En la década de 1930-1939, Estados Unidos tenía una población de 123.188.000 habitantes que vivían en sus 48 estados. En 1939, el sueldo promedio del trabajador era de 1.368 dólares anuales y el desempleo alcanzaba el 25%, debido a que en esa década el mundo se sumió en la Gran Depresión y fue en EEUU donde empezó todo. Sin embargo, durante ese período, se vendieron 2.787.400 automóviles y cada auto costaba un promedio de $750, la gasolina $0.19 gl, una casa costaba $6400, el litro de leche costaba $0.14, el pan de molde $0.09 y el kilo de carne de bistec $0.84.
Como desde 1930 el dinero escaseaba, para la mayoría de las familias, la sobrevivencia era todo un reto. En el olvido quedaron el desenfreno y el dispendio de dinero de los años 20. Los entretenimientos de la gente dejaron de ser el sexo, las fiestas, el alcohol y el juego, cambiándolos por actividades más hogareñas. Los principales entretenimientos familiares eran los juegos de mesa, escuchar la radio para deleitarse con las "Big Bands" que hacían furor y como no había televisión, el cine era la gran alternativa para salir de casa. Para los más cultos, la lectura era un escape apropiado, llevada de la mano por la pluma de Agatha Cristie, Dashielle Hammett y Raymond Chandler.
El sueño americano, durante la década de 1930, se convirtió en una triste pesadilla, la tierra de las promesas era la tierra de la desesperación, donde la ilusión por la democracia, el capitalismo y el individualismo se desvanecían ante la realidad de un país que estaba inmerso en la desesperanza. En sólo dos años, la capacidad adquisitiva del estadounidense se redujo en 40% y los ingresos mínimos pasaron de $2300 al año, a sólo $1500. De todos los estados de la Unión, California era el que más promisorio parecía y así muchas familias de agricultores del este, metían en su carro sus pocas pertenencias y sin pensarlo mucho ponían rumbo al oeste, con la esperanza de poder encontrar un sustento en el agro californiano o en las grandes ciudades, como Los Angeles o San Francisco.
Al comenzar la década, el presidente era Herbert Hoover quien gobernó hasta 1932, año de elecciones en las cuales fue derrotado por Franklin D. Roosevelt. Como desde comienzos de la década, la economía dominó a la política, el gobierno de Roosevelt no fue diferente. El nuevo Presidente se vio obligado a dictar una serie de medidas, como el Social Security Act de 1935, para asegurarle ingresos a las personas mayores, el Wagner Act de 1935, que daba a los obreros el derecho a organizarse y así otras medidas similares, todas de corte social tratando de mejorar el nivel de vida de la gente. En aquellos tiempos, los derechos civiles no eran un problema, pues la población negra que estaba totalmente marginada, no se había atrevido aún a reclamar un trato no discriminatorio. Los negros viajaban en la parte posterior de los buses, no podían ingresar en locales públicos sólo para blancos y había escuelas separadas para blancos y negros. En las fuerzas armadas, los negros sólo podían realizar labores serviles, jamás pensar en ser oficiales o siquiera tener la posibilidad de combatir contra tropas blancas por más enemigas que fueran de los EEUU. De hecho, los reglamentos prohibían que un soldado negro alzara su arma contra un soldado blanco.
Sin embargo, los primeros rascacielos se terminaron a comienzos de esa década, tales como el Empire State, El Edificio Crysler y el Rockefeller Center. Otras famosas obras arquitectónicas y de reconocido arte se concluyeron también en esos tiempos: Las Cascadas de Frank Lloyd Wright, el arte cinético de Alexander Calder con sus obras en alambre y hojas de metal que sirvieron para acuñar la palabra "móvil." Pese a la depresión, destaca la donación de la colección de 25 millones de dólares de Andrew Mellon, que acompañó con 10 millones de dólares en efectivo, para la construcción de la Galería Nacional de Arte de Washington.
Pero en cuanto a la educación pública, la década fue crítica. Los padres no tenían dinero para costear los estudios de sus hijos y en muchos estados el gobierno local no podía suministrar materiales de estudios gratuitos. Las arcas públicas se encontraban en total quiebra, pues la gente no tenía dinero para pagar impuestos. Para paliar el problema, se recortó el período escolar y los maestros sufrieron una reducción en sus salarios. Un maestro percibía $40 dólares mensuales, durante un período de 5 meses, que era la duración del recortado período escolar. Pero lo grave fue, para aquellos estados rurales que por la crisis en la agricultura, los padres no podían pagar los colegios y el gobierno local se veía en la necesidad de cobrar por la educación. En consecuencia, muchos padres se veían obligados a retirar a sus hijos de las escuelas.
