Partida Rol por web

Un momento. Dice el hombre antes de que salgan. Apreciaria que no demoraran mucho, no quiero incomodar al personal, no sé las condiciones de la muerte de Dolores, pero lo último que deseo es que se demore el trabajo. Así que una vez terminen deberan irse, no quiero tener problemas.

Frente a la aclaración del hombre ustedes salen de la oficina, pensativos frente al particular, en otras palabras podian hacer preguntas pero sin quedarse mucho tiempo. El siguiente paso lo definirian ustedes.

Cuando ingresas a la cocina la mujer estaba limpiando con un paño los cubiertos de plata. Te mira sonprendida con una sonrisa, y te dice: ¿Madame Verois?... no, no que yo recuerde querida..., aunque el apelativo Madame puede tener muchos significados... ¿quién es?- pregunta

Jonathan se queda mirando detenidamente las fotos. Reconoce la de Plazas directamente, pero quiere memorizar las caras de los demás por si los encontrase en algún momento posterior. Podrían ser simples sospechosos habituales o formar parte de la investigación, pero por si acaso...

-Es este. Sin duda-dice Jonathan señalando al joven que se entró en la casa-.

Atiendo el gesto de mi acompañante y ya de camino hacia los empleados escuchamos las palabras del dueño.

Volteo y hago una reverencia como si de un rey se tratara para agraedecer sus atenciones y no perder el tiempo para hablar con los empleados.

Caminamos y a los pocos pasos veo a una linda mesera platicando en la barra de bebidas con el cantinero..... le hago una seña a Victor para separarnos y cruzo la pista de baile para llegar a estos dos personajes...

-Buen día (¿o tarde?), ¿puedo interrumpir su conversación para preguntarles algo acerca de Dolores su compañera de trabajo?-

Me parecía que la señora Woliski, al tener la mente ocupada en sus tareas cotidianas, se mostraba un poco más relajada, aunque también podría estar disimulando. Me sonrojé ligeramente al darme cuenta a qué hacía referencia con su comentario de Madame, ni por asomo se me había pasado por la cabeza pensar en esa acepción.

—Oh bueno... Me ha llamado la atención un libro en la habitación del profesor, cuya autora es esa señora de Verois. Si no me equivoco llevaba por título algo así como "Conversaciones con los muertos" y la verdad, no me imaginaba que un hombre como el profesor, con una mente científica, pudiera estar interesado en esos temas sobre espíritus o fantasmas... Era curiosidad.

Recordé el desagradable olor en el piso de arriba aunque no sabía muy bien como tratar el tema con nuestra casera sin que se sintiera ofendida.

—Por cierto... Quizás habría que airear un poco las habitaciones del piso de arriba, he percibido un olor un poco desagradable. Creo que el hecho de que hubiera un cadáver ha enrarecido el ambiente.

El joven se queda pensativo y te dice: Justo lo que pensé. Dice un poco pensando en voz alta. Este hombre fue denunciado recientemente por hacer negocios fraudulentos, esta escapando de la ley... aunque no sabiamos mucho su relación con la mujer fallecida, es evidente que puede tener cosas que ocultar.

Te mira.

Muchas gracias señor Bishop..¿hay alguna cosa que le gustaria reportar?

Eh...

La mujer te queda mirando por un momento sorprendida...

¿esta segura que tenia un titulo de esa naturaleza?... oh querida me sorprende tanto, usted sabe el parece un anciano serio, justo le iba a decir que, bueno, dice eso como le apenara, hay dos tipos de mujeres a las cuales usualmente aquí en norteamerica les dicen madame... unas son, como decirlo para que no suene vulgar,  mujeres que tienen negocios con otros hombres, no sé si usted me entienda

Evidentemente trataba de hablarte de prostibulos, pero la mujer no era capaz de decir eso de frente.

Y a las otras que suelen llamarles Madame son las que dicen que leen el futuro y toda esa cantidad de sandeces...

Dice mientras te mira...

Seguro no es un libro de él, sino que lo decomisó alguna de sus alumnas... me sorprende tanto que no  se que creer.

Y frente a lo del aire la mujer no parecio verse muy afectada...

oh querida si desea puede entrar en las habitaciones no habitadas y abrir las ventanas... posible eso ayude.

La mujer a la que se acerco (la unica que habia en el salón) les sonríe un poco confundida, sin saber quienes son ustedes y porque preguntan...¿sí?, ¿sobre Dolores?

-¿Negocios fraudulentos?-Jonathan se detiene antes de continuar hablando, como meditando lo que va a decir-...¿como con la mafia o algo así? ¡Oh, Dios Santo! espero que la señorita Aguirre no...

Entono amablemente mi petición:-Así es señorita, mire.... ¿podría decirme si la señorita Aguirre tenía enemigos, enamorados agresivos o dolidos, en general alguien que por una u otra causa quisiera causarle un mal?, somos un par de conocidos de donde se hospedaba Dolores no tenga desconfianza.

Además se me ocurre preguntarle suponiendo que, siendo ambas latinas y compañeras de trabajo, habían cruzado palabras en más de una ocasión -¿seguramente usted sabría si ella practicaba algún tipo de actividad peligrosa o practicaba alguna creencia específica?-

Pensé en lo que me estaba diciendo la señora Woliski y, dado el título del libro, rechacé que la tal de Verois fuera una mujer de mala vida. No, me inclinaba más por la segunda opción pero ¿por qué al profesor le interesaría ese tema?

