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Knights Code [+18]

Capitulo 2: Sucesos del castillo

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16/02/2019, 20:34

No había dudas de que el príncipe tenía unos ideales admirables, aunque no sabía hasta que punto era bueno que se pusiese metas tan lejanas... Por lo menos parecía que no se rendiría fácilmente, y eso era algo bueno.

Entonces, por fin llegó mi compañero, al cual recibí chirriando un poco los dientes mientras alzaba una ceja.

-Mira que beber antes de cuidar al príncipe... ¡No hay remedio! -y de paso, Muramasa se andaba excusando con su visita a la iglesia. JA. Al menos debió esforzarse en tener una buena excusa. -. Ya llevó rato esperándote. Más te vale que estes listo para comenzar la escolta. Aunque en todo caso, conmigo hubiese sido más que suficiente para que su majestad estuviese segura.

Alanís parecía ser una persona que ayudaría a proteger al príncipe si se daba el caso, por lo que la llegada de Murasama tampoco me parecía algo que cambiaría mucho la situación actual.

Notas de juego

PNJ

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16/02/2019, 22:16
Director

El espadachín pasaba por alto la manera en la que lo miraba Alanís, observando a los presentes para ponerse al día y entender que el príncipe estaba siendo entrenado por la rubia mientras Frey vigilaba. Aunque no parecía que estaba prestando atención, Muramasa alzo una ceja algo indignado cuando Alanís insinuó lo de estar en todas sus facultades.

-Me encuentro fresco como lechuga. No se que te hace pensar que la botella estaba vacia cuando fui a la iglesia: yo siempre ofrezco, son ellos los que nunca quieren nada de mi... -se excuso Muramasa antes de rascarse la cabeza de manera desinteresada antes de avanzar hasta el príncipe. -. Usted no se preocupe, majestad. Esta en buenas manos -aseguró dándole una fuerte y energética palmada en la espalda, la cual hizo tambalear al chico.

El príncipe reía nerviosamente ante la presencia de su segundo escolta, recuperando la compostura en cuanto pudo.

-Es bueno que ya estes aquí, Muramasa. En fin: Alanís, ¿continuamos?

Entonces, alguien más entró al salón de entrenamiento.

-Con permiso -se presentó Marshall, el jefe de los mayordomos, con una caballerosa reverencia a todos,, haciendo una más para el príncipe. -. Su majestad, lamento interrumpir su entrenamiento, pero acaba de surgir un inconveniente el cual nos ha llevado a la decisión de reunir a la familia real en la sala del trono mientras los caballeros se aseguran de que no es nada que los pueda afectar. Insisto en que usted y sus escoltas me acompañen... -tras explicarse, el hombre dirigió su vista a Alanís. -. Comprendo que al príncipe solo le fueron asignados dos escoltas: agradecedería que también vinieses; Un caballero más junto al príncipe nunca está de más.

-Entiendo... -el príncipe dejo el arma de practica colgada en su lugar antes de limpiarse levemente las ropas. -. Vamos entonces.

Antes de que el príncipe se pusiese en marcha para salir del salón, Murasama le detuvo el hombro, observando fijamente al mayordomo que acababa de llegar.

-¿Que a sucedido para necesitar de reunir a la familia real? ¿Una amenaza se ha vuelto a infiltrar? -preguntó el espadachín buscando informarse, aunque su mirada parecía más bien desconfiar de la decisión de Marshall.

-De momento el castillo parece estar fuera de peligro, pero acaba de suceder una explosión en la ciudad. No es algo que suceda usualmente, por lo que Zedron prefiere tomar precausiones. Otros caballeros ya se estan encargando de ir a la zona afectada; sospechamos que fue causada por un enemigo de los caballeros.

-Así que sospechan de un ataque... Debe ser alguien muy mal de la cabeza como para causar un alboroto así en la ciudad del castillo -suspiró Muramasa antes de soltar al príncipe. -. Esperemos que haya sido solo un accidente, o las personas de la ciudad no podrán estar tranquilas, y nosotros tampoco...

