Partida Rol por web

Sarah, desde mas atras, se miraba la piel de los brazos.

-¿Piel azul? Qué imaginación tienen estos artistas!

Entonces se dio cuenta de que Gaelan la estaba mirando y volvio a pegar los brazos al cuerpo para impedir que se transparentara nada.

Eva, mas inmune a aquellos asuntos, se tapo de repente la nariz.

-¡Uy! Aquí huele muy mal ¿No? Huele a muerto! ¿No lo oleis vosotros?

 Adolamin sonrió como un tonto al recibir el beso de Scarlett, la verdad es que la chica le gustaba mucho, y dejó que ésta se diera cuenta de ello. Alzó un poco su brazo y con su mano, suavemente puso su pulgar sobre la el labio inferior de la joven, acariciándoselo, y el índice lo apoyó en la parte inferior de su delicada barbilla.

 - La verdad es que hasta que no me lo has pedido tú no he terminado de decidirme, lo haré, pero a cambio quiero dos cosas, una es un baile contigo, la otra te la diré si aceptas. El bardo la mira fijamente a los ojos, sin parpadear, y desvía un par de veces la mirada hacia los labios de la joven.

 Dejando que la chica se lo pensase, Adolamin la soltó con delicadeza y lentamente, no quería que creyese que la estaba dejando, simplemente quería que ella se interesara mas por él, que le pidiese que por favor no la dejase, que se abalanzase sobre él y no le dejara marchar.

 Mirando a Eva se dio cuenta de que el olor del kobold muerto estaba volviéndose cada vez mas fuerte e intentó ponerle remedio. - Tienes razón Eva, mejor vamos a apartarnos un poco de aquí hacia un sitio mas fresco, por cierto Eva, ¿no tienes a ningún chico con el que te gustaría bailar en el festival? Podría ayudarte si quisieras, después de todo eres una chica muy guapa como decía en la canción y bastante interesante se podría decir... - Adolamin mira a Scarlett y trata de cogerla de la mano. - Dime, ¿con quien te gustaría estar en el festival?

El joven mago se intentó recomponer tras la absurda estrategia por esconder la caña mientras Adolamin cantaba a las muchachas. Se atusó su túnica y apretó el cinturón y se adelantó unos pasos hacia el lugar donde se encontraba el resto. A pesar de que intentaba esquivar a Sarah con la mirada, le fue imposible no admirar su belleza. Su pelo y sus ropajes, ahora mojados, la daban un toque demasiado atractivo y sensual.  Al final la vergüenza pudo con él, y no pudo más que mirar hacia el suelo, totalmente sonrojado y permanecer callado mientras Ado hablaba con las chicas.

El comentario de Eva lo hizo reaccionar algo. Dio un pequeño respingo al escuchar la palabra muerto y asintió al escuchar las palabras de Ado. – Si huele si… Mejor será que nos alejemos… El viento habrá traído este olor nauseabundo. – dijo casi para sí mismo ya que dudaba que alguno de los allí presentes le estuviera haciendo caso y comenzó a alejarse junto al resto de aquel lugar.

Scarlett dejó que Adolamin la acariciara aunque no pareció sentirse muy emocionada por ello.

-Acepto ese baile pero lo otro no puedo! A saber lo que te está cruzando por esa cabecita tan mona!

La chica arrugo la nariz cuando también se dio cuenta del olor que llenaba el lugar.

-Por Elhonna! Es verdad! Que peste!

Despues vió la reacción de Sarah a las miradas de Gaelan y le dijo al mago:

-Gaelan, creo que Sarah está cogiendo frío, quizás deberías ofrecerle tu camisa para que se tape...

La srta Rammstein pareció enfurecerse cuando vio que no le contestabais asi que repitió su pregunta:

-He preguntado si estaba Gaelan con vosotros cuando encontrasteis el cuerpo!!

La furia y el empuje de Eva se vieron borrados de un plumazo ante las palabras de Adolamin. Normalmente era una chica muy timida e introvertida. Pese a eso, demostraba un fuerte carácter cuando se enfadaba, como habia demostrado antes al descubriros.

