Partida Rol por web

Al llegar de nuevo a Shiranai Toshi eres recibido con honores e impaciencia. Has matado a la bestia que asolaba la aldea y mereces tu recompensa, el clan del león debe cumplir con su palabra y mandar hombres a defender la muralla Kaiu.

Por fin sientes que has servido a tu clan en algo. Todo se dispone para partir al día siguiente.

Sin embargo un giro de los acontecimientos llega con el alba, tus compañeros regresan al castillo y cuentan otra versión de los hechos, una versión que tú ignoraste. 

El Daimio del clan león enfureció por que le estabas engañando. No terminaste el encargo. No terminaste la misión. Tu estrecha visión que solo veía las desgracias de tu clan te impidieron ver más allá de lo que pasaba.
Kuni Tsuraemon, embajador del clan cangrejo y tu superior, te pide amablemente y en privado que cometas seppuku y no deshonres con tus actos el honor del clan.

Hida Kusonoki comprendió su error. Miró fijamente la pared mientras reflexionaba. Nunca se le había dado demasiado bien pensar ni escribir. Era un Bushi del clan del Cangrejo y moriría como tal. 

-Al menos- Pensó -conseguí un pequeño destacamento para ayudar a mis hermanos en la muralla.-

Hida se vistió de blanco, abrió los paneles de la terraza y los últimos rayos de luz entraron en la alcoba mientras el sol se ocultaba tras las montañas del espinazo del mundo, donde más allá al oeste, estaba su hogar.

Hida clavó su Wakizashi en su abdomen sin quejarse de su destino.