Conseguisteis cargar a el Dr. Jones y a Jeff en el coche, que no tardó en ensuciarse de sangre, de aquella sustancia viscosa que parecían soltar aquellos terribles monstruos, y de la angustia que teníais tras haber vivido esta noche. Conduciendo a toda velocidad, conseguisteis llegar al hospital.
Las siguientes horas fueron cruciales. Jeff fue enviado directamente a quirófano, mientras el Dr. Jones era atendido por varios médicos y enfermeras. Todo sucedió muy deprisa, hasta que finalmente, una enfermera se acercó para avisaros.
La enfermera sonrió, portadora de buenas noticias:
- El Dr. Jones ha despertado. Ha pedido veros.
Por lo que sabíais Jeff aún estaba siendo atendido, los médicos trataban de ser esperanzadores, pero no había nada seguro.
Viajaron en silencio, con los frecuentes gemidos de dolor de los moribundos que llevaban en el asiento de atras. Quizas la parte racional de sus mentes les gritaba y trataba de convencerles de que todo habia sido un sueño, alguna alucinacion, una completa locura. Pero el hedor a sangre, el temblor en sus manos y el dolor en el hombro del arma no eran de su imaginacion. Esa noche habian visto un raro ritual, habia matado a aberrantes bestias y ahora conducian a un hospital para salvar la vida de esas dos personas.
Despues de lo que parecio una eternidad, llegaron al fin al hospital y se llevaron a los dos heridos a ser atendidos. Roman se dejo caer en un asiento, al lado de Sarah. Le rodeo los hombros con su brazo, sin importarle lo que los demas pensaran, todo a su alrededor le parecia mas frio y tenebroso de lo que nunca imagino.
La enfermera llegó, con una sonrisa, al menos eran buenas noticias. Jones habia despertado... quien sabe que les diria ahora.
Debe ser jeff no? Crosswell no esta... o si? O.O
Todo el recorrido hasta el hospital lo realizamos en un silencio tenso, sólo roto por la fatigosa respiración de los dos hombres. Pero por fin llegamos al edificio y la suerte de nuestro amigo y compañero y la del doctor estaban ahora en manos de profesionales y de Dios.
Todo el cansancio, el hambre, la angustia, el frío, el miedo, la incertidumbre... todo lo que habíamos pasado hasta el momento pareció caer sobre mí de golpe dejándome completamente extenuada. Cuando Roman se sentó a mi lado apoyé mi cabeza en su hombro, después de todo lo que habíamos pasado aquel gesto me parecía del todo natural.
Estuvimos en silencio esperando alguna noticia, hasta que por fin la enfermera nos avisó que el doctor Jones estaba consciente y preguntaba por nosotros.
- Oh, gracias a Dios... Entonces no le hagamos esperar y veamos qué es lo que nos cuenta.
El Dr. Jones aún tenía el rostro bastante pálido, y algo en él os parecía distinto. Su mirada parecía más perdida y os pareció notar miedo en sus gestos. Cuando os vio se sintió aliviado.
- Hola. - mostró una media sonrisa. - Me alegro de veros. No recuerdo el final de la noche, parece que me desmayé en algún momento. Despues de que os fuerais todo se volvió muy confuso. ¿Me salvasteis vosotros del loco de Crosswell? ¿Qué fue de él? ¿Lo evitasteis? ¿Evitasteis que despertara?
Su rostro mostró pánico.
- Tranquilo doctor, aquí ya está a salvo, el Sr. Crosswell no le podrá hacer nada aquí. -Intenté calmar al hombre que parecía muerto de miedo, tanto su mirada como su voz así lo decían.- No sabemos dónde se encuentra el Sr. Crosswell, se escapó cuando nosotros le rescatamos a usted, aunque creo que estaba herido. Pero... ¿quién tenía que despertar? ¿De quién nos está hablando doctor?
Fueron conducidos por la enfermera hasta el cuarto de Jones, el cual parecia bastante alterado. Roman estaba seguro que de no haber estado tan debil pasearia por la habitacion asegurandose de que nada fuera a lastimarle. Sus palabras lograron arrancarle nuevos escalosfrios. Dejó que Sarah mantuviera el peso de la conversacion, pues su voz era tranquilizadora, Jones habia pasado por mucho y seguramente aun se sentia atemorizado.
La voz de Jones tembló:
- Gracias por sacarme de allí. - Dijo con tono suave. - No sé que pasó anoche. Todo sucedió muy deprisa, cuando desperté... estaba atado... y Crosswell... - Parecía estar poniéndose más nervioso por momentos. - Crosswell hacía algún tipo de magia negra para despertar a algo... Yo... No recuerdo... Algo no fue bien... Mi sangre, el que viene... - De repente Jones se mantuvo callado y pálido durante medio segundo y seguidamente comenzó a gritar a pleno pulmón. - ¡Aaaaaaaaaaaagh! ¡NOOOOOOOOO! ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOO! - Sus ojos se pusieron de un color amarillo brillante y su voz se volvió ronca mientras os miraba fijamente. - No podéis parar lo que está por venir. Lo impedisteis anoche, pero no podréis hacerlo la próxima vez. Permaneced atentos. Ya viene.
Seguidamente, los ojos del Dr. Jones centellearon durante un segundo, para luego apagarse de nuevo y volver con los gritos. El dr. gritó frenéticamente mientras los doctores entraban a toda velocidad intentando darle algún tipo de tranquilizante.
Vosotros os encontrabais allí, en la habitación, mientras los ojos del Dr. Jones aún parecían tener en vosotros algún efecto. Por alguna razón sentisteis miedo, y las palabras resonaron de nuevo en vuestra cabeza. Ya viene.