-Por favor, acompañenme a la sala del trono -volvió a decir Marshall antes de disponerse a llevarlos él mismo.

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16/02/2019, 22:32

La historia contada por el amigo de la príncesa ayudó a que el tiempo pasase, pero había llegado nuestro momento de trabajar. No parecía ser la única a la que le daba mala espina el visitante inesperado, por lo que abrí mi mano para que Bhalde volviese a su forma de arma y así poder blandirle.

Ya que Sutera se encargaría de proteger a la príncesa, y Feris se aproximaba a la puerta, yo mantendría mi posición en medio de todo, preparada para actuar como fuese debido si sucedía algo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

PNJ

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17/02/2019, 18:29
Director

El silencio en la sala fue cortado por un torpe movimiento de Sutera, quién en un intento de ser sigilosa terminó por pisar una tabla vieja que chirrió terriblemente; no fue un ruido demasiado fuerte, pero si el desconocido estaba prestando atención desde el otro lado, seguramente pudo haberse dado cuenta de que había alguien en casa.

Little Inferno...

Feris, quién estaba más cerca de la puerta, fue el primero en percatarse de lo que estaba por suceder, pero no tuvo tiempo para hacer nada antes de que una explosión lo mandase a volar hacia atrás*. El polvo y los escombros llenaron la habitación, haciendo retroceder a todos mientras intentaban ver a través del humo.

La pared había sido destruida, y unas llamas cubrían ahora las calles y la entrada de la casa. En medio de todo se encontraban tres figuras encapuchadas con túnicas, y al fondo de todo se pudo observar una pequeña persona que alzo el vuelo con sus grandes alas, escapando antes de que lo involucrasen en lo sucedido.

-¡La información era cierta: la príncesa esta aquí! -afirmo uno de los encapuchados mientras sacaba de sus ropas un hacha de mano; los otros dos no tardaron en sacar también sus hachas.

-¡¿Porque hay tantos caballeros con ella?! ¡Se supone que solo la acompañarían uno o dos!

-¡Eso no importa! ¡Pronto solo seran cadaveres!

Las llamas empezaban a propagarse rápidamente, subiendo por las paredes de la casa y los muebles a una velocidad temible. Solo era cuestión de tiempo para que toda la casa estuviese cubierta de fuego. Además, la única salida se encontraba bloqueada por los bandidos.

-¡Hay una ventana en el segundo piso por la cual se puede salir! -anunció Perceval, buscando ser de ayuda. -. No creo que dejen escapar a la príncesa así como así... Necesita una distracción.

-¿Distracción? -a la príncesa no se le veía contenta, para nada. No había tiempo para andar detallando su expresión, pero una vena se le estaba marcando ya en la frente. -. Estos desgraciados se metieron en la ciudad y se atrevieron a venir a por mi hoy... ¡No aceptaré que los dejen escapar! -ordenó apretando uno de sus puños.

- Tiradas (6)

Notas de juego

*Feris, no te da tiempo a esquivar, pero no recibes daño.

Turnos: Ameline, Feris, Sutera, Bandido 3, Bandido 1, Bandido 2. Perceval y la príncesa se mantienen al margen del combate, por lo que actuan de último si deben hacer algo.

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17/02/2019, 18:51

De un momento a otro se había desatado un combate. Esperaba que la explosión no hubiese hecho ningún daño grave a Feris, quién fue el que más cerca estaba al momento del ataque.

-Ese era... -seria mucha coinscidencia de un fuese otro hada con poderes de fuego. Parece que no estaba tan lejos como creiamos, y esta vez venía por la princesa... -. ¡Sutera, protege a la príncesa y a Perceval! ¡Feris, nosotros podemos con ellos!

Decidida a no darles tiempo para actuar, me lance a por el primero de los bandidos dispuesta a atacar yo primero. Teniamos que sacar rápido a Artanis de allí, o el fuego se podría volver en un verdadero problema...

