Partida Rol por web

Jazz and Despair

[Marileria] Foreign affaires

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23/03/2019, 18:31
Marisela Cuéllar

Era española, vástago y neonata como ella, razones suficientes para que Marisela mostrase interés en conocerla. Además quería hablar de aquel lugar, de Nueva Orleans y sus raíces, de la subcultura que se escondía bajo el telón de turismo, de las palabras adoptadas del haitiano y que acompañaban un telón oscuro de magia y otros ocultismos. Era un plan perfecto para arrancar la noche y Marisela la había citado en Preservation Hall, porque si uno iba a hablar de Nueva Orleans, debía empezar por su música.

El lugar estaba atestado, como ocurría siempre, por eso se había tomado la molestia de acudir con tiempo para dorarle la oreja al personal de turno y asegurarse de que tanto ella como Valeria podían entrar. En otras circunstancias se habría acercado a primera hora de la tarde para conseguir entradas, pero el sol resultaba una incómoda compañía, así que había empezado a adoptar otros métodos para asegurarse la entrada a sitios tan populares como aquel. Cuando Valeria llegó, Marisela se encontraba apostada junto a la verja de metal, charlando animadamente con el tipo que cobraba las entradas. Había una larga cola de gente esperando turno, y la Setita no tenía intención de unirse a ella.

A través del teléfono le había dicho que no tendría problemas en reconocerla, que buscase una mujer alta, morena y de rasgos latinos, y ciertamente le costó un mero vistazo dar con ella. Marisela sobresalía de sobra entre la multitud, llevaba el pelo oscuro trenzado y recogido en un moño, pendientes de oro, ropa ajustada y maquillaje muy vistoso. No era exactamente la imagen que a uno le venía a la mente cuando escuchaba la palabra «pitonisa», pero tendría que valer. Se cruzó con su mirada, tardando unos segundos en cerciorarse de que Valeria era la muchacha con la que había quedado. Entonces se incorporó para recibirla.

¿Valeria? Hola, cariño. ¿Cómo estás? —saludó con pasmosa familiaridad y un inglés correcto empañado por un característico acento sudamericano. Le tendió una mano de uñas largas y decoradas en todos rojos (casualmente a juego con la blusa que llevaba)—. Creo que no te pregunté. ¿Has estado aquí antes?

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23/03/2019, 19:36
Valeria Llamas

Marisela la había citado en un local de Jazz del Barrio Francés. Al final le estaba empezando a coger el gusto a estos sitios, cada uno era parecido al anterior y a la vez distinto, con su propio ambiente y su gente, este incluso tenía su propia banda de Jazz asociada al local.

Para ir allí, la española había elegido un vestido ajustado con estampación parecida a la de leopardo, que terminada justo por debajo de la rodilla y con la manga al codo; el atuendo iba acompañado de un bolso de mano y unos tacones de vértigo negros. Su densa melena oscura caía suelta hasta casi la mitad de la espalda y un maquillaje más bien sencillo, pero estudiado, remataba el look, una sombra color café apenas perceptible, aunque bien aplicada que daba profundidad a sus ojos y labios rojos a juego de sus uñas rojas cortas y cómodas.

Se asustó un poco al ver la cola, si tenían que esperar para entrar, desde luego que prefería ir a otro sitio, pero la latina ya tenía un plan bien elaborado.

-Marisela, supongo.- Le tendió la mano en gesto de aprobación. –Pues es la primera vez que estoy aquí, no me gusta hacer cola. ¿Por qué esperar por un sitio cuanto hay otros tantos en los que entras al instante y consigues el mismo resultado? Lo digo sin ánimo de menos preciar porque el sitio resulta muy interesante.-

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23/03/2019, 20:32
Marisela Cuéllar

«Preservation Hall. Now that's where you'll find all of the greats.» Eso lo dijo Louis Armstrong, o algo parecido, y quién soy yo para contradecirlo.

