Partida Rol por web

-Trabajo, ¡ja! No, en serio, cualquier trabajo, lo que sea, no voy a arrugar la nariz por feo que sea. Quiero cerveza y de la buena, una buena cama y una moza o dos en ella, pero mi bolsa se está quedando sin monedas. Que asco... Bah, cuando le ha sonreído la suerte a este enano. Los dioses son crueles, ni como mercenario puede venderse uno -digo en tono de fastidio, encarnando lo mejor que puedo el papel de enano falto de trabajo y a la caza de cualquier trabajo bien pagado por oscuro que fuera.

1372 Año de la magia Salvaje, Khes, día 5 de la primera Dekhana....... lunoscura:

-Enano, amigo mio -Replica el bonachón mediano, pintando una sonrisa en su cara. -Has llegado al lugar indicado, aquí todo el mundo busca trabajo y todo el mundo ofrece trabajo, mientras tanto todo el mundo bebe y se divierte. El mediano empieza a servir una pinta de cerveza de uno de los grandes barriles que tenía al alcance. -Seguro un Enano no negará un trago de Cerveza, mas si es producida directamente en la ciudadela de Adbar, es de magnífica calidad. -El mediano ofrece el vaso lleno al Enano -Si esperas unos momentos, creo que podría ayudarte!!

Los minutos pasaban a medida que el trago se iba a través de la garganta de Ugtha, una cerveza sin duda de excelente calidad, otra y otra mas logró pedir; la taberna a estas alturas estaba tenía poca gente y esa poca a duras penas podía sostenerse de pie, incluso el bardo que horas mas temprano estuviera animando la taberna, ahora no era mas que un pobre desgraciado durmiendo apoyado sobre una mesa, a estas horas, cerca del amanecer, conseguir trabajo no sería tarea fácil......
Finalmente, las puertas se abren de par en par, y dejan entrar una figura de negras ropas, bastante corpulento a juzgar por su ancha silueta, una espada celga de su cintura y su cuerpo y cara es cubierta por su negra capucha -Su nombre es Minsc -Mucita el mediano desde detrás de la barra mientras limpiaba un vaso. -Viene amenudo a esta taberna y generalmente viene a contratar servicios de merccenarios para diferentes misiones; desconozco que tipo de misiones, allá él.... ve y hablale, dile que yo te mando, quizá él tenga algo que pueda rellenar tu bolsa.

El hombre, con botas de cuero caminaba pesadamente hasta una mesa vacia en una de las esquinas, una de las sirvientas de la taberna ya iba con una copa de cristal llena de vino a servirsela.

¡Al fin! Había que reconocer que la cerveza del lugar está bien, pero no era el motivo de mi visita. Minsc ha llegado en buen momento, unos instantes más y me hubiera ido a descansar, que aunque necesite dormir poco eso no significa que no me apetezca estirarme en la cama. Que uno ya no es un muchachito de 40 años...

-Gracias, Olmoud –digo sucinto al mediano.

Me levanto, me ajusto el cinto de las armas y avanzo con paso seguro hacia el encapuchado, pero no tan seguro como parecer una amenaza.

-Olmoud me ha dicho que podrías tener un trabajo para mi. Necesito dinero y no soy de los que hacen ascos a una buena oferta...

El hombre mira de arriba a abajo al Enano, o al menos eso parece ya que su rostro se oculta tras la capucha negra -Veo veo, y tu nombre es?... Un olor nauseabundo salía de su capucha a medida que el hombre hablaba, como si su dieta consistiera en ratas con días de muertas.

-Thorwin Yunqueacero, de la Gran Brecha –respondo sin titubeo alguno, pues es algo que he ensayado mentalmente 1000 veces– Tengo por norma no decir para quién he trabajado o qué he hecho, así que esa parte nos la podemos ahorrar. Te toca... –añado con una sonrisa mientras acerco la cabeza prestando atención, a pesar de su horrendo aliento.

-De la gran Brecha ehmm??, bastante lejos de aquí... eso es bueno, eso es bueno, lugar extraño para uno de los de tu subespecie, pero seguro habrán.... Mi nombre es Minsc, y creo que eres perfecto para un pequeño trabajo que tengo, es algo peligroso, pero la paga rebosaría tus bolsillos al menos para vivir muy bien durante largo tiempo.

El hombre se levanta de su silla, y se acerca aún mas al Enano, su respiración era fuerte y lo hacía por la boca, y en cada respiro exhalaba un aroma nauseabundo que hacía al Enano estremeserse.
Toca atrevidamente los brazos del enano para comprobar su musculatura y lo mira de pies a cabeza, pero extrañamente su cara aún no era vista, su capa negra cubría todo su cuerpo y cara, incluyendo brazos y piernas, pero aún así se notaba un cuerpo bastante robusto y corpulento, por no señalar la fuerza que ejercían sus dedos al presionar la musculatura del enano.

Vuelve y se sienta y bebe un trago de vino de su copa de cristal, ordena que traigan otra copa y la llena de vino, y hace una seña para que Ugtha también beba.

