Tras la el informe de Otto dos aventureros rompen el silencio de la sala y se ofrecen voluntarios. Tanto Adrash como Uriel preparan su equipaje rápidamente para reunirse con lord Kennegan, el cual les estaba esperando en la torre roja, edificio que hacia la función de laboratorio al par de enfermería.
Los preparativos para su viaje a trabes de los túneles de la magia estaba dispuesto. Aunque el tiflin era un experto en el teletransporte y era capaz de hacer recorridos de larga distancia, necesitaba de tiempo para la elaboración de un ritual de tan alto nivel y complejidad, sin embargo kennegan había sopesado la probabilidad de que el grupo que había partido era joven e inexperto y se había adelantado al nefasto resultado.
El laboratorio estaba iluminado ahora por un circulo de runas mágicas gravadas en el suelo. La luz blanca daba un tono mortecino a la tez rojiza del tiflin, haciéndole parecer, junto con el pergamino que sujetaba, un emisario de la muerte.
-Imagino que Otto les puso al corriente de la situación. Ambos sustituirán a los hermanos Shazkar. -Informa calmado pero autoritáriamente. -Mis hechizos de teletransporte conectan dos dimensiones pero solo funciona si hay alguna fuente de energía arcana cerca. Al lugar al que irán fue atacado por enemigos seguidores de Asmodeo. El poblado fue arrasado pero dos armaduras reanimadas fueron derrotadas. Las piezas de armadura aun conservan algo de su poder así que quizás pueda enviarles... -Os aclara Kennegan, dándose cuenta después de su detallada explicación que podíais estar preocupados por el viaje. -No teman, en mis años como mágico de la espada aún no perdí a nadie por los corredores de la magia.
Para terminar Kennegan os entrega un mapa cartografiado en piel y un medallón con los mismos signos que en el círculo mágico del suelo.
-En el mapa tienen indicado donde les aguardan sus compañeros. Si durante la misión se ven en peligro, presionen la gema que hay en el centro del círculo. No serán transportado de inmediato al gremio pero intentaré traerles sanos y a salvos en el menor tiempo posible. Ahora, si hacen el favor, entren en el círculo de runas.
Aclaro, Asmodeo es el un poderoso ángel renegado, un diablo con el poder de una deidad.
Después de conocer la noticia de Otto, el dracónido se ofreció enérgicamente a unirse al grupo de aventureros. Según parecía habían secuestrado victimas inocentes y eso era algo que Adrash no podía soportar, le hacía recordar la tiranía sufrida por sus antepasados, algo que no podía ignorar.
Dispuesto a partir en cualquier momento, la expectación era máxima al llegar al laboratorio. Tras escuchar con gran atención lo que decía el emisario, parecía que sus palabras le concedieran mayor confianza en lugar de preocupación.
-Correcto, Otto nos informó de lo ocurrido. Dada la situación es obvio que no va a ser una misión sencilla, pero haremos todo lo que esté en nuestras manos para liberar las victimas inocentes y volver sanos y salvos. Aclaraba Adrash mientras hacía un gesto de confianza hacia Uriel.
-Gracias por todo, confío en su experiencia en esta práctica. Decía mientras se acercaba con paso firme al circulo de runas, cogiendo el mapa y medallón ofrecido.
Kennegan asiente ante la iniciativa del dracónido y se queda mirando impasible a Uriel. Al parecer el humano, mágico de la espada al igual que Kennegan, tenia sus dudas.
-¿Habéis cambiado de parecer, señor Uriel? Sus compañeros aguardan refuerzos, si no os veis capaz decid lo y mandaremos a otro compañero en su lugar.
Ejemmmm... ejem.
Uriel levanta la cabeza cuando oye las palabras del Lord del Gremio.
- Perdonadme Lord Kennegan, estaba cavilando sobre las posibles amenazas a las que nuestros compañeros se han podido enfrentar, la mencion a esas estatuas me hacia pensar en Golems y la verdad no se si estariamos en condiciones de enfrentarnos a los oponentes que han desmantelado a esas estatuas. - comenta el Humano mago de la espada, para despues con una sonrisa. - Pero porque sino estariamos en este Gremio, para enfrentarnos a todo aquello que pueda suponer un verdadero desafio. Estoy dispuesto para ello, ademas espero que un cambio despues del Coliseo no sera malrecibido por mi parte.
Uriel dirige una mirada a su nuevo compañero y dandole la mano a la manera aventurera, asiente a este.
- Listos.
Una vez los dos aventureros estuvieron en el círculo, Kennegan empezó a con la segunda parte del ritual. Mientras este hablaba en la lengua de la magia los dos compañeros empezaron a sentir un hormigueo por las extremidades para, décimas de segundos después ser cegado con la blanca luz de las runas y sumirse en la oscuridad. Para cuando recobraron el sentido de la vista habían dejado de tener frente a ellos a Kennegan y cambiando el laboratorio por un pueblo quemado asta los cimientos.
El estómago daba vueltas, como si al descomponer vuestros cuerpo y reorganizar las células Kennegan se hubiera equivocado al poner el estómago en su posición original, pero el tiflin había hecho bien su trabajo.
Ahi, en ese mismo pueblo, el grupo se encontró con Karine, una niña que había perdido a su padre en el ataque al pueblo y secuestrado a su madre. Les habló del lo sucedido lo mas brevemente que pudo e indicado el camino que sus compañeros habían tomado para encontrar la guarida de los malignos enanos.