—Puede que tenga razón y que el libro no sea del profesor. Yo tampoco me lo imagino creyéndose cualquier cosa que tenga que ver con espíritus o que se pueda hablar con los muertos. Aunque bueno... He leído de gente que ha llevado un duro golpe con la muerte de alguien muy cercano y guarda esperanzas de poder seguir hablando con su ser querido. A veces nos aferramos a vanas esperanzas para no hacer frente al dolor.

Me encogí de hombros. Al fin y al cabo no sabía nada sobre la vida del profesor y era de mala educación hablar de él sin estar presente.

Sí, seguro que el libro no es suyo.

—Oh... Quizás lo haga. Un poco de aire fresco le vendrá bien a esas habitaciones.

Aunque tenía que reconocer que me daba un poco de reparo volver a entrar sola en la habitación de la muerta.

—Si no le molesta subiré ahora mismo, antes de que lleguen los hombres.

Víctor se mantiene en una actitud pasiva, con una tímida sonrisa iluminando su rostro.

Deja sus ojos vagar por el rostro de la señorita, prestando especial atención en sus reacciones involuntarias.

Con las manos en los bolsillos y parado en una pose distendida, el buen Víctor parece más un observador ajeno al tema, que el compañero de quien ahora le habla a la muchacha.

¡Pero qué hombre necio!, piensa Víctor deseando que el Dr deje de errar una y otra vez en su cuestionario.

¿Es que este hombre no conoce de vida social?, ¿es acaso un ermitaño?, ¿como si no se explican las siguientes preguntas hechas por un completo extraño a una desconocida?:

Dolores tenía enamorados agresivos o dolidos que quisieran causarle daño.
Practicaba ella alguna actividad peligrosa.
Practicaba alguna creencia específica.

¿En serio Dr?

¿E-N S-E-R-I-O?

El hombre de mira  a los ojos y responde a tu clara preocupación

No lo sabemos con exactitud señor,  revisé los antecedentes de la fallecida y esta limpia, no tiene antecedentes penales, pero. Te mira a los ojos. No se puede descartar nada y para todo ello se necesita investigación, sin embargo puede ser que ya que ella ejercía una profesión mmm que llamaba mucho la atención conociera al hombre en su trabajo.

El señor Plazas al parecer si esta asociado a delitos menores, y actualmente esta bajo otra investigación por su compromiso con algunos grupos...

Te mira a los ojos

Sin embargo como le digo, son procesos judiciales que deben seguir su curso y estamos buscando a este sujeto para interrogarle, y ahora en más luego de la muerte de la señorita Dolores.

La mujer se quedo en silencio. Hizo un gesto de mirar a lado y lado como si no supiera que responder. No entendia porque dos desconocidos le peguntaban eso, o porque iba a responderles. Al parecer vio por encima de sus hombros y vio la cara del jefe y respondió timida, pero confundida trata de responder a las preguntas, que al parecer la han confundido y generado desconfianza.

Yo... eh... no sabría decirle... eh

Los mira confundida

Ella tiene muchos admiradores, hombres que le envian flores y regalos, yo... no sé que responderles, ¿actividades peligrosas?..eh... yo.. no sé ..¿creencias?

Subes al segundo piso, luego de que Pétula no siguiera más con la conversación

Habia mucho silencio,  ni se registraba actividad en la única habitación habitada a esa hora.

¿qué haces?

Johathan se saca un pañuelo y se seca algunas gotas de sudor que habían aparecido sobre su frente. El escuchar tales cosas sobre la que fuera hasta entonces su compañera de residencia, le ponía nervioso. 

-Entiendo. Bien...creo que eso es todo entonces. No me voy tranquilo sabiendo que esta pobre chica se relacionaba con delincuentes de la calaña de ese hombre, el señor Plazas pero sí, con la vida que llevaba...En cualquier caso, descuide que informaré al punto si me entero de cualquier cosa sobre él o sobre cualquier otra cuestión relacionada con el caso. Gracias por su tiempo. 

Levantándose con cierta dificultad, Jonathan estrecha la mano del agente esbozando una forzada sonrisa de cortesía y se retira, regresando para el hotel. Durante el camino, no puede evitar pensar en lo duro que tiene que ser para una mujer como la señorita Aguirre vivir en rodeado de una panda de animales de la talla de Plazas o pensar qué clase de educación pudo llevarla a una vida tan desordenada como la suya. Pobre chiquilla...lo que debe haber sufrido. Y morir tan joven...
Era el signo de los nuevos tiempos; la pérdida de valores arrojaba a los jóvenes a una vida desordenada y de desenfreno y luego acababan como acababan.  

Veo la duda en la cara de la señorita y sus comentarios me lo dejan más en claro -Tal vez el nivel de mis preguntas son muy elevadas para la cultura de la señorita-, con un gesto de decepción volteo hacia Víctor y doy un paso hacia atrás como invitando a mi compañero, que tiene más tacto para el comercio, a hablar a ver si corre con mejor suerte que yo con la entrevista.  

Víctor le sonrió con franqueza a la muchacha asustada y confundida mientras le saludaba con una breve inclinación de cabeza.

Disculpe usted a mi compañero, le dijo entonces con tranquilidad, no está acostumbrado a soportar tanta belleza femenina suelta, indico cómplice guiñándole el ojo a la señorita.

Pero permítame presentarme antes, apuro para no darle tiempo a que pensara mucho, mi nombre es Víctor y fui compañero de la señorita Dolores en la misma casa de alquiler donde ella moro hasta hace muy poco.

¿Cuál es su nombre señorita?.