El otro objetivo es muy rápido. Demasiado. Salta de la escalera, rueda por el suelo y sin detenerse corre en busca de la cobertura del contenedor mientras te dispara varias veces con una pistola automática.
Tú disparas también, pero de pronto un impacto en el pecho te hace caer hacia atrás. La cabeza te da vueltas, pero te arrastras hasta detrás del contenedor como puedes. Allí, jadeando, te miras una mano empapada de sangre. ¡Te han alcanzado!
Luchas por respirar y mantenerte consciente. El dolor se extiende por tu pecho. La sangre caliente se derrama al suelo.
Tratas de centrarte. La bala debe de haberte destrozado alguna costilla y con mala suerte quizás te haya perforado un pulmón. Mierda. Te tapas la herida a la altura del pecho mientras echas un vistazo al pasillo entre los contenedores. El otro asesino debe estar en el extremo opuesto del contenedor en el que te apoyas. Su compañero permanece inmovil en un charco de sangre en el suelo, con un rifle de francotirador a un metro suyo.
Sabes que en tu estado tienes que resolver esta situación rápidamente. Cuanto más tardes en hacerlo, peor será para tí.
Veamos los bonos a tu siguiente disparo:
Disparo 7 + 3 (Colt) – 2 (Objetivo corriendo) – 2 (Corto alcance)= +6
Tu objetivo tiene un modificador mayor, por lo que dispara antes.
Te causa 11 puntos de daño. Herida Grave. –4 a las tiradas.
Ahora, para disparar tienes un 6 – 4 = +2
Disparo: Un 6. Es fallo ya que tiene que sacar más de 6 para acertar. Pero con la dote de Puntería puede repetir la tirada, por lo que la repetimos.
Otra vez un 6. Fallo.
Situación:
Ambos asesinos están uno a cada extremo de uno de esos grandes contenedores que son como gigantescas cajas cuadrángulares.
Aparte de las esquinas de estos contenedores no hay otra cobertura.
No voy a discutir la situación, ya que tú mandas, pero que en un mismo asalto me vea, salte de la escalera, saque el arma, me localice (aunque simplemente sea girar la cabeza por estar detrás de él o a un lado), apunte, dispare varias veces (cuando sólo se puede hacer un disparo por asalto), y encima tenga más prioridad que yo en la acción cuando yo empuño el arma y le estoy controlando mirándole directamente.. no me cuadra en absoluto. No lo veo lógico.. a menos que esto sea cyberpunk y tenga potenciadores de reflejos y algún que otro implante más..
Pero si es así, es así.
El hecho de saltar, rodar y disparar varias veces es simplemente narrativo, toda la descripción que acompaña a los posts también lo es. En realidad, el otro asesino sólo tiene un ataque.
El sistema de juego dice que quien tenga más bonos a su tirada actua primero. En este caso (sumandolo todo) era el otro quien tenía mas bonos y por tanto, primera opcion a disparar.
Este es el sistema de juego. Yo lo heredé al heredar la partida. Es extremadamente simple, y extremadamente mortal. Y, sí, es un sistema extremadamente malo, pero decidí continuar con él en lugar de cambiarlo a mitad de la partida. Sabía que iba a dar problemas, porque en muchos casos la descompensación entre los distintos personajes es brutal, y normalmente quien es mejor en Disparo, dispara antes y, como consecuencia, tiene muchas posibilidades de matar a su adversario.
En fin, que comprendo que sientas que no es justo lo que ha pasado, pero este sistema me obliga a ello. A fin de cuentas yo soy sólo un Director sustituto que recogió esta partida y a estos personajes y que trata de llevar la partida a un fin, auque sea un fin que no guste a todos.
Sorprendido y herido, me apoyo en el contenedor que tengo en mi espalda. - Ha terminado el juego. He de desaparecer como sea.
Miro a mi alrededor, sabiéndome oculto por el contenedor del fuego enemigo. Delante de mí, una valla que me separa del exterior. Calcúlo el ángulo de visión de mi enemigo, y con eso en mente, hago un disparo contra su contenedor, simplemente de contención, y me escabuyo entre los contenedores hasta conseguir un punto de salida al exterior.
- He de alcanzar mi moto.. es mi único pensamiento. Mi único punto de salvación.
El sistema no tiene en cuenta cosas como que si no tienes el arma en la mano hay que consumir un asalto en sacarla? ni que si tienes que bajar de una escalera pierdes el asalto?