En 1931, se publicó el famoso libro "Dick and Jane" con el que los niños de esa época aprendieron a leer. Debido a las limitaciones para la publicación de textos escolares, en cada página se aprendía una sola palabra y en total con un limitado vocabulario por libro.
Durante ese decenio el ingenio popular creó nuevas formas de diversión, como la filatelia, actividad impulsada por el propio presidente Roosevelt y que a la larga se convertiría en un hobby muy popular, pero no sólo en los Estados Unidos sino en el mundo entero también. Los juegos de mesa eran también una forma de reunir a las familias y los amigos. En 1935 la empresa Parker Brothers, introdujo su juego "Monopolio" de los cuales 20 millones de unidades se vendieron en sólo la primera semana. Era un juego curioso para la época de la depresión pues la gente podía soñar con ser millonaria y comprar casas, edificios, hoteles y hasta los servicios públicos de la ciudad. La necesidad de aumentar los ingresos familiares, hizo que los juegos de azar fueran uno de los entretenimientos preferidos de los estadounidenses. Se legalizaron las carreras de caballos, en 15 nuevos estados, lo que aumentó el número a 21, donde el juego era legal. La popularidad del Baseball aumentó con la transmisión de los juegos, para las personas que no podían asistir a los estadios y en 1932 las Olimpiadas de Invierno en Nueva York renovó el interés en las actividades deportivas.
En aquellos tiempos, Estados Unidos estaba lejos de ser un emporio de la moda como lo eran París, Berlín o Roma, puesto que esos lujos se los podían permitir sólo algunos millonarios. Para balancear esa falta de glamour, Hollywood recurrió a las divas, como Betty Davis o Greta Garbo. La ropa de uso común entre las mujeres estaba confeccionada con estampados de Percal y la falta de dinero llevó a la creación del Zipper o Cierre Relámpago, que era más económico que los elegantes botones. El largo de las faldas dependía de la hora, así era largo para lo noche y a media pierna en el día. Los pantalones de hombre eran de boca ancha, de pretina alta y con pliegues. Para completar un terno, se reemplazó el chaleco con un pulóver aunque el sombrero se seguía usando, pero dando pasó al tipo boina o jockey que era más económico. Las ropas de baño de las mujeres parecían más bien vestidos y los hombres usaban mallas completas sin mangas.
La literatura se vio engalanada con la aparición de reconocidos autores como F. Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, John Dos Passos y Thornton Wilder. El poeta Carl Sandburg publicó su poema "The people. Yes" en 1936 y Wallance Stevens publicó la colección de poesías "The Man With the Blue Guitar." Dale Carnegie publicó en 1936 su famoso libro "Cómo Ganar Amigos e Influenciar en la Gente."
En el ámbito de la música Duke Ellington, Benny Goodman, Tommy Dorsey y Glen Miller eran unos de los exponentes clásicos surgidos en esa época. George e Ira Gershwin componían "Strike Up The Band", "Girl Crazy" y "Of Thee I Sing", mientras que Cole Porter escribía "Anything Goes", "Jubilee", y "Red Hot and Blue". En 1936, el Departamento del Interior contrató a Woody Guthrie para viajar por todo el país promoviendo la música country. También en 1936 la orquesta de George Gershwin interpretó por primera vez la ópera Porgy and Bess. En 1931, el Congreso declaró a "The Star Spangled Banner" escrita por Scott Key en 1814, como el Himno Nacional y en 1938, Kate Smith cantó "God Bless America" de Irving Berlikn, que es casi el segundo himno de los estadounidenses, y que muchos han propuesto que sea así oficializado debido que el actual himno es difícil de cantar.
Al igual que en Alemania, en esa década la radio alcanzó la cúspide. En 1939, el 80% de la población citadina poseía un radiorreceptor pero la mayoría de las comunidades rurales no tenían electricidad las 24 horas. Los programas cómicos abundaban y las operetas se escuchaban diariamente. Las radionovelas y series se popularizaron rápidamente: Lone Ranger, La Sombra, Green Hornet y Jack Armstrong eran sólo unos de los programas semanales que se escuchaban en todos los hogares. Las emisoras daban mucha importancia a los programas periodísticos y gracias a eso es que existen actualmente grabaciones de la tragedia del dirigible Hindemburg, que estalló en llamas cuando Herb Morrison reportaba su llegada. También se hizo famosa "La Guerra de los Mundos" que Orson Wells produjo con tal realismo, que la gente creyó que efectivamente había una invasión de extraterrestres en los Estados Unidos, creando el pánico en la población.
