La sacerdotisa quedó sorprendida tras encontrar a Abyl en plena demostración de vorágine matinal. Visto los alimentos que se congregaban en la mesa, decidió sentarse y tomar algo de fruta y pan, mientras su capitana se subía bien alto donde pudieran verla y soltaba su arenga. - A veces parece estar chalada...- pensó Lona mientras sonreía. Abyl, le caía magníficamente. Reunía la dosis de autodeterminación que a ella le faltaba y... algo de excesiva rudez. Pero era algo normal si se consideraba el origen de la princesa de Lormyr. Una tierra de guerreros, dominada por hombres.
No había descansado tan a gusto desde que dejamos Freeport pese a que en el proximo pueblo, aldea o ciudad en la que pernoctáramos tendría la misma sensación que ahora mismo me llenaba. Quizás fuera la necesidad de aliviar las tensiones del camino, para lo que un buen jergón emplumado era de los mejores remedios, o el no tener que preocuparme por acosadores nocturnos que intentaran pasarse de la raya tras unas cuantas copas de más y algún que otro desaire por mi parte.
Así que no me extrañe al ser la última de las chicas en abandonar la habitación, aunque debía admitir que tras los rezos de Lona había sido dificil volver a pegar ojo y me había obligado a levantarme y asearme un poco antes de bajar y enfrentarme a algo dificil de digerir.
¿Cómo puede comer tanto?
Es lo primero que me viene a la cabeza al ver los platos que Abyl ya había terminado, dado que Moses y Lona parecía que acaban de sentarse a desayunar y ni Leoncio ni Pito daban la sensación de haber acabado con mucho de lo que había en la mesa.
- Buenos días.
Saludo intentando sonreir mientras una gota de sudor frío me recorre la espalda, esperando que no me obligue a comer ni la mitad de aquello, así que rápidamente me dirijo al posadero.
- Unos huevos revueltos y un zumo.
Le encargo para luego ir a sentarme y agarrar una de las tostadas mientras la capitana intenta captar la atención de los lugareños con una técnica demasiado directa para ser tomada en serio.
Jenkins había pasado una agradable noche de descanso, ni los rezos de Lona ni los ruidos de Leo habían interrumpido el sueño de enano. Tras levantarse observó que todos sus compañeros ya había bajado. - Por las barbas de Moradín que hora es?. - dicho esto se puso sus atavios y sin perder tiempo bajo hacia abajo donde se encontró a todos desayunando en una mesa repleta de comida. - Buenos días, para que perder tiempo, comamos!!! - La vitalidad del enano era patente, estaba claro que le había sentado bien el denscanso en una cama. Jenkins hecho mano una de las tostadas y devoro medio pan de un solo bocado - Esta buena si señor - dijo dandolo un golpe de amistad al pequeño moses en el hombro.
Pnjotizado.
Zoltran os sirve todas y cada unas de las cosas que habeis pedido. - Aqui teneis, espero que sea de vuestro agrado - decia este mientras iba poniendo alimentos en la mesa. - Pero como pueden comer tanto? - pensaba mientras iba a la barra a coger mas comandas.
Bueno, ya estamos ¿a qué esperamos para partir? pregunté inquieto mientras me levantaba de la silla de un salto y ponía los brazos en jarra, dando pequeños toquecitos con la puntera de mi pie en señal de impaciencia
Leo se limpia con la punta de la servilleta y mira a sus compañeros educadamente.
Pues eso, cuando gustéis.
Vamonos, leñes, que esto va muuuuu lentooo
Cuando el resto termina de comer y Lona prueba el último mordisco Abyl ya está de pié, con el morral a un lado y el espadón al hombro como si una leñadora paseara por el bosque con su hacha mientras canta una desafinada canción de cazadores para salir de caza de buena mañana
Ojillos aviesos, escondido en la maleza, uyuyuyuí, encontré un dragón
Se revuelve con prestreza, uyuyuyuyuí, me chamusca qué cabrón
Muestra sus dientes con fiereza, uyuyuyuyuí, y hachazo al corazón
Cantando por la calle su canción lormyriana, como si la mejor de las bardos se creyera esperando que Serinde le acompañe con su instrumento, camino a ver al comandante que les ha citado
Lona cogió todos sus arreos y salió tras Abyl. Al cabo de un rato, pudo comprobar como la joven capiatana cantaba peor que el más veterano lobo de mar... ¡¿Nadie le había jamás sugerido que cantaba fatal?! Resultaba verdaderamente chocante ver a una mujer tan bella como la princesa lormyriana cantando canciones propias de bravucones de taberna.
- ¡¿No le vais a decir que como siga así lloverá?!- susurró a Serindë y Leo. - ¡¿Pero por Pelor?!... ¡¡Si canta peor que Jenkins con 10 ó 12 jarras de cerveza en el buche!!- a la espera de que alguien acabara con ese martirio.
Ante el ambiente de canto, Leo empezó a tatarear una que le gustaba mucho, muy picarona, por supuesto. Así que procuraba sólo tararearla. Sin embargo, no pudo evitar, en el estribillo dejar brotar de sus labios parte de la letra.
...el que lo prueba repite,... lalala laralala...
Quizá era una canción sobre comidas caseras o dulces, al fin y al cabo.
Jenkins vio que todos se levantaban de la mesa prestos para salir. Con los ojos desorbitados, miró la mesa y calculó lo que aun le quedaba por comer de su plato y, por supueto, las sobras de los platos de los demás. Levantando su plato engulló todo lo que quedaba en él, mientras con la otra mano cogía una jarra de cerveza y se la hechaba por el gaznate. Todo no cabía en su boca y menos en su garganta. Aun así el eneno comenzó a masticar y a tragar. Luego siguió con los platos de los demás, al igual que las jarras.
Una vez acabado con todo y con la boca llena de una mezcla de huevo, pan, carne y cerveza, Jenkins se levantó, cogió sus cosas y siguió a los demás. Al momento, tragó lo que le quedaba en la boca, se tiró un sonoro eructo y sonriendo dijo.- Canta Abyl, canta, que hoy es un buen día.- Y siguiendo a la princesa, agarrándole por la cintura, cantó con ella la misma canción... tres o cuatro escalas por encima del tono de la muchacha con su varitona voz de cazallero:
Ojillos aviesos, escondido en la maleza, uyuyuyuí, encontré un dragón
Se revuelve con prestreza, uyuyuyuyuí, me chamusca qué cabrón
Muestra sus dientes con fiereza, uyuyuyuyuí, y hachazo al corazón
Chicos esta tarde posteo ok? ya tengo ordenador nuevo
- La verdad es que es la letra es original... quizás en el tono equivocado, pero encaja perfectamente con ella. Es más, parece que es una de esas canciones que mejoran cuanta más cerveza hayas bebido.
Respondo divertida a Lona dejando claro que no tengo intención de detener esa canción tan alegremente desentonada. Además, seguro que así consiguen aumentar su fama... algo que la capitana parecía ansiosa de conseguir a pesar de que fuera como pésima cantante y temperamental, porque de seguro que aquel que intentara echárselo en cara acabaría con algún diente de menos.
- Además, así estarán entretenidos hasta que lleguemos a la comandancia.
Termino por señala para acto seguido empezar a silvar intentando buscarle el tono adecuado a la canción para recordarla en un momento y lugar más adecuados.
Pasamos a la siguiente escena. "Edificio de la comandacia de Leave"