Partida Rol por web

La clérigo se atusa la túnica, como si debiera tenerla preparada para lo que se avecina.

Una sonrisa de medio lado se dibuja en sus labios. Parece que los pensamientos más sádicos se despiertan en la joven, que por su doctrina seguro que desea devolverle la moneda a un ser que esclaviza a los demás.

El Paladin se pone recto en toda su estatura y se coloca en el lado contrario de Jathor, es decir en el otro lado de la misma puerta, listo a darle con el canto de la espada que acaba de desenvainar.

Parece que empieza la acción- murmura Hitmol mientras se mueve hacia uno de los laterales de la habitación, adelantándose mientras toma la daga mágica de su cinto (64,46), preparándose para actuar si el asalto de sus compañeros no tuviere el éxito esperado.

Resahrk se prepara , empuña sus dos espadas y en sus ojos se refleja la determinación para acabar de una vez con el mal de la piramide .

Venga ven de una vez maldito , vas a probar el acero forjado por los grandes señores que una vez poblaron esta piramide , murmura buscando al enemigo .

Urik desenfunda su estoque y busca colocarse alejado del grupo de sus compañeros ... intenta esconderse en las sombras para sorprender a quien entre por detras y así ayudar a sus compañeros distrayendo la atención de los enemigos .

Mientras Urik se esconde tras de una de las mesas y los cynidiceanos se acurrucan en una esquina (y Arvid, desarmado y tembloroso, entre ellos) tomáis posiciones prestos para lo que venga. Sin embargo, pasan unos segundos en los que nada ocurre... y luego se escuchan voces. Una voz fiera en Cynidiceano que parece interrogar a otra más débil y drogada; ambas provienen de la sala adyacente.

-¿Qué está pasando aquí?
-E... e... yo... ahí... unos extranjeros han interrumpido el juego... lo siento.. lo siento mucho...

Al escuchar las voces en la sala adyacente, Jathor teme que algún cynidiceano drogado esté revelando la presencia del grupo al que debe de ser el esclavista, arruinando el efecto sorpresa. Da lo mismo…- piensa Jathor, dispuesto a salir a la otra sala, a encararse directamente con el zargonita.

Pero antes hace un gesto a sus compañeros, pidiendo opinión. Con el pulgar de su mano derecha, señala hacia la sala de al lado, y se encoge de hombros, como preguntando si es mejor esperar o salir directamente a por el.

Reshark , ve la acción de Jathor y le indica que mejor esperar un poco a ver si entran ya que es mejor esperar para sorprenderlos , si ven que no entran será el momento de salir a por ellos ...

Colocaros y preparaos , yo creo que van a entrar ... les susurra a sus compañeros

Tancred que ya estaba colocado, asiente ante las palabras de Reshark. Nervioso y ansioso por entrar en combate (aunque querramos dejarle inconsciente) son fuertes en el... se siente como un principiante despues de tanto tiempo de baja*

Nos han descubierto- murmura Hitmol mientras avanza hacia la puerta- Ahora o nunca.

El semielfo sale disparado hacia la puerta, corriendo e ignorando a sus compañeros mientras se precipita en la siguiente sale, daga en mano y con la idea de llegar hasta la puerta contraria si nada se lo impide*, cerrando así la vía de escape del esclavista.

Mierda donde va esta ahora ... piensa Resahrk mientras ve salir al semielfo hacia la puerta ...

Raudo sale detras de él , venga no vamos a dejarlo solo en la pelea , venga a por ellos .Jalea a sus compañeros .

Urik viendo que su plan de esconderse para sorprenderlos por la espalda ya no va a funcionar , sale detras de ellos , dispuesto a enfrentarse con los enemigos ...

Voy esperadme , les dice .

Pero...

Ante la reacción de Hitmol, y sin decir nada, corre tras éste y Reshark.

Jathor sonríe ante la reacción de Hitmol. Era lo que estaba esperando. Así que, ya cerca como estaba de la puerta, solo tiene que dar un par de pasos para salir tras el mago, agarrando su hacha con firmeza.
Bien hecho, mago.

Tancred entra tambien con arma en mano siguiendo a sus compañeros - Por Heironeus - piensa con fervor

Thelonius sigue a los demás, pero sin tantas prisas.

Vuestra entrada en la sala sin duda no es una sorpresa para los enemigos que allí encontráis, pero tampoco están del todo preparados para vuestro asalto. Un grupo de grandes trasgos y un zargonita enmascarado que porta un lático cruzado de agudos pinchos de metal están allí increpando a un cynidiceano al que echan a un lado de un golpe tan pronto entráis.