Partida Rol por web

Tancred, al perder la guia, se siente un tanto confuso pero no por ello deja el combate. Asi que, intenta lanzar otra estocada para atravesar al ser, pero la el cansancio se adueña por el en el instante del ataque y este pasa rozando al ser

Thelonius se mueve unos pasos, coge y coloca sólo una de las flechas en el arco, apuntando a la criatura y dispara. La flecha, por desgracia, se pierde. Jathor lanza lo que el espera que sea el hachazo definitivo. Flexiona las piernas, hinchándose los músculos de estas, y lanzándose con impulso suelta un terrible golpe. Terrible de haber dado en su objetivo. Asombrosamente, y a pesar del estado de la criatura, esta consigue esquivarlo en el último instante. De hecho, continúa con sus insidiosos ataque, con éxito. Un nuevo mordisco y un nuevo zarpazo hacen mella en el paladín, que empieza a sentirse casi desfallecer.

Tancred, al perder la guia, se siente un tanto confuso pero no por ello deja el combate. Asi que, intenta lanzar otra estocada para atravesar al ser, pero la el cansancio se adueña por el en el instante del ataque y este pasa rozando al ser.

Hitmol carga la ballesta con paciencia, apunta a la criatura mientras sus compañeros la atacan inútilmente, está perfectamente dirigido, como siempre hasta ahora. Pero ¿qué? ¿Atascada? El mago baja la mirada hacia la ballesta, está atascada y no dispara; el virote no sale, Hitmol intenta arrancarlo pero lo parte por la mitad. Maldición!- murmura, esto no funciona.

Bien, tomo otra flecha de mi asistente, puesto que no parece que estemos en muy buenas condiciones de andar cargando todo el carcaj.
Con permiso...
y esta vez, parece que consigo impactarle.

Jathor mira con rabia a la bestia que no parece querer caerse. Da un paso a un lado tras escuchar las palabras de Ellidian, dejándole hueco, pero no piensa darle oportunidad para atacar, el mismo acabará con la criatura. Agarra con fuerza el mango de su hacha, descargando un potente golpe a la vez que un rugido gutural sale de su garganta.
Aaaaargh!!
Una vez mas la criatura consigue librarse. Una vena de rabia se hincha en el cuello del bárbaro.

Urik se aprovecha de su posición para intentar golpear a la criatura ... venga acabemos con él jalea a sus compañeros

Ellidian se adelanta un paso, ya con la espada en el aire. Sin embargo, el ímpetu del momento y algo de grava en el suelo hacen que no sea muy certera, asestándole tan solo al aire - ¡Argh!

Mierda, mierda y mil veces mierda- murmura Hitmol mientras quita los restos del virote de la ballesta, es todo astillas por lo que no le cuesta mucho, pero era imposible usar otro sin quitarlos.
Tras limpiar el arma, antes de que sus compañeros empiecen a mover los cuerpos y trastear con ellos, intenta recuperar algún virote de los que ha gastado. No estamos para malgastar cosas... En esos momentos Jathor destripa los cuerpos sin piedad, sacando el collar y trasteando con el que tenía al cuello, el bárbaro los coge sin delicadeza y no se para a saber qué simbolizan, por lo que Hitmol tiene que ir a recuperarlos al sarcófago, para así analizarlos.

Yo no descansaría aquí, es mucho más seguro y confortable descansar arriba. No creo que querráis ser emboscados por los zargonitas mientras estáis así- afirma mientras mira a Tancred de arriba a abajo. Por Wee Jas! Y aún está en pie! Si hubiese sido yo...

Viendo que nadie toma decisiones, ni ella misma, decide tomar la más rauda e inmediata - Mientras decidimos, tengo que echarle un ojo a eso de ahí - dice, mientras señala a su propio hermano.

Acercándose a éste, observa cómo emana tanta sangre de Tancred, y sacando de su zurrón un trozo de tela ajado, tapona la herida. - Bueno, vamos allá

En todo caso intentaré recuperar el resto: lancé dos mias y 2 de Reshark.
2 recuperadas y 2 perdidas (el 10 es pérdida, puse mal la dificultad), así que con las seis nuevas que me da Reshark me quedan 8. ¿correcto?

Gracias Reshark, aunque esperemos no tener que usarlas de nuevo y mirando a Tancred digo Es una suerte tener a Ellidian entre nosotros. Los poderes que otorga Hieronius son bastante útiles.

Mientras hacéis los preparativos para volver al piso de arriba, alguno de vosotros observa las monedas de plata que os enseñó Urik. Son monedas de cuño no tan antigüo como esperábais y muestran una curiosa imagen:

La brillante luz de la magia ilumina la estancia sobre la mano de Ellidian. Os encamináis de regreso a la planta superior, llegando hasta la tumba del bufón sin mayor problema. Una vez allí, usáis la rampa y ascendéis.

El paseo por la planta superior también es tranquilo, afortunadamente. Os doléis de vuestras múltiples heridas, pero la cercanía del descanso y los ánimos de Tayyip, quien asegura que sus compañeros disponen de pócimas curativas, os ayudan a continuar.

Por fin, llegáis hasta la guarida de los Usamigáridas, pasando primero por el túnel giratorio. Allí, llamáis a la puerta. Tayyip se identifica y os permiten entrar. La sala, como siempre está llena de cojines y alfombras cómodas. Al ver vuestras heridas, varios magos se acercan a ayudaros y antes que nada os traen agua para beber. Tayyip se separa de vosotros, diciendo que va a buscar a Sirkinos.

Tayyip os va aplicando los ungüentos. Aunque sus propiedades curativas no dan para cerrar por completo todas vuestras heridas, vuestro estado mejora sensiblemente. Aún os haría falta, no obstante, un buen descanso con el que seguir reparando los daños.

yo sigo con las rondas de prueba para que se confien.