Partida Rol por web

Anastasia apunta con su arma francotiradora pero los vaivenes del helicóptero y la extraña forma en la que el monstruo se mueve hacen que erre el tiro.

William, más te vale no estrellar el aparato -murmura amenazadoramente al piloto.

John bajó al suelo cayendo de bruces en la arena, tras levantarse dando un brinco como si de un muelle se tratase y quitarse la arena de la ropa con varias sacudidas. Miró a los demás animándolos a que bajasen.

- Vamos chicos... y señorita, sino fuera por que tenemos una misión la temperatura está para montar una buena barbacoAHHHH!!- cocluyó de forma abrupta con un grito más agudo del que le hubiera gustado al ver al primer dinosaurio vivo que veía en su vida... valga la rebundancia.

 Pasados los primeros segundos de estupor, el sobresalto inicial dió paso a la euforia de todo experto cuando se hace realidad el sueño en el que ha estado invierto toda tu vida.

- Oh Dios mío... ¿Habéis visto eso? Es lo que se conoce comunmente como un Pterodactylus... en realidad hay muchas más especies de voladores incluyendo a Ctenochasma, Germanodactylus, Aerodactylus, Aerodactylus, Aurorazhdarcho y Gnathhosaurus... algunos carnívoros... otros expertos pescadores... aunque a este concreto le mola la carne...

John que a pesar de todo su frikismo tenía la intención de vivir un poco más, llego a la conclusión de que sus compañeros no estarían interesados en conocer las distintas especies ni las características de cada una, puesto que debían concentrarse en que ese bonito ejemplar no los confundiera con alpiste.

 - Vaya... que mal pinta... !Las membranas de las alas... apuntad a ellas!-sugirió poniéndose las manos en la boca para que lo escucharan bien, al tiempo que miraba a su alrededor en busca de alguna piedra o algo que pudiera arrojar al bicho para llamar su atención y dar tiempo a los militares a reaccionar.

El cinetífico se puso a gatear espolvoreando arena buscando cualquier objeto que le pudiera valer para arrojarlo al saurio.

- Esto me vale...- decidió ensanchando una sonrisa- Lo siento...- se disculpó ante el bicho arrojándole la piedra con todas sus fuerzas, si conseguía herirle el ala sus compañeros tendrían una buena oportunidad para bajar y disparar... le gustaban los dinosaurios pero lo primero era su propia supervivencia.

La piedra impactó contra el dinosaurio sin embargo la escasa fuerza física del científico evitó que el objeto pudiese hacerle daño; al menos comprobó que tenía buena puntería.

Justo cuando Dwight iba a bajar, Smith se coló y empezó a descender por la escalinata de manera torpe pero rápida. Ahora sí, era su turno. Llevaba poco más de dos metros cuando el grito del piloto desde la cabina lo alertó, giró la cabeza y se quedó atónito al observar como un dinosaurio de gran envergadura, volador y que no tenía pinta de ser muy hospitalario con las visitas, recortaba distancias con el transporte. "Joder, por qué me pasan estas cosas a mí". Intentando mantener la calma, trató de aferrarse bien a la escalinata, puesto que el vaivén del helicóptero hacía difícil mantener el equilibrio.

-Vólkov, ¡acribilla a ese murciélago gigante! -vociferó para que la militar se hiciera cargo de la criatura mientras él terminaba de llegar a tierra.

Pero lo que ocurrió más tarde fue considerado el mayor del os desastres.

Aquel dinosaurio, mientras esquivaba las balas de Anastasia e ignoraba la pedrada de John, embistió contra el helicóptero con una brutalidad fuerza que hizo que el vehículo perdiese el controlo por completo.

DH desde la altura en la que estaba saltó, pero no con la facilidad que le hubiera brindado su entrenamiento militar, lastimándose en el proceso.

Mientras tanto, en tierra podíais ver como el helicóptero no paraba de dar vueltas y más vueltas, con el dinosaurio clavado en la cabina del piloto donde probablemente nadie haya sobrevivido ¿o quizás sí?

Anastasia tenía una oportunidad única mientras descendía, o saltaba ahora al vacío a pesar de la distancia o moriría entre un amasijo de hierros que impactaría en el suelo en cuestión de segundos.

El dinosaurio se estrella contra la cabina del helicóptero y provoca que este se precipite contra el suelo. Sin pensárselo dos veces Anastasia se lanza contra el suelo en una larga caída, llegando a la isla de forma brusca y dolorosa...

