Partida Rol por web

El Gauth desciende lentamente, algo herido y haciendo un gesto como una espece de jadeo constante, dejando caer babas sobre el suelo mientras se acercaba al monje, era claro que utilizar sus poderes lo desgastaban bastante.

-Hacia tiempo no hacia ejercicio........ estoy algo oxidado!! Al menos fueron unas criaturitas insignificantes y no ese demonio que destrozó el monasterio!!..... A propósito humano, no te he preguntado como es que lograste sobrevivir?

Stannis observaba como se alejaba el lobo. Tendrían que encontrar un refugio cuanto antes o de lo contrario no saldrían de aquí con vida. El problema era que no sabían muy bien hacia donde se dirigían. Y eso era un problema. 

Lo mejor será que busquemos refugio para esta noche- le dice al contemplador ignorando su pregunta. No quería hablar de ello en ese lugar, y menos con él... a decir verdad, no quería hablar de ello- aquí no estamos a salvo.

Tras esto se da la vuelta, volviendo a retomar la búsqueda de una cueva para descansar, como si el ataque de los lobos nunca hubiera ocurrido.

1372 Año de la magia Salvaje, Alturiak, día 9 de la tercera Dekhana.... Anochecer:

Ya el sol caía, dejando tras de sí un cielo grisáceo que oscurecía mas y mas con el paso de los minutos, ante la ignorada de su pregunta, el contemplador lanzó un ligero gruñido y no dijo mas.

Las cuevas abundaban en las tierras contra el muro, y muchas de ellas permanecían vacías, pero muchas otras albergaban criaturas y peligros de leyendas y canciones épicas de bardos.

Encontrar una no fue tarea dificil, la entrada natural sobre la roca de la montaña, que empezaba a descender hasta donde la vista llegaba.

El frío empezaba a sentirse con mayor intensidad, incluso bajo la manta de invierno puesta, sería mejor encender un fuego si no querían morirse congelados, aunque un fuego podría atraer criaturas indeseables.....

El contemplador parecía cómodo con el clima, no parecía temblar o quejarse.

Hay que encender un fuego- dijo. A pesar de que eso podría conllevar serios problemas en el caso de que alguna criatura se acercase a investigar, no les quedabas mas remedio, o al menos a él. Era eso o morir congelado- tu espera aquí, que yo saldré a buscar algo que pueda servirnos para hacer uno- que esa era otra. Con este tiempo a saber si podría encontrar un material lo suficiente para hacer una pequeña hoguera. 

Bahh, yo me siento normal, pero como desee su señoría, pero ya estoy en esta cueva y aquí permaneceré, anda a buscar tus cosas -dice el contemplador con un tono irónico en su gruesa voz.

1372 Año de la magia Salvaje, Alturiak, día 9 de la tercera Dekhana.... Anochecer:

El frío seguía penetrando como agujas, la manta de invierno parecía no servir mas y el monje ni se imaginaba como sería si no la tuviera encima, pero aún con todos esos problemas, decidió alejarse de l cueva cierta distancia para buscar algo de combustible para su fuego que lo mantendría tibio durante la helada noche.

El suelo estaba totalmente cubierto de nieve, las ramas caídas estaban húmedas y las hacía inservibles para iniciar un fuego, sin embargo, habían árboles muertos, con ramas muertas que si podrían servir como leña.

Luego de reunir algunas ramas, suficientes para hacer arder un pequeño fuego durante toda la noche, el monje se devuelve a la caverna donde había quedado su compañero, no era muy dificil volver sobre sus pasos, las huellas frescas sobre la gruesa nieve lo permitía.

Quizá habría pasado una campanada* y algo mas desde que dejó la cueva, pero a su regreso, solo encontró un silencio sepulcral, interrumpido por el silbido del viento helado soplando, el Contemplador no estaba.....

Había pasado una hora- o al menos así lo creía el monje- hasta que volvió a la cueva con un pequeño grupo de ramas que esperaba que fuesen suficientes para hacer fuego. Tras entrar en la cueva, se percató sin excesiva dificultad que el contemplador había desaparecido. 

El monje dejó las ramas en un rincón, y decidió adentrarse un poco en la caverna, al fin y al cabo, no la había inspeccionado. Pudiera ser incluso que el contemplador ahora mismo estuviera haciendo eso precisamente. 

Sin embargo, el monje no avanzaría mucho, puesto que su visión era nula en aquel lugar. Simplemente caminaría unos pocos metros para conocer si era muy profunda o no. Ni que decir tiene que para ello iría pegado a la pared, para no tener problemas para volver.

1372 Año de la magia Salvaje, Alturiak, día 9 de la tercera Dekhana.... Anochecer:

Algunos metros sumido en la total oscuridad y la cueva parecía no tener fin, el peso de la montaña empezaba a sentirse y el aire se tornaba mas pesado a medida que avanzaba unos cuantos metros.

