Partida Rol por web

la-ratonera(2)

Epílogo: Final y Recompensas

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15/06/2010, 18:22
Director

Acabado el combate, Alonso fue trasladado a la propia casa del corregidor, donde también el resto fuisteis hospedados en habitaciones individuales. Alonso fue tratado por el mejor médico de Lorca y alrededores, un judío llama Zalaquías con unas manos milagrosas y en varias semanas Alonso se recuperó del todo, aunque nunca olvidará el combate en casa del corregidor y para no olvidarlo cargará para siempre una gran cicatriz en su costado, fruto de la lanzada de un traidor a Lorca y a Castilla.

El resto pasáis el tiempo disfrutando de todos los honores con los que pensáis que disfrutan los héroes. Al reconocimiento público allá donde váis, se suma las honras y los agasajos de Diego de Córdoba que ve como sus salvadores han sido providenciales en la defensa de las causas justas y de Castilla misma.

Sois tratados en su residencia por todo lo alto, tres comidas al día, criados llevan frutas exóticas a vuestras habitaciones y no os faltan invitaciones en las tabernas locales además de encuentros gratuitos con las más bellas damas.

El corregidor además de estar eternamente agradecido, os regala ricas vestiduras, propias de un rey de diversos colores y tejidos. Además de un crucifijo de oro a cada uno que debe valer un fortunón y de 350 maravedíes de plata a cada uno. Una fortuna que pensáis dilapidar cuanto antes.

Estando una noche cenando y después de proponer un brindis en vuestro honor el corregidor habla:

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15/06/2010, 18:28
Diego de Córdoba

- Sé que tenéis que vuestra idea era partir cada uno en busca de su destino y otros trabajos, pero no puedo dejar iros sin más. Me salvasteis la vida como todo el mundo aquí sabe y de no ser por vosotros esos bastardos hubieran acabado conmigo y seguirían perpetrando sus fechorías. Necesito hombres como vosotros a mi servicio. Os ofrezco un trabajo estable, algo más tranquilo a lo que estáis acostumbrados, he de reconocerlo, pero también os ofrezco un buen sueldo y una pequeña casita a cada uno para llevar una vida tranquila en Lorca. ¿ Qué me decís ?

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15/06/2010, 18:38
Alonso de Lugo

Levantándose bruscamente y alzando la copa de vino en señal de brindis:

-¡Que me aspen si no acepto tal oferta!, ¡habría de ser tonto o cabezacubo para rechazarla!.

Y esperando el asentimiento de los que habían compartido refriega con él y le habían salvado la vida, queda Alonso, con una pequeña molestia en el pecho, que bien ha de agradecer, pues ha sido su puerta a la que sin duda será una vida tranquila en Lorca.

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15/06/2010, 20:47
Roderigo

 Roderigo, que había considerado los días despues de la batalla como una estancia en el paraiso, se quedó boquiabierto ante la propuesta del brindis. Él siempre había sido repudiado por todo el mundo, y había tenido que ganarse la vida en un oficio poco noble aunque con encanto para él. De repente, tenía un grupo de personas con las que había trabado lo mas parecido a una amistad que había tenido nunca, y no solo eso, si no que lo habían ayudado y defendido en vez de dejarlo tirado en el calabozo aquel fatídico día, sin dudar de su palabra y creyendo sus alegatos de inocencia. Despues de tantos años, ahora, sin más, tenia amigos, dinero y un puesto de trabajo honorable y bien pagado, qué mas podía pedir!!!

 

Tartamudeando, alcanzó a decir:

- O-o-o-oferta acepta-ta-ta-ta-da

Tras darse cuenta de que había tartamudeado ante la sorpresa del ofrecimiento, Roderigo echó a reir, de júbilo, y brindó con su copa bien llena.

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16/06/2010, 00:04
Juan de Cuervo

Juan y sus nuevos compañeros de armas se habían ganado el cielo... ¡y vaya si lo disfrutaron! Durante una semana Juan vivió como un rey, aclamado allá dónde iba, comiendo las viandas más sabrosas, vistiendo las mejores telas y durmiendo sobre las sábanas más finas. Y no siempre sólo. El último día, descubrió entre carcajadas que aún no había entregado las cartas de la viuda, el motivo inicial por el que viajó a Lorca y por el que se había metido en todo este embrollo, causa última de sus primeros pesares (la prendición en El Cuervo Borracho, su breve pero angustioso cautiverio y la dramática batalla) y finalmente de tan maravillosa dicha.

