A pesar de todos mis esfuerzos este pobre desgraciado se muere entre mis brazos, al menos nos ha dato información muy valiosa.
Me vuelvo hacia mis compañeros-Estoy con Heruwyn, deberíamos ir en su busca lo antes posible, la oscuridad de la noche jugará en nuestra contra y si esperamos un día más podría realizar más ataques. De todas formas podríamos enterrar a este hombre, con los que somos tardaríamos poco y así las alimañas no se alimentarían de su carne.
El granjero muere irremediablemente mucha sangre perdida, heridas muy severas. Buscare alguna colcha cortina o similar para cubrir los cadáveres. Si estos además están expuestos y al alcance de alimañas o bestias salvajes le pediré a algún compañero que me ayude a transportar los cuerpos a una habitación que podamos cerrar.
No me corresponde a mi enterrarlos, ni honrarlos en su muerte, eso corresponde a su familia y allegados, no obstante, considero que apreciaran encontrar los cuerpos como los hallamos y no parcialmente devorados.
Luego apremiare al grupo para que nos dirijamos cuanto antes al barranco. La hora de la caza ha llegado
Terribles sucesos se dieron lugar en aquella desdichada granja, al fin sabemos a lo que nos vamos a enfrentar, un maldito troll...eso era mucho más que lo que podía esperarme, ya no son estúpidos orcos solamente los que instigan estás tierras
Después que el granjero muriera me acerque al cuerpo para presentarle mis respetos
-Descansa en paz hijo de rohan, luchaste valientemente contra esa criatura, tus ancestros estarán orgullosos del coraje mostrado, ahora reunirte con ellos y tu familia...
Se que el grupo quiere emprender la marcha lo antes posible pero yo no estoy dispuesto a dejar sus cadáveres a merced de cuervos y lobos
-Voy a cavar unas fosas para darles la sepultura que merecen, si alguien quiere ayudarme será bien recibido, sino lo haré solo, no me importa
- Yo te ayudaré, Cabellos de fuego, si mis manos te pueden servir de algo.- Digo, mientras me adelanto hacia su posición.
-Vamos compañeros, echemosle una mano a Harot, entre todos acabaremos rapidamente y podremos partir a cazar a la criatura.Una vez dicho esto busco alguna herramienta(pico o pala) por la granja y me pongo a cavar yo también.
Me mantuve en silencio desde que llegamos a la primera granja, todo aquello era un asunto muy serio y prefería escuchar a hacer algún comentario fuera de lugar. Bastante concentrado y pensativo, como si se tratara de un acertijo que no alcanzas a resolver, me mantuve durante el viaje a la segunda granja.
La escena que allí presenciamos turbaría mis pensamientos durante un tiempo. No tanto por la presencia de los cadáveres sino por la muerte del granjero. Aquel sitio podía perfectamente ser la granja de mi familia y aquel hombre mi padre. Verlo llorando, por la pena y la vergüenza fue algo que se clavó dentro de mí. –Ha muerto defendiendo a los suyos, ha entregado su vida como debe hacerse. Sin embargo no hay gloria, ni canciones, solo vergüenza. Una muerte en soledad, acompañada por la presencia de unos extraños.- Solo hay una cosa que me saca de mis pensamientos, el graznido de los cuervos. Me giro a mirarlos mientras una sensación de rabia y asco va apareciendo.
-Deberíamos cazar inmediatamente a esa criatura. Sabemos que ataca por la noche y eso nos da ventaja.- De pronto en mi mente aparece una bestia de enorme tamaño, salvaje y cruel; atacando la granja de mi familia en medio de la noche sin que nadie pueda reaccionar…- Si no logramos cazarla, deberíamos ir a la granja más cercana al barranco y protegerlos en la noche.-Demasiadas ideas en la cabeza, de haber seguido hablando habría expuesto tres o cuatro posibles planes más. Siempre me habían dicho que sin la mente clara ninguna decisión es buena.
Me vuelvo hacia Harot, Galadan y Barald para ayudar con la sepultura. Manteniendo la compostura, mirada firme y haciendo gala del porte rohirrim, para tratar con respeto y honrar a aquellos granjeros como merecían.
La cursiva la he usado para los pensamientos del personaje. Ya estoy al día! A por todas!!
En silencio y sin decir nada, sigo a Harot y los otros para ayudarlos en la sepultura. Luego, canto la canción que en el camino le había cantado a Galdadan para que conozca un poco de Rohan. Nunca creí que iba a ser un mal augurio de lo que íbamos a encontrar.
Viendo que todos estáis mas o menos de acuerdo con la idea de darles un funeral digno a los granjeros, empezáis a buscar un lugar donde enterrarlos hasta que encontráis uno adecuado cerca de la entrada a la granja que además no tiene encima una capa de nieve. Mientras algunos os encargáis de trasladar los cuerpos y prepararlos para el descanso eterno, el resto buscáis herramientas en el granero encontrando así dos palas, un pico y un azadón. Debido al frío reinante, se os hace verdaderamente difícil cavar en el suelo congelado pero al ser tantos ayudando lográis cumplir con vuestra tarea en menos de una hora. Finalmente, con las tumbas marcadas con unas piedras que encontráis y habiéndoles dedicado unas últimas palabras a los difuntos, regresáis a vuestros caballos y comenzáis a seguir las huellas del misterioso atacante.
Avanzando hacia las Montañas Blancas, os dais cuenta de que vuestra misión pasó de ser un simple trabajo a una búsqueda de justicia y venganza. Vuestra presa puede ser una criatura peligrosa pero aun así estáis decididos a demostrarle vuestro valor y a hacerle probar vuestro acero.
Cambiamos de escena: Capítulo 3: Avanzando en la oscuridad