- Tiradas (1)

Notas de juego

PNJ

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17/02/2019, 18:56
Glaius

-Un motivo admirable el tuyo, debo admitir... -comentó el nigromante mientras ojeaba las paginas de uno de sus libros. -. Mis objetivos siempre han sido... complicados. El Rey Aztora entendió mi forma de pensar, y me ayudó de maneras de las que muchos se arrepentirían por el resto de sus vidas... Podría decirse que él me ayudaba a llevar el peso de mis aptos, y yo solo podía pagarle sirviéndole. Un día decidi que no era necesario que cargase más peso por mi, así que me fui en busca de redención. Fui aumentado mi conocimiento sobre el mundo y los secretos que esconde, y regresé con el fin de pagar mi deuda con el anterior rey. Debo decir que... Es agradable volver.

Tras unos minutos, los cuales el nigromante aprovechó para seguir hablando de diversos temas comúnes y así pasar el tiempo, un portal se abrió en la habitación...

Notas de juego

Espera otro post

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17/02/2019, 19:02
Glaius

Luego de coordinarse, Faith abrió un portal justo detrás del nigromante. Elizabeth pudo verlo apenas se abrió, descartando una posible amenaza cuando del otro lado se mostró Fío y una poción...

Glaius estaba terminando de leer las paginas de un libro sobre su escritorio cuando las hadas se dispusieron a hacer la broma. Fío solo tuvo que asomarse un poco e inclinar lentamente el frasco para que el liquido cayese sobre el enmascarado.

-Les ataré las alas si lo hacen... -amenazó el nigromante de espaldas al portal, a segundos de que Fío lanzase la poción. Aunque no lo pareciese, resultaba ser que tenía la guardia bastante alta... -. ¿No podrían dejar de meterse en problemas durante cinco minutos?

Inesperadamente, un pequeño pitido sonó en sus cabezas, seguido de una voz: se trataba de una comunicación mágica.

-A los caballeros que vigilan al nigromante: No le permitan salir de su sala, y no dejen que nadie entré. Acabe de suceder una explosión en la ciudad y la familia real sera reunida en el salón del trono. No descartamos que sea un intento de alguien para ir hasta el nigromante... -les informó un mensajero mágico del castillo.

-Sucede que ya no puede pasar nada sin que me metan a mi, ¿no? -habló Glaius a través de la propia comunicación mágica.

-¿¡Q-Qué!? ¡No me he comunicado con usted!

-Novato... -soltó el nigromante antes de que el caballero en el otro lado cortase la llamada.

-Parece que son unos días agitados para los caballeros -dedujo Glaius mientras iba a una de sus estanterías, tomando una bola de cristal la cual colocó sobre su escritorio. En el interior de la esfera se podían ver particulas de mágia flotar sin orden alguno. -. Es cierto que estan reuniendo a la familia real, pero... no veo a la príncesa -comentó Glaius mientras miraba la bola de cristal. -. Para ser más específicos: no la veo en ninguna parte del castillo... Sospecho que la explosión en la ciudad no fue un accidente, y la príncesa debe estar metida en todo el problema. Supongo que solo me tienen a mi para informarse.

Entonces, otra sorpresa surgió repentinamente: toda la habitación empezó a temblar con fuerza, tirando abajo el contenido de las estanterias y las mesas. Un fuerte terremoto parecía estar azotando todo el castillo.

-Se supone que no debo salir de mi torre -comentó Glaius mientras alcanzaba algún que otro frasco para que no cayesen al suelo. -. Pero no pueden dejarme aquí, ¿verdad?

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18/02/2019, 01:33
Alanís Cromwell

-Me gustaría pensar que lo que sucede fue alguna explosión accidental...pero si, nunca se puede estar del todo seguro. ¿El resto de los Aztora ya están allí?

Alanís dió silencioso consentimiento a la actitud de Muramasa. Parecía que bebida o no, sus sentidos estaban en orden, y podía respetar eso.

