Partida Rol por web

Tras una jornada de camino cuando ya el sol se ha puesto, por fín llegais a la ciudad de Lave. A estas horas ya no hay gente por las calle. El cansancio y el hambre, se hace patente en vuestros cuerpos ya sido una jonada completa andando sin parar hasta llegar a la ciudad. Os encontrais alguna pareja de guardías que hacen las típicar rondas nocturnas

El trecho de camino recorrido fue la guinda de una dura jornada. Llevaban tantos días viviendo en el Venganza Sangrienta, que se podía decir que Lona había olvidado lo que suponía una caminata de tales características. -  ¡¡Tengo los pies molidos!! Jamás pensé que fuera a pasarme algo así.- Pensaba la linda semielfa, la cual resoplaba exhausta. Nunca se había caracterizado por unas dotes atléticas excepcionales, pero el pundonor de la hermosa muchacha jamás daba lugar a quedar en entredicho.

- En cuanto lle... lleguemos... ufff... os ... ufff... Voy echarme en un mullido colchón de plumas de cisne...- intentaba alegrarse, meintras se secaba el sudor con una de las anchas chorreras de su fino traje blanco.

Leo partió por fin con sus compañeros. Tras una larga caminata, divisaron la ciudad de Lave. El cielo ya hacía rato que se había oscurecido, las piernas empezaban a doler y el estómago rugía con fuerza. Ya debía ser tarde de verdad pues no se veía un alma. Unos guardias que pasaban fueron los primeros habitantes que se encontraron. Quizá sería bueno preguntarles por nuestro destino.Además, quizá alguno pudiera darle cobijo esta noche (se le ocurrieron lugares acojedores como pajares, cuadras y cobertizos. El el fondo era un romántico).

Cuando pasaron cerca les saludó cortésmente y les preguntó con Pito medio dormido en su hombro.

Disculpen y buenas noches. Nos ha mandado llamar el comandante Kalemis Durn, pero no conocemos la ciudad, serían tan amables de indicarnos dónde está la comandancia? Aunque no sé si podremos encontrarle allí a estas horas y será mejor que busquemos alojamiento.

El enano estaba encantado... y se le notaba. Durante el largo rato que duró el trayecto a la ciudad de Lave, Jenkins no había de jado de silbar ni un solo segundo. De hecho, de vez en cunado canturreaba alguna canción típica enana, con cervezas, peleas y tesoros. El hecho de sentirse en tierra firme otra vez, había cambiado el espiritu del fornido guerrero.

Pero al llegar a la ciudad volvió a verse su lado "Mazogordo". Sus ojos se volvieron nuevamente unas rendijas, por las que miraba a todo y a todos los que se curzaban con él. Acompañando a esta inquisitiva mirada le seguía su ya famoso gruñodo.- mmmmmmmmmm.- No le gustaban las ciudades... o por lo menos las humanas. No se fiaba de la gente y menoas aun de los humanos y de sus ciudades. Pero por lo menos sabía que en ellas podría encontrar comida bebida y alojamiento... ¡¡muchísimo mejor que en alta mar!!

Comencé a dar volteretas al principio del viaje, saltaba, brincaba, parecía realmente un crío.

Pero poco duró mi alegría pues el aburrimiento empezaba a apoderarse de mí

Oh venga Abyl, haz algo, cuentanos alguna de tus historias, haz que me interese.

Esto empieza a ser demasiado monótono y repetitivo y si no encuentro distracción, creo que acabaréis llevándome a cuestas de lo pesado que estoy viendo que me voy a poner...

Me he contenido demasiado en el barco porque era un espacio muy pequeño pero...

