuando picaron a la puerta, la tormenta no pudo apagar el sonido.
- Ea!. Si quiere que le diseccione un tiburón de dos cabezas, ha venido al sitio adecuado. Ya lo he hecho en mas de una ocasión....- Al ver que la sombra desaparece de la portezuela de entrada, interrumpo mi discurso. Lástima. Era una buena historia.
Me puse en pié dejando la aguja que trataba de enhebrar en mi bandana. Con cuiadado descuelgo la lámpara y me aproximo lentamente a la puerta. La sala era demasiado baja para mi, siéndome sólo posible erguirme completamente cuando no llevaba puesto el sombrero. De la que me acercaba a la puerta volaban algunas plumas mal pegadas de los pájaros y se levantaban los papeles con los procesos de mis últimas disecciones. Hummm... un sobre en mitad de la tormenta. Parece que urge Pienso mientras lo recojo. Retorno a mi mesa de labores, la despejo de elementos innecesarios y abro cuidadosemente el sobre.