Partida Rol por web

-¡No! -Grito la drow al ver como el diabólico ser destrozaba a latigazos a dos de sus prisioneros, pero era demasiado tarde no se podía hacer ya nada por ellos. Juro para sus adentros que esa vil criatura que ahora huiría recibiría su castigo.

Y por el momento solo había una criatura que se interponía en esos deseos, el murciélago puede que no fuera maligno por naturaleza, pero bastante mal les habia causado ya y no hacia otra cosa mas que retrasarlos.

La vara brillo con el ya habitual tono violáceo que precedía el proyectil, por unos segundos el anaranjado brillo de la zona se entremezclo con el suave brillo de su magia.

Uriel al ver como habia perdido de vista al diablo y aun permanecia el Murcielago a su alcance decidio lanzar un golpe con su espada envuelta de truenos intentado provocarle heridas para que acabara muerto, pero un resbalon hizo que su golpe fallara miserablemente.

Para cuando Uriel quiso actuar resultó demasiado tarde, Nhyria había rendido cuanta del ultimo enemigo. Una vez muerto la llama de la vida (y la del propio cuerpo) se apagan para siempre en el animal.

Al igual que las llamas del murciélago se iban desvaneciendo, la drow sintió como su la furia de su sangre se iba calmando, pero no así su determinación, que aumentaba. Se acerco a las dos victimas para comprobar que realmente habían fallecido y con gesto de tristeza les cerro los ojos y coloco los cuerpos lo mas dignamente que pudo y murmuro unas palabras.

-Terminaremos con quienes os hicieron esto, muestras muertes no quedaran en el olvido, vuestra alma podrá ir en paz.

Después se giró hacia los que aun estaban vivos, y les hablo mientras los liberaba de sus ataduras.

-La muerte de vuestros compañeros sirve para que veáis la suerte que habéis tenido, se que tenéis miedo, pero a nosotros aun nos queda trabajo por hacer aquí, por favor llevaos los cadáveres de vuestros amigos y dadles digna sepultura.

Dorn, tras el combate, comenzó a respira poco a poco más calmado y sorprendido se miró a si mismo...

Estoy cubierto de sangre, pero al contrario que en el encuentro anterior poca es mia, por suerte.

Uff, ha sido duro, pero particularmente de este encuentro he salido bien parado.

Estoy dispuesto a proseguir cuendo esteis dispuestos.

Tras ver como el murciélago se desvanecía, Adrash colapsa sobre sus rodillas, había hecho un gran esfuerzo y ya no resistía mas. Tras un tiempo jadeando y recuperando el aliento, el draconido se acerco lentamente a las victimas que en ese momento estaba liberando Nhyria. -Así es Nhyria no permitiremos que sigan haciendo tales atrocidades y queden impunes. decía mientras miraba a los caídos con pesar.
Ver como habian fallecido ante sus ojos sin poder hacer nada había mermado en la moral de Adrash, pero sabía que no había hecho nada mas que empezar y el deseo de venganza le hacia reponerse.

Uriel vio los cuerpos de los caidos y a los supervivientes, mientras recuperaba el aliento tras un combate de lo mas peligroso y casi habia acabado con el sino fuera por un compañero suyo.

- Gracias Adrash, sin ti creo que tal vez estaria con las victimas de este terrible suceso. - comenta el humano mientras ayuda en lo que puede a Nhyria mientras piensa que aun les queda mas por investigar y aun mas victimas por rescatar, ademas de un enemigo que habia huido miserablemente para poder cometer mas fechorias, pero no lo lograria si estaba en sus manos impedirselo.

- En cuento podamos debemos continuar, aun nos queda una labor por completar.

Las víctimas agradecieron la hospitalidad del grupo, su final podría haber sido como el de sus compañeros o mucho peor, de haber sido conducido a las calurosas profundidades de la guarida duergar.

Así pues, los dos supervivientes cargaron con sus difuntos, dispuestos a enterrarlos en cuando se hubieran alejado lo suficiente de aquel lugar.