-Solo por las dudas, marchemos de forma ordenada. Muramasa, por favor abre la marcha junto a Marshall. Ofrezco mis disculpas sobre lo anteriormente dicho...Frey, por favor cierra la marcha. Acompañaré a su majestad entre ambos.

Marshall era alguien que veía con relativa frecuencia por lo cual no tenía motivo alguno para desconfiar de él, pero le pareció que lo mejor sería dejar que Muramasa avanzara lo más cerca posible de él para o bien curar su desconfianza, o en el peor caso usar esos instintos para estar preparado. Frey usaba una lanza más ligera que la suya y efectivamente le parecía alguien más veloz y con mayor alcance, por lo cual decidió dejarlo cerca. Ella misma sabía que era muy efectiva pero estando muy cerca, por lo cual tendía a favorecer el quedarse lo más cerca posible de lo que quería proteger. Definitivamente no había ningún excedente de preocupación con respecto al príncipe en su juicio... pero no iba a despegarse del sitio elegido incluso si todos los presentes protestaban.

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20/02/2019, 11:53

Levantandose de entre los escombros a los que había sido mandado, la apariencia de Feris se asemejaba mas a un demonio iracundo emergiendo de las llamas que a un noble caballero protegiendo a la princesa. A sus oidos ya no llegaban las palabras de la enojada princesa o los planes de fuga de Perceval y Ameline, las venas en su frente palpitaban con furia mientras mostraba los dientes y se lanzaba para destrozar a las figuras encapuchadas.

- Tiradas (2)
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20/02/2019, 12:05

-Alteza, le ruego que se calme, si mira a mi hermano comprenderá que esos bandidos tienen los minutos contados. Le digo a la princesa sacando mi ballesta con mi escudo aún firme delante, procurando mantenerme entre ella y el combate para protegerla.

Tras dispara una flecha a uno de los bandidos añado: Esos sujetos no durarán mucho en pié pero, si no escapamos de las llamas, nosotros tampoco. Güíenos señor Percebal, yo les cubriré.

- Tiradas (2)

Notas de juego

(No sabía la dificultad asi que la he dejado en blanco y he tirado el daño por si acaso impactaba)

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20/02/2019, 15:39
Director

Ameline fue la primera en acercarse al bandido, lanzando un certero corte que no pudo ser bloqueado por el criminal, causando que esté tuviese que retroceder con una herida en el pecho. Antes de poder hacer nada, el monstruoso Feris se abalanzo a por él, acertando un tajo feroz que hizo brotar la sangre de su enemigo antes de que la flecha de Sutera pasase volando y se le clavase en el brazo, dejando terriblemente herido al hombre nada más empezar.

-¡Tsk! -el bandido retrocedió de un salto para reunirse con sus compañeros antes de caer arrodillado, intentando parar la sangre con su mano.

Actuando rápidamente, el segundo de los bandidos sacó de sus ropas una pequeña bola verde con una runa dibujada. No tardó en quebrarla en su mano para luego echar los restos sobre su compañero, causando que un aura mágica empezase a sanar sus heridas lentamente.

Decidido a ganar tiempo para que el primero de los bandidos se recuperase parcialmente, el tercero se abalanzó con su hacha en mano a por quién más daño le había hecho a su compañero: Feris. Los movimientos del bandido delataban que tenía experiencia en combate, y seguramente el resto también.

Viendo que los bandidos estaban distraídos con ustedes, Perceval asintió y tomo a la princesa suavemente del brazo para disponerse a llevarla al segundo piso, esperando que los siguiesen en cuanto pudiesen.

- Tiradas (3)
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20/02/2019, 15:52

-Feris haría muy bien el papel de villano... -pensé al ver actuar a mi compañero.

En cuanto uno de los bandidos se dispuso a curar al herido, y el otro se lanzó para frenar a Feris, tomé firmemente mi arma con ambas manos para avanzar y atacar al primero de los bandidos: no pensaba que pudiese recuperarse del todo, pero en cuanto menos se curase seria mejor para nosotros.