Lo que dices de acción narrativa lo entiendo cuando realmente sea narrativa.. pero si un personaje tiene que hacer cosas porque tiene que hacerlas *antes* de poder hacer otra, considero que hay que aplicar negativos o incluso pérdida de un asalto. Si primero no ves el blanco, no puedes disparar, por muy bueno que seas en disparo. Si no tienes el arma en la mano.. lo mismo. Y si tienes que bajar de un sitio.. lo mismo.
Además, el tema de poder localizar el blanco, apuntar y disparar más rápido que otro apriete el gatillo.. Pues entonces no hay factor sorpresa, ni nada de nada. Podrías atacar a alguien por la espalda, y teniendo el otro el arma en la sobaquera y que te dispare antes,, simplemente por tener más en disparo.
Pero bueno, si todas esas cosas no las tiene en cuenta el sistema de juego, pues entonces nada. Tampoco pasa nada. Sólo es un juego.
Eso sí, para mí ha terminado. Si salgo vivo, que lo dudo, me retiro a curarme. Si me matan, que es lo más normal teniendo un malus de 4, pues muerto estoy. No pasa nada.
Te mueves protegido por los contenedores mientras aplicas presión con una de las manos en la herida del pecho, evitando que fluya la sangre. Tienes que evitar dejar un rastro que tu adversario pueda seguir. Sabes que si el otro es un miembro de la Casta Asesina no se arriesgará a dejarte con vida.
Llegas agachado a la sombra de otro contenedor desde el cual puedes ver la valla exterior. A pesar de la herida de bala crees que serás capaz de saltarla.
Es entonces cuando oyes claramente el ruido de un potente motor acelerando. Alcanzas a ver a un todoterreno negro de cristales tintados que aparece como una flecha entre las calles de los contenedores. Lo reconoces de inmediato, es el que estaba aparcado con el motor en marcha muy cerca de la entrada del almacén. ¿Amigos de Munch?
El vehículo se dirige a toda velocidad hacia la explanada central donde está Duncan. Al ritmo que va, llegará en pocos segundos.
El rugido del potente motor me hace perder un par de preciosos segundos. Poco importa si se trata de amigos o de enemigos. Lo importante es que, quizás, sirva de distracción para tus perseguidores.
En estos momentos no me importa ni el paquete ni el encargo. Habrán más encargos, siempre los hay. El único requisito indispensable es seguir vivo. Y eso pretendo.
Sigo mi camino, intentando ocultarme de mis perseguidores. Sólo tengo una cosa en mi mente: llegar a mi moto y desaparecer.
Dando unas rápidas zancadas llegas hasta la verja metálica y te lanzas a escalarla, haciendo caso omiso al dolor que te recorre el cuerpo. Te alzas por encima de ella y caes pesadamente al otro lado, ahogando un grito cuando pegas contra el suelo.
Pero te sobrepones, te levantas y sigues moviéndote. Te parecen oir disparos desde el almacén, pero tú sólo estás centrado en llegar a tu moto.
Te permites un suspiro de alivio al encontrarla justo donde la dejaste. Sintiéndote desfallecer, echas un vistazo alrededor y al no ver a nadie, le echas un vistazo a la herida.
La sangre empapa tu camiseta alrededor del agujero por donde ha entrado la bala. Sacas un pañuelo y lo aplicas con fuerza sobre la herida, apretando los dientes. Después te subes la cremallera de la chaqueta para ocultar las manchas de sangre.
Sintiendo temblores y sudando a mares, arrancas la moto, pensando en qué vas a hacer ahora...
Kevin necesita atención médica urgente. Podría acudir a un hospital o centro de salud, pero eso podría causar seguramente que lo detuvieran. Por otra parte, conoce dónde hay un médico clandestino, pero no está cerca y puede que no tenga fuerzas para llegar...
Consciente de mi situación, y de la urgencia de la atención médica, pienso en la mejor opción. - No puedo acudir a un hospital,, pero necesito un médico. ¿Llegaré a "mi médico"? pienso valorando el dolor y la velocidad a la que pierdo sangre.
- Tengo que llegar, no me queda más opción.
¿Qué posibilidades tengo de llegar? en las reglas sólo se aplican negativos a acciones, pero no dice que se pierda más puntos de vida ni que las heridas empeoren con el tiempo.. Simplemente que si recibo más daño, pues puedo morir,,, pero no pretendo recibirlo, claro.
