Partida Rol por web

Eberk se aproxima al primer enemigo de la proa aún con la mota de polvo en el ojo y le intenta golpear, pero a última hora se desequilibra y su golpe se vuelve muy lento y forzado.

El hacha de Eberk golpea a la criatura en todo su costado, mas la piel dura y resistente del hombre caimán impiden que el golpe tenga efecto alguno en él. Tendrá que golpear con mas fuerza o apuntar mejor en sus ataques si quiere vencer a este enemigo.

 Incluso poco acostumbrada a situaciones de combate, Iris identifica que estos son enemigos mucho más temibles que los gobos o los no-muertos, y temiendo que su inexperiencia y vulnerabilidad ponga en peligro a sus compañeros, decide lanzar un conjuro para intentar llamar lo menos posible la atención en ella de forma que pueda atender mejor a sus compañeros.

 Alzando su ankh en alto murmura unas palabras antes de que un translúcido campo de luz azulado la envuelva tenuamente.

Justo cuando el caballero estaba alzando la espada para rematar al repugnante ser reptiliano, una flecha pasa volando a centímetros de su rostro y acaba con él. Sir Héctor se queda en esa posición durante un segundo, asimilando lo sucedido, y mira hacia atrás, hacia Bratza, que aún empuña el arco. Temeraria, pero sin duda sabe lo que hace. El paladín hace un gesto con la cabeza, a modo de saludo y agradecimiento a la vez, y se mueve rápidamente en busca de nuevos oponentes.

Con un movimiento calculado, Damarcus le arroja la red al hombre lagarto, enredándolo al instante.
Mediante un rapido tiron con la izquierda, la red se cierra y el lagarto queda con las garras apretadas a un costado.
Las pesas, golpean contra sus patas escamosas, enroscandose como una anguila acuatica.
Hoy comemos cocodrilo...rie el pescador y dando un salto, se lanza hacia adelante clavando tres afiladas puntas de su tridente mágico, en el vientre blando del humanoide.

Encargate de los engranajes capitan! Los cocos están bien controlados...

 Damarcus logra apresar en su red a uno de los hombres caimán, y aprovechando esa ventaja, realiza un duro golpe al costado de la criatura hiriéndole con su tridente. 

El hombre caimán ruge de dolor y furia e intenta quitarse de encima la dichosa red de encima... mientras lo intenta, uno de sus compañeros aprovecha la situación para atacar a Damarcus el cual no logra esquivar a tiempo el golpe de su enemigo. El golpe del hacha es lo suficientemente duro para que la armadura no pueda bloquear el golpe y Damarcus recibe una fea herida en su hombro.

Mientras tanto, otro de los hombres caimán, viendo como cae uno de los suyos, se abalanza sobre el paladín pero en última instancia el guerrero tropieza consigo mismo y cae estrepitosamente al suelo.

Finalmente, el último de los hombres caiman devuelve el golpe al enano mas Eberck es lo suficientemente rápido para bloquearlo con su arma.

Sir Héctor queda bastante desconcertado ante la imagen de un hombre-caimán cayéndose delante de él sin que nadie lo toque, pero no se lo piensa dos veces y aprovecha la oportunidad: con absoluta frialdad, alza su espada e intenta apuñalar a la criatura...

Bratza guiña el ojo a Sir Hector, luego; sin dudar se dirige por atrás acercandose a Hector.. - poco decente pero necesario -  y con un rápido giro..

- zas!! una nueva flecha aprovecha la situación contra el caimán que lucha con Damarcus clavándose sin clemencia en el animal.

Donde pone el ojo pone la flecha... ante la situación, la batidora no lo duda: aprovecha la ventaja que le da el hecho de tener un objetivo desprevenido por culpa de la red de Damarcus y apuntando con certeza al corazón de la criatura esta da en el blanco, atravesando su pecho. Antes de caer al suelo el hombre caimán ya estaba muerto.

Eberk se acerca hacia el hombre caiman en el suelo, con un rápido giro intenta golpear al enemigo que aún esta en pie, despues del giro de 360º para en seco golpeando con su hacha mas pequeña a la criatura que aún esta en el suelo.

 Más o menos a salvo bajo su conjuro, Iris se acerca hacia Damarcus sobre quien lanza una oración sanadora, que recupera parte del vigor perdido. Un torrente de energía revigorizadora fluye de la pelirroja al hombre del tridente, recuperando prácticamente todas sus heridas.

Con energías renovadas gracias al conjuro de la sacerdotisa, Damarcus alza con ambas manos su tridente mágico y le atraviesa en hombro al caimán que le acaba de herir.

BICHO FEO COMO UN LAGARTO! ME VOY A HACER UNAS BOTAS CON TU PIEL! JAJJA

 El combate se recrudece por momentos. El hombre caimán que se había caído se mueve con celeridad y se levanta preparado para continuar la lucha. Por el contrario el enemigo que se encuentra combatiendo con el enano, falla su ataque, dando al enano una oportunidad para contraatacar. El hombre caimán que se enfrenta contra Damarcus tiene mas suerte: su arma logra atravesar las defensas del explorador, hiriéndole duramente en el costado.

Habiendo fallado el anterior ataque, el paladín se enfrenta ahora a un enemigo ya rehecho. Sin darle ni un segundo de ventaja, Sir Héctor lanza una nueva estocada, rápida y al pecho, esperando herir a la criatura para que, al menos, no se confíe tanto...

La chica, concentrada, y sin decir nada, se mueve unos pasos a su izquierda disparando con acierto de nuevo.

 Bratza vuelve a disparar y su flecha vuelve a dar en el punto exacto: pilla por la espalda al hombre caimán que cae gritando de dolor, atravesado por la flecha.

Eberk se encara al hombre caiman que le atacaba, tras esquivar su golpe intento contraatacar pero una de sus hachas se clavó en la madera del barco, eso hizo confiarse a la criatura, que no vio venir la segunda hacha golpeandole por el costado con mucha fuerza.