Tan sólo a título de recordatorio (lo digo porque nadie vuelva a tirar los dados si se cuela), la dificultad para TODAS las tiradas es 8, salvo en Iniciativa. Disculpad las molestias. ^^U
Me quedo quieta mientras Gennai nos observa esperando a ver que dice sobre nuestro estado, y aunque estoy algo cansada trato de no verme tan mal
Tirada: 2d10
Motivo: Resistencia
Dificultad: 8+
Resultados: 4, 6
Exitos: 0
Me intento mostrar firme a continuar aunque reconozco que mi cuerpo necesita un descanso.
Tirada: 2d10
Motivo: Resistencia
Dificultad: 8+
Resultados: 6, 3
Exitos: 0
Tras ver al grupo cansado física y moralmente, asumo que he exigido más de lo que podían aportar, aunque han aguantado día y medio de carrera feroz. Recorrer cuarenta kilómetros de bosque de salto en salto es arduo, pero aún quedan otros 94 para llegar a Kurama no Mori.
Hemos avanzado mucho, chicos, y estoy muy contento de ello. Creo que podemos permitirnos llevar un ritmo más bajo mañana.
Me sequé el sudor de la frente, y volví a mirar al horizonte.
Esa caravana encabezando las demás... ¿qué debe haber pasado? ¿Qué me oculta Hitomi-sama?
Akiira Shinji y Uchiha Hana tienen un punto de Daño Contundente hasta que terminen el viaje de ida. Ryumaru sigue fresco como una rosa... muy a pesar de vuestro líder, que aunque no quiera demostrarlo, también se cansa.
Bueno, mi pj no hace nada. Sigue órdenes del sensei.
Para poner lo de daño contundente en que parte de la ficha lo tengo que apuntar?
El día siguiente amaneció frío y nublado. Era lo único que en aquel momento me relajaba un poco ante la situación a la que íbamos a la carrera, aunque con menos ímpetu que los dos días anteriores. El bosque dió paso a un paraje de colinas onduladas y árboles de menor tamaño aunque de gran grosor, y al final de la tarde la hierba dió paso a un suelo rocoso y polvoriento. Nos acercábamos a la antigua frontera del País del Fuego con el País del Viento, y seguramente divisaríamos las ruinas de Kurama Tendai al día siguiente, o eso esperaba.
Me acerqué a dos caravanas tras nuestro encuentro con la primera, siguiendo el mismo modus operandi que la primera vez: yo era casi igual de operativo sin gran cantidad de Chakra, pero el resto del grupo (creyese Ryumaru lo que creyese) no era tan versátil, y seguramente necesitaríamos de dicha energía más adelante. Pero tras cada encuentro me limitaba a decir al grupo que continuase.
Llegada la noche, volví a otear el horizonte. Seguían llegando caravanas, pero lo que quería saber de ellas ya me lo dijo la segunda, y la tercera tan sólo me lo confirmó. Lo que redundaba en que la primera caravana tenía mucho que ver con su posición en la "carrera" que llevaban los visitantes.
Me dirigí a mi grupo con la cabeza gacha, tras la pausa de la cena. En el diminuto fuego se reflejaba mi mirada, sombría pero expectante.
Equipo, creo que ya sé qué ocurre en Kurama no Mori, o lo que quede de él. Las caravanas se pierden cuando se acercan a la zona, y vagan sin rumbo durante días, hasta que por azar se alejan lo suficiente del lugar. Eso me hace creer que no vamos a tenerlo tan fácil como llegar allí y empezar a disipar ilusiones, sino que tal vez nos encontremos que no podamos regresar una vez llegados allí... hasta que logremos desactivar el sello o artefacto que hace de defensa ante los intrusos.
Ya he añadido las Heridas correspondientes en las Fichas. Simplemente se me olvidó incluirlas. ^^U
Hoy es el día Ku-gatsu Jusan, Kin-yobi.*
Un viento helado en un día oscuro levanta polvo y piedrecitas, dificultándonos tanto nuestro avance como la orientación en mitad del desierto. Las nubes amenazan tormenta y no tenemos árboles o cuevas donde cobijarnos. Corremos a través de una altiplanicie surcada de hendiduras de roca y árboles muertos y petrificados desde hace muchos años, puede que más de un centenar. No hay caravanas de paso u otros seres vivos aquí. Lo que fuera que consumió a uno de los más poderosos clanes de la más grande de las Aldeas Ninja lo hizo a conciencia, no dando pie a que volviera a resurgir de sus cenizas.
Pero el legado del Clan Kurama tampoco sale a la luz. Calculaba que a estas alturas un promontorio o una fortaleza serían visibles, pero no es así. Un viajero casual o un grupo menos atento a los detalles se hubiera encogido de hombros, y habría atribuido al viento la falta de visibilidad. Pero no es el caso. Hago detener a mi equipo para un descanso y almorzar, y me agacho en busca de una referencia para poder continuar nuestro viaje. Asiento para mis adentros, y busco un lugar apropiado para hacer una marca: una flecha indicando nuestra dirección en uno de los árboles petrificados, cerca de las piedras que hemos colocado formando un círculo. El cielo parece que me responde con un trueno lejano, pero mi determinación es firme, y mi equipo confía en mí. Y tras reponer fuerzas nos encaminamos con celeridad en la dirección de la flecha.
Mis pies me confirman al cabo de unas horas que hemos dado con la dirección correcta, ya que el suelo parece inclinarse hacia arriba, aunque muy ligeramente. La noche se nos precipita con rapidez mientras subimos, pero confío en poder encontrar alguna cueva o refugio si la cuesta es el principio de un monte. Casi con la última luz del día coronamos el final de la cuesta. Y al llegar al final se me corta la respiración y caigo de rodillas.
