Partida Rol por web

Tras ver una irradiánte luz cegadora, y sentir como me empotraba contra una superficie plana, atontado, intente abrir los ojos, el escenario era muy peculiar, diferente a lo esperado, ordenado, cálido... "Una cAAAAAAma", podre dormir calentito, no podía evitar la cara de gozo al verla, pocas veces podría disfrutar de tal placer, pero unos ruidos, como respiraciones, interrumpen mis pensamientos, giro la cabeza y...

-¡Hay va la.... señor!-

apresurándome , y viendo como Corianna intenta incorporarse, me cubro mis grandes dotes a los ojos penetrantes y curiosos, mientras con los arrapos, anteriormente pantalones, cubría los senos de esta, y ayudándola con su espada, lo restante.

_{-Corianna, mi dama, tenemos visita-} le susurre.

Ciertamente me esperaba ver cualquier cosa tras la puerta... ¡excepto salir de un espejo!. Una vez me repuse y me percaté de lo ocurrido, asumí que algo sobrenatural gobernaba el castillo y jugaba con nosotros.

Miré a Elanor, tranquilizándome una vez me susurró y aprecié que se encontraba en buen estado. Miré al frente, observando a la pareja de humanos - ojalá estas personas puedan proporcionarme algo de ropa- pensé en un primer momento sin avergonzarme por mi desnudez.

Mientras me incorporaba ayudándome con las yemas de los dedos apoyadas en el suelo pensé en lo impactadas que debían estar esas personas... una vez en pié, me giré para mirar en primer lugar al espejo y posteriormente, de frente, me dirigí a ambos:

- Lamento haberos importunado. Estábamos atrapados en las mazmorras del castillo... creo, y de pronto aparecimos en este lugar.- haciendo una reverencia – Mi nombre es Corianna, hija del herrero, me acompaña Elanor, quien encontré en mi intento por escapar de mi captura. Ruego disculpéis mi vulgar presencia, mis ropajes me fueron arrebatados, si fuérais tan amables de proporcionarme al menos una manta os estaría eternamente agradecida- concluí sin cesar en mi reverencia, con la mirada al suelo, mostrando un profundo respeto en todo momento.

Usé las ropas del arcón de madera para cubrirme, o al menos no ir totalmente desnudo.- Un cuerno, que curioso, puede ser útil.-Y lo cuelgo de mi cuello, descansando en mi pecho.

Sigo a la chica noble, es atractiva y a medida que caminamos no me importa deleitarme con su figura desnuda, no es que este babeando, pero es agradable tener alguien así a tu lado.

Llegamos a un lugar y un tipo de brujería sucede, aparecen dos personas de la nada.

- ¿Quienes son estos?.¿Amigos tuyos?.- Le pregunto a Evelyn mientras miro al enano y a la elfa sin demasiada simpatía, mas bien desconfianza.

- ¿Es una tónica el ir por el castillo en pelotas?. Pregunto en general, a lo brusco al fijarme en la desnudez de todos.

- Bronn, y esta es Lady Evelyn.- Toca presentaciones.- Ahora bien, ¿sabeis donde estamos?

Tras la pregunta de Bronn miro detenidamente a los lados...

-Ciertamente no lo tengo claro... diría que en una habitación del castillo de cuyas mazmorras escapé...- apoyando mi espada y alimentos en el suelo para no alarmales y cruzándome de brazos, tapando lo pechos - ¿tendríais la amabilidad de proporcionarme una manta o alguna prendra, por favor?-

No estábamos solos. De repente, un par de personas aparecen desde un espejo que estaba en la pared, ¡y desnudos, igualmente que nosotros!

Mi primer instinto fue taparme mis partes intimas como pude, pero al ver que todos estábamos mostrándonos naturalmente, intenté relajarme y parecer despreocupada, aunque sentía como mis mejillas se iban calentando poco a poco.

"-Lo siento mucho, Corianna. No tengo nada que darte para vestirte, estamos todos en las mismas condiciones. Hay que salir de este lugar, estamos todos desorientados, no me gusta para nada lo que pasa acá"

Giré mi cabeza frenéticamente mirando para todos lados buscando una respuesta, pero hasta ahora, ninguna había.

"-Creo que debemos seguir avanzando buscando una salida"

No era segura dejar de moverse, podríamos quedar atrapados, o peor que siguieran apareciendo mas personas.

Mi aturdimiento y sorpresa fue tal que no me percaté de la desnudez de mis nuevos compañeros hasta el comentario de Lady Evelyn, en mi mente me convencí que eran residentes del castillo... probablemente debido a mi anhelo por salir del lugar -Cielos, ¿estaré enloqueciendo tras estas paredes?- pensé asustada.

-Estoy de acuerdo Lady Evelyn, lo mejor será que sigamos avanzando- dije mientras me agachaba para coger mi espada y alimentos. -Además, los cuatro juntos tendremos más opciones. Vosotros delante, por favor- girando e inclinando la cabeza hacia mi acompañante, dije -Elanor, ¿vamos, estás bien?-

-Si... si... solo que estoy un poco... asombrado..-

tras recuperarme, y poder tapar mi diabólico secreto con el Laúd, pude observar que todos estábamos en las mismas circunstancias... algo extraño... encontrarnos con mas gente, maldita magia sin sentido...

-Me presento... soy Elanor... un mediano que sabe tocar., aunque... no soy de la zona, soy errante. y que me decís de vos caballero y dama, quienes sois?-

Sentia mareos y algo de flaqueza, debe de ser porque no he probado bocado desde hace ya un tiempo, decidí comer mi ración de pan, parte de el.