-¿chicos? No, yo ... no me gusta ninguno.

¿Qué la ofrezca mi camisa? ¿Pero qué dice? … Pensó para si tras las palabras de Scarlett. Permaneció durante unos instantes pensativo que, aunque apenas fueron decimas de segundo para el resto, para él fue más que suficiente.  Repasó los libros que había leído donde el Don Juan de turno cortejaba a la dama y si, Scarlett tenía razón, era uno de los pasos a seguir cuando la dama tenía frio.

Aunque realmente dudaba si Sarah fuera de esas damas de cuentos y pensando que esto era algo que podría ridiculizarle al máximo, al final se atrevió a hacerlo. Vamos allá… Desató la soga con la que anudaba su camisola, siempre limpia y bien cuidada, como todo lo que pertenecía al joven mago, que solía ser muy meticuloso con todas sus pertenencias. Se abrió la camisa y se la quitó dejando ver su torso delgado y poco musculoso y la extraña marca con aspecto de criatura alada que adornaba el hombro derecho del mago. Ya no había marcha atrás, el paso estaba dado para bien o para mal.

- Toma Sarah, Scarlett tiene razón, vas a coger frio. – comentó con voz temblorosa tendiendo la camisa a la muchacha. ¿Scarlett tiene razón realmente? Oh Dios, ¿Qué estoy haciendo?...

 Tras las palabras de Scarlett el bardo echó a reír. - Jajajaja que mona eres. - Dice mientras la coge de la mano. - Quería decir que te la diría cuando aceptaras el baile, ya que no has pillado la indirecta de mis miradas - Le sonríe una vez mas y se aparta delicadamente de ella.

 Ahora Adolamin se dirige hacia Eva y le susurra. - Venga, cuéntame lo de ese chico si te da vergüenza que los demás lo sepan, puedo ayudarte y lo haré, venga ven y cuéntamelo. - Coge a Eva de la mano y se da la vuelta para dirigirse a los demás. - Vamos todos a dar un paseo al lago para refrescarnos y despejarnos de este mal olor, Gaelan, quédate cerca de Sarah y protégela. - Mira a Scarlett y le sonríe. - Querida, tengo que hablar con tu amiga un momento, pero enseguida estoy contigo de nuevo.

Eva te mira con los ojos abiertos como platos.

-¿Estas sordo? Te he dicho que no me gusta ningún chico. -te repite, esta vez, con un deje de hostilidad.

Sarah acepta la camisa de Gaelan y le sonrie. Después, sin embargo, se enoja con Adolamin por tratarla como si fuera inutil.

-¿Protegerme? ¿De que? El unico peligro que se me ocurre es el de "ciertos" mirones!! y de esos ya se cuidarme yo misma! Muchas gracias!

¿Como puedes andar con el? Estaba mirandonos por encima de las rocas mientras nos bañábamos -le dijo en un tono mas bajo a Gaelan. Y, miralo! No hace mas que toquetear a Scarlett como si fuera ...¡un pajarillo o algo asi! No tenia ni dea de que fuera tan lanzado.

Sigo los movimientos de la druida con interés, su total silencio al moverse me asombra y me intriga saber cómo lo logra, por eso no he debido estar atenta cuando Beatrix ha hecho su pregunta, y su furia al hablar me sobresalta y hace que dé un respingo a la vez que la miro. No he tratado con ella antes, pero parece una mujer impaciente y a la que es mejor no contrariar.

Sí señorita Ramstein, Gaelan se encontraba con nosotros. Fué él quién identificó el cadáver como... me detengo pensando la palabra que había usado, como un Koo... un Kobold! y encontró el símbolo de madera en un bolsillo.

 Al ver la hostilidad de Eva Adolamin se aparta con cuidado para no molestarla aún mas.

 - Lo siento Eva, no pretendía molestarte, lo único que quería era ayudarte, perdona... - Deja ver su arrepentimiento.