En 1939, se realizó la Feria de San Francisco y la Feria Mundial en Nueva York, que mostró el "mundo del mañana" a cerca de 26 millones de personas. Los visitantes se maravillaron con la primera transmisión de televisión en Estados Unidos y quedaron sorprendidos con la presentación de la General Motors de un proyecto de autopista de 7 canales que cruzaba los Estados Unidos. Por primera vez se determinó que las transfusiones de sangre serían una forma casi cotidiana de ayudar a los enfermos y en 1937 se fundó el primer Banco de Sangre. A esto se sumó el mejoramiento de la anestesia, que ayudó a salvar muchas vidas. Sin embargo, la falta de dinero impidió que se desarrollara la ciencia, pero se hicieron los primeros intentos de fisión atómica gracias a la inmigración del científico alemán Albert Einstein, quien en 1939 escribió su famosa carta al presidente Roosevelt, recomendando la construcción de la Bomba Atómica. En 1930, producto de un afortunado accidente, se descubrió el planeta Plutón, cuando Clyde W. Tombaugh usando unos parámetros equivocados descubrió el planeta desde el Observatorio de Arizona.
Se hicieron avances tecnológicos que llevaron al desarrollo de mejores sistemas de refrigeración de alimentos, se desarrolló el plexiglás, el nylon y el papel celofán. La polimerización ayudó a mejorar la producción de gasolina, que se vio incrementada en 9 millones de galones anuales. En 1938, el físco Chester F. Carlson hizo la primera copia en papel por medios electrostáticos llamado Xerografía.
El cine de Hollywood fue uno de los grandes remedios para la depresión de la época. Los años 30 se convirtieron en la época de oro para la meca del cine. Las productoras no cesaban de sacar nuevas películas y los artistas europeos vieron en Hollywood la gran meta de su carrera. Clark Gable, Bette Davis, Greta Garbo, y Errol Flynn, filmaban película tras película. La gente reía con Bob Hope, y los Hermanos Marx, mientras que Shirley Temple cautivaba a los estadounidenses. Fred Astaire con Ginger Rogers y sus danzas de salón, eran los bailarines obligados en las cintas cinematográficas. Aparte de las películas típicas de la época, se filmaron operas clásicas como Oklahoma. En 1939, se estrenaba "Lo que el Viento se Llevó", un clásico de clásicos y Walt Disney produjo Blanca Nieves y los Siete Enanos, en 1937.
Pese a todos los adelantos técnicos y culturales, en muchas zonas rurales de EEUU, casi no había electricidad, cientos de miles de familias usaban carbón, leña y kerosén. Fuera de las grandes ciudades, muy pocos tenían refrigeradoras o artefactos eléctricos y en las zonas más deprimidas las familias sobrevivían con lo indispensable. Así es como se vivía en EEUU antes de la guerra, un país en crisis pero con un potencial industrial que luego les permitiría a los Aliados ganar la guerra y sobre todo reconstruir Europa en pocos años, pese a que antes se pronosticó que se requerirían 100 años para devolverle a Europa el esplendor que tuvo en 1939.
SOBRE LA MAFIA
Durante siglos, Sicilia estuvo dominada por un sistema feudal que explotaba a miles de campesinos mientras una minoría gozaba de privilegios. Estas circunstancias se le consideran decisivas para el surgimiento de la mafia. Por otro, la conducta delictiva se revelaba como la única manera de obtener privilegios en una sociedad que los reservaba sólo para los ricos terratenientes aliados de las autoridades políticas; pues a falta de una estructura de gobierno organizada y capaz de proteger a los habitantes de la isla, éstos se vieron obligados a fortalecer los vínculos familiares como alternativa para obtener seguridad. Por esta razón los lazos de sangre son tan importantes en la mafia.
En el siglo XIX, surgió una figura clave: los gabellotti o recolectores de impuestos, que administraban las propiedades de los aristócratas. Ellos obtenían a cambio un porcentaje de las cosechas obtenidas, pero para acrecentar sus ganancias dividían las tierras en pequeñas áreas y las rentaban a los campesinos, quienes también les otorgaban un porcentaje de la cosecha obtenida. De tal manera, los gabellotti cumplían la importante función social de mediadores entre los propietarios y los campesinos. Poco a poco se volvieron cada vez más poderosos e incurrieron en actos de corrupción: extorsionaban a los labriegos, se apropiaban indebidamente de pastizales para dar de comer al ganado y organizaban grupos de ladrones y cuatreros. Al mismo tiempo, de ellos dependía el abasto de alimentos en las ciudades, lo que les permitía llevar a cabo prácticas de extorsión y especulación en el mercado. Por esta razón se les considera a los gabellotti como antecedente directo de la mafia y su manera de hacer negocios.