-¡Usan runas curativas! ¡Estos tipos están preparados! -no cualquiera conseguía unas runas como esa, y mucho menos podía darse el gusto de usarla nada más empezar el combate. Mis sospechas me hacían pensar que seguramente tendrían más, y por eso debíamos acabar con ellos lo más pronto posible para evitar que las usasen.

- Tiradas (2)
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21/02/2019, 13:59
Fío Edrielle

Rápidamente puso el bote erguido para que no cayera gota ninguna, tapándolo y empezando a reír algo nervioso. -L...lo... lo sien...siento... Pero no tuvo tiempo de decir más pues un pitido resonaba en sus cabezas, siendo que el mensaje no era muy alentador entró rápido en la estancia arrastrando con el a su hermana para dejarse de bromas, aquello ya era serio y no era momento de jugar. La magia que empezó a usar el nigromante no era de su competencia así que solo podía confiar en lo que decía, tampoco es que fuera un mal tipo, al menos a el nunca se lo había parecido pero todo tenía que ser vigilado con cautela o podría pasar cualquier cosa. -¿La... p-princesa?... ¿Que q--- No terminó la frase, parecía que ese día cualquier cosa quería cortar sus palabras pues ahora era una sacudida de gran escala que lo estaba destrozando todo en esa estancia. -A...ah... ¡v-vamonos!.... Señaló el portal abierto hacia el almacén donde estaba todo el material del nigromante, era lo único que había abierto en ese momento con un escape seguro para no acabar echos papilla bajo escombros.

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21/02/2019, 14:59

La aptitud de Alanís era la de alguien responsable y firme; no podía decir lo mismo de Muramasa, aunque esté parecía tener su profesionalidad cuando se era necesario.

-Me parece un buen plan -apoye a la rubia antes de tomar mi lanza y separarme de la pared en la que estaba recostado.

Marshall tal vez ya estuviese algo viejo, pero eso solo significaba que tenía más experiencia que muchos en el castillo. Tal vez solo fuesen cosas mías, pero Muramasa no parecía confiar del todo en él...

-¡Vamos entonces! Lo mejor sera estar en la sala del trono lo antes posible. Dudo que alguien quiera meterse en el castillo así como así con todos los caballeros aquí -comenté antes de tomar mi posición atrás de la escolta, dispuesto a seguir al grupo con la guardia en alta.

Notas de juego

PNJ

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21/02/2019, 19:49
Faith Edrielle

-Oh vamos - me quejé cuando fuimos pillados apenas sin haber hecho nada. Tenía razón al preguntar aquello, pero yo lo veia una pregunta un tanto estupida - ¿Y tu no puedes enrollarte ni cinco minutos? Fio solo me quería hacer reir, luego podría haberte hecho trenzas y que te quedase muy mono, y cuando me cansara podría solucionarlo con mi magia - Hasta yo me había oido y sonaba... graciosisimo. Hubiera estado bien. Muy bien.

Pero apenas unos segundos más pasaron cuando notamos la comunicación del castillo. Era un mensaje que vaticinaba problemas y no tardamos mucho en averiguarlos cuando el nigromante empezó a verlo como una bruja en su bola de cristal. - ¿La princesa? - pregunté sin que tuviera demasiado sentido aquello. Era estupido pensar que la princesa se había metido en problemas, sino que más bien estuviera tratando de solventarlos. Pero apenas podiamos hacer nada si teniamos que quedarnos allí, salvo...

Un terremoto sacudió la estructura que nos contenía y Fio se puso nerviosisimo y tan solo se me ocurrió abrazarlo pues la siguiente acción requeriría de mis dos brazos, daban igual para donde apuntaran - Tranquilo hermanito, no nos pasará nada. Recuerda que estoy cerca tuya y tu cerca mía. Mientras estemos juntos somos invencibles. - Acto seguido una barrera esferica nos rodeó apurando solo la habitación de tamaño. - Con mis escudos estaremos protegidos. Tenemos que cumplir las misiones que nos dan. No dejaremos que nadie se acerque, pero tu tendrás que detener a Glaius junto a Elizabeth. Confio en ti y en tus poderes - le di un tierno beso en la frente y entonces deshice el abrazo para contenerme en la barrera hasta que el temblor parara.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Resultado real por estar junto a Fio 24

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21/02/2019, 21:54
Director

-Correcto. Solo falta el príncipe en la sala del trono -confirmó el mayordomo a Alanís.

