Partida Rol por web

Drommbar alzó una ceja cuando oyó la descripción del arma que había hecho Kevan.

- ¿Cómo sabes todo eso? -se sorprendió el enano. Para ser la primera vez que veían ese arma, el humano había averiguado mucho sobre ella.

Pero no dijo nada más. El ya tenía su equipo y lo único que quería era que todo estuviera listo para partir a la búsqueda del tesoro.

Kevan sonrió, con un aire un tanto misterioso.

- Algunos poseemos afinidad con la magia, Drommbar. A veces es dificil de describir, como el uso de las armas para fiero guerrero enano.

Algunos objetos tienen, por así decirlo, un sabor especial. A veces, con cierta práctica y algo de tiempo puedes descubrir sus secretos. Como en casi todo, hay una parte innata y otra de entrenamiento. En la Academia, prácticabamos identificando hechizos y objetos mágicos. Uno no siempre acierta, pero creo que en este caso es un arma excelente y sus propiedades concuerdan con el uso por parte de un guardaespaldas de confianza. Sería interesante repararla, pero es un arma con gran poder ... y todo poder conlleva un riesgo. El portador puede defender a otros, pero a costa de ponerse en peligro.

Ameiko y Sandru, que habían salido por la mañana a comprar las cosas que habiais hablado la noche anterior, llegaron en ese momento. Ya estaba todo listo para el viaje y solo faltaba que os pusierais en marcha. Pero Ameiko os hizo una advertencia.

- ¿Os dais cuenta de que solo llevamos una carga de provisiones?, eso no nos daría casi ni para un día, y el viaje es largo. - Ameiko no entendia porque os habiais empeñado en comprar solo una carga de provisiones y de trade goods. Pero lo habiais decidido entre todos y eso era suficiente para ella.

Debbe seguía contemplando la espada. Aquello que les había deicho Kevan era muy interesante y a la vez muy peligroso. Sin duda alguna un gran arma con una habiliad que debía tener mucho cuidado en saber cuando gastar. La chica estaba pensativa cuando Ameiko y Sandru entraron y en ese momento sonrió para si misma. Sabía perfectamente como la iba a utilizar sí, Desna no lo quisiera, Sandru resultaba herido.

Es un buen arma Kevan, aunque espero que no nos sea necesario utilizar su habilidad

Deb se volvió hacia Ameiko y Sandru cuando los dos entraron juntos por la puerta.

No se... ¿no hay ciudades cerca? De todos modos tambien podemos cazar algo de comer... pero podemos comprar algo mas si lo crees necesario ¿cuantos días de viaje hay hasta el siguiente pueblo?

- Bueno, yo quería llegar directamente hasta Riddleport, que está a unos siete días. Aunque podría pararse en Roderic´s Cove que está a cinco días de distancia.  Estimo que en unos quince o veinte días deberíamos de llegar al destino. - Sandru no parecía muy seguro, puesto que no solía viajar al norte, y era un camino que estaba bastante abandonado, al menos por las caravanas.

Pues compremos algo mas de comida y vayamos ya— dijo Debbe con resolución. Estaba ansiosa por vivir aventuras y demostrar a Sandru lo que era capaz de hacer. Además se preguntaba como era posible que, una tabernera como Ameiko no tuviese una despensa bien nutrida y total, si iba a cerrarla de nada la iba a valer.— Yo terminé anoche todas las compras pero no tardaremos nada en coger algo más para el camino ¿no?

Esta noche le regalaré la botella de Brandy, seguro que le hace ilusión

Kevan sonrió ante el animo que transmitian las palabras de Debbe y Sandru.

- Me pregunto si tendremos alguna sorpresa en el viaje ...

Pues para que no haya sorpresas te pediré un favor, aunque puede esperar a que estemos en camino —respondió Debbe con un tono inexpresivo mirando la hoja de la espada. La joven quería comprobar el poder de la espada, con algo sencillo y poco peligroso: un corte en la muñeca o algo así. Pero desde luego no era una idea para ir proclamandola a gritos. —Si. Podemos resolverlo en cinco minutos en el viaje así no nos retrasaremos más. Bueno Grongar, ¿te ves capaz de arreglar el arma?

Kevan miro intrigado a Debbe.  Y luego sonrió.

Por fin el encanto de los Deverin surte su efecto.

- De acuerdo Debbe. Estaré en mi carro.

Al ver que Ameiko no prestaba atención a aquella espada Grongar asintió. 

-Claro muchacha, trabajaré en ella y haré lo posible por dejartela en buenas condiciones-le sonrió el enano- Bueno parece que ya está todo, a falta de comprar la comida-apartó el plato, ya vacío y encendió la pipa- será mejor que descansemos. Debbe comprendo tus nervios pero aún nos faltan los dos conductores y comprar la mayoría de las cosas* aunque sería bueno haber terminado con los preparativos mañana para no tardar demasiado en salir. Si sigo aquí me gastaré lo que me queda para el viaje en la cerveza de Ameiko-bromeó.

Debbe se removió inquieta. No la gustaban los preparativos. Para ella la idea de prepararse era simplemente salir con un poco de comida y bebida. Pero claro, hasta que no había salido con los enanos y el humano no había hecho "un viaje de verdad" así que tampoco tenía ni mucha idea ni mucho interés por esos rollos de contratos, compra-ventas y demás. Sabía que, tenía mucha labia para vender y podía hacer pasar una piedra coloreada por una gema, pero no la interesaba demasiado el resto de las cosas.

Bueno, bueno...no creo que tardemos mucho. Kevan, si quieres salimos fuera. Como te dije no seran mas de un par de minutos...y la taberna no es lugar para esto. En la calle será mejor

Kevan sonrio como si fuese un gato relamiendose.

- Bueno Debbe, creo que estariamos más cómodos en una habitación, tienes un punto salvaje. Interesante. Y no tenemos prisa.

Kevan se aproximo hacia Debbe, esperando que ella tomase la iniciativa.

Ehhhhhhhhhh Kevann... Creo que te estas equivocando... te iba a pedir que me enseñaras a usar "esta" espada— dijo la chica azorada señalando el viejo arma mientras se alejaba ligeramente del mago poniendo mucho enfasis en la palabra esta mientras al alzar el arma— ya sabes, el hechizo y esas cosas...

Kevan parpadea sorprendido. Y empieza a parlotear algo azorado.

- Err ... si claro, eso había entendido Debbe. Me refería a que estariamos más comodos dentro.

Mira tiene un sortilegio por el cual cualquiera que haya sido tocado por el arma -pasa un dedo por filo, dejando un fino hilo rojo dibujado en el acero- puede ser elegido por el portador. Ese elegido recibiría menos daño de un golpe a cambio de que el portador de la espada sorportase con las heridas. Es un arma poderosa y muy efectiva para un guardaespaldas.

- ¿No podeis hablar de todo eso durante el viaje? -rezongó Drommbar.

El enano pelirrojo estaba ansioso por partir, ya se habían demorado bastante en Sandpoint y aunque el tesoro no iba a escaparse, quería salir cuanto antes.

No salimos porque un par enanos no dejan de beber cerverza como unic desayuno— bromeo Debbe mientras trabtaba de concentrarse en la espada. Kevan mucho hablar pero no había explicado "como". La chica se esforzó concentrandose en la herida, en la espada ¿en que demonios debía concentrarse? Sin embargo de pronto de miró sorprendida la mano. Era ella la que tenía un leve corte en la mano...

Increible—musitó