Y dale con los lobos... Pensaba que eras alguien racional Richard, los hombres lobo NO existen.
Dijo Alice algo decepcionada, el que parecia ser el mas cuerdo del pueblo, creia en leyendas...
Me siguen sin ir las tildes...
Hablé de lobos, señorita Alice, no de hombres lobo. Los lobos existen...
Respondo con sencillez.
La noche cae sobre la aldea de castronegro y poco a poco los parroquianos se retiran a sus casas o a las esquinas donde se esconden los vagabundos. El frío es soportable pero incomodo pero unos más pronto y otros más tarde finalmente os quedáis dormidos a la espera de un nuevo día.
Fin del día cero, a partir de ahora seguimos en el día uno así que no escribáis más en esta escena.