Partida Rol por web

—Pero… si decimos eso, ¿los enanos no revelarán el papel del rey en todo esto? —comentó Fío sobre revelar los crímenes de los enanos—. En esa situación, los enanos acusarían a los humanos de ser unos hipócritas.

Pronto terminó el debate acerca de cómo deshacerse de las runas, ya que Jonathan y Samael revelaron que ya no quedaban apenas, ni medios para producirlas. Aquello les ahorraría muchos quebraderos de cabeza. Por otro lado, Muramasa puso sobre la mesa la posibilidad de utilizarlas para el bien. Enseguida, los demás explicaron sus respectivas opiniones al respecto.

—Opino lo mismo que Faith y Alanís sobre esto. Sé que Samael es capaz de crear runas sin hacer daño a nadie, pero, aun así… no me sentiría cómodo viendo utilizar runas sabiendo cuál era el origen de las runas originales. Y, como dice Alanís, servirían de precedente para que otros traten de crear las suyas propias. Además de que podrían caer en malas manos y acabar siendo usadas para el mal. Hay muchas cosas que podrían salir mal, y por eso opino que lo mejor es que nos deshagamos de todas las que quedan.

Alanís hizo además una propuesta interesante para presionar a los enanos. La cuestión sobre hacer pagar a los enanos por sus crímenes era muy delicada, pero no podían ignorarla. Si trataban de imponerles un fuerte castigo, se arriesgaban a provocar una guerra. Pero, si no hacían nada, quedarían completamente impunes tras tales atrocidades, y podrían llegar a pensar que las hadas eran una raza débil de la que cualquiera se podía aprovechar.

—Por lo que dice Samael, deben de tener muy pocas runas ya. No serían suficientes para alimentar una guerra por sí solas. Por otro lado, la idea de Alanís de establecer una alianza entre las tres naciones parece muy interesante. En esa situación, los enanos no se atreverían a enfrentarse a los tres reinos al mismo tiempo, y no tendrían más remedio que rendirse. Por otro lado, no podemos forzar al rey enano actual a renunciar a la corona cuando el rey Artorias cometió los mismos crímenes, y su hijo va a heredar su trono… —afirmó Fío con pesar.

 Por la mirada de los presentes, ciertamente todos estaban de acuerdo que, aún existiendo la posibilidad de poder crear buenas runas con buenos métodos, la historia detrás de esta no permitiría que pudiesen usarlas sin recordar sus orígenes.

 -Bueno, era solo una pregunta... -por su parte, Muramasa parecía sentirse ahora un idiota por haberlo comentado.

 -Fue una posibilidad a tener en cuenta, pero ciertamente acabar usando esa tecnología seria aceptar que los enanos hicieron algo bueno, e incluso yo digo que para algo como eso el fin no justificó los medios... -concluiría Glaius, añadiendo entonces. -. Dado que poseemos la mayoría de las runas en nuestro poder, podemos llevar a cabo el plan de eliminación de estas luego de estudiarlas y moverlas a otro lugar para reducir al mínimo el número de accidentes posibles: mientras tanto, también podemos ejercer la presión contra el reino enano a través de la alianza entre reinos... Seguramente el rey querrá llevarse la reputación de los demás reyes con él, revelando su implicación en todo eso,  pero creo que... Cytla tiene razón -tras unos segundos, el nigromante añadiría por lo bajo. -. Aún no me acostumbro a decir eso... -aclarándose la garganta para proseguir, miraría a los presentes. -. Sabemos que los Aztora no eran lo que decían ser, y seria bueno que el resto también lo sepa, al menos lo de Artorias: Será entonces cuando Jonathan demostrará ser alguien distinto. Las probabilidades de que el resto de reyes haga o diga algo al respecto seguramente sean nulas, puesto que todos estaban enterados del asunto de las hadas y ninguno hizo nada precisamente por la protección de la corona: pero con el nuevo heredero del reino formando parte de una alianza contra el gobierno actual de los enanos, todos acabarán mostrando sus verdaderas caras y seguramente querrán unirse por la paz...

 -¿Qué hay de lo que dice Fío? ¿El rey enano aceptará dejar la corona? ¿No será lo mismo si su hijo la toma? -cuestionaría la reina hada.

