Partida Rol por web

 Aquí está - se la mostré y luego se la dí al junidaime. No se puede leer muy bien, y está algo arrugado debido a las circunstancias en las que lo encontramos.

Me encojo de hombros ante el comentario de Aiko-sensei, realmente todos se estan comportando de manera muy extraña y este asunto tiene que tener más de lo que sabemos y nos cuentan. La identidad de la marionetista me coge de sorpresa, pero es otra pieza del puzzle

Tampoco es que ponga que no hayamos dicho. Caigo en la cuenta de que los tres nombres me suenan de la academia y frunzo el entrecejo. ¿Esos tres no eran gennin? no pueden tener que ver con el ataque al Raikage Hitomi-senpai eso es ridiculo...

Niego con la cabeza al oir a Shinji.

-"Por supuesto que no son responsables de la muerte del Raikage. A día de hoy aún me pregunto qué clase de enfermedad le mató tan rápidamente. Pero mis temores son otros: si maté a uno de los guardaespaldas del Raikage, y otro intentó ponerse en contacto con Marco, como explico en la carta... ¿cómo es que no hay noticias de un tercer miembro?"

Leo detenidamente la carta, que recojo de la mano de Atrus con un casi inaudible "gracias, muchacho".

De todos modos, ya he terminado cuando oigo a Hitomi Satoru preguntarse por la comitiva del Raikage, y es cuando intervengo.

-"Visto lo visto, el que parece que conoce mejor la forma de actuar de los shinobis de Kumogakure eres tú, así que tu extrañeza viene de que, a pesar de que la guardia del Daimyo del País del Rayo funciona como un grupo más un líder, falta un miembro... ¿no es así? Si ninguno de los que has nombrado hacía las funciones de apoyo, seguramente el miembro que falta es dicho apoyo. Pero ¿por qué te preocupa?"

Asiento ante las palabras del Hokage: su intelecto desmiente su aspecto.

-"Efectivamente, Doceavo. Si la comitiva tenía un tercer miembro, éste debe cumplir las funciones de médico... o de cazador. Ya sabe cómo funcionan otras Aldeas Ocultas. Si un miembro de un equipo muere, el Cazador es quien se encarga de hacer desaparecer el cadáver, y así evitar que el enemigo obtenga información sobre Linajes, medicinas, armas, Invocaciones, libros Bingo u otros contactos."

-"¿Te estás quedando conmigo? ¡¡Ya sé qué es un Cazador-nin!! ¡Ahora dime qué tiene que ver con la misión de esos chicos!"

Trago saliva antes de continuar. No es bueno menospreciar al Hokage... ni siquiera sin hacerlo a propósito.

-"Junidaime, dudo que un miembro tan importante de un Equipo en una situación de emergencia como la que tenían no interviniera durante nuestra visita si hubiera estado en el lugar."

Hago una pausa para dar énfasis en mi última frase, dando a entender que creo firmemente en lo que digo.

-"Estoy tan seguro de ello, que creo adivinar qué pudo haber hecho el tercer miembro: si fue a pedir ayuda a otra Aldea Oculta, seguramente vuelva en estos días. Y a no ser que hayan cifrado algún mensaje para él, seguramente tenga que investigar por su cuenta lo ocurrido. Eso le llevará algún tiempo, por lo que es más que probable que las misiones que la abuela haya emitido se encuentren con nada menos que uno o varios shinobis de élite, y hostiles. Debemos detener a esos grupos antes de que lleguen a Kurama no Mori."

-"... Déjame pensar."

Hago un prolongado gruñido de concentración, y al cabo de unos interminables segundos saco un mapa roído, que examino con detenimiento.

-"... Amegakure no está excesivamente lejos del lugar. No es que estén en muy buenas relaciones con Kumogakure, pero llevarse la prima por una misión de Rango S tan simple es un buen motivo para intervenir. Las Aldeas del Bosque y del Colmillo están haciéndose fuertes en el Oeste, así que la Aldea de la Lluvia* no está situación de hacer ascos ante un botín fácil."

Asiento lentamente un par de veces, digiriendo toda la información.

-"...Te creo, muchacho. Alguien debe impedir que nadie de Konoha llegue a Kurama no Mori hasta que el Raikage, sea quien sea, nos confirme que ninguno de sus hombres ronda por allí. Así que dime quién vas a llevarte contigo en tu nueva misión."

Me mantengo en silencio durante el resto de conversación. Mientras recuerdo fragmentos de mi anterior encuentro, cuando me ofrecierón ser...¿o había sido todo una ilusión?.

Necesito ir a esa misión, quiero aclarar muchas cosas y tal vez mi hermano juegue un papel muy importante.

Miro a los ojos de Hitomi-senpai con una mirada decidida.

Llevanos a nosotros, ya estamos preparados.