La vástago se encogió de hombros y abrió el bolso para tenderle un billete al tipo con el que había estado charlando, dejando un toque suave sobre su mejilla. Las dejó pasar de inmediato para quejas y estorbo de algunos, algo que Marisela ignoró por completo ofreciéndole el brazo a Valeria para que lo tomara y la siguiese.

Si quieres ser alguien en el mundo del jazz tienes que tocar aquí. Se creó en los sesenta, y es parte de una asociación de artistas que preserva la música y cultura que van de la mano con el jazz. O algo por el estilo. Toma —Alargó la mano para coger un folleto y tendérselo—. Ahí tienes toda la historia bien contada y a qué se dedica la asociación y todo eso. Pero lo que realmente quiero que vivas es… esto.

El pasillo dio lugar a una sala pequeña y ya concurrida, con suelo de madera que crujía bajo los pies y un puñado de sillas e instrumentos arrinconados al fondo bajo una luz amarillenta y un ventilador. La madera estaba desgastada, igual que las paredes y los cuadros que colgaban allí. Daba la impresión de que en cualquier momento iba a ceder y a sepultarlos a todos, igual que la mayoría de edificios del Barrio Francés. A nadie parecía importarle demasiado.

Te preguntaría si quieres algo de beber, pero ya sabes —comentó por lo bajo guiñándole un ojo—. En cualquier caso, hoy son actuaciones de 45 minutos o así. Podemos hablar un rato hasta que empiece, y cuando termine ir a algún otro sitio. Créeme, no te vas a arrepentir. Yo pensaba que estaban locos, metiéndose aquí todos apretados, pero es una de las mejores formas de experimentar y sentir el jazz, y también al vecino de al lado.

Notas de juego

Por si quieres ver fotos del interior :)

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23/03/2019, 23:31
Valeria Llamas

Valeria no sabía si todos los amantes del Jazz se daban cita en Nueva Orleans o es que allí el aire los convertía a todos en creyentes con el simple hecho de respirar y sentirse parte del ambiente. Era como aquellos que iban a la India y de repente se volvían hippies, saludaban al sol y demás tonterías. El caso era que a ella el Jazz no la entusiasmaba en exceso, había escuchado pocas canciones que realmente le gustaran pero se veía arrastrada a aquellos garitos una y otra vez. El encanto de Nueva Orleans. Aunque arquitectónicamente le resultaba de lo más fascinante, curiosamente en el aspecto musical se le volvía repetitivo

Ojeó el folleto que le entregó Marisa por encima. –Me parece bien.- Aunque pensó con desgana en los 45 minutos que se le veían encima. Psss todo sea por mi investigación, se dijo así misma. – Es una pena que no podamos tomar una copa, si, algunas dietas son demasiado estrictas.- una sonrisa acompañó la frase.

 – Podríamos empezar introduciendo un poco el tema antes de que empiecen, si te parece bien,  ¿desde cuándo te dedicas a esto?-
 

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24/03/2019, 17:48
Marisela Cuéllar

Dietas, estilos de vida… Quién nos iba a decir que la muerte iba a ser tan exigente —bromeó, levantando las manos con gracia y artificiosidad.

La mujer se ubicó más hacia la parte trasera, donde se apostó de nuevo junto a uno de los tacos de madera, colgando el bolso de un clavo que sobresalía probablemente adrede para algo así. Se ajustó la blusa y el sostén, porque el escote siempre era importante, y cuando arrancó a hablar lo hizo en español.