-Olvidalo, ojos verdes, estoy acostumbrado a esos pensamientos de mi -le respondió Muramasa a la chica ante su disculpa. -. Bien, marchemos.

Luego de adoptar sus posiciones, se dirigieron hacia la sala del trono sin ningún inconveniente de camino. Una vez allí, se encontraron a la reina y el rey esperando en sus tronos, con varios caballeros presentes en la sala como era costumbre.

-Hm... Zedron no debería tardar en llegar -comentó Marshall al notar la ausencia del caballero más fuerte del castillo. -. Príncipe Arthas, por favor, tome asiento en su lugar mientras pasa todo.

-Esta bien, pero... ¿Donde esta mi hermana? -se preguntó el príncipe, viendo el trono vació de la chica. -. Dijiste que toda mi familia ya estaba aquí.

-No quería preocupar a su majestad. Unos caballeros ya se están encargado de ir a por ella. Mientras tanto, usted debe esperar aquí... -insistió el mayordomo, sin mostrar pena por sus métodos.

-Hoy es domingo... No puede ser: ¿ella esta afuera? -mas Arthas no tardó en darse cuenta.

-Por favor, le suplico que se calme...

-Marshall, ¿que es lo que me escondes? ¿Que esta pasando, y donde esta mi hermana? -al príncipe se le empezó a ver considerablemente preocupado.

-Hijo -intervino el rey. -. No tengas miedo. Los caballeros irán a por ella y la traerán a salvo al castillo. No tenemos nada de que preocuparnos... -aseguró Artorias invitando con su mano a que su hijo tomé asiento.

Tras suspirar, el príncipe recupero la compostura, y se dirigió a su trono con la cabeza algo agachada mientras era seguido por Marshall.

-Humanos mediocres, no podéis confiar ni es vosotros mismos -soltó alguien la habitación.

Casi al instante, todos alzaron la vista, escontrandose con un pequeño hombre de largo cabello rojo oscuro y unas esplendidas alas multicolor. Lo más alarmante era el aura de llamas que emanaba su mano derecha, como si preparase un hechizo de fuego.

-¡Formación defensiva! -ordeno rápidamente Marshall para que todos los caballeros hiciesen un muro frente a la familia Aztora, buscando que el hada no se pudiese acercar. -. ¡Es un criminal del reino que busca acabar con el rey! ¡No se lo permitan!

-Es inútil... Las personas que solo tienen poder por su apellido no merecen ser protegidas -afirmó el hada mientras el aura en su mano tomaba forma de esfera de fuego.

Sujetando su colgante, Muramasa susurró algo por lo bajo, a un volumen tal que más bien parecía que no dijo nada realmente, pero entonces, un cubo de luz se formó alrededor de la familia real y los caballeros que les protegían. Era una barrera mágica.

-¿Una bendición? -dedujo el pelirrojo, dirigiendo su vista a Muramasa. -. Tu no puedes ser un clérigo...

-Creyentes hay de todo tipo -soltó el hombre antes de reír y desefundar su katana. -. Con esa protección tendrás que matarme antes de poder tocar a los reyes...

-Me parece justo... -luego de chasquear los dedos desde dentro de la bola de fuego, un muro de llamas emergió en las puertas de la sala del trono, escalando hasta el techo para evitar que cualquiera pudiese cruzar sin salir quemado. -. No permitiré que ninguno de ustedes escape, no luego de llegar hasta aquí...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Turnos: Alanís, Frey, Muramasa, Hada. (Normalmente cuando alguna tirada de iniciativa es igual a otra, hago otras tiradas, pero ya que llevo a Frey de PNJ, te dejo el primer turno, Alanís).

