Partida Rol por web

Grongar aún se sentía aturdido. Que estúpido había sido al lanzarse de aquella manera contra el córvido. Y ahora aquello. Sus ojos, aunque mucho tiempo fuera de las montañas, se acostumbraban rápido a la oscuridad pero podía ver como sus compañeros dudaban confusos. El enano trató de golpear a la criatura, si dependía de ellos tendrían que acabar con aquel combate rápido.

- Un conjuro de oscuridad.... ¡una treta de clérigo oscuro sin duda! - exclamó el clérigo de Desna al tiempo que trataba de vislumbrar al enemigo moviendo su bastón entre la oscuridad antinatural y lugo trató de posar su mano sobre el joven Kevan para infundirle la suerte de Desna en este difícil combate.

Vasis se internó en la oscuridad y conjuró sobre Kevan. Afortunadamente el magus seguia en el mismo sitio y no le fue dificil tocarle. Kevan falló su ataque, por suerte aun no habia usado la orientación divina que le habia influido el clérigo.

Drommbar podía ver a su enemigo y se enzarzó en una batalla con ella mientras gritaba indicaciones. Lo mismo hizo Grongar, aunque con menos suerte que su hermano de armas. Debbe pegó al aire donde intuia que se encontraría la córvida, pero el ataque no encontró enemigo.

La córvida se movió y conjuró en voz alta, curándose.

Kelda intuía por donde estaba el córvido asi que avanzó en aquella dirección. Atacó con su arma, pero atacó al aire y no consiguió dañar a la cuervo.

Las cosas no podían seguir así. Tenía que ver o acabaría golpeando a alguno de sus compañeros. Renegando al darse cuenta de que, una vez más, tendría que ser ella la que aportase el sentido común, dejó de lado la espada y sacó yesca y pedernal  para encener un fuego que les permitiese ver.

Esto debería ser cosa del mago, maldita sea

¡FUEGO!

Drommbar seguía a lo suyo, intentando acabar con la corvida que parecía querer curarse de las heridas que le estaba inflingiendo el enano.

-¡Aaaargh!-gritó el enano blandiendo su hacha contra la criatura. Se aseguró de gritar bien fuerte pues sabía que sus compañeros no podían ver nada en aquella oscuridad sobrenatural que el corvido había creado, por lo que si les indicaba su posición quizás evitase que le golpeasen a él por descuido.

Vasis trató de lanzar su favor divino de nuevo sobre Kevan, quién era el único al que había podido determinar su posición desde que la oscuridad había invadido el lugar.

Kevan golpea con el rapier a uno de los lados.

Vasis intentaba dar con Kevan, pero este se habia movido y no sabía realmente donde estaba. Kevan atacaba al aire, sin acertar a su enemigo. Alli donde atacaba no habia nadie, estaba seguro.

Era un claro combate donde los enanos eran protagonistas, pues no se habian visto afectados por el conjuro. Avanzaban fuertes, blandiendo sus hachas de batalla y arrinconando al enemigo.

- ¡Lo tenemos contra la pared, rápido! - gritó Drommbar.*

Debbe intentaba usar la cabeza. Y fabricar una hoguera parecía lo mejor. Pero cuando acabó de hacerlo, con las manos en la oscuridad, se dió cuenta de que la magia era más poderosa que la simple lógica, ya que con la luz encendida seguia sin ver un ápice.

Kelda trató de atacar a la córvida, que por los gritos que hacia estaba conjurando. Pero su ataque también golpeó al aire.

Drommbar no se dio por vencido y siguió atacando a la córvida, pese a que ese engendro siguiera moviéndose y haciendo de las suyas.

- ¡No te muevas y disipa esta oscuridad!- rugió en enano lleno de ira intentando darle caza.

Kevan miró hacia las paredes y escogió una de ellas, atacando a ciegas.

- ¿Donde estais?

El fuego no hizo mayor efecto para disipar la oscuridad que las palabras que el enano estaba pronunciando. Tenía que pasar a la acción. Rezando a la diosa para no dar a ninguno de sus compañeros, la chica se lanzó contra la córvida moviendo la espada con rapidez de abajo arriba. Debbe sonrió. Había notado como el arma se clavaba en una superficie carnosa y estaba segura de que no era ninguno de sus compañeros.

¡Aquí está!

-¡Ya te tengo!-dijo el enfurecido enano mientras su acero describia un semicirculo de muerte. Podía notar como sus compañeros seguían desorientados por aquella oscuridad, excepto al parecer la muchacha, pero no podía preocuparse de ellos. No hasta que acabara con aquel cuervo.

Kevan, vasis y Debbe atacaban al aire sin ningun éxito, estaban lejos de poder dañar al enemigo. Tan solo Kelda, que estaba al lado del enemigo, sabía con certeza donde tenia qeu atacar, aunque hacerlo a ciegas dificultaba la tarea.

Los enanos seguian atacando sin descanso, aunque el cuervo no hacia mas que curarse sin parar y asi el combate podia hacerse eterno. Pero por suerte tuvieron suficiente punteria para combinar sus ataques en una ráfaga tremenda de cortes que acabó con el córvido en el suelo.

Al cabo de unos segundos la oscuridad se disipó, viendo el resultado del combate.

Kevan usó un detectar magia mientras revisaban a la córvida.