Si bien, al igual que Cytla el samurai no tenía muchas ganas de enterarse de los detalles justo ahora, ver a Fío tan feliz como para incluso romper su limitación de beber alcohol dibujaría una sonrisa en el rostro del hombre, quién lejos de mostrarse avergonzado por lo que decía el hada en voz alta festejaba su energismo.
-Casarse, ¿eh? Estaría bien, pero solo si Alanís nos lleva un barril de este vino como regalo de bodas -afirmaría el hombre mientras abrazaba a Fío, haciendo un vago gesto con la mano al resto para despedirse antes de emprender su retirada con el hada en brazos.
-No hagas que me arrepienta -respondería el nigromante cuando vio a Faith bromear sobre su propuesta, aunque una vez se le tiró encima con aquel abrazo el hombre no haría más que suspirar levemente, desviando la mirada hacia otra parte.
La expresión de Glaius no podía ser más neutral que nunca, algo característico de él, pero el gesto que hizo al levantar una mano para corresponder el abrazo del hada seria suficiente para transmitir sus deseos de que le acompañase.
En cuanto a los reyes restantes, una amable y sincera sonrisa se dibujaría en el rostro de Arthas cuando Alanís le invitó a bailar, tal vez la expresión más genuina que había hecho desde que comenzó todo el festejo, pues para él no había nada mejor que pasar el tiempo con su reina.
-Encantado.
Y del mismo modo, Jonathan solo reiría un poco al escuchar a Cytla, tomando su mano mientras la miraba a los ojos.
-Lo haría en cada oportunidad...
Había sido una vida llena de aventuras.
Algunos encontraron el amor, otros aún lo estaban buscando, algunos lo estaban haciendo... Pero sin importar quién fuese, todos los corazones luchaban por el mismo objetivo de sacar a la humanidad adelante y asegurarse mucho tiempo más de paz.
¿Cuanto tiempo pasaría antes de que esa paz fuese puesta a prueba...?
Hace 18 años, en un plano inexistente...
-No lo entiendo: aún me quedaba bastante tiempo... -se preguntaba el hombre enmascarado, mirando al verdadero dios de ese mundo.
-Es simple: estabas por arruinarlo todo, así que decidí motivar un poco a tus actores... -se excusaría el anciano, cuyos ojos miraban a la nada absoluta, y a la vez toda la historia que escribían.
-Entonces... ¿Dices que me ayudaste a ganar...? -quiso saber Aztora.
-Digamos que te ayudé a conseguir un empate... -concluiría el Dios, volteando a ver a su oponente de apuestas. -. Este mundo tiene potencial: seria una pena eliminarlo... al menos por ahora.
En ese momento, el anciano dibujaría con su mano un halo estelar alrededor de ambos, en cuyo interior se reflejaban cientos de galaxias conviviendo en distintos espacios y momentos, todos llenos de distintos colores, sonidos y olores...
-Tarde o temprano me aburriré de este mundo, pero si en ese entonces hubiese otro con el cual entretenerme le dejaría existir para darle tiempo a volverse interesante de nuevo... No pensaste que eran mi única creación, ¿cierto? Existen miles de mundos como este, muy parecidos pero a la vez tan diferentes, y en todos ellos hubo alguien como tú: pero eres el primero en llegar tan lejos... -confesaría el anciano, dedicándole un asentimiento de aprobación. -. Así que... ¿Por qué no continuar?
Si bien su mascar ocultaba su expresión, era indudable que en esos momentos Aztora poseía una sincera sonrisa en el rostro, satisfecho y emocionado a partes iguales.
-Ahora que lo mencionas...
Tengo un par de ideas en mente...
THE END
-Esto... ¿Saben como regresó a mi casa? Esta todo oscuro y...
-Condenadas pelirrojas...
???