—*Probablemente desde que vivía en la Argentina. El vudú que vos buscás aquí está manchado por la religión católica. Es una mezcla de la santería que podés encontrar en sudamérica, regalo vuestro del otro lado del charco —puntualizó, mirándola un instante con una sonrisa que lo mismo podía ser un regalo que una cuchilla envenenada—. Mi tía echaba las cartas, y mi mamá sabía también de eso. Pero al llegar aquí la cosa fue diferente. En la superficie no es taaan vistoso, sobre todo para los turistas de paso, pero como con todo, una vez pelás la cáscara, nada que ver. M-hm —insistió, negando con la cabeza—. A los brujos se les llama houngan si es varón y mambo si es mujer. Esos son los buenos, pero también tenés al bokor y la caplata, que sirven a los loa por igual. Esto incluye magia negra y magia blanca, dulce. Tenelo en cuenta, porque lo mismo te levantan zombies que te ofrecen un grisgrís para el mal de ojo. A los loa no solo se les reza, se les sirve, y tienen sus propias canciones, rituales y símbolos. Vamos, como en todos lados. Pero no son deidades, no los mezclés. Son como… ángeles, intermediarios entre el bondye y nosotros. Muchas de estas palabras vienen del francés, por cierto. Loa es «les lois», la ley. Bondye, «bon dieu». Supongo que vos lo sabrás si estudiás cosas de estas. En cualquier caso, el vudú siempre ha estado ahí, pero después del Katrina se hizo más fuerte. Ya sabés, las tragedias hacen que la gente se acuerde de pedir. —Marisela encogió el hombro ligeramente, como si aquella verdad no fuese con ella. —Así que más o menos por ahí, hará como diez años o así que empecé como caplata. Pero no le prestés mucha atención a los shows, porque es lo que menos importa. El verdadero vudú no lo encontrarás acá en las calles sino en las casas, en el hogar, en los pantanos del interior. Ahí es donde están los cultos, dulce, la magia de verdad. ¿Esto? —Hizo un gesto que abarcaba el lugar, aunque en realidad se refería al Barrio Francés en su totalidad. —Una mandada para los turistas. El jazz es lo más cercano que vas a encontrar al vudú que buscás. ¿Sabés por qué? Porque es la música de los loa, que se corrompió como todo lo que vive en Nueva Orleans. Razón por la que quería que nos viésemos aquí hoy.

Notas de juego

*todo este párrafo es en español

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25/03/2019, 18:17
Valeria Llamas

Valeria frunció el ceño pensativa en gesto de concentración, no sabía por qué, pero había ido con una idea preconcebida acerca de esta señorita. Había pensado que solo sería una charlatana más con ganas de vender extraños brebajes, pero Marisela, charlatana también o no, entendía bastante del tema. Maldijo su estampa al poco tiempo por no haber traído su grabadora.

-Aunque historia y cultura para mí son un todo, no estoy especializada en antropología cultural y es posible que esté errada.- siguió entonces la conversación es español. -Por lo que yo entiendo, la Santería y el Vudú no son lo mismo, al menos no como se practica aquí en Nueva Orleans. Difieren en creencias, liturgia, idioma, teología... Aunque el vudú sea producto de la influencia del cristianismo, esto no te lo voy a negar, ya que se impusieron las creencias religiosas cristianas sobre las que traían los esclavos africanos, estos para burlar esa prohibición, mezclaron sus creencias con las cristianas para en cierto modo seguir practicando su religión sin tener que esconderse. Por otro lado, la santería funde creencias católicas con la cultura tradicional yoruba, el término fue creado por los españoles- en esta parte puso los ojos en blanco- para ser usado de forma despectiva.- se aclaró la garganta para hacer una pausa, estaba empezando a irse por los Cerros de Úbeda históricos.- En mi familia, mi abuela practicaba cierto tipo de curaciones rituales aún reconocidas en España, al menos en ámbito rural, como la cura del “mal de ojo”, “el aliakan”, “la carne desgarrada”,… todo acompañado de su liturgia; y solo podía ser transmitido en cierta época del año de forma oral. Pero es algo que está empezando a caer en desuso. ¿Dirías que aquí pasa algo semejante?-

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26/03/2019, 06:01
Marisela Cuéllar

