Al volar la caja no se escuchó nada sólido en su interior y Wilson se acercó con curiosidad a la caja fuerte y puso la mano en ella para asomarse por delante y tratar de entender cómo se podría abrir. Lo que ocurrió entonces les dejó estupefactas: el metal comenzó a brillar durante tres o cuatro segundos y después con un sonido metálico se abrió como si hubieran gritado '¡Ábrete sésamo!' frente a ella. El rostro del ghoul se quedó blanco al ver lo ocurrido y alzó las manos dando dos pasos hacia atrás.
—¡No he hecho nada, señoritas, lo prometo! ¡De verdad! —estaba aterrorizado y miraba al quinteto con los ojos como platos
Ahora que estaba abierta (y volcada) pudieron ver como dentro había un montón de papeles grapados entre si y al comprobar que no había nada más extraño en el interior los cogieron para comprobar qué eran. Todo fue especialmente confuso cuando encontraron, recogidos en aquellas hojas, al menos cincuenta informes de lo que parecían... ¿subastas?
Pero todavía más extraño fue cuando comenzaron a ojear los objetos que se subastaban. Nombres, nombres y más nombres, todos junto a un Clan entre paréntesis a su lado. Parecían vampiros. Había Brujahs, Tremeres, Nosferatus, Malkavians... absolutamente todos los que conocían (y algunos que no les sonaba de nada), subastados por algo o por alguien en distintos puntos de la ciudad de Nueva Orleans durante la época de Marcel hasta la actualidad, mas aquella documentación cesaba en 2007, exactamente cuando multitud de vástagos fueron masacrados por la Segunda Inquisición.
Tirada oculta
Motivo: Ast + Ocultismo
Dificultad: 6
Tirada (5 dados): 3, 9, 9, 4, 2
Éxitos: 2
Tirada oculta
Motivo: Ast + Ocultismo Mari
Dificultad: 6
Tirada (5 dados): 9, 4, 6, 5, 6
Éxitos: 3
Lo que le había ocurrido a Wilson era algo bastante extraño, pero la Tremere supo que tenía ciertas similitudes con la Hechicería de Sangre que ella misma practicaba, pero a la vez parecía algo radicalmente distinto a ella... algo que quizás hubiera reaccionado a un aspecto del ghoul, ¿pero a cuál?
Lo que le había ocurrido a Wilson era muy extraño, pero Marisela había dedicado mucho tiempo a los estudios sobre vudú, magia negra y ocultismo para poder fingirlos sin llamar demasiado atenciones indeseadas al respecto y estaba segura de que aquello debía ser alguna clase de sortilegio que había reaccionado a Wilson, pero no sabía ni qué del ghoul había provocado esa reacción ni la naturaleza de esa 'magia'.
La Ministra levantó los pies del suelo ante el estruendo, el ceño fruncido y los labios ligeramente separados ante la inesperada respuesta. Tardó unos segundos de sorpresa en levantarse y empezar a rebuscar entre los documentos, abriéndolos para ojearlos uno detrás de otro. Ninguno de los nombres le era familiar.
—No me suena ninguno de estos nombres. ¿Podemos hacerle una copia a todo esto y guardarlo en algún sitio seguro? Es mucha información como para no quedarse una copia, reinas.
Casi saltó de la silla cuando la caja se abrió de forma repentina. Parpadeó varias veces abriendo los ojos de forma exagerada. – ¡Ahí va! ¡Wilson, ¿te hace robar un banco?! Ja, ja, ja, ja- dijo divertida mirando la caja fuerte.
Se puso al lado de Marisela ojeando por encima de su hombro con la cabeza ladeada para no perder detalle -Por supuesto que vamos a hacer copias, necesito investigar esto.-
-No puedo creerlo, se están subastando vampiros como si fueran esclavos. Esto da muy mal rollo.-
- Estoy de acuerdo con la morenita. Ésto huele fatal. ¿Qué sabemos de quienes nos han contratado para conseguir ésta información?- preguntó, frunciendo el ceño- ¿Y del tipo que tenía la caja fuerte, qué sabemos? Ahora ir a su cita tiene aún más sentido.
Keira frunció el ceño y alzó las manos para escudar su rostro ante el brillo, su mirada reflejaba un análisis profundo de lo que estaba ocurriendo, casi miro con asco la reacción de Valeria. –Esto no es una puta broma…-Dijo buscando poner la mano en el hombro de la cainita momentos después, para suavizar la falta de tacto de sus propias palabras.- Es posible que sea algún tipo de ritual…-Miraba a Wilson con atención tras aquello- ¿No has notado nada raro?, enséñame tus manos.- Tampoco esperó mucho a que las enseñara, se las agarro para observarlas detenidamente.- Lo mismo hay que estar vivo para abrir la caja, un sistema para que los cainitas nos dejemos las uñas abriendo esto y solo lo puedan hacer los mensajeros…-Luego le soltó las manos a Wilson y señaló con el pulgar su vieja impresora.- Creo que aún le queda tóner al chisme ese. Si me preguntáis, no creo que subasten vampiros…Creo que subastaban refugios de vampiros para que los cazaran.
—No sé, un cosquilleo raro en la palma, ¡pero pensé que sería cosa de la electricidad estática o algo así! —se dejó hacer y Keira pudo ver que no había nada raro en las manos curtidas por el trabajo de Wilson, sólo el temblor nervioso del ghoul.