-Tengo una caravana lista para partir en unas horas, un viaje peligroso, a las remotas tierras de Áscore, al Oeste de aquí, en el límite del gran desierto de Anaroukh, Áscore, las antiguas ruinas de una ciudad enana, puedes servir de ayuda, que dices?

Esperaba sinceramente que me contrataran para tratar de acabar conmigo mismo, pero no ha habido tanta suerte. No obstante ahora me ofrecen otro trabajo. Uno que no buscaba, pero interesante. Y la aventura... Una paga generosa, nuevos peligros, ruinas de una ciudad enana. ¿Una ciudad enana al Oeste? Vaya, no había oído hablar nunca de ella... Una oportunidad única. Que gran tentación.

-Dime la paga, cuántos iremos y soy tu enano.

-Dos Mil de oro por cabeza Enano, pagado por completo a la vuelta del trabajo, somos ocho en total, cinco humanos, otro enano, un semielfo y yo, contigo seriamos nueve. -Decia secamente el hombre vestido de negro y apestoso aliento.

Los Ojos del Enano se abrian ante tal tentación, dos mil monedas por un trabajo que demandaría un par de Dekhanas?, era mucho dinero, sin duda debían transportar algo muy importante, duplicaría su fortuna con un simple trabajo.

-Iré a recoger mis trastos. ¿Al amanecer en qué puerta? -no hacía falta especificar que había aceptado, estaba claro por su actitud y sus palabras. En su mente, no obstante, a pesar de las ganancias potenciales, también había una serie de notas de preocupación: si sería descubierto (y si en realidad importaba), lo peligroso del trabajo (porque una paga tan elevada no se daba si no había unas ganancias potenciales muy altas y, por tanto, mucho riesgo), si sería funcionalr el taller y la taberna...

Pero 2.000 monedas eran 2.000 monedas de oro. Aventura, beneficios, salir del ojo de la tormenta. Sí, definitivamente tenía que irse.

-Nos vemos al Alba, en la puerta de los cazadores, busca cinco carretas tapadas con mantos negros, ahí estaré yo, partiremos hacia el norte a través de las tierras de la luna y rodearemos las montañas Nezher por el norte, siguiendo el curso del Cursograna hasta llegar al camino de la bifurcación, cerca de fuertenuevo, allí tomaremos el camino y marcharemos al Este, hacia Ascore.

No dice mas y le hace señas al Enano para que se marche y lo deje comer en paz.

1372 Año de la magia Salvaje, Khes, día 5 de la primera Dekhana....... lunoscura:

Apenas el Enano pudo llegar a casa disfrazado de su otro yo, dormir un par de horas y levantarse de nuevo ante la llegada de su aprendiz de confianza. las órdenes eran claras, su confianza en el muchacho permitían al enano dorado (ahora escudo) partir sin mas reparos.

El alba trajo consigo una oportunidad de oro que no dejaría rechazr, aún no lo creía pero decidió ir al lugar de reunión, donde efectivamente lo esperaban, enttre ellos, Minsc, con el mismo ropaje de unas horas atrás.

Ughta, mejor dicho, Thorwin Yunqueacero, demostraba ser un compañero de viaje distante y de trato difícil. Interactuaba poco, incluso con el otro enano, o casi especialmente menos con él, por si pudiera llegar a descubrir el engaño y destaparle. No obstante, sus costumbres de enano dorado(1), ligeramente sensible a la luz, fácilmente le podían granjear simpatías entre los humanos, pues tenía facilidad para mantenerse despierto de noche y su visión estaba bien adaptada para la tarea, con lo que era blanco fácil para hacer las guardias. Prefería dormir de día, si eso era posible.

Por otro lado, estaba el peliagudo tema de su disfraz. Al principio pensó en lo fácil que sería verse abocado al desastre, pero más pronto que tarde se dio cuenta de que no era así. Sólo había un enano en el grupo y la mayor parte de las otras razas tienen poco o nula capacidad para distinguir unos enanos de otros si no es por talla, hechuras, ropa y armadura. Tal vez por la forma de hablar y actitud, pero de noche todos los gatos son pardos. Ulthor llevaba su armadura, su fiel camisote de mallas de mithril, bajo una pesada capa de viaje, todo lo cual contribuía a "difuminar" su silueta. Un bacinete con visera hacía que su cara apenas tuviera que verse, en especial de día. Y lo demás era poco más que actuar como rudo y desagradable. Por supuesto, todavía se molestaba en hacer algunos hechizos para momentos estratégicos, como las horas de las comidas o los cambios de guardias, pero eso suponía una cantidad menor de hechizos a realizar a lo largo del día, entre 3 y 5 en todo el día, algo mucho más asumible de lo que se había temido.

Y pese a todo, cumplía con su deber y vigilaba, realizaba sus guardias y llevaba a cabo los cometidos que le encomendaban, aunque no siempre de buen humor (pues era un mercenario, no un soldado). Y además, trataba de aprender lo posible de sus compañeros de viaje.