Partida Rol por web

Pasada la noche, la clérigo se despierta mucho más vivaz, descansada. Echando un ojo a su hermano, espera a que responda a la pregunta del bárbaro.

- Es cierto Thelonius, tienes toda la razón.- contesta el mago para, instantes después volver al ataque: Pero... ¿no se te ha ocurrido considerar mi sangre élfica a la hora de comparanos? ¿No se te ha ocurrido considerar las continuas relaciones con miembros de la raza élfica durante toda mi vida? No, claro que no. No ves más allá de tu reino; esto... perdón, del reino que te arrebataron.

Un poco alelado y empanado por despertarse responde con lentitud a Jathor - cada dia me recupero, pero lo hago lentamente... aun no sere efectivo para el combate... calculo que en cuatro o cinco dias habre mejorado lo suficiente

calculo que en cuatro o cinco dias habre mejorado lo suficiente

Nyll, que ha escuchado atentamente las palabras del debilitado paladín, menea la cabeza desanimado como diciendo: no podemos esperar tanto pero, sacando fuerzas de una reserva interior sonríe y proclama: ¡no te preocupes Tancred, sacaremos esto adelante en tu nombre!

Pero... ¿no se te ha ocurrido considerar mi sangre élfica a la hora de comparanos? ¿No se te ha ocurrido considerar las continuas relaciones con miembros de la raza élfica durante toda mi vida? No, claro que no. No ves más allá de tu reino; esto... perdón, del reino que te arrebataron.

Touché, mon ami, admite Thelonius con una gentil inclinación de cabeza. Sin embargo, continúa con una sonrisa lobuna y su voz gana firmeza a cada frase que pronuncia, mi condición de humano hace que me sea imposible abandonar mi empeño hasta que consiga mi objetivo o perezca en el intento, y tengo toda la intención del mundo de que sea lo primero. ¡Y de eso, aquellos de vosotros que queráis acompañarme en esa aventura podréis participar!

¡A LOS DIOSES PONGO POR TESTIGOS, DE QUE NUNCA MÁS PASARÉ HAMBRE! ¡MWAHAHAHAHA!, acaba Thelonius con una risa maníaca.

Jathor continúa mirando a Tancred con el ceño fruncido.
¿Cuatro o cinco días? Hummm… no pienso quedarme tanto tiempo de brazos cruzados! Mas te vale recuperarte más rápido, o bajaremos sin ti!

Tranquilo Jathor- responde el mago ignorando los continuos desvaríos de Thelonius "Es mejor dejarlo pasar..."- Mientras esperamos podemos ir investigando el piso inferior, o incluso aquella zona que descendía desde el piso superior a través de la trampa junto al sarcófago.

¡Vaya! - exclama levantandose vigorizado - ¡Que grande es nuestro Heironeus! - dice lleno de alegria y recuperando esa sonrisa que habia perdido dias atras - Amigo - mira a Jathor - este humilde Paladin se volvera a unir a la exploracion de este lugar - y hace una pequeña reverencia

Ellidian sonríe al ver a su hermano en plena forma - Se te ve bien, Tancred. Ahora ya tenemos una cabeza más que enfrentar en nuestra Guerra Santa.

Al ver que el paladín se levanta visiblemente recuperado (aunque no sea del todo), el rostro del gnomo adopta una sonrisa que ilumina por sí sola toda la sala. ¡Bien, Tancred, contigo y con Elli el grupo está al completo! ¡Ya no tenemos nada que temer, al contrario, que nos tema el enemigo!

¡Vaya, Tancred, bienvenido de nuevo al grupo!, se alegra visiblemente el príncipe. Nos vendrá bien un brazo fuerte más, porque me barrunto que pronto lloverán los espadazos, y en esas ocasiones nunca está de más tener fuerza de sobra.

- Guerra Santa... Guerra Santa...- murmura Hitmol al oir a Ellidian mientras se aleja para hablar con los cynidiceanos, a poder ser con Tayyip.

-Según parece ya estamos listos para la expedición.- le informa el mago- Podemos partir en cuanto consideréis a bien hacerlo.

Venga vayamos a por ellos , dice anioso Urik , por mi lo que querais pero salgamos a buscar a esos malnacidos de una vez , cuanto antes arreglemos esta piramide antes podremos salir de aquí y antes podremos volver a deleitarnos con los placeres de las tabernas ... y antes podremos continuar con nuestras busquedas abandonadas .

Jathor mantiene su mirada ceñuda cuando Tancred parece recobrar sus fuerzas de repente.

Hummm… así está mejor. Ahora terminemos cuanto antes con todo esto…- comenta mientras las palabras de Urik sobre búsquedas abandonadas parecen evocar en el bárbaro su objetivo final en la vida, un objetivo del cual nunca ha dicho nada a sus compañeros. Imágenes de familiares y amigos consumidos por las llamas y muertos bajo las hachas del enemigo bombardean la cabeza de Jathor, y un deseo de venganza emerge como hace mucho que no lo había hecho.

-Muy bien.- dice Tayyip. -Como ya os comenté, yo os acompañaré y nos guiará Arvid, que está esperando arriba. Sí, aunque pueda parecer extraño, llegaremos abajo subiendo.-

Diciendo esto, os guía hacia fuera y al pasillo giratorio, que hace moverse en dirección al pasillo que termina en unas escaleras que ascienden. Así llegáis de nuevo, por el camino que tan bien conocéis, hasta la planta de los Gornitas. Pasáis junto a un agujero en el suelo del que ya ha desaparecido el cadáver de aquel gusano gigante que mordiese a Jathor y por la sala central de las tres columnas huecas por las que bajásteis. Recordáis vuestro combate aquí con los escarabajos gigantes y más tarde con los trasgos. Finalmente, llegáis hasta la puerta de los gornitas, junto a la estatua dorada del barbudo Gorn. Tras dar Tayyip tres golpes separados como contraseña, os abren la puerta. Hay tan sólo dos gornitas aquí, además del encorvado Arvid, que os mira sonriente pero tímido cuando entráis. Uno de los guardias además lanza a Thelonius una mirada pícara de reconocimiento, como si compartieran un secreto.

Arvid les confirma que van a llevar a cabo el plan de Kanadius y que pueden abriros ya la entrada secreta. A lo que los gornitas responden apartando uno de los camastros y revelando así una tapa de piedra en el suelo. Al destaparla veis una bajada vertical cuyo fondo no es visible, cuya pared sur tiene agarraderas de piedra para poder descender por ella. Os recueda mucho a la que se está vigilando abajo para evitar la subida de los Zargonitas. Tayyip les indica que cuando hayáis bajado deberán cerrar y vigilar bien esta puerta y sólo abrírla a vosotros, siempre y cuando uséis la clave correcta (tres golpes). Por si las moscas, Tayyip os explica que la clave para indicar peligro o traición (o que estáis siendo obligados por un enemigo a dar la clave) son cuatro golpes rápidos.

Por fin, listos para bajar, Arvid os mira interrogante a la espera de saber si queréis que vaya popr delante o vais a pasar alguno primero...