 -Con todos los demás reinos presionándole es poco probable que quiera negarse con la amenaza de una guerra... -opinaría entonces Baeric. -. Es más, podría decir que incluso muchos enanos se unirían a la causa: puedo decir que hay muchos de ellos que no son para nada como el rey. Después de todo, estuve un tiempo en su reino -comentaría, mostrando su brazo el cual la mayoría sabía era obra de tecnología enana.

 -Es tal como dice Baeric: la presión de los demás reinos seguramente provocará un golpe de estado, y el rey se verá obligado a entregarse. No podemos negar que exigirle ceder la corona es hipócrita de nuestra parte sabiendo que nuestro rey estaba involucrado, pero son asuntos que ellos manejaron y a los que nosotros nos habríamos negado... Sobre el heredero: dudo que haya tenido algo que ver con los proyectos de su padre: una corazonada -concluiría Glaius.

 En ese momento, el silencio dominaría la estancia durante algunos segundos, puesto que se habían expuesto básicamente todos los puntos que habían que tratar, y todos parecían comprender bien lo sucedido y lo que se deseaba hacer.

 -Entonces, ¿todos de acuerdo con el plan?

Parecía que mis preguntas sobre las runas habían decrecido las ganas de utilizarlas... y es que es normal; nadie quiere usarlas ahora sabiendo que se había hecho a base de matar o robar magia a hadas que obviamente dudo que quisieran hacerlo por mucho que pudiera haber empezado con un "noble propósito" -No te preocupes Muramasa... mejor hablarlo que quedarnos en silencio incómodo cuando estemos frente a las runas- le diría a Muramasa que podía sentirse algo idiota por su pregunta.

Sinceramente, la explicación de Alanis sobre el tal Yurrax... No me aclaró realmente nada -¿Entonces el nigromante es un peligro o esta controlado?- no pude evitar preguntar, pues no me había quedado del todo claro el final. En fin, todo más o menos iba decente, comentando lo de la alianza y como tratar al reino enano para que el rey que planificó ese plan se quitase educadamente del trono...

Hasta que escuché a Glaius -Espera... ¿has dicho lo que creo que has dicho?- dije mirandole... No pudiendo evitar sonreír con picardía llevándome el dedo a la comisura de los labios; sobre todo cuando dijo que no estaba acostumbrado a decir eso -Jeje... ¿He oído bien? Has dicho que tengo razón... Jeje... ¿lo puedes repetir?- dije sin poder evitar reírme. Ya se que estábamos tratando temas serios, evitar guerras, y todo eso... Pero obviamente, aquello se podría decir que era un hito, escuchar a Glaius decir en público frente a todos que tengo razón... Jeje. Quería recrearme claro... pero en fin, me contendría un poco -Esa era mi idea si... Que Jon no empiece su reinado con "muertos en el armario" del anterior. Que es un rey nuevo con un reinado nuevo...

Luego de eso, escucharía a Baeric hablando sobre los enanos, sabiendo que él tenía experiencia con ellos y asintiendo con la cabeza a sus palabras -Serías buen embajador allí la verdad Baeric...- le comentaría al caballero grifo sonriendo levemente intentando recuperar el buen humor después de tanto caos. Ya se que no es puesto de rey... pero no estaría mal para él creo. Aunque mi sonrisa se tornó algo pícara -Y con el frío de ese reino, podríais estar mucho rato abrazados los dos entrando en calor... jiji- terminaría diciendo sabiendo que Artanis oiría.

Y también escucharía a Glaius... sin poder evitar suspirar levemente... -Si... una "corazonada"... ¿No?- preguntaría entre comillas... pues a lo mejor esa corazonada era debido al trato de Glaius con el enmascarado, aunque sabía que él no podría confirmarlo... Ojalá fuera de las últimas páginas de su guión. Entonces, cuando preguntaron si estábamos de acuerdo con el plan... me di cuenta de algo -Entonces... ¿con este plan ya conseguiríamos evitar las guerras y todo eso? Es decir, se que habrá que trabajar mucho y muy duro, pero... ¿Simplemente apretándole un poco los tornillos al rey enano y... ya esta? ¿Nos acabamos de... Ganar la paz?- no pude evitar preguntar por si quedaba algo más o no que hacer. Sería por ser desconfiada... pero después de aquella horrible reunión de hace una semana y el mal trago que pasé, básicamente sabiendo que evitar las guerras implicaba que el dios viejo perdía la apuesta que tanto intentó ganarle al enmascarado, no se porque esperaba... más trabajo. Que no digo que no me guste la paz, me encanta la paz y se que será un trabajo arduo y duro, pero... Joder, sinceramente me asusta que en cualquier momento nos vaya a caer algo gordo de golpe y sin avisar; pues con esos dos dioses que tenemos me imagino lo peor.

