Partida Rol por web

Tu prólogo.

Estás descansando en tu cama, despierto, no sabes porqué, pero te has despertado un cuarto de hora antes de que suente el despertador a la hora habitual. Estás pensando en qué tienes preparado hoy. Al fín suena el dichoso aparatito, lo apagar y empiezas tu vida habitual. Te lavas, vistes y desayunas.

Bajas a la calle y le compras el periódico al chico del parque, caminas hacia tu negocio, el negocio que el carpintero te proporcionó viendo tu habilidad con los negocios. Leyendo el periódico por encima ves un apartado que menciona con letras bien negras: Encarcelada traficante de drogas :" Antes de ayer se encontró alojados en el armario de Carmen Martinez, una española que vive en Chicago desde 1929, 13 botellas de licor. Ya ha sido juzgada por contrabando y le han caido 12 años de carcel."

El mundo está loco, al quitar la vista del papel te encuentras con uno de tus trabajadoras mirándote con extrañeza, como si verte fuera algo fuera de lo común. Parece asustada.

- Hola - Roberto parece a punto de llamarla por su nombre, pero no es capaz de estar seguro de cuál es, así que termina el saludo y sigue hablando. ¿Qué ocurre? Pareces alterada.

La mujer empieza a hablar muy rápido. - Señor, no... ahhh... mmm... No sé lo que ha pasado, pero... El local... No está... Como para trabajar.. - Está alterada, asustada, como si su vida estuviera en juego.

- ¿A qué te refieres, Helen? Vamos, tranquilízate y explícame qué es lo que ocurre con más detalles. Sea lo que sea, no es culpa tuya.

Roberto acerca para confortarla mientras le dice todo esto, intentando que se sienta mejor y esté más predispuesta a contarle qué le ocurre.

Señor, han destrozado el local,..., no queda, nada... - Te cuenta con nerviosismo. - Y han dejado,..., un... mensaje en la pared de su despcho,... señor...

- ¿Un mensaje en la pared?

Pregunta Roberto, extrañado. Probablemente, aún no es plenamente consciente de lo que significa lo ocurrido, pero ese detalle en particular le ha llamado mucho la atención. Sacude la cabeza, como volviendo de un pensamiento que no debería haber surgido en ese momento y pregunta de nuevo a su empleada:

- ¿Todo el mundo está bien, Helen? Bastante malo es que hayan destrozado, como dices, el local, pero espero que nadie haya sufrido ningún daño. Voy a verlo yo mismo.

Sin esperar más respuesta, se encamina hacia la puerta de su destrozado negocio para ver por si mismo hasta qué punto está afectado todo por... lo que quiera que haya pasado y ver ese "mensaje" del que le ha hablado Helen.