-¡No es posible!
Me encuentro ante un árbol petrificado, al lado de un círculo de piedras. El árbol tiene una marca en un lado... una flecha, indicando la dirección opuesta a la que llevamos. Un relámpago parecía reirse de nosotros.
Mis jadeos se ahogaron entre la lluvia que había empezado a caer.
*Quiere decir Trece de Septiembre, Viernes.
Al igual que Gennai-sensei me encuentro aturdida y descorazonada...
- ¿Cómo...?
Aún así intento mantener cierta calma ante la situación y pensar en alguna forma de resolver el problema que aquí se nos presenta. De momento, lo primero que se me ocurre decir tímidamente es:
- Gennai-sensei... ¿podría ser una ilusión?
Igual que mis compañeros quedo atónita y deprimida
Nooo
Agacho la cabeza momentáneamente pensando que fue lo que hicimos mal, a ver si recuerdo algo para descubrir en que momento caímos en la ilusión, un poco confundida no muy segura les digo a mis compañeros
Ehhh… si esta es una ilusión ya estamos en el territorio de Kurama Tendai si no es que esta justo atrás de nosotros, así que debemos ser muy precavidos
Luego me dirijo hacia Gennai-sensei
Ehhh… Como vamos a organizarnos para disipar los genjutsus
Saqué un kunai y lancé un golpe hacia el árbol.
El kunai lanzado por Ryumaru se clava justo en la punta de la flecha marcada en el árbol, con las gotas de lluvia mojando su superficie. El grupo mira atónito el arma, asumiendo las consecuencias de ese gesto: el árbol es real, y la zona donde os encontráis realmente es el mismo lugar donde estuvisteis medio día antes.
La Fortaleza de Kurama Tendai no os lo va a poner fácil para que lleguéis a ella.
El especialista de Taijutsu está consternado. Casi siempre que ha tenido que resolver una situación difícil, sus puños y pies han dado la solución, pero este misterio es muy distinto. Las palabras de Shinji, sin embargo, parece que hacen pensar a Gennai sobre cómo afrontar el Genjutsu.
-...Creo que tienes razón, Shinji. Debemos haber llegado a Kurama Tendai, y el Genjutsu nos ha hecho dar la vuelta sin que nos diéramos cuenta. Así que imagino que sólo es cuestión de acercarnos al área donde nos afecta el Genjutsu uno por uno, y usar la Técnica de Disipación cuando el primero de nosotros se desvíe.
Un poco más animada que antes
Ehhh… entonces solo falta decidir quien ira primero, por que ese puede ser el que tenga más problemas y como lo seguirán los demás
Al oír a mis compañeros se me ocurre sacar mi carrete de hilo y rodearme la cintura con él; hago un nudo. Me da un poco de pereza actuar pero no quiero que me subestimen. Mientras lo hago, me dirijo al grupo:
- Iré yo unos pasos por delante. Cogida por el hilo no tendremos tantos inconvenientes.
Le extiendo el carrete con el hilo a Gennai-sensei y me dispongo a comenzar a caminar.
Con la lluvia con la que nos identificamos nos adentramos en el bosque. En nuestro campamento, el líder se incorpora a nuestra llegada, a la espera de nuestro informe.
-Tengu-sama, creemos que los Sellos de la Fortaleza Impenetrable se están agotando. Si no vuelve pronto a hacer sol, tendremos que recurrir a nuestras reservas de Chakra para mantener alejados a los intrusos.
Las noticias de mis subordinados no son buenas. Nuestra misión peligra, y las consecuencias de nuestro fracaso pueden ser, en el mejor de los casos, desastrosa.
-No podemos permitirnos el lujo de continuar alimentando los Sellos con nuestro Chakra, al menos hasta que encontremos al Raikage o su cadáver. Mañana iremos a la Fortaleza del Bosque, aunque tengamos que enfrentarnos a todas sus defensas. Y si encontráis a algún extraño no dudéis: matadlo.
Hana se dispone a reemprender inmediatamente el camino, pero el suelo es resbaladizo y traicionero, y al segundo resbalón Gennai le indica a la Uchiha que sería mejor descansar.
Llueve con fuerza durante dos interminables horas, con el grupo al raso y acurrucados unos junto a otros para evitar la hipotermia. El silencio entre los compañeros es casi de reproche, tanto por no haber llevado ningún tipo de tienda, como por no haber encontrado a tiempo alguna forma de cobijarse de la lluvia.
Pero si había algo peor que la lluvia es el viento helado que le puso fin. Alternativamente todos van mirando alrededor sin abandonar su posición semifetal algo que pueda quemarse para entrar en calor. Pero el árbol de al lado no produce llama alguna cuando, no sin esfuerzo, Ryumaru y Gennai cortan una rama petrificada y la intentan encender.
Medio congelados y de un humor de mil diablos, los compañeros uno a uno se duermen en un sueño ligero nada reparador. Hasta que, en seco, Hana se incorpora de sopetón, sobresaltando y despertando a todos. Shinji le pregunta qué ocurre, pero Hana no acierta a hablar, tan sólo mira hacia delante.
Desde donde se encuentra el grupo puede divisarse, semioculto por una depresión casi vertical y de forma vagamente circular, un auténtico bosque iluminado por la luz de luna, casi en cuarto creciente. El terreno que lleva hasta la depresión es llano y ligeramente inclinado hacia abajo, dando el aspecto al lugar de un inmenso plato.
¡¡Fin de la Escena!! Mañana (espero) haré el reparto de Puntos de Experiencia, y abriré la nueva Escena. Podéis postear aquí hasta que la abra. ^_^
Escena Cerrada. Ya podéis postear en la nueva Escena. ¡Gracias! ^_^