Para hacer una tirada simple, tirad 1d20, añadid al resultado de la tirada el modificador otorgado por la característica correspondiente, el bonificador por competencia si vuestro personaje es competente en la habilidad que está utilizando, y todos aquellos bonificadores y penalizadores que sean aplicables.
Una vez tengáis el resultado final, se compara dicho resultado con la dificultad. Si el resultado es igual, o superior, a la dificultad, la prueba tiene éxito. Si no, es un fallo.
Si una característica especial, o un conjuro, os dice que tenéis ventaja, o desventaja, tirad un segundo d20 al hacer la tirada, y usad el mayor resultado si tenéis ventaja, y el menor si tenéis desventaja.
Por ejemplo, si tenéis desventaja y sacáis 17 y 5, usáis el 5. Si, en cambio, tenéis ventaja y sacáis esos mismos números, usáis el 17.
Si varias situaciones afectan a una tirada , otorgando varias ventajas, o varias desventajas, sólo se tira un d20 adicional.
Si las circunstancias hacen que una tirada tenga tanto ventaja como desventaja, se considera que no se tiene ninguna de las dos y se hace la tirada de forma normal, con un único d20.
Cuando tenéis ventaja, o desventaja, y algo, como el rasgo Afortunado de un mediano, os permite volver a tirar el d20, sólo podéis volver a tirar uno de los dados. Vosotros elegís cuál.
Algunas veces los esfuerzos de dos o más personajes se enfrentan entre sí, como cuando ambos están intentando hacer lo mismo y solo uno puede tener éxito.
En situaciones como ésta, el resultado lo determina una forma especial de tirada llamada tirada enfrentada.
Las tiradas enfrentadas se realizan igual que las tiradas simples, aplicando todos los bonificadores y penalizadores adecuados, incluidas las ventajas y las desventajas, pero, en lugar de comparar el resultado final con una dificultad, se comparan los resultados entre si. El participante que tenga el resultado más alto gana.
Dos o más personajes pueden trabajar juntos para conseguir una tarea.
En estos casos, el personaje que encabeza el esfuerzo hace la tirada, teniendo ventaja.
Una tirada de salvación representa un intento de resistirse a algo por parte del personaje.
Las tiradas de salvación se realizan siguiendo el mismo procedimiento que las tiradas simples.
Si tenéis inspiración, podéis gastarla cuando hagáis una tirada para tener ventaja en dicha tirada.
Iniciativa
La iniciativa determina el orden de los turnos durante un combate.
Cuando empieza el combate, todos los participantes tiran 1D20, sumando al resultado obtenido el bonificador de Destreza, para determinar su orden de iniciativa. El director de juego hace una tirada por cada grupo de criaturas idénticas.
Una vez obtenidos todos los resultados, el director de juego los ordena, empezando por el mayor resultado y terminando en el menor. Este orden se mantiene hasta el final del combate a menos que exista alguna situación que haga que varíe.
El turno de combate
Durante el turno de combate, podéis moveros una distancia hasta vuestra velocidad máxima y realizar una acción. Vosotros decidís qué hacéis primero.
Varios rasgos de clase, conjuros y otras características os permiten realizar acciones adicionales durante vuestro turno. Por ejemplo, el rasgo "Acción astuta", permite a un pícaro realizar acciones adicionales.
Sólo podéis realizar una acción adicional cuando una capacidad, conjuro u otro rasgo especial del juego os digan que podéis hacerlo.
Sólo podéis realizar una acción adicional en vuestro turno, así que debéis elegir qué acción adicional usáis cuando tengáis más
de una disponible.
Podéis elegir cuándo hacéis la acción adicional durante vuestro turno, a menos que en dicha acción se especifique cuándo tenéis que hacerla.
Cualquier cosa que os impida realizar acciones normales también os impide realizar acciones adicionales.
