(dale al play)
No tardásteis mucho en llegar. Mientras tanto, don Nuño de Lara os iba hablando y preguntando sobre los acontecimientos que allí se habían sucedido. Mientras tanto, Hernán, su más leal guardia, hacía aspavientos mientras interpretaba la lucha que los allí presentes habían experimentado como si de guerreros de toda la vida se tratase. Cuando llegaron al palacio descansaron hasta dos días despues, y fueron agasajados con comida y otros placeres por mandato de Nuño. Al tercer día, el anfitrión ordenó a Manuel Lobo y toda su comitiva que se personasen en la plaza de Lara de los Infantes: el ajusticiamiento del apóstata Esquino se celebraría ese mismo día.
Y así fue. Una vez reunidos y casi recuperados de todas las heridas y magulladuras (que no aún de las impresiones y sustos recibidos), Esquino Maltés, el párroco hereje, fue colgado sin juicio publíco, sino más bien tras las alegaciones que se vertieron contra él, todas ellas en base a sus propias confesiones en las celdas los días anteriores. Antes de morir, Maltés volvió a perjurar y afirmar que Abaddón volvería con mucha más fuerza junto con sus numerosas legiones infernales.
Sin embargo, no podría comprobar la veracidad de sus palabras, pues su tiempo ahora había acabado. Su cuerpo fue desmembrado; brazos, piernas y cabezas fueron colgado en las diferentes picotas de los pueblos cercanos como advertencia para todo aquel que realizara prácticas similares en el reino...
Y pronto Manuel Lobo y cada uno de sus valientes miembros no hicieron sino volver a su feudo con el beneplácito de Nuño de Lara, pues habían salvado la ciudad habían puesto a salvo la situación. Antes de marcharse, don Nuño se arrodilló ante Manuel.
Te debo un favor de vida que quiero que sepas es vuestro, antes de que te marches -dijo mirando al suelo-. Espero que pueda cumplir cualquier precepto que me pidas, Manuel. ¡Ahora marchad con la salida del sol. Y que se cuide cualquiera que os alcance en el camino!
Con estas palabras y llenos de provisiones y suficientes caballos como para emprender la vuelta, el grupo regresó a las tierras del noble con un recuerdo imborrable para el resto de sus vidas.
Como última añadidura, cabe decir que don Nuño de Lara no hizo llamar a Manuel Lobo sino para ayudarle contra el mal que presagiaba Esquino Maltés. El anfitrión de Lara podría haber desgranado él mismo este misterioso entuerto con la ayuda de otros nobles bajo miras del vasallaje, pero estaba demasiado ocupado en los planes de conjura contra el rey, al estar los derechos de la nobleza en juego. La historia cuenta con más detalle lo refirió este hecho en especial para contra el Monarca, aquí:
http://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_de_Castilla#Re...
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