-El nigromante es Yurrax, el cual ahora mismo está hospedándose en el castillo. Pensé en encarcelarlo pero, luego de nuestro duelo se ha mostrado colaborativo y calmado, aunque está bien vigilado. 

Alanís respondió esto, y asintió volviendo a reclinarse al escuchar las últimas palabras de Cytla.

-Eso parece...por nuestros distintos lados, muchos de nosotros hemos conseguido alinear los eventos que llevaron a este momento. No ocultar nada no deja posibles agarres para futuros problemas y conspiraciones. Se siente como si finalmente fuera la calma luego de una odisea tormentosa. Por supuesto, que esta reunión haya sido aquí es parte de una treta de mi parte.

Guardó silencio un momento, dejando que estas palabras se asentaran. E incluso por un momento, hasta podía dar la impresión de que el ambiente se tensaba un poco, como si hubiese un último obstáculo presentándose a tratar de arrancar aquello. Solo hasta que reveló a lo que llamaba treta:

-Me estoy agenciando el honor de que esta sea la sede para futuras reuniones de aniversario, después de todo. Esperemos volver a vernos muchas veces en este mismo salón para hablar de buenas nuevas. Todo está en orden por mi parte.

Ver la reacción de Muramasa lo hizo sentirse algo mal. Parecía algo avergonzado y todo, el pobre.

—Muramasa... No te preocupes. Sabemos que solo querías ayudar. No pasa nada... —dijo en un intento de hacerlo sentirse mejor.

Finalmente, decidieron no sacar partido de las runas y proceder a su destrucción, lo cual era un alivio. También decidieron presionar al rey enano a renunciar a la corona, aunque Fío seguía temiendo que éste anunciara la participación del rey Artorias en la creación de las runas, y las consecuencias que esto pudiera tener. Glaius parecía bastante optimista al respecto, mientras que Fío consideraba todas las posibilidades.

No obstante, las cosas estaban saliendo realmente bien: parecía que iban a lograr una alianza entre casi todos los reinos, lo que haría que fuese muy improbable que los enanos tratasen de entrar en guerra. Todo indicaba que iban a lograr la paz, como aseguraron al dios Aztora.

—Sí. Yo estoy de acuerdo con el plan —afirmó.

Cytla no parecía llegar a creerse que lo hubieran logrado. Pero todo apuntaba a que sería así.

—Sí. Salvo que ocurra algo imprevisto, lo hemos conseguido. Pese a que algunos pensaban que era ok imposible —comentó en clara referencia al dios.

Alanís parecía tener algo adicional que decir. Fío la miró alzando una ceja, intrigado por qué podría querer decir.

—¿Quieres que nos reunamos aquí cada año? Vale. No veo problema por mi parte.

-Gracias Murasama por la idea. Siempre tratas de ayudar a todos, pero esta vez es mejor que se quede así las runas - Aseguraría de nuevo pero tratando de tranquilizar al pobre samurai que parecía haber sido asaltado por todos ante su idea. Que las consecuencias fueran malas, no quería decir que su objetivo fuera bueno.

Con todo ya hablado, parecía que finalmente todo esto daba un capitulo de cierre. Las runas se destruirían, la alianza se forjaría, Jonathan sería el nuevo rey de Aztora, uno al cual aún no sabía si ibamos a continuar acatando sus ordenes. El reino de las hadas podría vivir en paz y tranquilidad y con un Samael que controla su poder y el reino de los Dragones con una grandiosa reina como lo era Alanis

-Me parece que no se nos olvida nada, salvo una cosa: Tratar de transmitir este sentimiento de paz y alianza a las generaciones futuras - Siendo las hadas las más longevas miré a Fio con una sonrisa - Pero eso nos encargaremos de que ocurra - Con esto, quedaría resuelto la apuesta de los "dioses" que estaban fastidiando el mundo. O al menos eso esperaba.