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21/02/2019, 23:23
Alanís Cromwell

Alanís se había relajado un poco con las palabras del rey, pero el desconocido alertando de su presencia hizo que se posicionara de espalda a la familia real descolgando su lanza, tensa. Sin embargo, Muramasa actuó más rápido mostrando habilidades divinas inesperada tanto para ella como para el intruso, protegiendo de forma similar a Elizabeth con magia.

-Mis camaradas, mantengan sus ojos vigilantes para con la familia real. -dijo a los demás caballeros- Tomaremos responsabilidad de este intruso.

Tras el shock inicial, giró la lanza en su mano una sola vez para mejorar el agarre.

-Como se instruye en la casa Cromwell, concedo una oportunidad de rendición. Tomala ahora, o juro que al terminar contigo habré cercenado esas preciadas alas que posees para que estés en el suelo el resto de tus días.

Tras esto tomó impulso, y trató de alcanzarle con su lanza. Pensaba inicialmente en bajarlo al suelo, con un golpe contundente de la misma antes de proceder. Tenía confianza, más ahora que nunca estando la familia real tan cerca para juzgar su fuerza. Pero observaba con cuidado como se desenvolvían los hechos...o bien aquel ser faérico tenía un exceso de confidencia mortal, o realmente estaba convencido de que podría con un tropel de caballeros reales.

- Tiradas (1)
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21/02/2019, 23:55
Director

Ya habían pasado tres semanas desde que te dieron aquel rango. No cualquiera podía lucir aquella insignia a tan corta edad, y eso solo era muestra de tus logros y capacidades.

Últimamente habían pasado muchas cosas, y justo ayer había regresado al castillo un nigromante que había servido al rey Aztora antes de huir por motivos desconocidos. También había sido asesinado un representante enano durante una reunión con el rey Artorias, y se sospechaba que un gigante fue capaz de usar magia en un bosque no muy lejano a la ciudad... Este último suceso fue el que te tocó investigar junto a otro caballero diamante y unos aprendices de caballero real que dejaron a su cargo.

-¡Adelante, ya casi llegamos! -el grupo era liderado por Yurrax, un caballero de procedencia dudosa que nunca se quitaba su armadura. Mantenía una aptitud amistosa y a la vez profesional, animando a los nuevos reclutas bajo su cargo. -. Yo fui uno de los dos caballeros que se encargó del gigante justo ayer, así que conozco el camino como la palma de mi mano.

Estaban siendo seguidos exactamente por cinco aprendices de caballeros, armados con espadas, lanzas, y armaduras ligeras. Todos miraban con cierta desconfianza los alrededores, como si quisiesen estar preparados para cualquier cosa cuando seguramente estaban fallando en algo por intentar esforzarse tanto.

-¡Yyyy llegamos! -desde las sombras de los arboles y arbustos podían ver un pequeño campo en medio del bosque. Habían varias rocas, troncos, y el gigantesco cuerpo de un hombre con un gran agujero en el pecho hecho desde dentro. Se podía oler la descomposición de sus órganos destrozados, siendo examinados por una mujer desconocida de túnica rota, piel sucia, descalza, apoyada en un bastón de madera, y un cabello blanco recogido con una cinta negra que también le tapada los ojos. -. Interesante... -Yurrax se dio la vuelta rápidamente, mirando a los aprendices antes de hablar en voz baja. -. Muy bien: Una desconocida con mala apariencia esta examinando un cuerpo que se supone que nadie debería andar toqueteando sin autorización. ¿Como se debe proceder?

-Arrestarla e interrogarla -soltó uno.

-Preguntar si esta perdida y atenderla -opinó otro.

-¿Atacar sin dudar? -parecía que este simplemente no quería quedarse sin decir nada, o eso deseabas pensar...

-Buenas ideas... Unas mejores que otras... -comentó Yurrax antes de dirigir su atención a ti. -. ¿Tu que opinas, Baeric?