Dividir vuestro movimiento
Podéis dividir vuestro movimiento durante vuestro turno, para usar parte de vuestra velocidad antes y después de la acción que vayáis a realizar. Por ejemplo, si tenéis una velocidad de 30 pies, podéis moveros 10 pies, realizar una acción y luego moveros otros 20 pies.
De la misma forma, si realizáis una acción que incluye más de un ataque de arma, podéis dividir vuestro movimiento aún más, moviéndoos entre esos ataques. Por ejemplo, un guerrero que puede hacer dos ataques con el rasgo Ataque adicional, y que tiene una velocidad de 25 pies, podría moverse 10 pies, hacer un ataque, moverse 15 pies y luego volver a atacar.
Terreno difícil
Cada pie que os mováis en terreno difícil cuesta 1 pie adicional.
Estar tumbado
Podéis tumbaros sin usar nada de vuestra velocidad.
Ponerse de pie requiere más esfuerzo y cuesta una cantidad de movimiento igual a la mitad de vuestra velocidad. No podéis poneros de pie si no os queda suficiente movimiento.
Podéis moveros mientras estáis tumbados, gateando. Cada pie que os mováis de esta manera cuesta un pie extra.
Moverse alrededor de otras criaturas
Podéis moveros por el espacio de una criatura no hostil, pero sólo podéis moveros por el espacio de una criatura hostil si esta es al menos dos categorías de tamaño mayor o menor que vosotros. Recordad que el espacio de otra criatura se considera terreno difícil.
Independientemente de que una criatura sea amiga o enemiga, no podéis acabar vuestro movimiento en su espacio de forma voluntaria.
Si dejáis de estar al alcance de una criatura hostil durante vuestro movimiento, provocáis un ataque de oportunidad.
Ataque
Con esta acción, hacéis un ataque cuerpo a cuerpo o a distancia.
Ayudar
Podéis prestar vuestra ayuda a otra criatura para que realice una tarea. Con esta acción, la criatura a la que ayudáis tiene ventaja en la siguiente prueba de característica que haga para realizar la tarea con la que la estáis ayudando, siempre y cuando haga la prueba antes de que empiece vuestro siguiente turno.
Por otro lado, podéis ayudar a una criatura amistosa a atacar a una criatura que se encuentre a menos de 5 pies de vosotros,
haciendo una finta, distrayendo al objetivo o participando de otro modo para que el ataque de vuestro aliado sea más efectivo. Si vuestro aliado ataca al objetivo antes de vuestro siguiente turno, su tirada de ataque tiene ventaja.
Buscar
Cuando realizáis la acción de buscar, dedicáis vuestra atención a encontrar algo. Dependiendo de la naturaleza de vuestra búsqueda, el director de juego puede pediros que hagáis una tirada de Sabiduría (Percepción) o Inteligencia (Investigación).
Esconderse
Cuando realizáis la acción de esconderse, hacéis una prueba de Destreza (Sigilo).
Esprintar
Cuando realizáis una acción de esprintar, podéis moveros hasta el doble de vuestra velocidad.
Defensa total
Cuando realizáis una acción de defensa total, os centráis completamente en evitar ataques.
Hasta el principio de vuestro siguiente turno, cualquier tirada de ataque que hagan contra vosotros tiene desventaja si podéis ver al atacante, y cualquier tirada de salvación de Destreza que realicéis tiene ventaja. Perdéis este beneficio si quedáis incapacitados.
Lanzar un conjuro
Los lanzadores de conjuros podéis lanzar cualquier conjuro con un tiempo de lanzamiento de una acción.
Prepararse
Algunas veces puede que queráis anticiparos a un enemigo o esperar a que se dé una circunstancia en particular para actuar.
Para hacerlo, podéis realizar la acción de prepararse, que os permite actuar usando una reacción antes de que empiece vuestro siguiente turno.
Primero, decidid qué circunstancia predecible desencadenará vuestra reacción. Luego, elegid la acción que váis a realizar o la distancia que os váis a mover en respuesta a ello. Ejemplo: "Si el sectario camina sobre la trampilla, moveré la palanca que la abre"
Cuando el desencadenante tenga lugar, podéis realizar vuestra reacción de forma inmediata o ignorarlo.
