13 de enero de 1932
Después de haber trabajado toda la noche en el puerto descargando trozos de carne en bolsas de basura en el mismo lago. Te dan permiso para ir a descansar, así que te limpias un poco y te preparas para ir a tu casa caminando, ya que no tienes dinero suficiente ahora mismo encima como para pagarte un taxi.
Sales a la calle y te encuentras que te está esperando un hombre bien vestido, con un traje gris, unos zapatos negors y blancos muy lustrados y un sombrero. Está fumando apoyado en su Chevrolet coupé. Te llama la atención al verte salir, se endereza al verte y se acerca a ti.
Su cigarro se iluminó delante de su rostro. - Veo que estás sin blanca, te acerco a casa si quieres, tengo que hablar contigo allí sobre tu trabajo con el señor Bochesse.- Dicho esto te pone una mano en el hombro en señal de obligación de acompañarle. - Vamos, yo conduzco. - Se sube al coche sin apagar el cigarro. Lo pone en marcha y espera a que subas.
había sido una maldita noche igual... carga, descarga, chof!, bolsas al lago, era un extra penoso, pero mejor que trabajar de verdad...
Llevaba mucho tiempo esperando una oportunidad para hacer algun trabajo algo mas importante, ganarme un nombre, y respeto.
Ese hombre parecía que me iva a mostrar esa oportunidad, pero odio que me digan que es lo que tengo que hacer...
-El señor Bochesse...
Llévame a casa y haz tu propuesta.
Nunca he sido de muchas palabras, cosa que me ha metido en lios bastantes veces, pero hay que tener cojones en esta vida, y gracias a ellos siempre he salido de los problemas saliendo ganando...
Me acerco a la puerta del coche sin mirar demasiado al hombre que me ha hablado, y entro cuando habre la puerta.
Subiis al vehículo y os ponéis en marcha, el tipo conduce con cuidado y despacio, no sobrepasa el límite de velocidad de 40 y respeta el límite de separación entre vehículo y vehículo.
En un semáforo comienza a hablar. - Bueno, mi nombre es Mark, Mark Jumpson. Perdón por el suspense, pero mejor presentarnos en el coche, pocos pueden oir nuestros nombres. - El coche vuelve a reanudar la marcha y se acerca más a tu residencia.
Al final, después de 15 minutos, llegáis a la puerta de tu finca. Mark aparca al lado derecho de la calle, apaga el coche y os vajáis, cierra el coche y te acompaña hasta la puerta.
He estado todo el viaje callado, sin apenas mirar al conductor, con la mirada perdida en las calles de la triste ciudad.
Subo las escaleras que llevan a mi piso y abro la puerta.
Este es el palacio de un exconvicto...
Un triste cuchitril...
Bien, aquí ya nadie nos podrá oir. Dime que es lo que te ha traido hasta mi...
Una vez en tu casa, Mark se quita el sombrero y lo cuelga en el perchero, se quita los guantes y los guarda en el bolsillo. Su cabeza presenta una reciente calvicie, poco apreciable, su expresión sigue siendo seria.
He hablado con uno de los caporegime, me ha contado que nos han asignado un nuevo trabajo, si, seré tu compañero durante tres días, mas o menos. - El hombre te da algo de tiempo para que asimiles la información. - Veo que estás cansado de cargar con la ira del jefe, no te culpo, pero si vas a descansar, mejor que lo hagas en seguida, porque tenemos poco margen de tiempo.
Mark se endereza en su asiento enfrente del tuyo. - El trabajo es sencillo, tenemos que ir al taller de Paul y recoger un coche que estuvo implicado en un robo, y tiene varias marcar de tiros y huellas dactilares, aparte de dos cadáveres en el maletero. Supongo que estarás acostumbrado, pero hay que desacerse de unos cadáveres mas, aparte de un coche. Lo tiraremos al lago... ¿que te parece?
Joder... Esque tengo cara de chacha de la limpieza? siempre me llaman para estas mierdas, y sabes... estoy eseperando la oportunidad para algo grande...
Parece que se ha enfadado un poco, la misión le ha decepcionado un poco...
tras unos segundos de pausa retoma la conversación...
Bien, tirarlo al lago... algún día a algún policía estúpido se le ocurrirá dragar ese lago y acabaremos todos entre rejas...
Donde hay está ese taller? Yo estoy bien, Duermo poco... Cuando quieras no vamos...
El tipo se levanta. - Bueno, pues vallamos a hacer el trabajito, así volveremos pronto y descansarás, que lo necesitas. Vamos. - Se dirige al perchero y se coloca el sombrero de nuevo en su cabeza. - El taller está en el sur, en la calle 23.- Abre la puerta y te espera en el rellano.
Le sigo y me monto en su coche.
-Quien hay dentro del maletero?
Tras una silenciosa pausa...
Bueno, supongo que da igual... no?