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22/02/2019, 12:10
Baeric Griffith

Aquellas semanas estaban siendo especialmente complicadas, si, había recibido una medalla a muy corta edad y aquello era un honor, pero aun así, tenía que seguir entrenando, mostrando valor, fuerza y aptitud, o todos sus esfuerzos serían en vano. Baeric cabalgaba junto a Yurrax y unos cuantos reclutas, los cuales no se le acercarían ni de cerca a “su nivel”, pero, tenían que entrenar y aprender…algo normal.

Pero eso no era lo importante, el nigromante, el enano asesinado, incluso el gigante que usó magia en el bosque…todo era extraño y avecinaban malos tiempos. Lo único que podía pensar el joven caballero era que ojala el rey tuviera fuerzas para mantener la paz y que las cosas no se salieran de madre.

Fue cuando llegaron a aquel claro en medio del bosque que pudieron ver a aquel giante, el cual tenía un gran agujero en medio del pecho y emanaba olor a descomposición. El joven hacía esfuerzos para no arrugar la nariz o mostrar molestia, pero no pudo evitar poner cara de circunstancias al ver a aquella mujer de cabello blanco, descalza y posiblemente ciega que palpaba el enorme cuerpo del gigante caído.

Yurrax vi aquello como una buena oportunidad para los reclutas, ¿Cómo debían proceder?, desde luego las ideas eran variadas y Baeric no pudo evitar sonreír con suavidad al escucharlas…eran tan dispares, tenían tanto que aprender…así que cuando el otro caballero le preguntó que podían hacer, Baeric se limitó a bajar de su corcel con gracilidad, a la vez que agarraba su propia capa y se la quitaba.

-Primeramente…se ha de preguntar a la persona, no está haciendo nada ilegal y no parece sospechosa…luego se ha de proceder con tranquilidad, posiblemente atenderla si está herida o perdida y por ultimo encaminarla por el buen camino…eso es lo que tendría que hacer un autentico caballero.-Y dicho eso, se giró y comenzó a encaminarse hacia la mujer desconocida.

Estaba radiante esa misma mañana, limpio, impecable, oliendo maravillosamente y moviéndose como si estuviera casi danzando, algo normal en el…sobretodo con aquella armadura impoluta, brillando con los rayos de luz solar mientras se acercaba a paso tranquilo hacia la mujer.

-Buenos días señora.-Saludó cordialmente con una sonrisa.-¿Se encuentra bien?, ¿se ha perdido?-Preguntó con tono cortés pero manteniendo una distancia prudencial.

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22/02/2019, 14:25

Todo sucedió demasiado deprisa pero no pude evitar una pequeña sonrisa ante las palabras del nigromante.- Nadie ha dicho que no  puedas salir de la torre, han dicho que no podías abandonar tu sala. Un antiguo caballero como tu seguro que no tiene problema para que eso no sea un problema.- Dije mientras señalaba el lugar a donde conducía el portal que tenían abierto las hadas.- Solamente tienes que trasladar tu estudio.- Mientras hablaba había ido avanzando hacia el portal y me había quedado junto al hasta que el nigromante tomara una decisión.

Aquella forma de saltarme las normas la había aprendido de Feris el cual, por mucho que me esforzara a elaborar planes, siempre acababa haciendo lo que quería sin incumplir “técnicamente” las órdenes.- Nigromante Glaius, como guardiana suya le comunico que su sala de reclusión ha cambiado. Tiene 15 segundos para llevar sus cosas.- Mientras hablaba en tono ligeramente neutro pero apresurado mire como Faith empezaba a preparar un escudo. Quizá algo de ayuda le vendría bien. Con calma empecé a entonar un pequeño salmo mientras mi mano derecha recogía el libro que llevaba en un lateral y las páginas empezaban a agitarse. – Mejor que sean 10 segundos y...- Añadi cuando termine de lanzar el hechizo.- Fio, vigila el otro lado.

- Tiradas (1)