Pero por supuesto que no son lo mismo, nena. Solo dije que está influenciado y remezclado con la santería, dando origen a lo que vos ves hoy aquí. El vudú de entonces se disgregó hace ya mucho. Cada sitio tiene sus matices, su color, sus cosas… Haití, la República Dominicana, Cuba, Brasil. Y Louisiana, por supuesto. Todos lo mismo y todos diferentes —explicó con la mirada perdida hacia el improvisado escenario frente al cual la gente se arremolinaba. Marisela no necesitaba estar en primera fila; incluso apoyada en la viga tenía una visión estupenda. —Depende de lo que entedás vos con «desuso». El vudú se usa, mamita, es re popular, pero se usa para los turistas y curiosos. Se usa como atracción y cada vez se ven más boludeces que no tienen nada que ver con lo que realmente es. Como los gris-gris, que te los venden ahora en la tienda de regalos, como si fuese un accesorio más. ¿Qué clase de magia ni qué chusmas son esas? Eso carece de poder, de sustancia. Pero. —La Setita se inclinó ligeramente hacia ella, bajando la voz. —El vudú se practica y se vive. Solo tenés que saber dónde mirar, con quién hablar. Si querés hablar con más gente que sabe te puedo indicar, y también encontrarte libros. Pero claro, ya podés andarte con cuidado en dónde te metés, porque si nosotras existimos, los otros también. Ya me entiendes —dijo, lanzándole una mirada significativa. —Imagino que tu Sire ya te habrá prevenido de esas cosas.

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26/03/2019, 22:31
Valeria Llamas

-Tranquila, no tengo intención de tocarle las narices a nadie por esto, sé que es un asunto delicado y que posiblemente no todo el mundo sea tan agradable y colaborador como tú.- el mensaje estaba claro, cabrea a la persona equivocada y es posible que hagan muñequitos con tu cara, por decirlo suavemente.- En principio, es solo curiosidad, hablar de primera mano con alguien que lo haya practicado y como tú dices, escapar un poco de toda la parafernalia que se promociona de forma turística.- Dijo mirando a su alrededor al ver que al ambiente cada vez se iba cargando más con la llegada de nuevo público, dentro de poco estarían como sardinas en lata. –Si algún día quiero profundizar, ya sé a quién preguntar.- Estaba claro que Marisela sabía moverse por Nueva Orleans y era alguien a quien vendría bien mantener cerca. 

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27/03/2019, 19:09
Marisela Cuéllar

Marisela sonrió de buena gana, mostrando los dientes.

Ay, pero por supuesto, linda. Para eso estámos acá —ronroneó como un gato, acariciándole el pelo brevemente. —Es un placer poder charlar con alguien tan simpática. Gran parte del trabajo es sencillamente saber qué buscan. A la mayoría no les importa si El Poder viene de tal o cuál deidad. Mientras funcione, lo mismo podrían estar pactando con el diablo que no va con ellos.

Se encogió de hombros ligeramente, mirándose las uñas un momento antes de volver a los ojos oscuros de Valeria.

¿Y qué hacés vos en Nueva Orleans? Sos estudiante, por lo que entendí. ¿Te movés mucho por círculos académicos y eso?

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31/03/2019, 00:43
Valeria Llamas

-Bueno, no diría que soy estudiante, ya no. Estoy preparando mi tesis doctoral, o al menos antes lo hacía, fue el motivo por el que vine aquí. En Nueva Orleans se encuentra un archivo con documentación de mi interés, necesaria para completar mis investigaciones.- se rascó la frente de forma leve mientras hablaba.

-Es lo que hacía antes de…- hizo una ligera pausa para buscar las palabras adecuadas. –Empezar la nueva dieta, ya sabes.-

-¿y tú desde cuando llevas viviendo aquí?- levantó la mano en haciendo un gesto para que se detuviera.- Disculpa que que me desvíe, pero me encantan tus uñas, yo no las podría llevar así, ¿te las haces tú?- la española le tendió la mano invitándola a que depositara su palma sobre la suya y así poder observar mejor.