Así pues, ¿de qué depende si llego o no?
Depende de una tirada de Cuerpo. Tienes +4 y para tener éxito necesitas sacar más de 6...
Te dejo a ti la tirada.
Cada cuánto hay que hacerla? Cuántas tendría que hacer?
Mi intención es llegar a un lugar en el que pueda coger un taxi y que me lleve a "mi médico". No quiero caerme de la moto y matarme. Al llevar la chaqueta cerrada y demás, el taxista no se daría cuenta de que voy herido, ¿no?
Si fallo la tirada, ¿qué pasa?
Basta con una tirada. A todo o nada.
Si la pasas aguantarás todo el trayecto en taxi. Si la fallas, te desvanecerás en el taxi y... ya veremos lo que pasa.
A duras penas, consigo llegar montado en la moto a una zona residencial, donde poder encontrar un taxi.
Cuidadosamente, lentamente, para no perder más sangre, desciendo de la moto y la aseguro. Me apunto la dirección donde dejo la moto por coordenadas GPS, en el móvil. Y busco un taxi.
Afortunadamente, pronto aparece uno.
- A la calle 27 con la 30. Rápido, por favor. Tengo prisa le digo al taxista, manteniendo siempre la cara lo suficientemente oculta como para que no me recuerde, pero sin llegar a resultar sospechoso.
Me recuesto en el asiento, con cuidado y haciendo presión en la herida, pero sin descubrirla, para que no la vea. Ni la mancha de sangre. Me dispongo a pasar lo mejor posible el trayecto hasta la consulta de mi "médico".. - No te desmayes me digo Aguanta un poco más. Ya no queda nada.
Bueno, pues a ver si la paso..
Los veinte minutos que tarda en llegar el taxi hasta su destino se te hace el viaje más largo de toda tu vida, pero aguantas hasta el final.
Al llegar entregas un billete de 50 al taxista, diciendole que se quede el cambio, y el tio lo coge sin poner reparos a pesar de estar manchado de sangre.
Fuera del taxi te mueves como un zombi hasta una apartada casa sobre una colina, haciendo un parón antes en un contenedor de basuras para vomitar todo lo que te queda en el cuerpo. Finalmente llegas hasta la verja metálica de la entrada y aprietas el timbre durante lo que te parecen horas hasta que la puerta de al lado se abre.
Frank aparece, vestido con ropa verde de cirujano manchada de rojo oscuro, la mascarilla medio suelta sobre su barba y un porro humeante en la boca.
¡La hostia! ¿Kevin? ¿Pero qué cojones pasa hoy?
Tratas de responder pero sólo eres capaz de toser sangre. Te tambaleas hacia delante y Frank te recoge, llevandote casi a rastras al interior de su propiedad, mientras no deja de maldecir y hablar, aunque no eres capaz de entenderle ya que se te va la cabeza.
Lo siguiente de lo que eres consciente es que estás en una sala muy iluminada en la que hay una camilla metálica manchada con sangre en la que el exmilitar y ahora médico ilegal te tumba. Te quedas mirando al techo mientras unas potentes luces te deslumbran. Aturdido, giras la cabeza para ver a Frank cogiendo con los dedos algo de una cajita de madera, llevándoselo a la nariz y aspirando con fuerza. El médico te mira y eres capaz de distinguir todavía los rastros de coca sobre su bigote.
Tengo que mantenerme despierto, tío. Dice a modo de disculpa.
Te desvaneces...
... Te despierta algo que te obstruye la garganta. Tratas de resistirte, pero te parece estar atado a la cama. Una voz suena al lado de tu oreja. Escucha Kevin. Tengo que entubarte. Tienes un pulmón encharcado de sangre y te estás axfisiando, ¿comprendes? Si no te quedas quieto no te podré abrir y parar la hemorragia interna que... La voz se distorsiona a medida que vuelves a caer inconsciente, y te hundes en la oscuridad...
Perdona por tardar tanto en responder.
¿Qué le pasará Kevin? Pues eso te lo dejo a ti. En el proximo posteo puedes darle el final que quieras a la historia de tu asesino...
La luz de un nuevo día entraba por la ventana, inundando la habitación. - ¿Dónde estoy? La habitación era una estancia casi vacía: una cama, una ventana y una mesita de noche abarrotada de frascos y agujas.