 Luego mira a Sarah, no sabe si reír o llorar... - Sarah, se nota que tu tampoco has captado la indirecta de mis palabras a Gaelan, bueno, ya se encargará él cuando bailéis juntos en el festival.

Hace una pequeña pausa y respira - Y... chicas, ya os dije que no estaba espiando, escuchamos voces y me asomé, no quería espiaros, lo siento de verdad, no sé que podría hacer para que creáis en mi. - Ahora mira a Scarlett de nuevo, se lleva las manos a la cabeza, entrecruzándolas por detrás de la nuca. - Y Scarlett espero que no creas que esto es un tonteo, ni que hago lo mismo con todas, porque no es así, cualquiera de mis amigos puede atestiguar que jamás me han visto tontear con ninguna chica, simplemente me gustas, me pareces una chica muy interesante y sé que contigo si me quedo callado y me hago el remolón no conseguiré nada, así que he decidido lanzarme e intentarlo. Lástima que estés con Ray, aunque eso no impedirá que siga intentándolo.

Scarlett parecia unb poco aburrida.

-Por los dioses, Adolamin! Hablas demasiado! No me importa si estabas espiando o no. De hecho, seria mas interesante si lo estuvieras haciendo. En cuanto a Ray... ya veremos que sale de ese baile!

Ha aceptado mi camisa!!! Ha aceptado mi camisa!!... Y me está hablando… Ay Dios, creo que me voy a desmayar… Templanza Gaelan, templanza, de peores has salido… Tu puedes… ahhhh, pero que estoy diciendo, no he estado en peores, esta sin duda es la peor… ¿Qué hago?... ¿Qué hago?... Su cabeza iba demasiado deprisa, pero no lograba calmarse y pensar como era debido. Había soñado con ese momento durante años y se había imaginado diciendo una multitud de cosas, pero en ese momento, en el momento de la verdad, no sabía que palabras elegir. – Nu… no… ne… ni yo. – alcanzó a decir trabándose en demasía. – P.. Pe… Pero s.. seeeeguro que no lo hace con maldad… le conozco. –

Parecía que lo conseguía, que conseguía calmarse pero.. - ¿Bailar?. – Habló sin pensar, las palabras salieron de su boca sin que lograra taponarla. Miró de reojo a Sarah, y las manos volvieron a temblarle de nuevo – Nnnn… Nnn... No puedo bai.. bai… bailar… Tengo los pies planos. –

¿Tengo los pies planos? Eso es lo único que se te ocurre decir so memo…

Mientras chicos y chicas discutian, hablaban y tal, la tarde avanzó y el sol empezó a ponerse. Entonces, justo cuando Eva aviso de que deberian volver ya, aparecieron de entre la maleza del bosque Jaelle, Brynn, Beatrix Rammstein y la druida May. Los cuatro con el gesto muy serio hasta que vieron aquella reunion y se sorprendieron.

Junto al lago estaban Gaelan y Adolamin pero no estaban solos. Les acompañaban Sarah Agramont, Eva Roberts y Scarlett Jhonston. Scarlett con la blusa aun mojada y Sarah, cubierta con la camisa de Gaelan, que estaba a su lado con el torso descubierto.

Aquello pareció molestar, en concreto, a Beatrix.

-En el nombre del abismo! ¿Que esta pasando aqui?

Poco a poco iba consiguiendo la templanza necesaria para intentar hablar sin que la voz le temblara e intentando decir cosas coherentes pero no, siempre había algo que lo estropeaba todo. Allí aparecieron Jaelle y Brynn, pero no solos. Venían con la Druida May y con Beatrix… Oh Dios mío… pensó el joven mago al ver aparecer a su mentora y verse de aquella guisa. Tenía que pensar rápido, esta vez no podía fallar.