-Al fin podremos descansar como nos merecemos... Aunque algo me da que no podemos bajar la guardia nunca - Aunque quería disfrutar y celebrar esta pequeña victoria, la realidad era más oscura de lo que pudiera parecer... Y que eso lo pensara un hada de la luz... - Pero al menos, ahora podremos proteger mejor a todos los reinos y preservar toda la vida.

-Por mi parte, todo bien y todo de acuerdo. Anualmente en este mismo lugar. - Así finalmente, acababa de confirmar que todo estaría bien de mi parte

 Las palabras y gestos de todos serian correspondidos por un asentimiento del Samurai, el cual recuperaría la compostura para no distraerlos más de la charla que manejaban, aunque esta más pronto que tarde fue acercándose a su fin...

 Por su parte, en Glaius se marcaron ligeramente las venas cuando Cytla decidió presionarlo sobre sus palabras, aunque por suerte para él la pelirroja terminó restándole importancia.

 -Supongo que sí... Tengo algunos amigos allá: seguramente, con todo esto de quitarle la corona al rey, pueda guiarlos un poco para facilitarnos las cosas desde dentro de buena manera, esencialmente para que los enanos sepan que estamos de su lado -declararía Baeric cuando la pelirroja comentó que seria un buen embajador, siendo que su siguiente comentario, si bien le tomaría un poco por sorpresa y provocaría que la princesa casi saltase de su asiento con la cara enrojecida y furiosa, a Baeric le acabaría causando bastante gracia, soltando una carcajada. No cabía dudas de que el caballero era un hombre nuevo, o tal vez el que siempre debió ser...

 Ante las palabras de Faith, todos asentirían con el pensamiento de enviar vuestros valores a las siguientes generaciones, y finalmente parecería que todos los temas fueron tratados.

 -Muy bien... Con eso concluye la reunión... -afirmaría Glaius. -. Es hora de la coronación.

 La coronación de Alanís fue llevada a cabo sin inconvenientes, con nobles del reino dragonico y representantes de otros dando sus respetos a la nueva reina, que desde momento temprano pondría en marcha su plan de enderezar el concepto de Orgullo y Honor en su reino, y hacer de su reinado uno que fuese recordado por cumplir esa imagen caballeresca que ella tanto luchó por mantener. En cuanto a Aztora, el trono fue tomado por Jonathan tal como se habló, y de igual forma se presentaron los problemas e inconvenientes que habían previsto, pero aún así el apoyo de las personas era mayor, permitiendo al rey unirse más que nunca con su pueblo para recuperarse del desastre.

 Con todo acordado, las runas fueron trasladadas a unas tierras vacías entre Aztora y el reino dragonico, donde con ayuda de las hadas elementales y el conocimiento de Glaius se podrían destruir todas y cada una de ellas, todo mientras el resto se encargaba de llevar a cabo la guerra política contra el rey enano, uno que si bien se resistió bastante no tuvo nada que hacer cuando su propio pueblo fue a asediar su castillo. Los guardias corruptos hicieron lo imposible por proteger a su líder, pero no previeron la llegada de Samael a sus aposentos, dándose el lujo de ver a los ojos al responsable de sus males antes de arrojarlo por el balcón hacia la multitud enfurecida... Luego de eso el rey fue capturado, y entre entregar la corona y vivir tras las celdas, decidió ceder su corona a su hijo, el cual tal como había predicho Glaius era desconocedor de los proyectos de su padre, y estaba más que dispuestos a cooperar con la paz de todos los reinos.

 Con el asunto de los enanos resuelto, quedaría aún por ver como se desarrollaba cada reino a partir de ahora. Por parte de Aztora, Jonathan se esforzaría en mantener unidos los reinos como no estuvieron nunca, empezando por acordar con la reina hada una propuesta que acabaría cambiando su reino: devolver todas las hadas elementales a su hogar, y que este no fuese liderado por una única reina, sino por un consejo formado por sus hijas. De ese modo, las ocho hadas elementales pasaron a ser consideradas reinas, y si bien mágicamente no era así, Samael investigaba la manera de, en un futuro, romper con el caos, la creación y su magia el limitador de su raza, y que de ese modo todas las hadas pudiesen ser "reinas" si lo querían, todo bajo supervisión y apoyo de los demás reinos, claro, siendo que la comunicación entre reinos nunca fue tan confiable, teniendo a Muramasa como representante humano en el reino de las hadas, y a Baeric y Artanis como representantes en el reino de los enanos.

 Y a partir de ese momento, el tiempo pasó volando.