Partida Rol por web

-¡SI!- dijo Roman esquivando una mano que intentaba atrapar su pierna. Apoyo la boca de su arma en la cabeza de la criatura, apretando el gatillo con deliverada lentitud. El disparo arranco un gran pedazo de carne del rostro de la criatura, lanzando fluidos extraños por todos lados-. ¡YA ESTA, NO HAY MAS...!- sintio una malsana satisfaccion de haber acabado con esas cosas, pero era un sentimiento vacio. Jeff yacia inmovil, sangrando en abundancia. No sabia si lograria salvarlo.

Se quito el cinturon y le aplico un torniquete en la pierna. El olor a sangre le recordó el poco tiempo que tenian, asi que no se detuvo a pensar, solo actuaba. Intento mantener a su amigo vivo, el tiempo que pudiera hasta que un doctor lo estabilizara.

Se asomo luego por el hoyo del suelo, asegurandose que Sarah estuviera bien. La mujer intentaba hacer lo mismo por el doctor, pero parecia que estaba en muy mal estado.

-Sarah, ¿Estas bien?- busco las escaleras, las cuales estaban en la concina segun recordaba-. Saquemoslos de aqui cuanto antes- miró hacia todos lados buscando a Crosswell-. ¿Donde esta...?

- Sí estoy bien, pero el doctor está muy grave. ¿Cómo está Jeff? Debemos llevarlos a los dos sin perder tiempo al hospital... o ninguno de ellos pasará de hoy.

Respiré aliviada al comprobar que el ranger se encontraba en perfecto estado. Le esperé para que me ayudara a cargar con el doctor y de una vez por todas salir de allí. Pero había algo que aún me mantenía intranquila aparte de la salud de los dos hombres y era saber el paradero del Sr. Crosswell. ¿Dónde había ido? Nadie es capaz de esfumarse de aquella manera así que... ¿dónde estaba?

-A Jeff le hice un torniquete... pero no se- estaba cubierto de su sangre y de la sangre de los monstruos. En verdad no sabia que le pasaria a Jeff, ni siquiera estaba seguro de como estarian ellos al amanecer. Levanto al doctor teniendo cuidado de no lastimarlo aun mas-. Larguemonos de una vez...

Queria decir tantas cosas, pero en ese momento toda palabra era pobre para describir el torbellino que pasaba por su mente y su pecho. Aun le latia el corazon con fuerza, bombeando la necesaria adrenalina para llevar al pesado doctor hasta el auto. Lo siguiente fue casi un sueño, Roman actuaba pero parecia ver todo desde lejos.

Mientras Roman sacaba al doctor yo me quedé cuidando al pobre Jeff que se encontraba inconsciente en el suelo. Pero había algo que todavía me preocupaba y a lo que seguía dándole vueltas... ¿dónde estaba el Sr. Crosswell? Dejé unos momentos a Jeff, el cual seguramente no iría a ninguna parte, y volví a bajar las escaleras del sótano intentando buscar cualquier pista que me indicara el paradero de aquel loco. Pero, a parte de toda la parafernalia usada en aquel extraño ritual, no parecía haber nada que me indicara dónde se había escondido el Sr. Crosswell.