- Hola chicos! Habéis venido con la señora Rammstein y la señora May… Qué bien! ¿no? – miró a su lado, buscando la complicidad de su amigo Ado. – Señora Rammstein, no os hagáis una idea equivocada de lo que está ocurriendo aquí. Ado y yo vinimos a pescar al lago, cosa que solemos hacer muy a menudo, ¿verdad Ado?. Eso explica el por qué estamos aquí y ellas, pues es muy sencillo. Ellas acababan de darse un placentero baño en el lago cuando las encontramos y, como hace una tarde muy buena, aunque un poco fresca he de añadir, pues decidimos quedarnos un rato aquí charlando y esas cosas que hacemos de vez en cuando, cuando no estamos estudiando. – Intentó ser lo más convincente que pudo. – Lo de mi camisa, que quizás es lo que más la escame, tiene una fácil explicación, es por el frio. Sarah tenía frio y yo, que soy un caballero, pues le cedí gentilmente mi camisa. – Madre mía, la que me va a caer cuando Beatrix me coja en privado… En fin, sal de esta como puedas… Pensó.

- ¿A que no ha pasado nada más que eso?. -

  Había sido una tarde muy agradable la que habían pasado con las chicas, en especial con Scarlett. Adolamin se sentía exageradamente atraído por ella, es raro que en ese joven algo cause tanta impresión, pero la verdad es que estaba prendado de esa chica. 

 Cuando ya la tarde estaba acabando vio como volvían sus amigos, Jaelle y Brynn, con Beatrix Rammstein y la druida May. De repente Beatrix lanza habla escandalizada por la situación que tiene enfrente de sí. 

 Adolamin se mira a las chicas. - Bueno chicas, un placer haber pasado la tarde con vosotras, pero ahora tenemos que atender unos asuntos. Aunque si queréis podéis esperarnos, no creo que tardemos mucho, así volveremos al pueblo todos juntos. Por cierto Scarlett, ¿no tienes frío? -

Después de un buen rato caminando por fin llegamos al claro que la vegetación deja en los márgenes del lago, grande es mi asombro cuando veo que Gaelan y Adolamin no están solos, sino que están acompañados por Sarah, Eva y Scarlett. Un rápido vistazo a la escena me deja con la siguiente visión: Scarlett está sentada con soltura, tiene la camisa toda mojada y se le pega al cuerpo aunque a ella parece no molestarle, Eva sentada en silencio en medio de las otras dos chicas, nos mira con ojos desorbitados, y Sarah lleva puesta la camisa de Gaelan y se aferra a ella cerrándola, nuestro tímido mago está sentado a su lado con el pecho al aire y Adolamin revolotea alrededor de Scarlett como una polilla con una vela.

Al ver a mis amigos de esa guisa con las tres jóvenes, estoy a punto de soltar algún comentario picante pero Beatrix se me adelanta con tono molesto. Me cuesta mantener el semblante serio mientras Gaelan intenta defender su situación, hablando por los codos, por su lado Adolamin se despide graciosamente de ellas ignorando la pregunta de Beatrix. Mal, mal, Ado, no la ignores, me mantengo en silencio sin querer que la atención se centre en mi y espero al lado de la druida May por si estalla tormenta.

Brynn viajó en silencio absoluto, en realidad le aterrorizaba Beatrix y evitaba acercarsele a ella.

Abrió los ojos de par en par, como huevos fritándose sobre una piedra caliente y enarcó sus cejas ante la situación; Scarlett le atraía bastante, un poco menos que Jaelle. Tener a ambas chicas tan cerca hizo que sus pómulos se pusieran muy rojos e intentó evitar los ojos de la Semielfa y de Scarlett, solo podía mirar al piso.

Hasta que escuchó la mentira de Gaelan. Alzó la vista y miró al mago, haciéndole señas con sus manos sin que Beatrix observara, intentando explicarle que no mintiera, pero fue demasiado tarde..... el mago nunca se fijó en sus señas que lo hacían ver como un ridículo payaso.

Se llevó la mano derecha al rostro y se cubrió los ojos, esperando la reaccón de la hechicera cuando se diera cuenta que su pupilo le estaban mintiendo.