Roman observó detalladamente las reacciones de los demás, quería hacer una idea de lo que pensaban. Por su parte, todo esto era increíblemente extraño. Demasiado para un simple caso de “negar la existencia sobrenatural”. Pero se adelantaba. Por el momento solo convenía dar un paso a vez.
-Como mi buen amigo Jeff afirma- dijo Roman tomando la palabra-. Algo así de trágico seria muy recordado. Lo único que nos queda es ir a esa casa y hablar con los trabajadores. Alguno de seguro vivió en este pueblo toda la vida- la idea de que todos fueran extranjeros era absurda-. No encontramos nada mas, aunque no sabemos si lo había- sonrió con picardía-. Digamos que no estábamos allí de forma legal, así que no tuvimos mucho tiempo.
La verdad es que no había mucho. No señor, casi nada... Pero una cosa que dijeron sus amigos le recordó algo. Extrajo sus notas y le echó un vistazo.
-Pues más o menos lo mismo que encontramos nosotros en los periódicos de la época, pero con alguna discrepancia... Por lo visto, es normal que no tuvieran mucha relación con los vecinos. Vamos, que eran más bien raritos y no se relacionaban con nadie. El padre se llamaba Howard y la madre que murió en el ataque del perro, Susan... Pero la discrepancia está ahí ¿Contais que el niño estaba durmiendo? Pues según el periódico lo vio todo y lo tuvieron que internar en el hospital al norte del pueblo en estado catatónico debido al shock. También decía que el perro del ataque murió solo, el padre no lo mató... Sí que es raro. Otro dato. La policía del pueblo investigó a un fotógrafo de Boston y lo interrogó, pues fue la última persona en ver viva a la mujer. En el periódico no se mencionaba el nombre, pero esperaba que vosotros hubierais encontrado algo al respecto en la comisaría.... Otro detalle. Se llamó a un experto en comportamiento animal para asesorar la investigación. Un tal doctor Pinter, de Arham.
-Quizá deberíamos mirar también en ese hospital... en Herald street. Seguramente allí también atendieron al señor Howard Croswell y hicieron la autopsia...
Asentí a cada una de las palabras tanto de Gordon como de los otros dos compañeros, parecía que la historia era básicamente la misma, pero precisamente las partes en las que no coincidían eran las que más nos extrañaban.
- También deberíamos llamar a la Universidad de Miskatonic, ibamos a hacerlo nosotros pero todavía no nos ha dado tiempo. Quizás allí nos puedan dar alguna pista sobre el doctor Pinter o incluso sobre el Señor Crosswell ya que era un renombrado explorador e historiador.
El Ranger asiente pensativo, recordando detalles del informe policial que leyeron a toda velocidad en un cuarto polvoriento. Arrugó el ceño mientras habló, como si no estuviera del todo seguro de lo que decia.
-En el informe dice que el policia que llego a la escena del crimen, no quiso despertar al niño, pero eso no quiere decir que no haya visto nada. Tal vez el padre lo mando a la cama para que no viera eso, aunque el daño ya estaba hecho- se encogio de hombros-. Pero la idea de la señorita Mitchell es acertada, mientras mas cabos sueltos atemos mejor. De esa forma estaremos completamente seguros de lo que pasó.
Doy otra calada al cigarrillo.- Creo que sería buena idea ir al hospital, para saber que le pasó al padre del Sr.Crosswell. ¿Qué fué de él, lo ingresaron en un manicómio, de qué murio realmente?, tambien podríamos buscar el historial de Peter Crosswell, o incluso preguntar a los médicos residentes de allí que saben de esta familia. O bien podríamos dirigirnos a la casa, investigar los alrededores, o preguntar a los obreros. Todavía hay muchos cabos sueltos. A mi me gustaría ver los alrededores de la casa y hablar un poco con el vecindario.
- Parece ser que nos hemos dejado muchas cosas en el tintero, y si a las seis queremos estar delante de la puerta de la casa... -di un trago a mi bebida mirando como el líquido se movía dentro del vaso.- Creo que no nos queda mucho tiempo. Mmm... no sé si será mejor seguir atando esos cabos sueltos o ir directamente a la casa y que sea lo que Dios quiera. -Les miré de uno en uno con una expresión dudosa en mi cara.- La idea de Jeff de preguntar por el vecindario me parece buena.
Roman ni siquiera lo penso, simplemente sonrio con tranquilidad mientras se ajustaba su sombrero.
-Soy alguien un poco impulsivo, asi que digo que vayamos de una vez a hechar un vistazo a esa casa- arrugo ligeramente sus ojos-. Hemos hechado algo de luz sobre su pasado, asi que estamos mas preparados. De todos modos, solo fuimos contratados para verificar que la casa este "bien", que todo lo que le pasa al señor Crosswell no es mas que su imaginacion. Y viendo como fue su niñes no me extrañaria que no fuera mas que eso: Su imaginacion.
