Partida Rol por web

El carromato se había detenido un tanto mas adelante tal como se había acordado. El grupo había decidido salir del camino y habían orillado su medio de trasporte hasta unas grandes rocas contiguas a las paredes del camino, no lograban esconderlo por completo pero bien con algo de suerte y con el velo de la noche que empezaba a caer lograrían pasar desapercibidos. El paso estaba silencioso, y el grupo se inquietaba cada vez mas, Grunt y Lorantha habían tardado ya, incluso Valdia empezaba a impacientarse.
Realmente no habrían pasado mas de 30minutos desde que dejaran atrás a Grunt hasta el momento que este apareció en el camino acompañado por la Elfa Lorantha.
Ahora que estaban de nuevo todos juntos podrían descansar y continuar la marcha hasta su destino. Si bien las cosas no habían sido fáciles, habían por lo menos logrado salir adelante en su primera prueba en esta aventura. Sin duda alguna pronto se enfrentarían a otras, probablemente mas difíciles aun.

Al llegar al punto de descanso desciendo de mi montura, y le busco un lugar donde descansar, lo más guarecido posible. El día ha sido duro, y los próximos lo serán aún mas.

-El jefe, ¿como esta?. Pregunto mientras quito algunas de las cosas que lo cubren para ver su estado, y que estuviera más cómodo.

Tras un rato, veo llegar a Lorantha y a Grunt y les saludo con la mano.

Bien. Todos lo hemos conseguido. Los dioses están de nuestro lado. Deberríamos cenarr y rrecuperar fuerrzas. Valdia, como te dije, te ayudarré con la comida. Siemprre cumplo mis prromesas.

Después se volvió hacia los demás y dio algunas instrucciones que le parecieron oportunas, no esperaba liderarles pero había tenido algunas ideas que quería poner en práctica.

Hay que orrganizar turnos de guardia para que siempre haya dos personas despiertas, y he pensado que tal vez deberríamos darrle la vuelta al carro, para que apunte al lugarr del que venimos. No sabemos si la guarrnición orrganiza patrrullas y si nos encuentrran sabrrán que no hemos pagado el peaje. En cambio si les hacemos crreer rque venimos desde el surr...

La elfa dio las gracias a la diosa fortuna por poner a aquél enano de mirada profunda en su camino y le animó el hecho de verle allí, esperándola como otras muchas veces había hecho. 

Al ver su indicación le dedicó una amplia sonrisa y se aceró rápidamente a él dispuesta a seguirle. - Gracias maese Haraldsson - le susurró, todavía con la incómoda sensación de no sentirse a salvo.

Avanzó con él hasta donde se encontraba el resto del grupo agradeciendo que las cortas piernas del enano le permitieran llevar un ritmo realmente relajado tras la carrera que se acababa de pegar. 

Con el resuello restablecido tras la corta caminata, y tras realizar un gesto general de saludo, en parte en respuesta al realizado por Nathan, se dirigió directamente al carromato donde se encontraba Jaime con una clara pregunta en mente. - ¿Sabéis que ha ocurrido en el puesto de guardia? -

Tras desmontar y asegurar sus alforjas

- Me alegro de teneros de vuelta compañeros. Hemos sobrevivido un día más, gracias a la Dama. Parece que esos guardias estaban indispuestos, no me lo explico, es la segunda vez que nos pasa. Esto me da mal fario... pero no quiero importunaros con supersticiones, descansemos y atravesemos mañana el paso lo más rápido y sin mirar atrás. Yo me ofrezco a hacer la primera guardia - parece recordar algo - no sería prudente encender un fuego, no sabemos lo que hay en la espesura, mejor una cena fría.

Kurt saludó a los rezagados con un asentimiento de cabeza. 

-Haré la segunda guardia. Por cierto, Lorantha... si pudieras echarle un ojo a mi brazo. Apenas es un rasguño, pero sé lo que acaba pasando con las heridas sin tratar. 

Lo primero era lo primero, por lo que la respuesta a su pregunta tendría que esperar, un compañero herido pedía atención. Quizá era mejor volver a echar un vistazo a los heridos antes de nada. 

- Por supuesto Kurt, déjame ver. -

Bajo del carromato feliz de dejar ese trasto parado, estiro un rato las piernas mientras camino por los alrededores, veo llegar a Grunt y a la elfa y levanto la mano para darles la bienvenida mientras enciendo mi pipa y me siento a fumar sobre un tronco caído. -Trojan tiene razón, creo que las guardias de dos serian mas productivas, creo que somos suficientes para cubrir por parejas todos los turnos y no habrían problemas si uno de los dos se queda dormido,, ya que el otro podría darle un puntapie para despertarlo. Si todos aceptan me ofrezco a acompañar a nuestro compañero caballero en la primera guardia-

A punto de levantar la voz para ofrecerme en el primer turno, aquél intento de ser levanta su voz para ofrecerse a hacer el primer turno. Maldigo por lo bajo púes ese era mi trabajo.

-Entonces yo haré la siguiente, o la siguiente.

- Si no os importa yo preferiria descansar esta noche. No se como os ha ido vosotros pero el golpe que me dio el maldito sacerdote loco o lo que demonios fuese todavia me duele bastante, pero bueno cierto es que se llevo su merecido al igual que su banda. Y nosotros todavia seguimos aqui todos mas o menos en pie - y entonces recuerod algo que me tenia preocupado - Y por cierto ¿como se encuentra neustro intrepido lider? Esta demasiado callado como para estar bien -

Lorantha atendía a los heridos mientras el grupo trataba de organizarse para los turnos de guardia y escuchando las palabras de Walter añadió para respaldar su petición de descanso. - Los heridos graves deberían descansar esta noche. -

Posiblemente, si hubiera sido el nórdico el que pidiera descansar, la respuesta hubiera sido otra aunque fuera consciente de que el reposo era necesario para la recuperación de sus heridas.

Luego añadió. - Yo, si Kurt no tiene inconveniente haré la guardia con él. Creo que mejor nos irá si en el mayor número de turnos de guardia de los posibles al menos haya uno de los que mejor vemos en la oscuridad. -

-A mí me parece correcto-dijo Kurt. La verdad es que la elfa tenía razón, su visión nocturna sería muy útil.

"Además, así tendré algo con lo que deleitar mi vista las laaargas horas de guardia"

Asiento con la cabeza ante la sensata idea de la elfa.

La noche iba cayendo mas y mas a cada momento; la oscuridad se cernía ya por completo en el paso de fuego negro. Los miembros del clan, o lo que quedaba de este se habían organizado ya para descansar y estar atentos a lo que pudiese suceder en aquel peligroso lugar.
Valdia les había informado hacia momentos atrás que Jaime estaba bien, simplemente dormía. Por su parte Domochievsky había desaparecido de nuevo argumentando que iría a explorar la zona.
Aunque todos estaban nerviosos y sentían que algo podría suceder de un momento a otro, la realidad es que no fue así, la noche fue muy tranquila y placida, permitiendo que prácticamente todos pudieran descansar.
Ahora iniciaba realmente su aventura, solo una vez que cruzaran el paso podrían decir que estaban ya un paso mas cerca de su destino.