Con la unificación italiana, la situación no mejoró y las promesas de bienestar y desarrollo se vieron incumplidas. Los jóvenes eran reclutados para el servicio militar y la mayor parte de la población vivía en la miseria, a merced de la nueva clase que ostentaba el poder político y económico. Una vez más, necesitaba hallar alguna forma de protegerse del gobierno y encontrar medios eficaces de subsistencia. La naciente mafia se reveló como la posibilidad más efectiva para lograrlo, cobró mayor fuerza y se fue estableciendo como un poder alterno.
En 1874 los índices de criminalidad en Sicilia habían crecido a un grado alarmante. El gobierno de Italia decidió poner orden y envió a cientos de efectivos militares a la isla. El conflicto provocó la caída del gobierno conservador y la emergencia de un gobierno de izquierda en el que la mafia se hallaba bien representada. La mafia siciliana se consolidó y ofreció al gobierno restablecer la calma en Sicilia. En realidad aprovechó la oportunidad para borrar del mapa a otros grupos enemigos.
La mafia, ahora aliada del Estado, aplastó movimientos obreros y miles de personas abandonaron la isla en busca de mejores condiciones de vida; la mayoría a Estados Unidos
Los inmigrantes italianos trasladaron los esquemas y practicas de la mafia en actividades ilegales y estrechar los lazos con los integrantes de la comunidad italiana. De esta forma surgieron las organizaciones mafiosas estadounidenses que llegaron a rivalizar con la siciliana; florecieron con la llegada de la Ley Seca, en los años veinte.
Con el paso del tiempo, el término mafia se ha generalizado y, en la actualidad, se emplea para denominar a grandes grupos dedicados al crimen organizado u otras actividades sospechosas (por ejemplo la mafia rusa, la Triada china o los Yakuza japoneses).
SOBRE LA MAFIA EN EEUU
Cada familia en última instancia por un Don, que era aislado de las operaciones reales por varios niveles de jerarquía. Según la creencia popular, el asesor más cercano y de mayor confianza del Don era el llamado consigliere (‘consejero’ en italiano). En realidad, el consigliere era el encargado de mediar en las disputas internas. También se ocupaba de la economía del «negocio», aunque un segundo también podría hacerlo. Luego habían unos cuantos regimi con un número variable de soldati (‘soldados’), que llevaban a cabo las operaciones reales.
Cada regime era dirigido por un caporegime, que informaba al jefe. Cuando el jefe tomaba una decisión, nunca daba las órdenes directamente a los soldados que las llevarían a cabo, sino que pasaba las instrucciones hacia abajo por una cadena de mando. De esta forma, las capas más altas de la organización estaban a salvo de verse implicadas si los miembros de las capas más bajas eran capturados. Esta estructura fue inmortalizada en la famosa novela de Mario Puzo El Padrino.
El ritual de iniciación surgido en Sicilia a mediados del siglo XIX apenas ha cambiado hasta hoy. El jefe de la policía de Palermo informó que el mafioso que va a iniciarse es llevado en presencia de un grupo de jefes y subjefes. Uno de estos hombres pincha en el brazo o la mano del que está siendo iniciado y le dirá que derrame la sangre sobre una imagen sagrada, normalmente un santo. El juramento de lealtad se realiza cuando la imagen es partida y quemada, simbolizando la aniquilación de los traidores. Esto fue confirmado por el primer pentito, Tommaso Buscetta.
Un golpe o asesinato debe ser aprobado por los jefes de la familia, ya que existe el peligro de sufrir ataques de represalia que posiblemente iniciasen una guerra. En estado de guerra, las familias «se van a los colchones» (apartamentos en alquiler vacíos en los que unos cuantos soldados dormirían por turnos en colchones en el suelo mientras que el resto se quedarían apostados en las ventanas preparados para disparar a los miembros de las familias rivales).
La mafia estadounidense finalmente llegó a tener un mayor número de miembros italianos no sicilianos entre los más acérrimos y forjó buenas relaciones con gangsters de otras nacionalidades, distinguiéndose así de la organización original de Sicilia.
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