Aun asi, sentia que estaban dejando de lado algo importante, que se les estaba escapando algun detalle o hecho destacado. Pero como odiaba esperar, queria entrar en accion cuanto antes.
-Veremos los alrededores y a los vecinos, si es que hay alguno cerca...- temia que sea tan ahislada que no hubiera nadie a varios kilometros a la redonda.
Sonreí ante la impaciencia de Roman, se notaba que era un hombre acostumbrado a la acción.
- Creo que tienes razón, hemos sido contratados para constatar que en la casa no ocurre nada extraño y que el estado de ánimo del joven Crosswell sólo es producto de su imaginación y de la soledad en la que parece que vive. Aunque... -me detuve pensativa durante unos segundos- también podíamos buscar un teléfono público y hacer un par de llamadas antes de ir hacia la casa. El número de teléfono de la Universidad lo tenemos nosotros y el del hospital... bueno ése no creo que sea muy difícil de conseguir, de esa forma podíamos intentar conseguir algo más de información, ¿qué opináis?
-Creo que vamos a conseguir poca información llamando por teléfono a no ser que conozcais a alguien en el hospital.-Le digo a Sarah.
¿Que hora se supone que tenemos? y ¿a que hora habíamos quedado en la casa?.
En la casa habíamos quedado a las seis, y nosotros aquí en el bar creo que a las cuatro (pero de esto no estoy del todo segura)
Me quedé pensativa al escuchar las palabras de Jeff.
- Puede que tengas razón. La verdad es que no conozco a nadie en el hospital que nos pudiera facilitar esa información sin poner muchos impedimentos. -Doy el último trago a mi bebida.- Dentro de poco va a empezar a oscurecer, así que si queremos conocer el barrio antes de adentrarnos en la misteriosa casa, jajajajaja... -no pude evitar una pequeña carcajada ante la idea de estar en una casa encantada- será mejor que nos vayamos ya. Además los obreros se van a las seis en punto, sería conveniente estar allí un poco antes para poder tener una pequeña charla con ellos.
Roman practicamente salta de la silla, en sus ojos puede verse un suave brillo de exitacion. Tanto tiempo de hablar de la casa, el aura de misterio que envuelve su pasado, la extraña muerte, todo eso unido formaban algo tan inquietante que resultaba emocionante. No veia la hora de ver esa condenada casa de una vez.
-¿Que estamos esperando?- dijo con media sonrisa-. Vayamos de una vez- en ese momento se puso serio, moviendo un poco su chaqueta mostro un revolver al tiempo que decia-: Les informo que voy armado, no por nada especial, simplemente no puedo salir sin esta preciosura.
Era importante que todos supieran eso, sobre todo en medio de una oscura casa y con un posible loco en ella.
-Muy bien, entonces creo que es hora de irnos.-Les digo a todos, termino mi café y me pongo de pie con lo poco que me queda de cigarrillo en la boca, le doy la ultima calada y lo dejo en el cenicero. Por último cojo mi gabardina y mi sombrero y me los pongo.
Había estado escuchando toda la conversación sin opinar y estaba de acuerdo en una cosa: Era importante hablar con los obreros si querían averiguar si había sucesos extraños en esa casa.
- De acuerdo, lo que hayamos hecho hoy, lo podremos acabar mañana. Más que ganas de ver esa casa, tengo ganas de conocer al señor Crosswell.
Cogió el sombrero y se cubrió con él mientras se levantaban de la mesa.
- Sarah, si no le importa hacer otra vez de chofer, estaría encantado de acompañarla.
En vista de que todos estábamos de acuerdo, yo también me levanté y me puse el abrigo y mi sombrero. Desde luego mis acompañantes tuvieron que esperar por mí.
- Por supuesto Gordon, encantada de disfrutar de nuevo de tu compañía. -Mientras me voy poniendo los guantes sigo a los otros hasta el exterior.- ¡Vaya frío! Espero que la casa tenga buenas chimeneas... ¿Qué les parece si vamos todos en un solo coche?
Roman pensó un segundo si convenia ir en un solo auto. Pero al ver como nevaba, el frio que hacia tuvo cierto palpito.
-Mmm no se, dos autos siempre es una ventaja, sobre todo si uno se queda en medio de este temporal- no le agradaria nada terminar en medio del campo, encerrado en un auto y con la nieve subiendo a su alrededor.
Respondo a la pregunta de Sarah para que no quede colgada XD
-Yo voy en mi coche, es mejor llevar dos por si acaso alguno se queda en el camino, con este frio nunca se sabe.-Le digo a Sarah.
He puesto esto por cuadrar un poco la situación.