 La noche de la cena, tras comer con apetito, escuchó sorprendido la oferta del Corregidor, que una vez más hacía gala de una generosidad inagotable. Mientras jugueteba con uno de sus numerosos amuletos (una pequeña caracola que él mismo recogió de la playa de Sanxenxo un par de años antes) Alonso y Roderigo aceptaron al instante, cómo era lógico ante una oferta tan dadivosa. Entonces llegó su turno para contestar:

- Mi señor Don Diego, al que llamaría amigo de no haber nacido en una familia humilde y por tanto haber impedido el destino un trato más familiar entre nosotros, le agradezco de todo corazón este nuevo regalo, tan inmerecido como todos los anteriores. Pero Dios Nuestro Señor sabe que mi lugar no está tierra adentro. Maldigo mi suerte, por parecer despreciar una oportunidad que jamás volverá a presentarseme tan tentadora y suculenta, y me encantaría aceptarla, claro que sí, y vivir muchos años en ese casa suya, sirviéndole, incluso casándome con alguna de las simpáticas muchachas que he conocido estos días (María, por ejemplo, o tal vez Lola, o aquella que llaman la Lebrijana, o Juliana...) dándo nuevos subditos a mi corona. Pero mis pies están hechos para caminar desnudos sobre la madera mojada, no para la tierra. Mi nariz añora respirar una vez más la humedad salada de los océanos. Mis manos claman por volver a anudar un cabo o trepar por un mástil. Y mi espalda descansa mejor sobre una humilde hamaca mecida por las olas que en la más delicada de las camas. Asíque, mi señor, con lágrimas en los ojos, no puedo aceptar su oferta. Mi destino, sea cual sea, está aun por escribirse en la cubierta de un barco, y no en Lorca.

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16/06/2010, 16:14
Malik Ibn Harum

Malik agradeció mil veces a don Diego sus dádivas y regalos, totalmente inmerecidos. El árabe se sentía un poco culpable por haber abogado en su momento por la huida. Si no hubiera sido por la insistencia de sus compañeros, habría dejado al corregidor a su suerte. Durante la cena estuvo poco hablador y encerrado en sí mismo.

Ante la generosa oferta del corregidor de Lorca, Malik pareció pensarlo un poco antes de responder.

- Yo soy hombre de ciencia, effendi. Si podéis darme libros y un laboratorio pequeño, y si eso sirve en algo a vuestra merced, no tengo inconveniente en quedarme una temporada en Castilla.

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16/06/2010, 18:02
Diego de Córdoba

Estupendo!! Roderigo y Alonso entrarán a mi servicio, veréis como nos os falta absolutamente de nada. Y descuidad, los hombres de mi guardia tienen fama de apuestos y gozan de gran éxito entre las damas de la villa. El hombre suelta una carjada y después os da un abrazo a cada uno en señal de amistad.

Cuando ha terminado con los dos de dudosa reputación antaño se gira hacia Juan y tras abrazarlo dice:

- Os echaremos de menos Juan, pero lo entiendo perfectamente. Al fin y al cabo, un marinero siempre será un marinero y ya se sabe que no son gentes de un solo puerto.

Después hace lo propio a Malik, la gente queda exrañada pues no es muy común que un cristiano abrace a un musulmán, pero está claro que para este hombre su vida va antes que las cuestiones religiosas.

- Malik, aunque yo no tenga reino, como corregidor necesitaré un hombre de ciencias en la villa, arreglaremos una casita para que la uses como laboratorio y no te faltará nunca mi colaboración ni la de mis hombres.

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16/06/2010, 18:08
Director

Así fue como Alonso y Roderigo se calaron el uniforme nuevecito y hecho a medida con los colores del escudo de armas de la villa y fueron alojados en dos casitas contiguas muy céntricas. Pasaron un tiempo tranquilo ocupándose de riñas y asuntos de poco calado, gozando del buen clima Lorquí. Así como una vez por semana de la compañía del corregidor en sus cenas multitudinarias semanales.

Malik por el contrario, anduvo muy ocupado en sus investigaciones y fue obsequiado por el corregidor con un libro extraño muy aniguo que dicían era mágico en el que Malik invirtió bastantes meses de estudio.

De cuando en cuando, los tres compañeros hermanados casi a la fuerza se juntaban en la posada del Cuervo Borracho para rememorar sus viejas aventuras y recordar los buenos tiempos, siempre con Juan en la memoria.

En cuanto a Juan, anduvo recorriendo tierras castellanas , navarras y aragonesas durante el resto de sus días, embarcándose en una aventura tras otra, corriendo graves peligros y conociendo gente maravillosa y a veces no tanto. Pero siempre con el recuerdo de lo que fue y siempre será su primera aventura, en la que todos se vieron atrapados como un ratón en LA RATONERA.

Notas de juego

FIN

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16/06/2010, 18:14
Director

Notas de juego

Recompensas

Todos vosotros ganáis 25 A.P ( puntos de aprendizaje)

Juan gana 15 A.P extra

Además de lo ya mencionado, Malik recibe un libro con el hechizo " Bálsamo de curación" de nivel 2.