No les costó más que unos minutos fotocopiar la documentación, minutos que dedicaron a debatir sobre aquel asunto. Quien les había contratado era Butch, la mano derecha de Hilda en El Refugio y uno de los Brujah más influyentes de la ciudad. El vástago tenía una fama doble: ídolo para mitad de los anarquistas de Nueva Orleans, traidor para la otra mitad por haberse embarcado en el proyecto de la Ventrue. Sería raro que les hubiera hecho una encerrona, pero... ¿en quién se podía confiar aquellas noches?
Sobre el dueño de aquella caja fuerte solo tenían un apellido: Carson. Fue al hablar sobre ello cuando Marisela y Jessie cayeron en que ya habían oído algo antes sobre él. En la misión en la que tuvieron que trabajar juntas para sus sires, hacía ya algún tiempo, el mortal del que buscaron información era un tal Aaron Carson. No descubrieron demasiado más allá de que parecía moverse por las altas esferas de la noche, aparentemente a escondidas de la sociedad vampírica.
La española se retiró del alcance de la mano de la informática y habló con disgusto. -Gracias por comentar lo obvio, no me había percatado. Por si no te has dado cuenta, las habemos que nos hemos llevado un balazo esta noche, así que dime tú si la cosa no pinta seria. Solo trataba de quitar hierro al asunto.-
Se retiró a cierta distancia escuchando lo que comentaban el resto pensativa, hasta que Keira añadió su punto de vista – Así que esto podría ser una lista de objetivos de la Inquisición llevados a subasta para hacer caza deportiva, que no sé qué es peor.- volvió a acercarse a la mesa -Y ¿para qué la quiere Butch ahora? ¿Para actualizar el censo? Eso me lleva a la tarjeta que vi en el despacho, que casualmente sitúa al dueño de la lista en el garito de Hilda, el Lam Litght.- Sacó la tarjeta de su bolsillo. -¿Casualidad? ¿Debemos compartir esta información con él?-
—Vivo o entre mundos… —apuntó Marisela sin terminar de aclarar la frase cuando Keira hizo su suposición sobre por qué la caja se había abierto para Wilson.
La argentina se cruzó de brazos, escuchando a sus compañeras. El asunto estaba claro en su cabeza.
—Butch nos ha pedido documentos, nada más. Podemos ir a devolvérselo al mismo tiempo que la cita ocurre. Nos dividimos en dos grupos, y si consideramos que Butch es de fiar y nos paga bien por el trabajo, podemos proponerle averiguar más información al respecto, la cuál estaríamos obteniendo de todas maneras tanto si le interesa como si no. Si le damos la fecha y el lugar, él se va a encargar. Si lo hacemos nosotras, controlamos la información que se mueve, y si algo sale mal, no tenemos por qué decirle nada. Nos borramos y listo.
El grupo fotocopió los documentos con la impresora de Keira y decidió que entregaría los documentos al Brujah al mismo tiempo que ocurriría la reunión del tal Lance Pertkin. Tener el control de toda la información era una idea inteligente en el mundo de la noche y aunque Butch tenía muy buena fama entre los vástagos no podían fiarse de nadie.
Con los papeles copiados, los guardaron a buen recaudo en el Refugio. Tenían todo listo para seguir actuando o sencillamente esperar el par de días haciendo sus cosas hasta que llegase la reunión.
Si tenéis pensada alguna acción más me avisáis ^^
Tras las fotocopias Keira se sentó en el sillón frotándose el rostro tras quitarse las gafas.
-Creo que Marisela tiene razón. Poder bajarse del carro en cualquier momento siempre es la mejor opción.-Se colocó las gafas delante de los ojos de nuevo y miró a las demás antes de recoger su portátil y ponerse en una de las mesas a investigar un poco aquí y allí.
Keira se va a tomar un tiempo para comprobar los datos en alguna ip del gobierno, como la que le dio su sire cuando se conocieron, y alguna otra más que conozca. Amén de consultar la página de citas a ver si hay algún match para…zampar esa noche.
-Me parece un buen plan.- Reafirmó sus palabras con la cabeza mientras se crujía los nudillos de las manos.
-Si no queréis nada más de mi me marcho. Nos vemos dentro de dos días.- se dispuso a salir del refugio con parsimonia.
El equipo se decidió a separarse en aquel momento hasta que llegara el día de la reunión en el bar, algunas tratando de descubrir más información al respecto. Quedaban solo dos días, pero eran más que suficientes en el mundo de la noche vampírica...
Voy a poneros algo de info por privado a quien corresponda y seguramente mañana abra la nueva escena.
Ya en la soledad de su habitación, la hacker comenzó a mover hilos en la red para tratar de descubrir algo más al respecto. Las bases de datos gubernamentales a las que su Sire le había dado acceso al convertirla (pocas, pero suficientes para indagar) le permitieron buscar todos los nombres de manera masiva tras escanearlos con el OCR de la impresora. Prácticamente la mayoría dieron resultado, pero lo que le sorprendió es que la mayoría eran desapariciones humanas de hace varios años y alguno de varias décadas atrás. Los que no, eran gente que había muerto o de la que nunca más se había sabido.
Todo parecía indicar que los miembros de aquella lista eran vampiros... ¿pero qué les hacían?
Por cierto, 3 puntitos de PX por acabar esta escena. Yo os los sumo en la ficha.