Me abuuuuurro, ¿cuánto falta? ¿cuándo llegamos? empecé a tirar suavemente de las ropas de Abyl esperando que me contase alguna de sus fantásticas aventuras, alguna de ellas que pudiese hacer mía

Jajaja el Poderoso Moses, qué ganas tengo de estar lista de volver a Lormyr

Y tú deberías volver conmigo, allí no hay aburrimiento, el mejor momento es la mañana, siempre hay que aprovechar para dormir y descansar en la mañana porque cuando llega el medio dia nuestras barcazas parten bien armadas en busca de pesca mientras se recogen moluscos de la bahía, ir en las barcazas ya es la primera de las batallas porque hay tantas serpientes marinas que la barcaza puede navegar sobre sus apelotonados cuerpos viscosos y retorcidos.

Cuando llega la tarde las avanzadillas de hombres dragón empiezan su asedio diario a mi pequeña aldea y continúa hasta que a la medianoche llegan los dragones, toda la noche es un festival de muerte y sangre, solo sobreviven los fuertes

Por eso me embarqué en este raro peregrinaje, para probar mi fuerza y mi valor, y volver a mi tierra con la fuerza necesaria para ser coronada reina por mi padre.

Ya tengo ganas de poder batirme en duelo con alguna de las monstruosas criaturas que se dicen habitan éste mundo hostil

Tras caminar y caminar y mucho parlotear encontramos una patrulla de guardia, es ya de noche y hasta Abyl está cansada debido a la hambruna sufrida, apenas mordiendo unos mendrugos de pan seco que llevaba en la bolsa.... no imaginaba que el camino fuera a ser tan largo.

Leo se adelanta, creía haberle contratado para embrujar no para hablar, para ello contraté a la bella semielfa, pero si Leo es capaz... si demuestra unas buenas cualidades de investigación..... demostraría ser mejor hechicero que lo que hubiera imaginado, un hechicero no solo se valora por su magia, hay muchas más cualidades como el combate, el comercio, el rastreo o la dialéctica.

Cruack, el niño quiere jugar, cruack!

Yo jugar contigo a pillar, tu no pillar a Pito!

El cuervo también se aburría y se alegró de encontrar un compañero de juegos, aunque fuera un mocoso impertinente. Bueno, él era un cuervo impertinente, pero eso no lo veía él.

- Buenas noches - responde con educación uno de los guardias. - Si, la comandancia se encuentra hacia allí - dijo este señalando con la mano y dando las indicaciones pertinentes para que que supieran llegar sin ningun problema. - No tiene perdida, ademas ahi un estandarte de la ciudad de Lave igual que este escucho - señalo el guardia a su armadura en su pecho donde tenia el escudo de Lave. De todas formas hasta mañana por la mañana no se encuentra el comandante - hizo una breve pausa, - Cerca de la comandancia dos calles atras se encuentra una posada llamada "El descanso del alba". Podríais alojaros allí hasta mañana - termina diciendo el guardia.

Jenkins mira al guardia y refunfuña.- mmmmmmm.- Pero al oir las palabras, casi mágicas de "posada", el enorme enano, miró a sus compañeros y les dijo.- Por fin, un descanso como es debido en una cama en un suelo que no se mueve de un lado para otra.- Comentó el enano y los demás parecieron intiur una leve sonrisa mientras este hablaba.- ¿Vamos ya o qué estáis esperando?.- Recriminó mientras se alejaba en dirección de la posada, mientras miraba a sus compañeros.

Caminar era un auténtico suplicio, con lo bien que se estaba en un barco en la mar, o surcando los meandros de un río en una pequeña balsa, o cabalgando por la costa alternando las aguas con los acantilados... las posibilidades resultaban infinitas si te parabas a pensar en ellas y era por eso que el viaje había resultado tan aburrido, porque en cualquier otra de esas situaciones no habría dudado en alzar la voz y entonar alguna agradable melodía que aligerara el trayecto.

- A que nos indiques el camino maese Jenkins.

Bromeo y recuperando la sonrisa perdida en la caminata ante la alegría que provoca el poder descansar en una buena posada y beber y cantar hasta altas horas de la noche... sólo esperaba recordar todo lo realizado y no gastarme hasta la última moneda en ello.

- Gracias por si guía soldado. ¿Pero podrían servirnos más atentamente cuando acaben su turno y desvelarnos los secretos de la Lave nocturna?