Recordad que sólo podéis realizar una reacción por turno de combate.
Cuando preparáis un conjuro, mientras no lo lancéis debéis estar concentrados en él. Si perdéis la concentración, el conjuro termina sin tener efecto.
Retirarse
Si realizáis la acción de retirarse, vuestro movimiento no provoca ataques de oportunidad durante el resto del turno.
Usar un objeto
Normalmente usáis los objetos mientras estáis haciendo otra cosa, como cuando desenvaináis una espada como parte
de un ataque.
Cuando usar un objeto requiere una acción, como cuando queréis beber una poción para curar vuestras heridas, debéis realizar la acción de usar un objeto.
Tirada de ataque
Para hacer una tirada de ataque, tirad 1d20 y añadid al resultado el modificador de la característica apropiada (Destreza si se trata de un ataque a distancia y Fuerza si se trata de un ataque cuerpo a cuerpo), y todos aquellos modificadores que resulten apropiados. Si tenéis competencia con el arma utilizada, añadís, además, el bonificador por competencia.
Si el resultado final es igual o superior a la clase de armadura del objetivo, el ataque acierta. En caso contrario, el ataque falla.
Sacar 1 o 20
Si el resultado del d20 que se lanza para el ataque es 20, el ataque acierta independientemente de los modificadores o de la CA del objetivo. Esto se llama golpe crítico.
Si el resultado del d20 es 1, el ataque falla independientemente de los modificadores o de la CA del objetivo.
Objetivos y atacantes ocultos
Cuando atacáis a un objetivo que no podéis ver, tenéis desventaja en la tirada de ataque.
Cuando una criatura no puede veros, tenéis ventaja en las tiradas de ataque que hagáis contra ella. Si estás escondidos, desveláis vuestras localización al realizar el ataque.
Ataques a distancia en combate cuerpo a cuerpo
Llevar a cabo un ataque a distancia es más difícil cuando el enemigo está a tu lado. Cuando hacéis un ataque a distancia, tenéis desventaja en la tirada si estáis a menos de 5 pies de una criatura hostil que no esté incapacitada.
Ataques de oportunidad
Podéis realizar un ataque de oportunidad cuando una criatura hostil que podéis ver se aleja de vuestro alcance.
Para hacer el ataque de oportunidad, usáis una reacción para realizar un ataque cuerpo a cuerpo contra la criatura que lo provoca. El ataque tiene lugar justo antes de que la criatura deje de estar a vuestro alcance.
Recordad que podéis evitar provocar un ataque de oportunidad utilizando la acción de retirarse. Tampoco provocáis un ataque de oportunidad cuando os teleportáis, o cuando alguien o algo os mueve sin que uséis vuestro movimiento, acción o reacción. Por ejemplo, no provocáis un ataque de oportunidad si una explosión os lanza fuera del alcance de un enemigo.
Lucha con dos armas
Cuando realizáis una acción de ataque y atacáis con un arma cuerpo a cuerpo ligera que llevéis en una mano, podéis usar una acción adicional para atacar con un arma cuerpo a cuerpo ligera diferente que llevéis en la otra mano.
No sumáis vuestro modificador por característica al daño del ataque adicional, a menos que ese modificador sea negativo.
Si un arma tiene la propiedad «arrojadiza», podéis arrojarla en lugar de hacer un ataque cuerpo a cuerpo con ella.
Presa
Cuando queráis agarrar a una criatura o someterla, podéis usar una acción de ataque para hacer un ataque cuerpo a cuerpo
especial: una presa. Si podéis hacer varios ataques con la acción de ataque, este cuenta como uno de ellos.
El objetivo al que le hacéis una presa no debe ser de más de un tamaño superior al vuestro, debe estar dentro de vuestro alcance y debéis tener al menos una mano libre.
