Partida Rol por web

El viaje a Davenham es lento, aunque tampoco está tan lejos. Pasado un rato considerable en el coche, en el que os vais conociendo un poco más, empezáis a ver las pequeñas casas de aquel pueblo. El lugar está tan nevado como la noche anterior, aunque ahora a la luz del día es menos peligroso, y parece un lugar tranquilo, pero acogedor. Veis la chimenea de una panadería humear, mientras pasáis junto al impresionante edificio de la comisaría. 

Apenas veis a nadie en la calle, con la nieve que hay, las pocas personas que os cruzáis tienen dificultades para caminar, y el ropaje que llevan y el vaho que sale de sus bocas muestra un frío indescriptible. 

Finalmente, llegáis a la calle del Grey Pilgrim, el lugar permanece abierto, aunque hay algo de nieve sobre el letrero... Debe de haber vuelto a nevar durante la noche. 

El viaje fue realmente corto. No había necesitado coger nada de su coche, pues todo lo que necesitaba lo llevaba encima, y la carretera, pese al frío y la nieve, estaba transitable. Fue una pena, porque le caía bien la chica. tras las típicas preguntas del tipo: ¿De donde eres? ¿Por qué periodista? y comentarios cómo "te habrá costado triunfar en este mundillo siendo mujer", le contó un poco de su vida. Sus orígenes en Chicago, su fuga de casa y la vida de músico que llevó después, pero solo de manera somera... Realmente corto el viaje.

Al bajarse del coche se volvió a subir el cuello del abrigo. 

- ¡Qué frio!... Tengo ganas de saber qué han averiguado los otros, porque nosotros averiguamos más bien poco... ¿Crees que realmente el jóven está tan trastornado cómo para habérselo imaginado? Sufrió una experiencia realmente dura. Yo no creo en cosas sobrenaturales, pero he escuchado muchas historias y siempre he tenido curiosidad y ganas de ver uno de esos fenómenos yo mismo.

Sin lugar a dudas había disfrutado del viaje. Gordon era una agradable compañía y la conversación había resultado de lo más amena, lo que ayudó a que el viaje resultara más corto.

Aparqué el coche en la plaza del pueblo y nos dirigimos en dirección al bar a paso rápido para no quedarnos demasiado helados.

- Sinceramente Gordon, ya no sé qué pensar. Puede ser que las consecuencias del trauma vivido hayan quedado latentes en él todos estos años y ahora, al verse solo en esa casa, estén saliendo a la luz en forma de visiones e imaginaciones. No podemos descartar ninguna hipótesis.

-No veo sus coches fuera... Me parece una idea estupenda lo de esperarlos dentro del bar y de paso intentar hacer esa llamada a Arkham... Las damas primero.

Con una sonrisa, aunque un poco contenida, porque no quería que la cicatriz resaltara mucho, se adelantó unos pasos y le abrió la puerta a Sarah al tiempo que señalaba el cálido interior. Siendo una chica tan independiente y femiista, no sabía si le molestaría este gesto, pero era un hombre y le habían educado para ser cortés en estas situaciones. Además, realmente le apetecía ser cortés con esta chica en concreto.

Una vez dentro echó una mirada alrededor buscando a sus compañeros. Estaba claro que no habían llegado.

-Vaya, es cierto que somos los primeros- Buscó con la mirada una mesa vacía y se la señaló a Sarah. 

-¿Nos sentamos? Estaremos más cómodos...

Jajajajajajaja... nada Gordon, que la dire no nos deja ni comer ni tomar una copa ni ná de ná :))))