Me acerco a Binnie y sigo la conversación privada.
Tranquilo tio, he mirado y no hay ninguna cámara observándonos. Relájate - le pongo la mano en el hombro-y verás como salimos bien de ésta.
La tarde sigue avanzando y el silencio reina en la biblioteca. La tension del momento os hace permanecer en silencio, ya que cualquier frase podria ser malinterpretada. Permaneceis alrededor de una hora asi, escuchando solo los tarareos de Lissa, o los ronquidos del hombre ciego, el cual se encuentra durmiendo recostado sobre una silla.
En ese mismo momento escuchais el motor de un coche acercandose. Coolman, se acercó a la ventana para ver quien se acercaba. Era el grupo de la abogada y el informatico, los cuales parecian haber cogido varias cosas del centro comercial, ya que venian cargados con muchas bolsas.
Continuamos aqui.