La cama era terríblemente dura, lo que no ayudaba a mi maltrecho cuerpo. El gotero en el brazo izquierdo, conectado a dos bolsas: una roja y una transparente. La roja de sangre, obviamente. La otra, ni idea. Con la mano libre, levanto levemente la ligera sábana con la que estaba tapado y observo mi cuerpo. Un aparatoso vendaje, con una mancha roja de fondo, indicaba dónde estaba la herida.
Poco a poco, y no sin esfuerzos, intento recordar qué puede haber pasado. Lo último que recuerdo es un fogonazo, un impacto contundente en mi cuerpo. Mi moto.. Un taxi. Y nada más. - Supongo que estoy en casa de Frank me digo alegrándome por haber llegado hasta mi matasanos favorito. - Parece que le debo otra vez la vida.. una tibia sonrisa aparece en mi boca. Por lo menos respiro,, aunque dificultosamente por lo que noto.
No sé cuánto tiempo llevo aquí. Pero el que sea, ha valido la pena. Cansado del esfuerzo de pensar, cierro los ojos y un sopor ocupa mi mente. En pocos segundos vuelvo a sumirme en un profundo sueño.
Cuando abro los ojos de nuevo, la habitación ha cambiado. Ahora la luz escasea, y es la luna, y no el sol, quien provee de iluminación a la estancia. Las bolsas conectadas al gotero han cambiado. La roja ha desaparecido y sólo queda la transparente, aunque no es la misma. Forzando la vista, leo lo que pone: "antibiótico y suero". Esas mezclas que nunca se verían en un hospital normal, pero que en uno de campaña abundan, para ahorrar tiempo en los tratamientos. Y parece que funciona, aunque sigo sintiéndome muy débil
Al momento entra una persona en la estancia. Sin aviso previo una potente luz ilumina la estancia. Con los ojos cerrados por la súbita ceguera, escucho la familiar voz de Frank - Esta vez poco te ha faltado. Quizás incluso menos que aquella vez hace dos años que apareciste casi colgado de la moto.
- ¿Cómo te encuentras, tío?
Poco a poco abro los ojos, y estos se van acostumbrando a la luz artificial de la habitación. Intento hablar, pero sólo un hilillo de voz sale de mi garganta: - Bien, en condiciones de una maratón le contesto en un humor que el excombatiente ya conoce.
- Ya, ya te veo. Pues que sepas que no sé ni cómo llegaste hasta aquí. Es un milagro que no te desangraras por el camino.. o que tu pulmón se colapsara. Se acerca y conecta otra botella, esta vez de cristal, al gotero
- Vas a tener que descansar una temporada. Quizás no te queden secuelas, salvo alguna cicatriz. No estoy aquí para preocuparme de la cirugía estética dice con una sonrisa sarcástica en los labios.
- Descansa, ahora preocúpate sólo de descansar. Y cuando estés recuperado, prepárato porque la factura que te voy a mandar.. eso sí que te matará Como puedo, esbozo una sonrisa. Y cierro los ojos. De nuevo duermo profundamente.
Seis meses después
La luz ocupa mi habitación casi por completo. Sabiendo que ha llegado la hora de levantarme, abro completamente los ojos y me incorporo de la cama. No puedo aún levantarme de un salto, pero poco falta ya para eso. Los meses han pasado desde que abandoné el hostital de Frank y no ha sido fácil ni cómoda la recuparación, pero estoy bastante satisfecho de los resultados. No pensaba que pudiera recuperarme, y menos tan rápido.
Tranquilamente me hago el desayuno mientras escucho las noticias en la tele. Sin mirarla. Me mantengo informado de lo que sucede en el mundo, pero alejado de él. Por lo menos de momento.
En breve volveré a empezar con mi entrenamiento. Estoy prácticamente seguro de que volveré a ser el de antes, sólo que un año más viejo - O menos joven, como me gusta pensar.
Mi informador me ha mantenido al tanto del desenlace de mi última misión. - Muy sucio ese trabajo demasiados agente en un mismo asunto. Poco elegante en esa ocasión se mostró el contratante. - Con un par de agentes es suficiente.. incluso con uno.
El tiempo pasa muy lentamente, por lo menos para mi gusto. Y ardo en deseos de arreglar dos asuntos pendientes: le debo una bala en la cabeza al que osó dispararme.. y otra al que le metió en el mismo asunto que a mí. - Y yo nunca olvido.
Sólo una cosa tengo clara: la próxima vez no estaré sólo..