Miro hacia los chicos, y mi mirada se encuentra con la de Marco. No necesito que me diga nada: ya conozco esa determinación.

Asiento levemente y observo a sus compañeros. Han actuado en bloque para cubrirme, pero ¿querrán Shinji y Atrus volver a formar equipo conmigo después de lo ocurrido?

-"Creo que sé quién puede acompañarme, Doceavo."

Me quedo espectante a que Jundaime y Hitomi decidan quien va a ir a esta misión, supongo que es demasiada importante para que se la asignen a unos genin, me ajusto las gafas.

¿Y a nosotros nos encargareis otra misión o tendremos que seguir recibiendo en la puerta para atender visitantes? pregunto

Entrecierro los ojos al oir a Shinji, antes de susurrar mi respuesta a su pregunta.

-"Por supuesto, Shinji. Ya sabes las consecuencias de abandonar tu misión actual. Y, por supuesto, tendré muy en cuenta si priorizas tu estatus por encima de la vida tus hasta ahora compañeros de Academia."

 Echo una mirada significativa a Shinji - no deberías abrir la boca, y más con esa sutileza tan basta. Suspiro.

Lo que mi compañero quería decir es que aunque estamos honrados de realizar la misión que nos encomendó, quizás deberían usar nuestros servicios en alguna de las misiones relacionadas con este asunto. Somos un buen equipo de búsqueda y podemos actúar como mensajeros o enlaces. Además tenemos un amplio conocimiento de lo que sucede por lo que podemos tratar con cualquier obstáculo que surja durante la misma, y reaccionar mucho mejor que otros shinobis que elijan.

Agrego, tras vacilar durante unos segundos - Es un todo o nada, la negativa ya la tenemos... - pienso para mí y miro de reojo a Shirokami.

Por otro lado tanto Shinji-kun como yo podemos cubrir largas distancias en poco tiempo, y ya hemos trabajado con Yoshida-kun como con Hitomi-senpai antes. Será más fácil para nosotros trabajar en equipo que conseguir que otros miembros se habitúen al modo de trabajo de Hitomi-senpai en tan poco tiempo.

Asiento ante las palabras de Atrus.

-"Ni yo lo hubiera dicho mejor, y efectivamente es en mi equipo en quien confío para esta misión. Si nos da su permiso, Doceavo, saldremos inmediatamente."

Me cuadro ante el Hokage y lo que queda del Consejo, dispuesto a partir inmediatamente.

Alzo la mano para intervenir:

-"Doceavo, me presento voluntaria para la misión. El equipo Hitomi no tiene ningún ninja médico, y aunque sólo sea por si acaso, mi presencia podría hacerse necesaria."

Tras hablar, pongo mi mano en la cadera y guiño un ojo a los chicos.

¿Entráis en mi casa a escondidas, saltais por los aires el status quo del Consejo, y luego os vais tan campantes? ¡Ni hablar del peluquín!

Esbozo una media sonrisa al oir a Atrus - ese chico llegará lejos, sin duda. A no ser que se le peguen las malas costumbres de sus compañeros.- Apruebo con un gesto de cabeza la elección de Satoru, y cuando voy a poner fin a la reunión vuelvo a oir la voz de Mizuhara Aiko.

-"¡¡Ya sé que el equipo de Satoru no tiene un Toukei-nin!! ¡Ve con ellos, que ni suspendida de empleo y sueldo me libro de ti! ¡¡Y no tengas prisa en volver!!"

Fuera de mis casillas, guardo el mapa en mi manga y me levanto.

-"...Y ahora ¡¡¡TODO EL MUNDO FUERA DE AQUÍ!!!"

Una vez se han ido los Maestros de la Academia y sus Gennin, me dirijo a mi hermano.

-"Aneki, ¿qué piensas hacer con la infiltrada de la Aldea de la Arena? ¿Quieres que me haga cargo de ella?"

Miro significativamente a quien hasta ahora se ha hecho pasar por el jefe del ANBU.

Mi mirada se entrecierra hasta que mi ojos son meros hilos blancos.

-"He echado a todo el mundo precisamente para que podamos estar a solas con madame Koujin. Espero que no le importe responder a unas preguntas..."

Cuando el Junidaime nos selecciona para la misión contengo mis ganas de dar saltitos de alegría y de abrazar a Inuzuka por su intervención. Le miro y le guiño un ojo.

Eso es, lo has hecho muy bien.

Mi felicidad va en aumento cuando le dan permiso a Aiko-sensei para que nos acompañe, entonces comienzo a desplegar los dedos de la mano y a contar.

Un momento, vamos a ir Inuzuka, Aburame, Hitomi-senpai, Aiko-sensei, yo. Somos cinco si no contamos con Shiro, creía que los grupos solían ser de cuatro.

Al oir la orden del Junidaime salgo inmediatamente del recinto con una enorme sonrisa mientras espero fuera de la academia a mis compañeros.