Añado emocionada por tener una buena fiesta tras tanto tiempo.

- Lo siento señorita, pero no podemos desbiarnos de nuestro trabajo tenemos que velar por la seguridad de Lave - añadió este. - Espero que pasen una buena noche - Añadió el guardia. Seguidamente se alejan entre las calles de la ciudad.

La bardo se le adelantó a Leo en lo de invitarles. Además, si rechazaban a una hermosa mujer, quizá era porque eran de otro palo. Debía intentarlo él. Se acercó lo suficiente para que los demás no vieran su rostro cuando hablara con los soldados.

Oh, nobles guardias, sin duda son honrados y valientes al rechazar nuestra petición con la amabilidad con que lo hacen. No nos cabe duda de su valor, lo que hará que hablemos bien de sus personas mañana en la comandancia. Pero todo soldado debe descansar de vez en cuando. En cuanto lo querías HACER, sólo tenéis que preguntar por LEO y les recibiré en la posada con sumo gusto. Me encantará invitarles a una ronda de lo que GUSTEN. 

Cada palabra que enfatizaba era acompañada de un guiño.

Verdaderamente, la elfa tenía buen ojo seleccionando hombres con los que compartir jarras de cerveza, historias o... incluso yacer, pero con una impresionante muestra de inquebrantable disciplina, rechazaron la petición de la bella Serindë - Jo... ¡¡Qué fastidio!!... Con lo guapos que son. Es que no tenemos nada de suerte, ¡¿eh?!... Otra noche más con Mazogordo, con Moses y Leo, que nos trata más como a hermanas pequeñas que... - pensaba mientras regalaba una sorisilla nerviosa de adolescente tonta a los hombres de la guardia. Cuando los ojos de uno de ellos contacto con los suyos, sintió como un profundo calor subía por sus mejillas ruborizando sus carrillos.

- Debemos proseguir capitana.-  se apresuró a decir apartando su mirada con vergüenza y azuzando a Abyl para continuar.

Abyl, no me gustan los barcos, pero si hay que despedazar cosas viscosas que se retuercen por el agua salada pues... de nuevo, empecé a patear y dar puñetazos al aire.

Caminaba mientras escuchaba las historias de Abyl e intentaba jugar intercaladamente con el pajarraco.

Por mucho que Moses se hiciese el fuerte, el cansancio también iba apoderándose de él, y los últimos juegos que hacía era mover los brazos hacia arriba, intentando quitarse a Pito de encima.

Sólo vi que Leo hablase con unos guardias, pero lo que llamó mi atención fue la grave voz de Jenkins

Jenkins, me apunto a esa cerveza fresquita que ahora mismo nos está esperando en la barra de esa taberna dije afirmando con la cabeza mirando al enano, esperando recibir el mismo entusiasmo por su parte

Cerveza. Esa palabra inundó la mente del guerrero en la que no pudo entrar nada.

Moses había tocado una de las fifras sensibles del enano: Cerveza. Sobre todo después de una larga caminata. Pero eso era lo de menos, sobre todo comparado copn el hecho de haber bajado de un barco en el que estuvo más de lo que un enano pueda aguantar. Con ese pensamiento en la cabeza, Jenkins, salió como alma que lleva el diablo, sin decir ni pio, hacia la posada que el buen guardia les había indicado.

Al llegar a la posada, el enano entró en la misma y sin detenerse a mirar a ver quien había dentro, se dirigió a la barra y pidio.- tabernerosirvameunajarraenormedecervezabienfría.- dijo sin parar y sin respirar, dando un puñetazo en lamesa, mientras con la otra mano se buscaba el dinero.- Bueno, mejor pongame dos, que la priemera me la bebo en un segundo.- Dijo ya un poco más calmado.

Pito se puso contento cuando el "niño" empezó a jugar con él, pero duró poco.

Cruack, niño no puede con Pito, cruack! Pito mejor!

Terminó por ponerse en el hombro de su amo hasta la posada.