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02/04/2019, 23:46
Marisela Cuéllar

Nos vinimos acá cuando tenía como cuatro o cinco años y…

Entonces la tipa le pidió la mano y Marisela sonrió mirándose las uñas. Era un buen trabajo, eso era cierto, pero de repente le cruzó por la mente otro pensamiento: ¿y si quería hacer algo más? ¿Y si era una triquiñuela de la Sangre? Había muchos poderes con los que no estaba familiarizada. Su Sire le había prevenido sobre aquello, pero en aquel fragmento de duda decidió confiar en la española y en su buena fe.

Ay, no, mamita. Ojalá pudiese hacer yo esto. Tengo una chica que trabaja a domicilio, muy dulce y con muy buen ojo. Si querés te puedo dar su número. Y si necesitás cualquier cosa por acá en Nueva Orleans, llamáme cuando querás, ¿eh? No tiene que ser fácil verte aquí enganchada en el culo del mundo en vez de en donde naciste. Así que —le guiñó un ojo de tupidas pestañas negras —lo que querás, reina. ¿Querés un vino? Descubrí el otro día que de eso sí que podemos beber. Me va a matar no poder darle al vodka, pero en fin.

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10/04/2019, 19:37
Valeria Llamas

Notó a Marisela dudar por un momento, ¿tal vez no había la confianza suficiente como para pedirle algo así? Bueno, sus intenciones eran puramente estéticas, así que examinó con gusto las uñazas de la argentina -Pues sí, pásame su número, por favor. Que esto es como conseguir en buen peluquero, una vez que encuentras uno ya no lo puedes soltar.- Le devolvió la mano cuando quedó satisfecha de su investigación. -Me hicieron un desastre una vez y desde entonces me las hago yo, pero es un auténtico coñazo y no me duran ni tres días. No tengo paciencia para esto.-

 

El rubor de la vida, sí, su macizo Sire le había hablado de ello. -A mi me va a matar no darle a la cerveza, pero estoy contigo en lo del vino. A ver si entramos un poco en calorcito.- Se dio la vuelta buscando al camarero para hacerle un gesto y que se acercara.

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25/04/2019, 18:36
Marisela Cuéllar

Tenés que elegir tus batallas, linda —dijo la mujer, sonriente, y cuando el vino llegó a donde estaban brindó por ello también. Estar muerta tenía sus ventajas, eso era indudable, pero también había una infinidad de detalles malparidos a tener en cuenta, como lo del sol y el fuego, o el hecho de tener que hincar los dientes en gente. Alphonse había comentado brevemente que había otras alternativas, pero ninguna de ellas sonaba realmente apetecible—. ¿Habés conocido a más de los tuyos?

Notas de juego

Mus, si quitas a Lee Sun de la escena estaría guay :) Para que no salga como destinataria por defecto.

Musedit: Listo!

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01/05/2019, 18:42
Valeria Llamas

-No muchos, la verdad, no es una comunidad muy vivaracha.- se sonrió de su propia broma y le dio un sorbo al vino.

-Diría que tu eres de los pocos que he conozco que se ha mostrado de primeras simpática y agradable.-

Se irguió poniendo postura digna y seria para acompañar lo que iba a decir- Normalmente suelen mantener posturas serias y estoicas, como si tuvieran un palo metido por el culo.- Hizo una pausa para dar otro trago. -¿qué pasa? ¿es que al llegar a cierta edad se fosilizan?- volvió a reirse. -¿y tú? ¿conoces a muchos?-

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15/06/2019, 04:39
Marisela Cuéllar

Marisela se rió de forma serena, bonita, y esgrimió una sonrisa cálida a la española. Le gustaba aquella muchacha.

Algunos —respondió encogiéndose de hombros brevemente—. Hay una rubia, Jessie, muy maja. Y algunos más, pero la mayoría se parecen a mi Sire, que parece ser como el de vos: un vestigio de antaño. Yo tampoco lo entiendo, con lo que ofrece la vida y se quedan aquí…

Negó con la cabeza, emitiendo un suspiro hastiado.

Me caés bien, morena. Sos simpática. Y creeme que tengo ojo para la gente.