Para agarrar al objetivo, hacéis una prueba de presa en lugar de una tirada de ataque: una prueba de Fuerza (Atletismo) enfrentada a una prueba de Fuerza (Atletismo) o Destreza (Acrobacias) del objetivo (el objetivo elige qué característica utiliza).
Si tenéis éxito, el objetivo adquiere el estado agarrado.
Podéis liberar al objetivo cuando queráis (no se requiere ninguna acción).
Escapar de la presa
Una criatura agarrada puede usar su acción para escapar.
Para hacerlo, debe tener éxito en una prueba de Fuerza (Atletismo) o Destreza (Acrobacias) enfrentada a una prueba vuestra de Fuerza (Atletismo).
Mover a una criatura agarrada.
Cuando os movéis, podéis arrastrar a la criatura agarrada, pero vuestra velocidad se reduce a la mitad, a menos que la criatura sea dos o más tamaños menor que vosotros.
Empujar a una criatura
Usando la acción de ataque, podéis hacer un ataque cuerpo a cuerpo especial para empujar a una criatura, ya sea para tumbarla o para alejarla de vosotros. Si podéis hacer varios ataques con la acción de ataque, este cuenta como uno de ellos.
El objetivo al que empujáis no debe ser de más de un tamaño mayor que vosotros y debe estar dentro de vuestro alcance. En lugar de hacer una tirada de ataque, hacéis una prueba de Fuerza (Atletismo) enfrentada a una prueba de Fuerza (Atletismo) o Destreza (Acrobacias) del objetivo (este elige qué característica usa).
Si ganas el enfrentamiento, podéis tumbar al objetivo o alejarlo 5 pies de vosotros.
Tiradas de daño
Para realizar una tirada de daño provocado por un arma, tiráis los dados indicados en el arma, añadís al resultado el modificador por característica (el mismo que se uso para la tirada de ataque), y todos aquellos modificadores que sean pertinentes, como el bonificador al daño otorgado por armas mágicas.
Para realizar una tirada de daño provocado por un conjuro, tirad los dados indicados en dicho conjuro. En la descripción se os indicará si hay que añadir modificadores.
Si un conjuro u otro efecto infligen daño a más de un objetivo al mismo tiempo, tirad el daño una vez para todos ellos. Por
ejemplo, cuando un mago lanza Golpe de llamas, el daño del conjuro es el mismo para todas las criaturas a las que ha alcanzado la explosión.
Golpe crítico
Cuando obtenéis un golpe crítico, tiráis dados adicionales para el daño del ataque.
Tirad los dados del daño dos veces y sumados. Luego añadid cualquier modificador relevante con normalidad. Por ejemplo, si sacas un crítico con una daga, tirad 2d4 por el daño en lugar de 1d4 y luego añadid los modificadores por característica relevantes.
Si el ataque implica otros dados de daño, como los del rasgo de pícaro Ataque furtivo, tirad también esos dados dos veces.
Resistencia y vulnerabilidad al daño
Si una criatura o un objeto tiene resistencia a un tipo de daño, el daño de este tipo se divide por dos contra dicha criatura
u objeto.
Si tiene vulnerabilidad a un tipo de daño, este se duplica.
La resistencia y la vulnerabilidad se aplican después de añadir todos los modificadores al daño. Por ejemplo, una criatura resistente al daño contundente es alcanzada por un ataque que inflige 25 puntos de daño contundente. La criatura también
se encuentra dentro de un aura mágica que reduce todo tipo de daño en 5. Al primer daño de 25 puntos se le resta 5 y luego se divide entre dos, así que la criatura sufre 10 puntos de daño.
Noquear a una criatura
Algunas veces querréis incapacitar a un enemigo en lugar de infligirle un golpe mortal.
Cuando un atacante reduce los puntos de golpe de una criatura a 0 con un ataque cuerpo a cuerpo, podéis especificar que la noqueáis en lugar de matarla.