Partida Rol por web

La Fortaleza del Páramo Sombrío (2)

Introducción: "el exilio"

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29/05/2011, 15:06
Merric

Merric se sintió decepcionado al principio, pues esperaba que bajo la manta hubiera una bestia o un monstruo con el que seguir luchando. Pero al ver que el elfo reconocía al hombre, se alegró, pues supo que habían rescatado a aquél al que Liham estaba buscando. Satisfecho por haber ayudado, el mediano envainó su espada y apoyó sus puños cerrados en las caderas. El hombre, una vez liberado, habló de volver a la aldea.

-Yo iba de camino hacia esa aldea. Podemos hacer el viaje juntos, y así os protegeré si surge algún imprevisto.

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30/05/2011, 16:41
Douven Staul

Mientras Liham acababa de recoger su mochila y colocar las flechas en su carcaj, Douven se acercó al cadáver de aquel gnomo y con un fuerte tirón, arrancó el collar que tenía, luego quitó la sangre usando una tela como trapo y se lo coló, al parecer había sido suyo.

- Bien, pues podemos partir cuando queráis.

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30/05/2011, 17:21
Merric

El mediano dio una vuelta de reconocimiento por el lugar y registró los cadáveres. Estaba buscando objetos valiosos o algo digno de llevarse de allí: su botín de guerra*. Una vez terminó, se ajustó bien la  espada y se dispuso a viajar junto a sus nuevos compañeros.

-Estoy listo cuando vosotros lo estéis. Por cierto, soy Merric, hijo de Merric, campeón de los hin y asesino de gnomos secuestradores.

 

Notas de juego

*Pues eso, ¿hay algo por aquí que merezca la pena aunque sea para luego venderlo? Que está la vida muy cara por la crisis y tal xD

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30/05/2011, 17:45
Director

Rebuscando en la zona encuentras una pequeña caja cerrada, entre las posesiones del gnomo. Dentro de la caja, envuelto en trapos hay un espejo de plata muy elavorado. Por los restos de tierra, puedes deducir que no hace mucho estaría enterrado en esta excavación.

El espejo no es muy grande, aunque sin duda es de buena manufactura. Los bordes plateados están decorados con un montón de ojos, cada uno de estos tiene encajada una pequeña piedra de color brillante. Según la posición del espejo, a veces parece crear extrañas imágenes, seguramente por el tipo de metal pulido que refleja las luces de una manera extraña.

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30/05/2011, 18:42
Merric

Merric se aseguró de colocar bien su mochila. Debía llevar cuidado de no romper el espejo que había encontrado, pues parecía valioso. Aunque habría sido incapaz de valorarlo, ya que su clan no tenía mucha costumbre de comerciar con extranjeros y, de hecho, las siete piezas de oro que llevaba consigo eran monedas antiguas, algo así como un tesoro de su familia. 

Mientras esperaba que los demás estuvieran listos para partir, trató de calcular cuántos banquetes y noches durmiendo en camas mullidas valdría el espejo.

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30/05/2011, 19:06
Director

Os encaminasteis en dirección a Refugio Invernal. El elfo, que se hacía llamar Liham, guiaba el camino, pues parecía que era el que mejor se orientaba del grupo. Según os comentó al abandonar esa excavación, la pequeña aldea no estaba muy lejos y que en 4 o 5 horas iban a llegar, si el paso era raudo.

A medida que transcurrían las horas, la noche iba entrando y la temperatura iba descendiendo drásticamente, pues el camino era de subida la mayor parte del tiempo y a medida que enfilabais aquellas montañas, algunos parches de nieve y escarcha confirmaban que el invierno estaba apunto de llegar. Mas tarde, unos truenos lejanos seguidos de unas intermitentes luces en el cielo, anunciaban que una tormenta pronto iba a acuciar vuestro camino. Sin equivocaros, enseguida unas pocas gotas dieron paso a un autentico diluvio. Por suerte no estabais muy lejos de vuestro destino y a lo lejos se veían las luces de esa aldea.

Por el camino, tanto Douven Staul como Liham te habían ido relatando sus historias. Douven por su parte, era mayor y según decía se había retirado de su vida de aventuras, aunque hacia unos días había decidido explorar una excavación de la que había oído hablar. Al parecer las cosas no habían acabado bien, cuando aquel grupo lo capturó y le obligaron a ayudarles a buscar unos extraños objetos. Por su parte Liham y su grupo, habían ido en busca de Douven, alertados por su mujer. Por el camino habían parado en la aldea "Refugio Invernal", donde habían ayudado a los locales con unos problemas con los kóbolds. Al parecer perdieron a un compañero en la hazaña.

La última parte del camino la hicisteis en silencio, pues todos teníais prisa en llegar. Al final llegasteis delante de la empalizada que rodeaba aquella aldea. Dos guardias que custodiaban la entrada saludaron a Liham y os dejaron pasar.

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30/05/2011, 19:15
Director

 

Refugio Invernal era una pequeña aldea, alejada de todo y perdida en aquellas montañas. Estaba rodeada de una muralla, no muy alta, que guarecía algunas casa y comercios de la zona. La mayoría de los habitantes vivían en granjas por los alrededores. En esos momentos no había demasiada actividad, pues ya era tarde y estaban apunto de cerrar los portones. Los granjeros se marchaban corriendo a sus moradas y los comerciantes ya habían recogido ante las previsiones del mal temporal.

El primer edificio, según te habían contado, era la posada de la aldea, donde se habían alojado aquellos días. La regentaba una mujer, Salvana Wrafton. Seguramente sus compañeros estaban allí, comentó Liham.

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30/05/2011, 19:38
Merric

Merric se alegró de no tener que viajar solo. Por el camino, Liham y Douven le contaron sus aventuras, y él hizo lo propio al contarles el propósito de su viaje y la traición del Alto Chamán. Quedó impresionado al escuchar el asunto de los kóbolds, y pensó que aquellos hombres formaban una compañía de héroes. Si se dedicaban a ayudar a la gente y luchar contra criaturas malignas, quizá podría interesarle unirse a ellos. En principio, había pensado buscar la gloria en solitario, pero unirse a un grupo de valientes aventureros quizá le ofreciera más oportunidades de encontrar batallas épicas y enemigos imposibles.

Cuando llegaron a Refugio Invernal, el mediano se estaba calando hasta los huesos. Y lo peor era que el mordisco que le había propinado el draco en la pierna llevaba un rato doliéndole por la caminata y el frío. Necesitaba descansar y reponerse. Y además tenía bastante hambre.

-¿Entramos entonces a la posada? Douven debe estar cansado.