Torpemente avanzaba apoyado de la roca de la pared, y por poco resbala al tropezar una piedra, si no es por sus altos reflejos que lo mantienen en pie, pero no impiden que lanzase un quejido, el eco resumba a lo lejos...... la caverna era profunda, bastante profiunda!!

No podía continuar. No veía nada y podría tener posibilidades de perderse en la oscuridad. Desde luego, no le agradaba que la cueva fuese tan profunda. A saber que podría haber allí. Pero no le quedaba mas remedio que usarla como refugio.

Stannis decidió dar la vuelta. Tendría que encender el fuego y esperar si el contemplador volvía. No le quedaban mas opciones.

1372 Año de la magia Salvaje, Alturiak, día 10 de la tercera Dekhana.... Lunoscura:

El fuego no suponía problema alguno, entre las cosas que le había tocado siendo mas joven en el monasterio era a mantener los fuegos de los dormitorios de los mas importantes siempre ardiendo.

El calor que emanaba la fogata se mantenía dentro de la caverna y una sensación de cómoda tibieza hace que los ojos del monje empiecen a cerrarse poco a poco, hasta que todo fue oscuridad y sueños sin recuerdo.

De repente, un fuerte sonido despierta súbitamente al monje, parecía provenir del interior de la caverna...

Esto era lo que mas temía el monje: si la caverna era profunda podría haber criaturas extrañas en la misma. Afortunadamente, el sonido le despertó y en unos segundos ya estaba en posición de combate y con la vista clavada en el interior de la cueva, esperando pacientemente. Aguzaba el oído, intentando reconocerlo y si este se acercaba o por el contrario se mantenía a una distancia de él.

1372 Año de la magia Salvaje, Alturiak, día 10 de la tercera Dekhana.... Lunoscura:

El sonido parecía haber mermado por completo, ya no se escuchaba absolutamente nada en el interior de la caverna, nada que se acercara ni nada que se alejara, simplemente el silencio era acompañado del crepitar de la madera ardiendo y el sonido del viento filtrándose en la caverna.

Los huesos del monje temblaban por unos segundos, y no precisamente por el frío.....

Esto es muy extraño- piensa, sin saber muy bien que hacer. Ya no oía el extraño sonido, pero eso no hacía al monje sentirse mas seguro. 

Lo peor de todo era que no podía salir ahora. Viajar de noche con el frío que hacía sería un suicidio, por lo que debía quedarse aquí al amparo del fuego. Pero, ¿y si en la caverna había enemigos? tendría que arriesgarse. Maldice en silencio su mala suerte y también al contemplador. Podría haber sido útil tenerle para hacer turnos de vigilancia. Ahora Stannis tendría que pasar la noche con un ojo abierto.

Vuelve de nuevo a sentarse cerca del fuego, con la manta cubriéndole completamente. Se disponía a descansar un poco, pero antes vigilaría. Solo por si acaso.

1372 Año de la magia Salvaje, Alturiak, día 10 de la tercera Dekhana.... Alba:

Tras unos cuantos minutos de atenta vigilancia, el sueño vence la resistencia del Monje quien sentía los clamores del esfuerzo físico y el frío.
La noche transcurrió en un sueño intranquilo, soñando con demonios y la destrucción de su hogar, era tan real y vívido que por momentos se despertaba súbitamente, pensando que el sueño fuese real.

La luz del sol, opacada por las espesas nubes que cubrian el cielo, levantaba al monje, listo para seguir su marcha, aunque su estómago empezaaba a pedirle algo para sí, de repente se da cuenta que hace 1 día entero que no prueba mas bocado que la nieve del suelo.

Tras pasar la noche sin mas incidentes que sus pesadillas, Stannis se levanta, algo sudoroso y cansado. No había dormido bien después de todo, y aún no había probado bocado. Mira a su alrededor, buscando al contemplador. 

Hoy tenía intención de inspeccionar la cueva donde descansó con algo mas de calma.

1372 Año de la magia Salvaje, Alturiak, día 10 de la tercera Dekhana.... Alba:

La cueva se internaba bajo la montaña, bajo una profunda obscuridad, Stannis no poseía la visión en la oscuridad de los enanos y entre sus pocas posesiones no existía una antorcha o una lámpara, tan solo un yesquero con el que sacar chispas....

El día tampoco parecía mejorar, las enormes y grises nubes se posaban sobre las enormes montañas y no parecían aplacarse.

Stannis no podía quedarse allí. Por mucho que no le gustase, tenía que salir de allí y seguir caminando. No podía hacer mucho mas.

Recogió sus pocas pertenencias que tenía y se dispuso a seguir caminando. Debía encontrar alimento cuanto antes, por lo que esperaba que durante su marcha pudiera quizás cazar... si encontraba algo para ello.