¡Arggg! -gruñe la joven cuando su cuerpo cae derribado.

De manera estrepitosa el helicóptero impactó contra el agua. En pocos segundos el vehículo se hundió en la costa sin quedar rastro ni de William ni tampoco del dinosaurio.

Un silencio sepulcral marcó el inicio de vuestra aventura: los soldados estaban heridos y la moral tocada. ¿Cómo se supone que ibais a escapar ahora de la isla?

Sin embargo aún había un objetivo que cumplir: recuperar las muestras.

Apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando el dinosaurio cargó con fuerza contra el helicóptero y este empezó a tambalearse perdiendo el control, viendo que él también se iba a estrellar, saltó intentando hacer una voltereta para amortiguar la caída pero el golpe fue fuerte de todos modos. DH contempló estupefacto cómo el helicóptero caía al agua, por suerte Anastasia había saltado a tiempo antes de chocarse.  

Dejó que pasaran unos minutos para recuperar el resuello, el batacazo había sido violento, no parecía tener nada roto pero el dolor que sentía se incrementaría con el paso de las horas y los posteriores días. Arrastrándose lentamente y procurando hacer el mínimo esfuerzo se acercó a sus compañeros.  Acababan de llegar y estaban heridos, sin transporte, con los ánimos bajos. Jodidos. "Sabía que una misión tan precipitada sólo podía traernos malas consecuencias. No me equivocaba."

-Mierda, mierda... -inició la conversación jadeando-. Menuda bienvenida... nos... han dado -dejó caer las palabras pesadamente, aún le costaba respirar-. ¿Qué hacemos ahora?

John se quedó petrificado al ver como el pajarraco derribaba el helicóptero y con el su medio de escape de aquella isla... Pero no sólo estaba ese detallito sino el hecho de que sus compañeros militares estaban un poco chungos. Preocupado se acercó a DH y la marimacha a ver como se encontraban.

- Ey... ¿Cómo estáis, podéis andar? ¿Señorita Volkov?- se interesó tratando de ayudar a Anastasia, que era la que se había dado la hostia más grande- creo que lo mejor es seguir adelante...no nos queda más remedio. Si mis suposiciones son ciertas, es posible que encontremos algún equipo de radio en los puntos de control. No nos olvidemos que esto en realidad es un parque de atracciones... con bichos carnívoros dentro... pero no repararon en gastos a la hora de hacerlo.

Mientras reposabais después del accidente, los recuerdos sobre los detalles de la misión eran más claros; el acceso a los laboratorios se hacían a través de la Sala de Visitantes, la cual se encuentra al norte.

Por algún lado debería haber railes o indicaciones que lleven hasta dicho lugar.

John ayudó lo que pudo a los militares, dándoles agua y tratando de que se tomasen un tiempo para descansar. Pero teniendo en cuenta la peligrosidad de aquella isla lo más prudente era salir por patas... era cierto que cuanto más se adentraran más peligroso les resultaría, pero si se quedaban allí sólo conseguirían morirse de hambre y servir de alimento a otro saurio volador...

- Creo que debemos movernos ya... - sacó un mapa de la isla- nosotros estamos aquí... debemos dirigirnos a la Sala de Visitantes que es donde se encuentra el laboratorio- señaló la ruta con el dedo- en principio sólo debemos seguir el camino y procurar no llamar la atención- trató de animarlos- ¿vamos?

Habían descansado un rato y ya tenía las ideas más claras. Dwight se levantó para estirar las piernas mientras escuchaba a Smith.

-Tienes razón, de nada sirve quedarnos aquí lamentándonos o llorando como bebés, cuanto antes lleguemos allí y consigamos lo que necesitamos, dispondremos de más tiempo para buscar una salida -matizó mirando fijamente el lugar donde se estrelló el helicóptero-. Además, supongo que al no poder contactar con nosotros, acabarán enviando otro transporte.

Anastasia niega con la cabeza mientras se levantaba -No, no estoy bien. Estoy segura de que me he roto algo, una costilla al menos. Joder, esto duele -afirma mientras frunce el ceño y trata de coger aire -pero puedo seguir y más nos vale hacerlo, no quiero que el anochecer nos pille al descubierto en este lugar. Sigamos el camino y esperemos que los edificios que encontremos sean seguros. Hammer, lidere la marcha, yo cubriré la retaguardia -concluye la militar dirigiendo a sus dos compañeros con una orden clara y concisa.